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Hábitos bucales deformantes en niños de 6 a 11 años

interposición lingual y respiración oral 11; su gravedad dependerá de la edad de abandono del hábito y el tipo de tete anatómico o tradicional.

Los niños con hábitos digitales, trastornos de las vías respiratorias, alergias crónicas, déficits neuromotores o anomalías esqueléticas orofaciales tienen un mayor riesgo de que persista el patrón de empuje lingual 12 con mordida abierta anterior y mordida cruzada posterior 13. Existe gran debate acerca de sí la actividad de la lengua es o no lo suficientemente poderosa para provocar y mantener el desplazamiento de los dientes o si por el contrario es transitoria y acaba por acomodarse cuando los dientes desplazados vuelven a su posición correcta. El empuje lingual desde edades muy tempranas puede ser causa directa o indirecta de anomalías dentomaxilo-faciales como dislalia, contracción de los músculos de los labios y mentonianos. Muchos autores aconsejan tratar los hábitos linguales en época de dentición mixta primera fase, pues consideran que la persistencia del problema funcional va a agravar las maloclusiones 14,15.

En el paciente respirador bucal ocurre un rompimiento del mecanismo fisiológico de respirar por la nariz y alimentarse por la boca afectando el crecimiento y desarrollo, no sólo facial, sino también general. La respiración bucal se considera normal sólo cuando se realiza bajo esfuerzos físicos muy grandes 16. No solo produce alteraciones en el sistema estomatognático sino también en otros sistemas del organismo, considerándose como un síndrome porque produce manifestaciones en otros sistemas y deformaciones del niño en el crecimiento, por esto se le considera el más dañino de los hábitos bucales 17.

Suele caracterizarse por tener una facies adenoidea con cara alargada, ojeras, narinas flácidas y poco desarrolladas, labio superior corto e inferior grueso y evertido, tercio inferior aumentado, contracción del mentón 17,18 y puede tener unas características esqueléticas como cifolordosis, escoliosis, escápulas aladas y musculares como distensión abdominal e hipotonía generalizada 19. La respiración bucal forma parte de las causas adquiridas en la etiología de las maloclusiones, constituye un síndrome típico que se observa en los pacientes que tienen interferencia en la función respiratoria normal, como consecuencia de la enfermedad general o local 20.

Otros hábitos como interposición labial, hábitos posturales, onicofagia, morder lápices y bolígrafos o mordisquear la cara interna de las mejillas pueden también originar maloclusiones 21.

La alta prevalencia de los hábitos bucales deformantes ha sido estudiada a nivel mundial por los investigadores 22, 23, 24,25.

Como expresión de las maloclusiones aparecen las anomalías dentomaxilofaciales que constituyen un riesgo para el mantenimiento de la salud bucal e interfieren en el bienestar del niño, afectando no solo la estética, sino también la función mandibular y el lenguaje 27.

Moyers, basado en la ecuación Ortodóncica de Dockrell considera a los hábitos como la cuarta causa de anomalías dentomaxilofaciales, sin embargo, estudios recientes le han dado mayor relevancia a los hábitos en la producción de anomalías en los dientes y los tejidos blandos 28.

Estudios realizados recientes en Cuba por García Díaz 29 y colaboradores se halló que los hábitos deformantes constituyeron el antecedente o factor predominante de las anomalías dentarias, de tejidos blandos y de articulación temporomandibular. Otros como Aguilera Fernández 30 y Acevedo Sierra 31, fueron coincidentes con este.

El papel del estomatólogo y del pediatra es básico en la prevención de estas, ya que si el hábito es retirado a partir de los 3 años se evitarán transformaciones óseas y dentales. La detección precoz de las manifestaciones bucales de estos es básica para garantizar un buen pronóstico.

Todo el equipo profesional debe unir esfuerzos para guiar a esos pacientes que llegan a las consultas explicándole a cada representante y al mismo niño o adolescente la importancia de atacar a tiempo dichos hábitos.

Mientras más precoz se elimina, menores serán los daños que este cause. Es precisamente en esta etapa que es de vital importancia la colaboración de los pediatras, quienes controlan a los niños en sus primeros años, para que detecten estos malos hábitos en sus inicios así como también expliquen y eduquen a las madres sobre la importancia de eliminarlos en forma temprana.

En las últimas décadas la población infantil cubana ha sido diana de los programas preventivos comunitarios bucodentales debido a su accesibilidad y control en las instituciones infantiles; y a la importancia de intervenir antes que la enfermedad se presente; mediante la instauración de hábitos correctos de salud bucodental.

A pesar del trabajo realizado mediante la promoción para disminuir los hábitos bucales deformantes actualmente se presentan muchos pacientes afectados, constituyendo un problema de salud de gran repercusión. Se ha investigado mucho sobre el tema sin embargo no ha sido así en nuestra área de salud del Policlínico de Managua, en el cual no se ha indagado lo suficiente, considerando pertinente la realización de esta investigación, para determinar los principales hábitos bucales deformantes y así garantizar la futura prevención y un tratamiento satisfactorio de esta alteración.

OBJETIVOS

Objetivo General:

Determinar el comportamiento de los principales hábitos bucales deformantes en niños de 6 a 11 pertenecientes al Policlínico Managua.

Objetivos Específicos:

1- Caracterizar a los pacientes con la presencia de hábitos bucales deformantes según sexo y edad.

2- Determinar tipo de hábitos deformantes según sexo y edad.

3- Determinar los hábitos bucales deformantes más frecuentes.

4- Identificar las anomalías dentomaxilofaciales presentes en estos hábitos.

DISEÑO