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Efectividad de la rehabilitación en la lipodistrofia facial en pacientes con SIDA

Desde el primer ciclo, 5 pacientes disminuyeron los valores de la escala y por lo tanto su inmunidad. A medida que aumentaron las semanas, mejoró también los parámetros en ambos grupos. Hacia el final del estudio sólo 4 empeoraron y 33 evolucionaron satisfactoriamente para p < 0.005.

Desde la primera semana el grupo estudio superó al grupo control en cuanto a la cantidad de pacientes que pasan a un rango inferior (3 us 2) y se mantiene de esta forma hasta la sexta semana donde una mayor cantidad de los pacientes del grupo estudio mejoraron (19 de 24) y no así en el grupo control (14 de 24). Los valores van siendo mejores y más bajos a medida que ascienden las sesiones en ambos grupos, pero en el grupo estudio se hace de manera más rápida y más numerosa que en el control. Hacia la sexto mes existe una diferencia altamente significativa del grupo estudio con relación al grupo control (p=0.001), lo que evidencia que disminuye más los valores de los parámetros que miden la evolución del SIDA en el grupo que llevó tratamiento de rehabilitación.

El autor opina que esto se deba a que como los pacientes van mejorando las condiciones física y psíquicas durante el proceso de rehabilitación, donde se ve el organismo como un todo, esto influye positivamente en los enfermos, mejorando considerablemente su aspecto anímico variable que repercute sobre la inmunidad demostrado en investigaciones realizadas con anterioridad al estudio.

La comparación de las alteraciones de la grasa corporal según grupos se observa en la tabla 3 (al final del artículo). A medida que transcurre el estudio se incrementan los pacientes que disminuyen las alteraciones grasas en el grupo estudio respecto al control y hacia los doce meses de terapia 16 de los 48 pacientes habían evolucionado satisfactoriamente. Solo en el grupo estudio se logra el incremento de pacientes con mejoría en sus alteraciones corporales, existiendo un mayor número de enfermos con mejoría en el grupo estudio que en el grupo control (13 vs. 3). Estos valores se van haciendo más positivos y rápidos en el grupo con terapia de rehabilitación que en el grupo que carece de esta.

El autor considera que la consecuencia anteriormente expuesta tiene que ver no solo con la realización de ejercicios físicos que se realizan de forma coordinada y controlada por el fisioterapeuta sino a los efectos de los agentes físicos utilizados.

Finalmente en la tabla 4 (al final del artículo) se describe la efectividad de la terapia empleada en ambos grupos, por lo que se realiza un análisis comparativo donde se obtuvo que más del 58 % de los pacientes lograron evolución satisfactoria, pero al analizar comparativamente ambos grupos los resultados satisfactorios en el grupo estudio fueron superiores al control 17 vs. 11 pacientes, por lo que se produjo una diferencia significativa (p= 0.041) que evidencia que la utilización de los agentes físicos utilizados tiene mejores resultados que la aplicación de la terapia habitual en la Lipodistrofia Facial en pacientes con SIDA.

La superioridad obtenida en la evolución del grupo estudio estuvo dada, en que con la utilización de agentes físicos se han logrado buenos resultados terapéuticos en todos los campos de la medicina por sus efectos generados. Al revisar varios autores todos coinciden en que con el estímulo eléctrico los nervios trasmiten las sensaciones de la piel hacia el interior del cuerpo, donde estimulan el sistema inmunológico, aumentan la circulación. Además la utilización de los ejercicios ayuda a combatir el estrés y rejuvenece al cuerpo. Su secreto profesional reside precisamente en su fácil aplicación y pocas molestias causadas al paciente que lo recibe, lo que ha permitido obtener una gran efectividad.

Opinamos también que durante el proceso de rehabilitación, se identifican y modifican factores de riesgo que afecten al paciente. Además con la realización sistemática de ejercicios físicos, el paciente se dota de una herramienta básica para la prevención, así como para promover un mejor estilo de vida. Entre los elementos esenciales se encuentran no solamente el ejercicio físico que de forma tradicional está presente en todo plan de rehabilitación sino también la terapia ocupacional, la educación sanitaria y medidas de autoayuda que mediante la adquisición de hábitos y habilidades por estas modalidades impartidos por los profesionales de la salud adquieren conocimientos que les permiten conservar el bienestar y preservar su autonomía. A su vez incluye la intervención psicológica y social, elementos importantes en el proceso de rehabilitación, ya que el estado mental y afectivo del paciente incide positiva o negativamente en el tratamiento.

Es de destacar que estas modalidades de rehabilitación para el paciente SIDA incluyen modificaciones de conducta de carácter social, psicológico y afectivo que promueven la satisfacción de algunas de las necesidades básicas del hombre que lo integran como ser.

Los resultados de la presente investigación se consideran satisfactorios por todo el análisis expuesto. La efectividad terapéutica de la utilización del proceso integral de rehabilitación es superior que la administración de la terapia habitual en el tratamiento de la Lipodistrofia, puesto que la evolución clínica lograda es más precoz y completa, así como incidencia de complicaciones que tanta molestia causa al paciente.

En estas líneas hemos intentado dar una aproximación al inestimable valor de la rehabilitación, que bajo su aparente sencillez, tiene una extensa utilización como tratamiento para múltiples afecciones en los diversos campos de la medicina. Las diferentes técnicas y procedimientos de la medicina física y de rehabilitación representan un arma terapéutica que hay que tener siempre presente. Solo si lo entendemos así podremos aprovechar realmente las ventajas que esta especialidad nos ofrece y así alcanzar con éxito el objetivo deseado, que el paciente retorne a su actividad en su más alto nivel psíquico – físico y en el menor tiempo posible.

Tabla 1ª. Distribución de los pacientes según edades y grupos.

Fuente: Historia Clínica

Tabla 1b. Distribución de los pacientes según sexo y grupos.

Fuente: Historia Clínica

Tabla 1c. Distribución de