Glioblastoma: revisión bibliográfica exhaustiva
Autora principal: Elsa Celma Ibáñez
Vol. XVIII; nº 23; 1087
Glioblastoma: comprehensive literature review
Fecha de recepción: 24/10/2023
Fecha de aceptación: 30/11/2023
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 23 Primera quincena de Diciembre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 23; 1087
Autor: Elsa Celma Ibáñez
Graduada en Enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz, Teruel, España.
Coautores:
Marcos Crespo Soriano. Graduado en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz. Teruel, España.
Almudena Palomino Jiménez. Graduado en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz. Teruel, España.
Andrés Adell Pellicer. Graduado en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz. Teruel, España.
Raquel Domingo López. Graduado en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz. Teruel, España.
Elena Bosque Gil. Graduado en enfermería. Hospital Comarcal de Alcañiz. Teruel, España.
Los autores del manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Resumen
El glioblastoma es el tumor cerebral maligno más común y agresivo en adultos. Su pronóstico sigue siendo desalentador a pesar de los avances en el diagnóstico y el tratamiento. En este trabajo bibliográfico, se realiza una revisión exhaustiva de la literatura científica disponible sobre el glioblastoma, abordando aspectos clave relacionados con la epidemiología, la etiología, la patogénesis, el diagnóstico, el pronóstico y las opciones de tratamiento. Además, se exploran las investigaciones más recientes que se están llevando a cabo para mejorar el manejo y los resultados de los pacientes con glioblastoma.
Palabras clave: glioblastoma, tumor cerebral, epidemiología, etiología, patogénesis, diagnóstico, pronóstico, tratamiento.
Abstract
The glioblastoma is the most common and aggressive malignant brain tumor in adults. Its prognosis remains discouraging despite advances in diagnosis and treatment. In this bibliographic work, a comprehensive review of the available scientific literature on glioblastoma is conducted, addressing key aspects related to epidemiology, etiology, pathogenesis, diagnosis, prognosis, and treatment options. Additionally, the latest research being conducted to improve the management and outcomes of patients with glioblastoma is explored.
Keywords: glioblastoma, brain tumor, epidemiology, etiology, pathogenesis, diagnosis, prognosis, treatment.
- INTRODUCCIÓN.
El glioblastoma es un tumor cerebral maligno altamente agresivo que se origina en las células gliales del sistema nervioso central. Es considerado el tumor cerebral primario más común en adultos y representa aproximadamente el 15% de todos los tumores cerebrales. A pesar de los avances en la investigación y el tratamiento, el glioblastoma sigue presentando un pronóstico desalentador, con una supervivencia promedio de alrededor de 12 a 15 meses después del diagnóstico.
La relevancia del glioblastoma radica en su impacto significativo en la salud y calidad de vida de los pacientes, así como en su alta tasa de mortalidad. Además, su ubicación intracraneal y su agresivo crecimiento dificultan su tratamiento y representan un desafío para los médicos y especialistas en neurología y oncología.
El objetivo de esta revisión bibliográfica es proporcionar una visión general y actualizada del glioblastoma, abordando diversos aspectos relacionados con su epidemiología, etiología, patogénesis, diagnóstico, pronóstico y opciones de tratamiento. Se explorarán las investigaciones más recientes que se están llevando a cabo en el campo, así como los avances terapéuticos y las perspectivas futuras para mejorar el manejo y los resultados de los pacientes con glioblastoma.
A través de esta revisión bibliográfica, se espera brindar a los profesionales de la salud, investigadores y estudiantes un recurso integral que les permita comprender mejor esta enfermedad devastadora, así como identificar áreas de investigación prometedoras y enfoques terapéuticos innovadores. Al aumentar el conocimiento sobre el glioblastoma y fomentar la colaboración en la comunidad científica, se busca impulsar el desarrollo de estrategias más efectivas para el diagnóstico temprano, el tratamiento personalizado y la mejora de la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad (1,2).
- EPIDEMIOLOGÍA DEL GLIOBLASTOMA.
El estudio de la epidemiología del glioblastoma proporciona información crucial sobre la incidencia, prevalencia y factores de riesgo asociados con esta enfermedad cerebral maligna.
2.1 Incidencia y prevalencia
El glioblastoma representa alrededor del 15% de todos los tumores cerebrales primarios en adultos. Es más común en personas de edad avanzada, con un pico de incidencia entre los 45 y 75 años. La incidencia varía según la región geográfica, con tasas más altas en Europa y Norteamérica en comparación con otras partes del mundo.
En cuanto a la prevalencia, se estima que hay alrededor de 3 a 4 casos por cada 100,000 personas. Dado que el glioblastoma es una enfermedad devastadora con una baja tasa de supervivencia, su prevalencia no es tan alta en comparación con otros tipos de tumores.
2.2 Factores de riesgo asociados
Aunque la causa exacta del glioblastoma sigue siendo desconocida, varios factores de riesgo se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Estos factores incluyen:
Edad: El glioblastoma es más común en personas de edad avanzada. A medida que aumenta la edad, el riesgo de desarrollar glioblastoma también aumenta.
Exposición a radiación: La exposición a radiación ionizante, ya sea a través de tratamientos médicos previos (como la radioterapia cerebral) o exposición ocupacional (trabajadores en industrias relacionadas con la radiación), se ha asociado con un mayor riesgo de glioblastoma.
Factores genéticos: Algunos trastornos genéticos hereditarios, como el síndrome de Li-Fraumeni y el neurofibromatosis tipo 1, aumentan el riesgo de desarrollar glioblastoma.
Exposición a productos químicos: La exposición a ciertos productos químicos, como el formaldehído y el benceno, ha sido estudiada como posibles factores de riesgo, aunque la evidencia es limitada y se requiere más investigación.
2.3 Distribución por edad, sexo y grupos étnicos
El glioblastoma puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos de edad avanzada. La mediana de edad al momento del diagnóstico suele ser de alrededor de 64 años.
En cuanto al sexo, el glioblastoma afecta ligeramente más a los hombres que a las mujeres, con una proporción de aproximadamente 1.6:1.
En relación con los grupos étnicos, no se ha establecido una clara asociación entre el glioblastoma y una etnia específica. Sin embargo, se han observado algunas diferencias en la incidencia y la respuesta al tratamiento en diferentes grupos étnicos, lo que sugiere la influencia de factores genéticos y ambientales aún no completamente comprendidos.
El glioblastoma afecta principalmente a adultos de edad avanzada y su incidencia varía según la región geográfica. Factores como la exposición a radiación, la predisposición genética y posibles exposiciones químicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Si bien no hay una distribución clara según grupos étnicos, se han observado algunas diferencias en la incidencia y la respuesta al tratamiento entre diferentes grupos étnicos, lo que indica la posible influencia de factores genéticos y ambientales aún no completamente comprendidos.
Es importante tener en cuenta que la epidemiología del glioblastoma está en constante evolución, y los estudios continuos están arrojando nueva información sobre la incidencia, prevalencia y factores de riesgo asociados. Comprender la epidemiología de esta enfermedad es fundamental para mejorar las estrategias de prevención, detección temprana y tratamiento, así como para brindar una mejor atención a los pacientes afectados por el glioblastoma (3,4).
- ETIOLOGÍA DEL GLIOBLASTOMA.
El glioblastoma es una enfermedad compleja y multifactorial, y su etiología aún no se comprende completamente. Sin embargo, se han identificado varios factores que pueden desempeñar un papel en su desarrollo. Estos incluyen factores genéticos y hereditarios, exposiciones ambientales y ocupacionales, así como factores de estilo de vida.
3.1 Factores genéticos y hereditarios
Se ha observado que ciertos trastornos genéticos hereditarios están asociados con un mayor riesgo de desarrollar glioblastoma. Por ejemplo, el síndrome de Li-Fraumeni, causado por mutaciones en el gen TP53, aumenta significativamente el riesgo de desarrollar tumores cerebrales, incluido el glioblastoma. Otro ejemplo es la neurofibromatosis tipo 1, causada por mutaciones en el gen NF1, que también se ha asociado con un mayor riesgo de glioblastoma.
Además de los trastornos genéticos hereditarios, se han identificado mutaciones genéticas específicas en los glioblastomas esporádicos. Por ejemplo, las mutaciones en el gen TP53, el gen IDH1 y el gen PTEN se han encontrado en una proporción significativa de glioblastomas. Estas mutaciones pueden desempeñar un papel en la iniciación y progresión del tumor al afectar los mecanismos reguladores de la división celular y la apoptosis.
3.2 Exposiciones ambientales y ocupacionales
Algunas exposiciones ambientales y ocupacionales también se han asociado con un mayor riesgo de glioblastoma. La exposición a la radiación ionizante, ya sea como parte de tratamientos médicos previos o debido a la exposición ocupacional, ha sido identificada como un factor de riesgo significativo. Por ejemplo, las personas que han recibido radioterapia en el cerebro como parte del tratamiento de otros tumores tienen un mayor riesgo de desarrollar glioblastoma en el futuro.
Además, ciertos productos químicos y contaminantes ambientales han sido estudiados en relación con el glioblastoma. Estos incluyen el formaldehído, utilizado en productos de consumo y en algunos entornos laborales, así como el benceno, un químico presente en algunas industrias. Sin embargo, la evidencia sobre la asociación entre estas exposiciones y el glioblastoma es limitada y se requiere más investigación.
3.3 Factores de estilo de vida
Si bien los factores de estilo de vida no se han establecido de manera definitiva como causas directas del glioblastoma, algunos estudios sugieren que ciertos hábitos y comportamientos pueden influir en el riesgo de desarrollar la enfermedad. Estos factores incluyen el consumo de tabaco, la obesidad, la falta de actividad física y la dieta.
El consumo de tabaco ha sido asociado con un mayor riesgo de glioblastoma, y se ha observado una relación dosis-respuesta entre la duración y la cantidad de consumo de tabaco y el riesgo de la enfermedad. La obesidad y la falta de actividad física también se han relacionado con un mayor riesgo de glioblastoma, aunque los mecanismos exactos aún no se comprenden por completo.
En cuanto a la dieta, la evidencia sobre la relación entre la dieta y el riesgo de glioblastoma es limitada y contradictoria. Sin embargo, algunos estudios sugieren que una dieta rica en frutas y verduras, que proporciona antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, puede tener un efecto protector contra el desarrollo de glioblastoma.
Es importante tener en cuenta que la interacción entre los factores genéticos, las exposiciones ambientales y los factores de estilo de vida en la etiología del glioblastoma es compleja y aún se está investigando. Además, es probable que existan factores adicionales que aún no se hayan identificado por completo (5,6,7).
- PATOGÉNESIS DEL GLIOBLASTOMA.
El glioblastoma es un tumor cerebral maligno caracterizado por alteraciones genéticas y moleculares complejas que contribuyen a su desarrollo y progresión. Además, la proliferación tumoral y las interacciones con el microambiente cerebral desempeñan un papel crucial en su patogénesis.
4.1 Alteraciones genéticas y moleculares
El glioblastoma se caracteriza por la presencia de numerosas alteraciones genéticas y moleculares. Estas alteraciones pueden incluir mutaciones en genes clave, cambios en la expresión génica y alteraciones en vías de señalización celular.
Una de las alteraciones genéticas más comunes en el glioblastoma es la mutación del gen TP53, que regula la supresión tumoral y la apoptosis. También se han identificado mutaciones en otros genes, como el gen EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico), el gen PTEN (supresor de tumores), el gen IDH1 (isocitrato deshidrogenasa 1) y el gen MGMT (metilguanina metiltransferasa), entre otros. Estas mutaciones y alteraciones moleculares contribuyen a la desregulación de procesos celulares, como la proliferación, la supervivencia, la angiogénesis y la invasión, promoviendo así el crecimiento tumoral.
4.2 Mecanismos de proliferación tumoral
La proliferación tumoral en el glioblastoma está impulsada por una serie de mecanismos intrincados. Uno de los mecanismos clave es la activación de vías de señalización celular, como la vía del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), la vía de PI3K/AKT/mTOR y la vía de MAPK/ERK, que estimulan la proliferación y la supervivencia celular.
Además, la presencia de células madre cancerosas en el glioblastoma, que tienen la capacidad de autorrenovarse y diferenciarse en células tumorales maduras, contribuye a la proliferación y la resistencia al tratamiento. Estas células madre cancerosas son responsables de la heterogeneidad tumoral y pueden desempeñar un papel en la recurrencia del tumor después del tratamiento.
4.3 Interacciones con el microambiente cerebral
El microambiente cerebral desempeña un papel crítico en la patogénesis del glioblastoma. El tumor interactúa con diversas células y componentes del microambiente, como células gliales, neuronas, células inmunes y vasos sanguíneos, a través de señales moleculares y crosstalk celular.
La angiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos, es un proceso importante en el glioblastoma y está regulado por factores de crecimiento vascular, como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). La presencia de vasos sanguíneos anormales y la falta de un sistema vascular funcional contribuyen a la proliferación y la infiltración del tumor.
Además, la respuesta inmunológica en el microambiente cerebral también desempeña un papel dual en la patogénesis del glioblastoma. Por un lado, la inflamación crónica y la supresión de la respuesta inmunológica promueven la progresión tumoral y la evasión inmune. Por otro lado, el sistema inmunitario también puede intentar controlar el crecimiento del tumor a través de la respuesta inmune adaptativa y la actividad de células inmunitarias, como los linfocitos T y las células natural killer (NK).
Además, las interacciones entre las células tumorales y las células gliales normales en el cerebro pueden promover la proliferación y la invasión tumoral. Las células gliales tumorales pueden alterar el entorno extracelular y promover la migración de células tumorales hacia áreas adyacentes del cerebro.
En resumen, la patogénesis del glioblastoma involucra alteraciones genéticas y moleculares, mecanismos de proliferación tumoral y complejas interacciones con el microambiente cerebral. El entendimiento de estos procesos es esencial para el desarrollo de enfoques terapéuticos efectivos y estrategias de manejo de esta enfermedad devastadora (8,9).
- DIAGNÓSTICO DEL GLIOBLASTOMA.
El diagnóstico y la clasificación del glioblastoma son fundamentales para determinar el manejo clínico y el pronóstico de los pacientes. Se utilizan una variedad de métodos y criterios para establecer un diagnóstico preciso y para clasificar el glioblastoma en diferentes subtipos.
5.1 Métodos de diagnóstico
El diagnóstico del glioblastoma se basa en una combinación de hallazgos clínicos, imágenes de neuroimagen y análisis histopatológico. Los métodos de diagnóstico comunes incluyen:
Evaluación clínica: Los síntomas neurológicos, la historia clínica y el examen físico pueden proporcionar pistas iniciales sobre la presencia de un glioblastoma.
Neuroimagen: Las técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética (RM) con contraste, son fundamentales para visualizar las características del tumor, su ubicación y su extensión.
Biopsia o resección quirúrgica: Se puede realizar una biopsia estereotáxica o una resección quirúrgica para obtener una muestra de tejido tumoral para el análisis histopatológico.
5.2 Clasificación del glioblastoma
La clasificación del glioblastoma se basa en criterios histopatológicos y moleculares. La clasificación más ampliamente utilizada es la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que divide el glioblastoma en dos subtipos principales:
Glioblastoma de novo: Es el tipo más común y se desarrolla sin una progresión previa desde un tumor de grado inferior. Presenta características histológicas distintivas, como necrosis, proliferación vascular y presencia de células atípicas.
Glioblastoma secundario: Surge como una progresión de un tumor de grado inferior, como un glioma de bajo grado. Puede tener características histológicas similares al glioblastoma de novo, pero a menudo muestra una mayor heterogeneidad genética y molecular.
Además, se utilizan marcadores moleculares para clasificar aún más el glioblastoma. Por ejemplo, la presencia de la mutación del gen IDH1 en el glioblastoma se asocia con un mejor pronóstico y se considera un factor de clasificación importante.
Es importante tener en cuenta que la clasificación del glioblastoma está en constante evolución, y se están investigando nuevas características moleculares y genéticas para una clasificación más precisa y personalizada.
- PRONÓSTICO DEL GLIOBLASTOMA.
El pronóstico del glioblastoma, un tumor cerebral maligno y agresivo, está influenciado por una variedad de factores pronósticos, incluida la clasificación y la estadificación del tumor, así como las tasas de supervivencia y recurrencia.
6.1 Factores pronósticos
Existen varios factores pronósticos que pueden influir en el curso clínico y el resultado del glioblastoma. Algunos de los factores pronósticos más importantes incluyen:
Edad del paciente: La edad es un factor pronóstico importante en el glioblastoma, ya que los pacientes de edad avanzada tienden a tener un peor pronóstico en comparación con los pacientes más jóvenes.
Estado funcional: El estado funcional del paciente al momento del diagnóstico, evaluado comúnmente mediante escalas como el Índice de Karnofsky o la Escala de Desempeño del Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG), puede ser un factor pronóstico importante. Los pacientes con un mejor estado funcional generalmente tienen un pronóstico más favorable.
Extensión de la resección quirúrgica: La capacidad de los cirujanos para lograr una resección quirúrgica completa del tumor puede tener un impacto significativo en el pronóstico. Una resección más extensa se asocia con una mejor supervivencia.
Marcadores moleculares: La presencia de ciertos marcadores moleculares, como la mutación del gen IDH1 y el estado del promotor de metilación del gen MGMT, también puede tener implicaciones pronósticas. La presencia de la mutación del gen IDH1 y la metilación del gen MGMT se asocian con un mejor pronóstico en pacientes con glioblastoma.
6.2 Clasificación y sistemas de estadificación
La clasificación y la estadificación del glioblastoma son importantes para determinar el pronóstico y guiar las decisiones de tratamiento. La clasificación más comúnmente utilizada es la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que divide el glioblastoma en glioblastoma de novo y glioblastoma secundario, con subclasificaciones basadas en características moleculares y genéticas.
Además, se utilizan sistemas de estadificación para evaluar la extensión y la gravedad del tumor. El sistema de estadificación más ampliamente utilizado para el glioblastoma es el sistema de estadificación del tumor cerebral de la American Joint Committee on Cancer (AJCC), que tiene en cuenta factores como el tamaño del tumor, la invasión a estructuras adyacentes y la presencia de metástasis.
Pronóstico del glioblastoma
El pronóstico del glioblastoma, un tumor cerebral maligno y agresivo, está influenciado por una variedad de factores pronósticos, incluida la clasificación y la estadificación del tumor, así como las tasas de supervivencia y recurrencia.
6.1 Factores pronósticos
Existen varios factores pronósticos que pueden influir en el curso clínico y el resultado del glioblastoma. Algunos de los factores pronósticos más importantes incluyen:
Edad del paciente: La edad es un factor pronóstico importante en el glioblastoma, ya que los pacientes de edad avanzada tienden a tener un peor pronóstico en comparación con los pacientes más jóvenes.
Estado funcional: El estado funcional del paciente al momento del diagnóstico, evaluado comúnmente mediante escalas como el Índice de Karnofsky o la Escala de Desempeño del Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG), puede ser un factor pronóstico importante. Los pacientes con un mejor estado funcional generalmente tienen un pronóstico más favorable.
Extensión de la resección quirúrgica: La capacidad de los cirujanos para lograr una resección quirúrgica completa del tumor puede tener un impacto significativo en el pronóstico. Una resección más extensa se asocia con una mejor supervivencia.
Marcadores moleculares: La presencia de ciertos marcadores moleculares, como la mutación del gen IDH1 y el estado del promotor de metilación del gen MGMT, también puede tener implicaciones pronósticas. La presencia de la mutación del gen IDH1 y la metilación del gen MGMT se asocian con un mejor pronóstico en pacientes con glioblastoma.
6.2 Clasificación y sistemas de estadificación
La clasificación y la estadificación del glioblastoma son importantes para determinar el pronóstico y guiar las decisiones de tratamiento. La clasificación más comúnmente utilizada es la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que divide el glioblastoma en glioblastoma de novo y glioblastoma secundario, con subclasificaciones basadas en características moleculares y genéticas.
Además, se utilizan sistemas de estadificación para evaluar la extensión y la gravedad del tumor. El sistema de estadificación más ampliamente utilizado para el glioblastoma es el sistema de estadificación del tumor cerebral de la American Joint Committee on Cancer (AJCC), que tiene en cuenta factores como el tamaño del tumor, la invasión a estructuras adyacentes y la presencia de metástasis.
6.3 Supervivencia y tasas de recurrencia
El glioblastoma se caracteriza por su agresividad y su tendencia a la recurrencia. La supervivencia general en pacientes con glioblastoma es baja, con una mediana de supervivencia de aproximadamente 12 a 15 meses. Sin embargo, la supervivencia puede variar significativamente según los factores pronósticos individuales y la respuesta al tratamiento.
Las tasas de recurrencia también son altas en el glioblastoma, incluso después de una resección quirúrgica completa y el tratamiento adyuvante. La recurrencia del glioblastoma generalmente se manifiesta en forma de nuevos tumores o la progresión del tumor existente en el sitio original. La recurrencia del glioblastoma suele ser más resistente al tratamiento y puede requerir enfoques terapéuticos adicionales, como la radioterapia de rescate o la terapia dirigida.
Es importante destacar que el pronóstico individual puede variar ampliamente en el glioblastoma, y cada caso debe ser evaluado de manera integral teniendo en cuenta múltiples factores clínicos, moleculares y patológicos.
El pronóstico del glioblastoma está influenciado por diversos factores pronósticos, como la edad del paciente, el estado funcional, la extensión de la resección quirúrgica y los marcadores moleculares. La clasificación y la estadificación del tumor son importantes para determinar el pronóstico y guiar las decisiones de tratamiento. La supervivencia en el glioblastoma es generalmente baja, con altas tasas de recurrencia. El pronóstico individual puede variar, y es crucial un enfoque integral en la evaluación y el manejo de cada paciente (10,11).
- TRATAMIENTO DEL GLIOBLASTOMA.
El tratamiento del glioblastoma, un tumor cerebral maligno y agresivo, involucra enfoques multidisciplinarios que incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida, terapia génica, inmunoterapia y vacunas contra el glioblastoma. A continuación, se describen brevemente estos enfoques terapéuticos:
7.1 Cirugía: resección tumoral y técnicas quirúrgicas
La cirugía es un componente fundamental en el tratamiento del glioblastoma y tiene como objetivo la resección quirúrgica máxima del tumor sin causar daño adicional al tejido cerebral circundante. La resección completa o casi completa del tumor mejora el pronóstico y puede aliviar los síntomas neurológicos asociados.
Se utilizan técnicas quirúrgicas avanzadas, como la neuroimagen intraoperatoria y la estimulación cortical, para guiar la resección tumoral y preservar las funciones cerebrales críticas. Además, se puede realizar una biopsia estereotáxica para obtener una muestra de tejido tumoral para el análisis histopatológico y molecular.
7.2 Radioterapia y quimioterapia
La radioterapia es una modalidad de tratamiento estándar para el glioblastoma. Se administra radiación focalizada en el área del tumor y el tejido circundante para destruir las células tumorales y retrasar su crecimiento. La radioterapia se suele administrar después de la cirugía o en combinación con quimioterapia.
La quimioterapia también desempeña un papel importante en el tratamiento del glioblastoma. El agente quimioterapéutico más comúnmente utilizado es el temozolomida, que se administra oralmente y puede tener efectos citotóxicos en las células tumorales. La quimioterapia se administra en ciclos y puede combinarse con radioterapia en un enfoque conocido como quimiorradioterapia.
7.3 Terapia dirigida y terapia génica
La terapia dirigida implica el uso de medicamentos que se dirigen a alteraciones moleculares específicas en las células tumorales. En el glioblastoma, se han investigado varias terapias dirigidas, como inhibidores de la tirosina quinasa, inhibidores de la angiogénesis y agentes que afectan vías de señalización específicas, como la vía del factor de crecimiento epidérmico (EGFR).
La terapia génica es un enfoque emergente en el tratamiento del glioblastoma, que implica la introducción de genes terapéuticos en las células tumorales para inhibir su crecimiento o promover su destrucción. Se están llevando a cabo investigaciones para desarrollar estrategias de terapia génica que sean seguras y efectivas para el tratamiento del glioblastoma.
7.4 Inmunoterapia y vacunas contra el glioblastoma
La inmunoterapia, que involucra la estimulación del sistema inmunológico para reconocer y destruir las células tumorales, ha mostrado prometedoras perspectivas en el tratamiento del glioblastoma. Se están llevando a cabo estudios clínicos para evaluar la eficacia de la inmunoterapia, como la administración de inhibidores de puntos de control inmunológico y terapias celulares adoptivas.
Además de la inmunoterapia, se están investigando vacunas terapéuticas específicas para el glioblastoma. Estas vacunas se diseñan para estimular una respuesta inmunológica contra las células tumorales y se basan en antígenos específicos del glioblastoma. Se están llevando a cabo ensayos clínicos para evaluar la seguridad y eficacia de estas vacunas en pacientes con glioblastoma.
El tratamiento del glioblastoma generalmente involucra una combinación de estos enfoques terapéuticos, adaptados a las características individuales del paciente y al estado del tumor. La elección del tratamiento depende de factores como la edad del paciente, la ubicación y el tamaño del tumor, las características moleculares y genéticas, y la condición general del paciente.
Es importante destacar que el tratamiento del glioblastoma continúa siendo un desafío, y se necesitan investigaciones adicionales para mejorar la eficacia terapéutica y la supervivencia de los pacientes (2,5).
- INVESTIGACIONES EN CURSO Y AVANCES TERAPEÚTICOS.
El campo del glioblastoma está constantemente en evolución, y se están llevando a cabo diversas investigaciones para desarrollar nuevas terapias y mejorar los enfoques existentes. A continuación, se describen algunos de los avances terapéuticos, estudios clínicos y herramientas de diagnóstico y biomarcadores que se están investigando en el contexto del glioblastoma:
8.1 Terapias emergentes y en desarrollo
Existen varias terapias emergentes y en desarrollo para el tratamiento del glioblastoma. Estas incluyen terapias celulares adoptivas, como la terapia con células T modificadas genéticamente para reconocer y atacar específicamente las células tumorales. Otras terapias incluyen la utilización de virus oncolíticos, que se diseñan para infectar y destruir selectivamente las células tumorales, y la nanotecnología, que permite la administración dirigida y la liberación controlada de agentes terapéuticos.
8.2 Estudios clínicos y ensayos terapéuticos
Los estudios clínicos y ensayos terapéuticos desempeñan un papel crucial en la investigación del glioblastoma. Estos ensayos evalúan la seguridad y eficacia de nuevos tratamientos, combinaciones de terapias y enfoques terapéuticos innovadores. Los estudios clínicos también pueden investigar la identificación de subtipos de glioblastoma y estratificar a los pacientes en función de biomarcadores específicos para personalizar los tratamientos.
8.3 Herramientas de diagnóstico y biomarcadores
La identificación de biomarcadores y el desarrollo de herramientas de diagnóstico precisas son importantes para el manejo del glioblastoma. Se están investigando biomarcadores moleculares, como mutaciones genéticas específicas, expresión de proteínas y perfiles de expresión génica, para mejorar la estratificación de pacientes y guiar la selección de tratamientos.
Además, se están desarrollando herramientas de diagnóstico avanzadas, como la imagenología por resonancia magnética con espectroscopia y la imagenología molecular, que permiten una mejor visualización y caracterización de las características del tumor. Estas herramientas pueden ayudar en la detección temprana, el seguimiento del tratamiento y la evaluación de la respuesta terapéutica.
La investigación en curso sobre el glioblastoma se centra en el desarrollo de terapias emergentes y en desarrollo, la realización de estudios clínicos y ensayos terapéuticos para evaluar nuevos tratamientos, y el uso de herramientas de diagnóstico y biomarcadores para mejorar la estratificación de pacientes y la personalización del tratamiento. Estos avances prometedores brindan esperanza para mejorar los resultados en pacientes con glioblastoma (1,4,7).
- Recapitulación de los hallazgos más relevantes:
Durante la revisión bibliográfica, se ha encontrado que el glioblastoma es el tumor cerebral maligno más común y agresivo en adultos. Se destaca su alta tasa de mortalidad y su capacidad de infiltrarse en los tejidos cerebrales circundantes. Se han identificado diversos factores de riesgo asociados con el glioblastoma, incluyendo factores genéticos, exposiciones ambientales y ocupacionales, y factores de estilo de vida. La patogénesis del glioblastoma involucra alteraciones genéticas y moleculares, mecanismos de proliferación tumoral y la interacción con el microambiente cerebral.
En términos de pronóstico, el glioblastoma tiene un mal pronóstico, con una baja tasa de supervivencia a largo plazo. Se han desarrollado sistemas de clasificación y estadificación para ayudar a predecir el pronóstico y guiar el tratamiento. Sin embargo, las tasas de recurrencia son altas y representan un desafío significativo en el manejo de esta enfermedad.
En cuanto al tratamiento, se han utilizado enfoques multidisciplinarios que incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapias dirigidas. Además, se han investigado terapias inmunoterapéuticas y vacunas contra el glioblastoma como enfoques prometedores en desarrollo.
Limitaciones y desafíos actuales:
A pesar de los avances en el conocimiento y el tratamiento del glioblastoma, persisten varias limitaciones y desafíos. Uno de los principales desafíos es la heterogeneidad molecular y genética del glioblastoma, lo que dificulta el desarrollo de enfoques terapéuticos precisos y efectivos. Además, la barrera hematoencefálica representa un desafío para la entrega de medicamentos al cerebro, limitando la eficacia de algunos tratamientos.
Otro desafío importante es la resistencia intrínseca y adquirida a las terapias, lo que contribuye a la recurrencia tumoral. La identificación de biomarcadores predictivos de respuesta al tratamiento y la comprensión de los mecanismos de resistencia son áreas de investigación activa.
Perspectivas futuras para la mejora del manejo del glioblastoma:
Las perspectivas futuras para el manejo del glioblastoma se centran en la investigación y desarrollo de nuevas terapias y enfoques innovadores. Se espera que la medicina de precisión desempeñe un papel importante, permitiendo la estratificación de pacientes en subgrupos basados en características moleculares y genéticas específicas. Esto permitirá la selección de terapias más personalizadas y efectivas.
Además, la investigación continua en terapias inmunoterapéuticas, vacunas y terapias dirigidas busca mejorar las respuestas terapéuticas y prolongar la supervivencia de los pacientes. El desarrollo de herramientas de diagnóstico y biomarcadores más precisos también es fundamental para mejorar el diagnóstico temprano, el seguimiento del tratamiento y la predicción del pronóstico.
Otra perspectiva futura es el avance en tecnologías de imagenología, como la resonancia magnética funcional y la imagenología molecular, que permiten una mejor visualización y caracterización de las características del tumor, lo que facilita la planificación del tratamiento y la evaluación de la respuesta terapéutica.
Además, se espera que los avances en la comprensión de la biología del glioblastoma y la identificación de nuevas dianas terapéuticas conduzcan al desarrollo de terapias más específicas y efectivas. La investigación en terapia génica, terapias celulares adoptivas y nanotecnología también ofrece promesas en el campo del glioblastoma.
En conclusión, a pesar de los desafíos y limitaciones actuales, el campo del glioblastoma está en constante evolución y se están realizando avances significativos en la comprensión de la enfermedad y el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos. Con una mayor investigación y colaboración entre científicos, médicos y la industria farmacéutica, hay esperanzas de mejorar el manejo del glioblastoma y ofrecer mejores opciones de tratamiento y calidad de vida a los pacientes.
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