Inicio > Rehabilitación y Fisioterapia > Efectividad de la rehabilitación en la lipodistrofia facial en pacientes con SIDA

Efectividad de la rehabilitación en la lipodistrofia facial en pacientes con SIDA

Efectividad de la rehabilitación en la lipodistrofia facial en pacientes con SIDA

Se realizó un estudio analítico experimental prospectivo longitudinal con diseño de caso y control a 48 pacientes con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida bajo el diagnóstico de Lipodistrofia facial en el Hospital Nacional de Rehabilitación Julio Díaz, de La Habana, en el período comprendido desde Enero del 2013 hasta Octubre del 2014, los cuales fueron seleccionados por muestreo incidental en la consulta de enfermedades emergentes, que acudieron remitidos por los Especialistas Medicina Interna que realizan la consulta de descentralización del SIDA en La Habana.

Efectividad de la rehabilitación en la lipodistrofia facial en pacientes con SIDA

Autores:

Dr. Antonio Crespo Machín. Especialista de primer grado en medicina general integral y Medicina Física y Rehabilitación.

Msc. Roberto Hidalgo Mederos. Especialista en Laboratorio Clínico y Medicina Transfusional.

Dra. Yaniset Rodríguez Hernández. Especialista de primer grado en Medicina Física y Rehabilitación.

Dr. Gilberto Amauri Alejo Escorcia. Especialista de primer grado en medicina general integral

Facultad de Ciencias Médicas “Julio Trigo López”.

La Habana. Cuba 2014

Resumen.

Se orientó a los dos grupos masoterapia superficial y estimulante para ambas hemicaras así como ejercicios de la mímica facial y al grupo estudio se le indicó además corriente farádica y fonoforesis con jalea de Hepalce en las regiones de la atrofia facial. Fueron evaluados trimestralmente las variables que permitieron establecer los resultados, la información recopilada arrojó que 70.83 % de los pacientes a quienes se aplicó terapia con agentes físicos presentó una efectividad satisfactoria y en el grupo control presentó un 45.83 % de efectividad satisfactoria. Se arribó a la conclusión de que la rehabilitación en la Lipodistrofia Facial es efectiva por lo que se recomienda su aplicación.

Palabras clave: lipodistrofia facial

Introducción.

El virus de inmunodeficiencia humana, con el cual convivimos desde hace casi tres décadas, es el causante del SIDA, enfermedad compleja y debilitante adquirida más comúnmente por relaciones sexuales desprotegidas que, sin tratamiento, es capaz de vencer nuestras potencialidades en un plazo de tiempo más o menos largo y llevarnos a la debilidad extrema y, eventualmente, a la consunción y la muerte (1-3).

El impacto de la terapia sobre la infección por VIH es dramático. En pocas semanas, la mejoría clínica es evidente, con la desaparición de las infecciones oportunistas y la recuperación del peso corporal. Además, subjetivamente se percibe una sensación de bienestar. Pero todo tiene un precio, para lograr todos esos beneficios, tienen que ponerse a merced de los efectos secundarios indeseables de los medicamentos (4-6-7).

Los efectos indeseables del tratamiento algunos de ellos son transitorios y/o tolerables; pero otros son permanentes y deformantes como la Lipodistrofia que no es más que un término global para describir tres tipos distintos de cambios, y posiblemente relacionados entre sí, sobre la manera como el organismo manipula las células de grasa: la lipoatrofia, la lipohipertrofia y la hiperlipemia (10-11).

La palabra «lipodistrofia» es más que un simple trabalenguas, puede desglosarse para revelar su significado exacto «Lipo» significa grasa y «distrofia» significa un crecimiento o cambio anormal, al unir los dos significados en palabras sencillas, lo que queda es exactamente lo que se observa en muchas personas que viven con el VIH: cambios anormales en la distribución de la grasa (1-7-9). En distintos tiempos, la lipodistrofia ha sido atribuida a medicamentos individuales, clases enteras de medicamentos o al VIH mismo. A pesar de las investigaciones en curso, sus causas aún permanecen inciertas (7,12).

Los pliegues cutáneos se han utilizado históricamente en la predicción de la grasa corporal del sujeto, existen tres zonas corporales que habitualmente son utilizadas para medir la grasa subcutánea y en las que se comprueba esta variación obteniéndose el espesor de un pliegue de piel y de la grasa subcutánea subyacente con un calibrador de grasa. Estos pliegues grasos son: El tricipital, el subescapular y el pliegue de los músculos de la cara que se mide en la región de los pómulos faciales donde se proyecta el músculo masetero. (1-28).

Algunos investigadores opinan que cada una de las tres disfunciones mencionadas anteriormente puede tener causas similares (13-15).

Actualmente no se sabe cómo prevenir la lipodistrofia. Existen maneras de controlar los cambios metabólicos que pueden acompañar a los cambios en la forma del cuerpo (16-18). Algunos síntomas de la lipodistrofia, si no se controlan, pueden poner en peligro la vida. Aunque por lo general son menos peligrosos, pueden resultar dolorosos de manejar, tanto física como mentalmente. Por ejemplo, la grasa depositada en la parte posterior del cuello puede causar dolores de cabeza, y problemas para respirar y dormir. También el agrandamiento de los senos puede causar dolor de espalda (19-20).

Debido a que realmente no sabemos qué es la lipodistrofia o qué la causa, tampoco sabemos cuál es la mejor forma de tratarla. Durante muchos años, desde el comienzo del uso masivo de la terapia combinada de medicamentos anti-VIH, muchas personas VIH positivas y sus proveedores de atención médica han reportado diferentes tipos de cambios en la forma del cuerpo (lipohipertrofia y lipoatrofia) (19.20). En consecuencia, ambos problemas fueron agrupados extraoficialmente como parte del mismo síndrome, causado muy probablemente por el tratamiento anti-VIH. Algunas personas VIH positivas no tiene ningún signo de lipoatrofia ni de lipohipertrofia, algunos padecen uno o el otro, mientras que