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Factores influyentes en la lactancia materna y cifras de su prevalencia en España

Factores influyentes en la lactancia materna y cifras de su prevalencia en España

Autora principal: Deyanira Tébar Tomás

Vol. XV; nº 15; 751

Influential factors in breastfeeding and prevalence figures in Spain

Fecha de recepción: 17/07/2020

Fecha de aceptación: 31/07/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 15 –  Primera quincena de Agosto de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 15; 751

Autoras:

Deyanira Tébar Tomás, enfermera especialista en ginecología y obstetricia en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza; España

Lucía Simón Melchor, enfermera especialista en ginecología y obstetricia  en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza; España

Luisa Rus Jódar, enfermera especialista en ginecología y obstetricia  en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza; España

Patricia Chávez Barroso, enfermera especialista en ginecología y obstetricia  en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza; España

Ana María Sánchez Adrián, enfermera especialista en ginecología y obstetricia  en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza; España

Esther López Romero, enfermera especialista en ginecología y obstetricia  en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza; España

Patricia Liza Gómez Dávila, enfermera especialista en ginecología y obstetricia  en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza; España

Resumen

La lactancia materna es la manera más natural de alimentarse en la infancia, la cual permite obtener beneficios inmunológicos de las madres y además con ésta se puede incrementar la salud de madre e hijo/a, tanto a corto como a medio largo plazo. Mediante dicha forma de alimentación se obtienen otros beneficios en términos económicos, de salud, ecológicos y de seguridad a nivel global. En España en los últimos años se ha dado un aumento considerable de la lactancia que se muestra en la evolución de las tasas de referencia nacionales mostradas por el INE (Instituto Nacional de Estadística Español), las cuales son en 2017: LME (Lactancia materna exclusiva) a las 6 semanas del 73.9%, a los 3 meses 63.9% y con 6 meses de vida del 39% y son datos extrapolables a los recogidos en distintas regiones españolas, que muestran sus tasas de lactancia materna en los últimos años. En otros países del mundo se observa unan unas tasas de lactancia mayores debido a sus políticas existentes y una mayor conciencia prolactancia. Los factores sociodemográficos que limitan la lactancia son: parir por cesárea, primiparidad, menor edad materna, menor nivel socioeconómico, hábito tabáquico, obesidad, falta de pareja, la gestación mediante TRA (terapias de reproducción asistida) y ser de procedencia española o europea. Otros factores que no favorecen el amamantamiento son: utilización del uso de pezoneras, no tener tomada una decisión de amamantar antes del parto,  tener unas pobres expectativas respecto a la duración de la lactancia materna y la sensación materna de tener poca leche. Es importante conocer y tener en cuenta estos datos para así poder centrar esfuerzos a nivel micro, meso y macro en intervenciones oportunas destinadas a mejorar las tasas de lactancia que aún se alejan de las recomendaciones actuales nacionales e internacionales.

Palabras clave: Lactancia, lactancia materna, prevalencia, España, factores asociados, duración, abandono

   Abstract

Breastfeeding is the most natural way of feeding in childhood, which allows the immunological benefits of mothers to be obtained and in addition, it can increase the health of tmother and child, both in the short and medium term. Through this form of feeding other benefits are obtained in terms of economy, health, ecology and safety at a global level. I the last years in Spain, there has been a considerable increase in lactation that is shown in the evolution of the national reference rates shown by the INE (Spanish National Institute of Statistics), which are in 2017: LME (Exclusive breastfeeding ) at 6 weeks of 73.9%, at 3 months 63.9% and with 6 months of life of 39% and these data can be extrapolated to those collected in different Spanish regions, which show their breastfeeding rates in recent years. In other countries of the world, higher lactation rates are observed due to their existing policies and greater prolactance awareness. Sociodemographic factors that limit breastfeeding are: cesarean delivery, primiparity, lower maternal age, lower socioeconomic level, smoking, obesity, lack of partners, pregnancy through ART (assisted reproduction therapies) and being of Spanish or European origin. Other factors that do not favor breastfeeding are: use of teat cups, not having made a decision to breastfeed before delivery, poor expectations regarding the duration of breastfeeding and the maternal feeling of having little milk. It is important to know and take into account these data in order to focus efforts at the micro, meso and macro levels on timely interventions aimed at improving breastfeeding rates that are still far from current national and international recommendations.

Keywords: Lactation, breastfeeding, prevalence, Spain, associated factors, duration, breastfeeding cessation

   Introducción

Afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) que “La lactancia natural es una forma sin parangón de proporcionar un alimento ideal para el crecimiento y el desarrollo sanos de los lactantes; también es parte integrante del proceso reproductivo, con repercusiones importantes en la salud de las madres.” (Organización Mundial de la Salud [OMS] ,2012).

Ésta misma organización distingue entre la lactancia materna exclusiva (LME) “significa que el niño recibe solamente leche materna (incluyendo leche extraída o de nodriza) durante los primeros 6 meses de vida, y ningún otro alimento o bebida, ni siquiera agua, excepto por sales de rehidratación oral, gotas y los jarabes (vitaminas, minerales y medicamentos)” y la lactancia materna predominante (LMP): “significa que la fuente predominante de alimentación del lactante es la leche materna (incluida la leche extraída o de nodriza). El niño puede recibir además líquidos (agua y bebidas a base de agua, jugos de fruta), líquidos rituales y sales de rehidratación oral, gotas o jarabes (vitaminas, minerales y medicamentos)”. (OMS, 2012)

La OMS y Unicef que afirman que “la lactancia materna exclusiva durante 6 meses es la forma de alimentación óptima para los lactantes. Posteriormente deben empezar a recibir alimentos complementarios, pero sin abandonar la lactancia materna hasta los 2 años o más. Para mejorar dichas las tasas de lm exclusiva durante 6 meses la OMS y UNICEF (2012) recomiendan “el inicio de la lactancia la primera hora de vida, que el lactante solo reciba leche materna; sin ningún otro alimento ni bebida, ni siquiera agua, que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche y que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.”

Otros organismos nacionales se suman a éstas recomendaciones como las de la Asociación Española de Pediatría (AEP, 2012) y el Ministerio de Sanidad Español (2017) de amamantar exclusivamente hasta los 6 meses de vida y desde ese momento poder iniciar la lactancia materna complementaria (LMC), que consiste en llevar a cabo una progresiva introducción alimentaria hasta los 2 años de edad o más siempre que la madre y el niño deseen continuar. Por todo lo anterior, es de suma importancia revisar las tasas de lactancia en nuestro país y orientar intervenciones que puedan aumentarlas y/o mantenerlas tanto a nivel micro (persona, cuidadores, familiares), meso (organización sociosanitaria y comunidad) como macro (contexto político)

La lactancia materna ejerce un gran efecto protector en la salud que ya se conoce en múltiples patologías; algunas de ellas de tipo crónico. Y además se van añadiendo cada año estudios que van mostrando más beneficios tanto para la madre que amamanta como para el niño que recibe dicha leche humana.

Se afirma en un estudio ampliamente citado de la revista Pediatrics (Asociación Académica de Pediatría ,2012) que la LM resulta protectora; asociándose a un 64% de disminución de la incidencia de patologías infeccionas de tipo gastrointestinal, y además de eso se crea un efecto protector residual hasta de dos meses de duración después de haber finalizado la lactancia.

En algunos estudios ya se han cambiado los términos de protección e incremento de la salud  a través de la lactancia materna, por los riesgos y disminución de la misma traducida en aumento de morbimortalidad por ingesta de leche artificial. Es el caso de (Brahm  y Valdes, 2017) las cuales han realizado un trabajo científico de revisión en el que han resumido una recopilación de evidencias procedentes de diversos estudios de índole mundial en los que se recogen beneficios para los lactantes, para la madre y para la sociedad (tabla 1, incluída al final del texto) además de mencionar múltiples riesgos tanto de la alimentación a través de la leche de fórmula como por biberón. Un ejemplo del aumento de los problemas por causa de la leche artificial son: las alteraciones de la cavidad oral, alteraciones de la deglución y fonoarticulares, deglución atípica, respiración oral y disfunción masticatoria. También mencionan un incremento de más del 80% de presentar diarrea, aumento considerable de la mortalidad por neumonía, aumento del riesgo de presentar eccemas, atopia, alergias alimentarias y respiratorias. Además se ha constatado una menor saturación de oxígeno y mayor frecuencia de bradicardias. A todo esto se suma que la ingesta de leche de fórmula aunque sea en pequeñas cantidades altera gravemente la microbiota del neonato. Entre los perjuicios de la alimentación a través de biberón se encuentra el aumento del riesgo de caries y el incremento de los episodios de apneas respiratorias.  De hecho, si se tienen en cuenta datos de países en vías de desarrollo en los que se producen el 90% de la mortalidad infantil del mundo, la LME durante 6 meses y el destete después del año de vida es la intervención de salud más efectiva que existe según afirman estos autores.

Por todo lo anterior es recomendable conocer no sólo las tasas de lactancia materna en las distintas regiones de España sino de reportar y observar los factores que influyen en la misma ya sean favorecedores o al contrario.

   Objetivos

El objetivo del presente trabajo consiste revisar la literatura acerca de las tasas de lactancia españolas más recientes y observar los factores que obstaculizan o favorecen la lactancia materna en las mujeres españolas para poder orientar acciones específicas a su mejora.

   Metodología

Se ha realizado una búsqueda en internet a través del catálogo mundial de Worldcat con las palabras clave mencionadas accediendo a las principales bases de datos y revistas reconocidas en ciencias de la salud. Respecto a estudios con tasas de lactancia materna españoles se han tenido en cuenta los hallados en los últimos 10 años.

   Resultados

El marco global en cuanto a referencia de tasas de lactancia materna actuales en España se recoge en la Encuesta Nacional de Salud actualizada en 2017 por el Instituto Nacional de Estadística Español (INE), en la cual se pueden observar las tasas últimas de LME a las 6 semanas (73.9%), 3 meses (63.9%) y 6 meses de vida (39%), (tabla 2, al final del texto) alejándose éstas aún de las recomendaciones de organismos nacionales e internacionales citados anteriormente. En dicha encuesta se observa además una correlación positiva entre una posición socioeconómica más favorecida y el aumento de dicha forma de alimentación natural. En dicha tabla se puede observar un gran incremento en las tasas de LME sobre todo en los últimos años, pasando del 66.2 al 73.9% a las 6 semanas del nacimiento, del 53,6 al 63,9% a los 3 meses y del 28,5 al 39% a los 6 meses de vida si se confrontan datos desde la anterior encuesta disponible en 2011 con la más reciente en 2017. Esos datos son más o menos coincidentes y extrapolables a los datos que se presentan en las diferentes regiones españolas si se tienen en cuenta los años de su publicación y más en concreto los de las recogidas de datos que suelen ser en ocasiones algunos años anteriores a tal publicación. Dichos datos se presentan a continuación:

  • Prevalencia de lactancia materna en las diversas zonas de España:

Díaz-Gómez, Ruzafa-Martínez, Ares, Espiga y De Alba (2016) realizaron un estudio transversal con muestra española nacional global que utilizó un muestreo por comunidades autónomas de al menos 30 participantes por comunidad. El 58.5% de las participantes habían lactado en algún momento frente al 11.9% de mujeres que no lactaron en ningún momento sino que optaron por alimentar con leche artificial (LA) a sus hijos.

Oribe et al. (2015) han publicado datos de una cohorte de Guipúzcoa (al Norte de España) resultando la LME; al alta hospitalaria de un 84,8%, a los 4 meses del 53,7% y a los 6 meses del 15,4%.

Burguillo y colegas en un estudio descriptivo publicado en 2016 realizado en el sur de España; concretamente en Huelva, nos facilitan datos de LME iniciales del 52,9%, permaneciendo a los 6 meses en un porcentaje del 19,7%.

Otro estudio en una región del este española, concretamente en la zona de Valencia, nos muestra tasas de inicio de la lactancia del 81%, de las cuales abandonaron el 28,7% de las mismas en los primeros 3 meses de vida y continuaron el 20% de ellas a los 6 meses de vida de sus hijos.( Rius et al., 2013)

Continuando por otras regiones españolas, en un estudio transversal reciente elaborado a partir de la cohorte ELOIN (Estudio longitudinal de obesidad infantil), se recogen datos de Madrid; en la zona central del país.  Entre sus datos publicados se observan unas tasas de inicio de la LME del 77,6%, a los 6 meses del 25,4%, y aporta como dato interesante cifras a los 2 años de vida de LM resultando ésta del 7,7%.(Ramiro et al., 2017)

Por último se han recopilado datos de una zona del nordeste de España; Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón. Tal estudio recoge la prevalencia de la lactancia en niños aragoneses durante el primer año de vida, como también contrasta datos socioeconómicos de las madres de estos niños. Los datos extraídos de cohorte llamada CALINA (Proyecto de crecimiento y alimentación durante la lactancia y la primera infancia en niños aragoneses) muestran unas tasas en forma de lactancia materna total denominados como “lactancia materna”, es decir; sumaron las tasas de LME, de lactancia materna predominante y de lactancia materna mixta. Más del 50% de los lactantes tomaban LM (exclusiva, predominante más mixta) a los 6 meses. La prevalencia de LM en el primer mes fue del 82,5%, del 71,8% al tercer mes y del 54,3% al sexto mes. Al año, continuaron con LM el 27,8% de las mujeres. (Cuadrón et al., 2013)

  • Variables que influyen en la duración de la lactancia materna

Teniendo en cuenta los estudios anteriormente citados en las regiones españolas, hemos recopilado datos sobre las variables asociadas con una mayor o menor posibilidad de amamantar. Las cuales se resumen a continuación:

En el estudio nacional de Díaz Gómez et al., (2016) el principal motivo para finalizar la lactancia fue la sensación de baja producción de leche (29%) seguida de la incorporación al trabajo (18%). Refiriéndose a la introducción de la lactancia mixta, el 37,9% de los lactantes eran menores de 6 meses y el 53,1% mayor de esa edad. El principal motivo para este tipo de lactancia fue la incorporación al trabajo de la madre (39%), continuado de la indicación de su pediatra (30%), también terminaron con la lactancia exclusiva por referir un bajo aumento del peso de sus hijos (16%) y otro de los motivos fue que la madre tenía el deseo de que su marido y/o pareja también participase en la alimentación de su hijo (15%) El destete se produjo antes cuando el motivo de abandono fue la sensación de poca producción de leche comparándolas con las mujeres que habían suspendido la lactancia por su incorporación al trabajo. También el destete se dio antes en las mujeres con ingresos familiares inferiores a 2.000 euros mensuales que en aquellas con ingresos superiores a dicha cantidad. Acerca de la vuelta al trabajo: El 50,5% de las madres del estudio consideraba que la vuelta a su trabajo le había afectado mucho o bastante. Lo que aportaron estas madres sobre dicha cuestión de cómo la incorporación al trabajo les había afectado sus lactancias fueron: como primera opción la falta de tiempo (22,1%), en segundo lugar por la incompatibilidad de horarios (21,7%), seguido de “porque tuvieron que dejar de dar el pecho” (12,7%), también les afectaron los cambios en la cantidad de tomas (11%), otro motivo que dieron es que la vuelta al trabajo les había provocado “que se le corte la leche” (10,0%), además de por tener que “empezar a almacenar leche / sacar leche en el trabajo” 27 (9,3%) y por el estrés sufrido con dicha situación (6,2%).

En el norte de España se observó un mayor riesgo de abandono en el periodo temprano cuando la madre no tenía decidido antes del parto el tipo de lactancia que iba a seguir, también fue desfavorecedor el pertenecer a una clase social baja , así como que la madre fuese primípara y viviera en ciertas regiones. En relación con el abandono tardío, fue determinante para no continuar con la lactancia materna exclusiva un menor tiempo de baja por maternidad. “Las madres con permisos de entre 4 y 6 meses mostraron un mayor abandono de la lactancia materna exclusiva en comparación con las mujeres que no trabajaban” (Oribe et al., 2015)

En los datos mostrados en el sur de España se reportó que la formación académica de la madre influyó en la prevalencia de la LM “el porcentaje de madres que dan el pecho aumenta con la formación académica de éstas”. Dicho porcentaje aumentó a mayor número de hijos. El 71,05% de las madres que acudieron a los talleres de preparación al parto alimentaron a través de la LM y el 100% de las que acudieron a asociaciones de apoyo a la lactancia también lo hicieron. Además estos autores pudieron constatar que amamantar influye en la edad de comienzo de la alimentación complementaria de manera significativa. Las madres que alimentaron a través de la lm tuvieron un mayor nivel de satisfacción. Se observó que la proporción de mujeres que proporcionaron LM fue mayor si la mujer convivía con su pareja (63,8%), en comparación a las que vivieron solas con su hijos (40%). Las variables que presentaron una correlación significativa mayor para el tiempo de duración de la lactancia fueron: la formación académica recibida, acudir a talleres de preparación al parto; en los cuales también influyó el número de número de sesiones recibidas, el nivel de satisfacción materno, que se solicitase ayuda sobre LM, además de conocer y participar en asociaciones de apoyo a la lactancia. (Burguillo et al., 2016)

En el estudio de Rius y colegas (2013) también coinciden en su investigación de que un mayor nivel de estudios materno previene el abandono precoz de la LM, así como el hecho de haber asistido a las clases prenatales con su matrona. Otros factores que afectan negativamente a la duración de la lactancia son: son el tabaquismo y las expectativas maternas más pobres respecto a la duración de la misma.  Estos autores constataron como en otros estudios que se citan en esta revisión, que los 2 periodos concretos en los que se perjudica claramente a la lactancia son: “desde el alta de la maternidad hasta el primer mes de vida posnatal, coincidiendo con la pérdida de los apoyos asistenciales a la lactancia, hasta que la madre y el recién nacido son vistos en la consulta de atención primaria. En segundo lugar, en el periodo comprendido entre los 3 y los 6 meses de vida del lactante, coincidiendo con la vuelta al trabajo de la madre. Estos hallazgos en nuestro entorno son perfectamente trasladables a otras áreas de nuestro país”. En éste artículo se observó que la sensación de producción láctea suficiente de la madre al alta hospitalaria fue un factor que se asoció de forma positiva con una LM prolongada y, por el contrario, el tratarse de una GTRA (Gestación mediante técnicas de reproducción asistida) y la utilización de pezoneras son factores asociados a una LM más corta. Además de ello, éstos autores también revisaron la correlación del chupete con la lactancia, aunque reconocen que aún se necesitan más estudios para hacer afirmaciones en un sentido u otro pues parece ser que incluso cuando la lactancia no esté establecida es posible que apenas afecte su uso, aún así se han de observar más los factores de confusión que están en juego, como por ejemplo la motivación de la madre a lactar.

Coincidiendo con los anteriores estudios mencionados, Ramiro et al., (2017) constataron que “las madres con un estatus económico familiar medio o alto tenían 1,49 veces más probabilidad de realizar LME que las de estatus bajo, y esta probabilidad fue casi del doble para las que participaron en el taller de lactancia tras el parto, en relación con las que no participaron”. Ellos observaron que el mantenimiento de LME durante 6 meses se había relacionado con una edad materna mayor, así como llevar menos de 10 años residiendo en España.

Haciendo referencia al estudio de Aragón, resumiendo se afirmó que “Las variables que asociadas a la continuación de la LM en tales momentos fueron: el tipo de parto, el nivel de estudios materno, procedencia materna, adiposidad de la madre y fumar durante la gestación. Se vio que la probabilidad de mantener la LM al mes de edad fue superior cuando el parto había sido eutócico o instrumental comparado con la cesárea “Clásicamente, las mujeres a las que se les ha practicado una cesárea tienen menor prevalencia de LM debido a que la inician con menos frecuencia debido al trauma quirúrgico, la separación temporal del bebé y un retraso en la lactopoyesis.” De nuevo éstos autores observaron que en cuanto al nivel de estudios materno, la tenencia de estudios básicos o tener un nivel de estudios medio hacía que disminuyera de forma significativa la probabilidad de lactar si se comparaba con mujeres de estudios superiores; “actualmente, tener un buen nivel educacional protege y fomenta la LM. Estos investigadores también estudiaron la relación de lactar con la procedencia materna, concluyendo que “la probabilidad de mantener la LM es menor en las españolas  y en el resto de las europeas respecto a las africanas”. Refiriéndose a la adiposidad de dichas madres, las que reportaron normopeso o sobrepeso previo al embarazo tenían más del doble de probabilidad de mantener la lactancia que en el caso de las mujeres con obesidad .Otro factor estudiado fue el tabaquismo, que también afectó a la lactancia disminuyendo su probabilidad en este tipo de madres. Finalmente, fumar durante la gestación también se asoció a una menor probabilidad de LM. De nuevo se pudo constatar que los dos momentos críticos para el abandono precoz de la LM, que en esta población de estudio fue de hasta un tercio de los casos en el primer mes como también a los 4-6 meses desde el nacimiento. Ello puede ser el reflejo de “las dificultades sociales, culturales y educacionales que impiden su instauración y mantenimiento; así como el apoyo inadecuado pre y posnatal por parte de los servicios de salud” refiriéndose al primer momento crítico de abandono y en el segundo momento; el de los 4 a 6 meses los autores lo asocian a “la reincorporación de la madre al trabajo y la inadecuada interpretación de ciertos cambios en los hábitos de alimentación que experimenta el propio bebé”. Respecto a la inmigración, es el factor que más influye en la variabilidad de la duración de la LM, con cifras más altas en el grupo de africanas y latinoamericanas. Según ellos, madres” recién llegadas de países en vías de desarrollo, son los grupos socioculturales con mayor tasa de mantenimiento de LM” (Cuadrón et al., 2013)

Existen estudios que muestran que alargando las bajas laborales por maternidad y el tener un apoyo suficiente en el momento de la incorporación al trabajo de las mujeres que lactan protegen y mantienen la lactancia. En concreto el proyecto Malama Murcia (Ortega et al, 2008) comenta que “los programas de protección-promoción de la LM deberían aumentar la investigación y formación pediátrica en LM, disminuir las cesáreas innecesarias, fomentar la deshabituación tabáquica, dedicar más recursos a las mujeres con menos estudios e incluir mecanismos legales que prolonguen la baja por maternidad para conseguir una lactancia más duradera y de mejor calidad.”

  • Prevalencia de la lactancia en otros países del mundo

Rius y colegas (2013) compararon la situación actual en España con la de otros países afirmando que “Tasas de prevalencia de LM similares a las nuestras las encontramos en países como Italia, con recursos sanitarios y prestaciones sociales probablemente similares al nuestro. Sin embargo, en países como Noruega y Australia, estas son mucho mayores. La política social y laboral de estos países y la conciencia prolactancia materna parecen tener un papel relevante en este sentido”

   Conclusiones

Se proponen con las evidencias anteriormente mencionadas las siguientes conclusiones y posibles soluciones:

Las tasas de lactancia materna (LM) actuales en España aún distan de las recomendaciones nacionales e internacionales sobre la misma. Se han de orientar intervenciones específicas a mejorar dichas tasas tanto a nivel micro,  meso y macro, y sería conveniente enlazar tales dichas actuaciones con una buena coordinación de todos los niveles asistenciales. En otros países del mundo se observan tasas de lactancia mayores al nuestro, probablemente por las políticas sociales y laborales, además de que pueda darse una mayor conciencia individual y colectiva prolactancia en dichos países. Por lo que se podrían valorar y tomar como referencia para aplicarse en nuestro contexto y con ello mejorar nuestros resultados a medio-largo plazo.

Una de las cosas importantes para conseguir esta mejora es conocer los factores socioeconómicos que pueden perjudicar a la lactancia materna como son: parto por cesárea, primiparidad, menor edad materna, menor nivel socioeconómico ya sea en nivel de estudios, clase social o ingresos, el hábito tabáquico, la obesidad, la falta de convivencia en pareja y la gestación por medio de terapias de reproducción asistida. También se va visto que el hecho de ser de procedencia española o europea podría disminuir la probabilidad de lactar. Así se podrían enfocar intervenciones concretas en éste tipo de población, como también de manera indirecta intentar evitar tales factores desfavorecedores por ejemplo, mediante programas de deshabituación tabáquica.

Otras variables no favorecedores para amamantar son la utilización del uso de pezoneras, no tener tomada una decisión de amamantar antes del parto, la sensación de falta de cantidad de leche, el no acudir a sesiones de preparación al parto con la matrona y unas pobres expectativas respecto a la duración de la lactancia materna. Dichos factores podrían ser modificables con intervenciones oportunas destinadas a informar y apoyar correctamente no sólo a los futuros padres sino a las familias que estarán en contacto con la madre y el niño, que podrían influir en la decisión de abandono.

Conocer los factores que favorecen el amamantamiento también podría ayudar a tener referencias imitables y tener elecciones de agentes de salud que pudieran ayudar en las intervenciones previstas como puede ser contar con mujeres de asociaciones de lactancia o mujeres con experiencia y creencias de otros lugares en los que se apoya la lactancia como son algunas mujeres latinas y de procedencia africana. Los talleres de lactancia postnatales también favorecen que la lactancia resulte exitosa.

Existen dos periodos críticos respecto al abandono de la lactancia en nuestro entorno: el primero parece coincidir con la pérdida de apoyos asistenciales de la lactancia, y en segundo lugar se presenta en el momento de la vuelta al trabajo de las madres y la interpretación inadecuada de cambios en los hábitos de alimentación que experimenta el bebé debido a la falta de información que se presupone. Por lo que también se nos proporciona con estos datos una información muy valiosa para orientar actuaciones y políticas al respecto.

Puesto que es conocido que la falta de tiempo en las bajas laborales y la falta de recursos y apoyo a la mujer que lacta cuando se incorpora a su trabajo perjudica a la duración de la lactancia, se deberían orientar políticas y actuaciones en este sentido. Un ejemplo podría ser alargar la baja laboral hasta los 6 meses como mínimo y facilitar ayuda a la mujer que se incorpora a su empresa después de la baja por maternidad o excedencia por cuidado de hijos.

Una limitación detectada en la siguiente revisión es que en los distintos tipos de estudio se recogen los datos de lactancia de distintas maneras y con distintas denominaciones, y definiciones a veces elaboradas por los propios investigadores del estudio. Por ello podría haber importantes variaciones entre estudios y regiones, además de ser más difícil la extrapolación y/o comparación de dichos datos. Se propoe recoger tales datos en el futuro con un consenso estandarizado como el que ofrece la OMS con sus definiciones de los distintos tipos de lactancia existentes.

Se necesitan más estudios sobre las tasas de prevalencia en España, pues hay multitud de regiones en las que no se conocen datos, otras veces se observan estudios con poco rigor científico o muestras pequeñas y en otros de varios años atrás es difícil comparar las tasas que son tan cambiantes en los últimos años. Conocer estos datos es de suma importancia pues la lactancia debería ser objeto de máxima prioridad en las políticas de salud pública de cada región del mundo, por todos los beneficios que conlleva y el gran ahorro de dinero, salud y medioambiente que nos aporta.

Ver anexo

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