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Algunas infecciones dermatológicas en niños de 1 hasta 3 años. En la región sur del Ecuador

suma importancia dar a conocer los resultados del trabajo investigativo al personal de salud, directores de los CIBV, padres de los niños estudiados y a la comunidad en general, mediante charlas educativas, ferias de salud, consejería en las visitas domiciliarias

En el mundo se han realizado diferentes trabajos en relación con las enfermedades cutáneas infecciosas que determinan su presencia en diferentes manifestaciones que se traducen en el desarrollo de enfermedades afectando a niños y adultos, individual o colectivamente. La piel es el órgano más extenso y visible de nuestro organismo, en ella pueden aparecer infecciones bacterianas primarias o secundarias por infección sistémica o de otro órgano, para su defensa tiene mecanismos propios que dificultan el crecimiento de bacterias patógenas.

La piel funciona como una barrera flexible y de defensa eficaz frente a microorganismos, gracias a los componentes de colágeno y elásticos de la dermis, proporciona un escudo de defensa única que protege, frente a las fuerzas mecánicas y a la penetración de diversos agentes químicos, esta controla la pérdida de agua del organismo y lo protege contra los efectos de la luz natural y artificial, del calor y del frío. La capa epidérmica externa de células muertas (queratina) sirve de escudo contra los elementos del mundo exterior. Si estas células se someten a presiones de fricción, pueden formar un manto protector y también pueden engrosarse por la exposición a los rayos ultravioleta. Las enfermedades frecuentes de la piel en los niños son: piodermitis, micosis superficiales y escabiosis.

PIODERMITIS

Impétigo: también llamado piodermitis o pioderma se presenta con dos formas clínicas, el impétigo contagioso, no bulloso representa aproximadamente el 80% de los casos y el impétigo ampolloso o bulloso, es una infección superficial de la piel inicialmente vesiculosa, que evoluciona a pústulas y se rompe fácilmente dejando una superficie exudativa que al secarse da lugar a costras melicéricas típicas. No se ulceran, ni dejan cicatriz, Indoloras a veces pruriginosas, afectan generalmente cara, zona periorificial, axila, pliegues y extremidades. Puede haber lesiones satélites por auto inoculación, cursan con buen estado general, sin compromiso sistémico y generalmente sin fiebre con adenopatía regional.

Es la más común de las infecciones de piel en niños, muy contagiosa (contacto directo y fómites) los factores predisponentes son; la falta de higiene, hacinamiento y patologías pruriginosas de la piel. (Sociedad Argentina de pediatría 2014)

Las manifestaciones clínicas Impétigo no ampolloso. Hay dos formas clásicas de impétigo: Más del 70% de los casos corresponde a impétigo no ampolloso. Las lesiones comienzan habitualmente en la piel de la cara o las extremidades que se ha lesionado previamente. Las lesiones que preceden más a menudo al impétigo no ampolloso consisten en picaduras de insectos, abrasiones, laceraciones, varicela, escabiosis, pediculosis y quemaduras. Inicialmente se forma una vesícula o pústula diminuta que rápidamente evoluciona para formar una placa con costras melicéricas, que suele tener <2 cm de diámetro, la infección se extiende a otras partes del cuerpo a través de los dedos, la ropa y las toallas. Las lesiones se acompañan de un dolor escaso o nulo y eritema circundante, y los síntomas constitucionales suelen estar ausentes. En algunas ocasiones hay prurito, en más del 90% de los casos se observan linfadenopatías regionales y en el 50% se detecta leucocitosis. Sin tratamiento, la mayoría de los casos se resuelve de forma espontánea sin dejar cicatrices en unas 2 semanas. El diagnóstico diferencial del impétigo no ampolloso engloba las infecciones víricas (herpes simple, varicela-zóster), micóticas (tiña corporal, querión) y parasitarias (escabiosis, pediculosis de la cabeza), todas las cuales se pueden impetiginizar. Staphylococcus aureus es el microorganismo responsable de impétigo no ampolloso; el estreptococo â-hemolítico del grupo A (EBHGA) se relaciona con la aparición de algunas lesiones. En general, los estafilococos se extienden desde la nariz a la piel normal y la infectan, la piel se coloniza una media de 10 días antes de surgir el impétigo.

Las lesiones suelen ocurrir en niños pequeños, a menudo en zonas de picaduras de insectos o traumatismo leve. Las lesiones comienzan como maculas o pápulas rojas que forman vesículas y pústulas La rotura de las vesículas forma una costra dorada. Con excepción de la linfadenopatía regional, muy pocas veces hay fiebre o signos sistémicos. Las zonas afectadas con más frecuencia son la cara, el cuello y las extremidades el diagnostico se basa en el aspecto del exantema. Las opciones de antibiótico apropiadas son cefalexina oral (12.5 a 25 mg/kg/dosis cuatro veces al día), Trimetoprim-sulfametoxazol (5 mg/kg/dosis dos veces al día), clindamicina (10 mg/kg/dosis tres veces al día). El tratamiento complementario comprende la limpieza de la herida local y la aplicación tópica de mupirocina tres veces al día. (Tintinalli 2014, pág.399)

MICOSIS SUPERFICIAL

Las formas superficiales incluyen aquellas que están limitadas a la piel, pelo, uñas y/o las mucosas. Son infecciones muy frecuentes, ocurre en todas las edades, los dermatofitos (trichopyton, microsporum y epidermophyton) necesitan de la queratina para nutrirse por lo que solo pueden sobrevivir en la piel, el pelo y la uñas. Las infecciones causadas por dermatofitos se llaman tiñas, estas no confieren inmunidad, pueden ser zoofílicos se contagian por los animales (perros y gatos) muy contagiosas y frecuente en los niños y antropofílicos por contacto de persona a persona o por fómites común en adultos.

La clínica se caracteriza por una pequeña mácula eritematosa que crece rápidamente y forma una placa con bordes netos y sobre elevados, con ligera descamación periférica y aclaramiento central con forma de anillo, la lesión más frecuente es una macula eritematosa descamativa bastante inespecífica, las lesiones pueden variar, desde una única lesión pequeña hasta una muy extensa inflamada y llena de vesículas, suelen ser asintomáticas, o pruriginosas, o causar un ligero ardor.

El diagnóstico es clínico, o con el micológico directo a través del raspado de escamas al margen de la lesión, con una cureta o con el vidrio de un portaobjetos a 90° de la superficie de la piel o de uña se coloca 2 gotas de hidróxido de potasio al 20% se agrega el cubreobjetos, se calienta a llama baja, evitando que hierva, se procede a observar en el microscopio las hifas de los dermatofitos o racimos de esporas. (Rubinstein 2014)

El tratamiento de las dermatofitosis o micosis superficiales se puede considerar de 2 formas, tópico o sistémico, las tiñas generalmente se curan con tratamiento tópico entre los que encontramos ungüento de Whitfield, alcohol yodado al 1%, el azufre precipitado, ácido acetilsalicílico. Así como otros medicamentos como el clotrimazol, miconazol, iconazol, bifonazol, tioconazol, omoconazol, oxiconazol, ketoconazol, flutrimazol, terbinafina se presenta en formas de lociones, talcos, cremas, geles o ungüentos. Cuando el tratamiento tópico no es suficiente para curar las lesiones se pueden recurrir al tratamiento sistémico. (Rubinstein 2014 pag. 1848-1850)