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Ludopatía. Una enfermedad familiar

se pueden observar motivos para desconfiar del familiar jugador, las ausencias se hacen cada vez más comunes, aparecen deudas, el juego comienza a interferir con la normalidad de la vida familiar y profesional, el jugador comienza a pedir dinero a los familiares; debido a que se vuelven evidentes los problemas que el juego está causando, el ludópata confiesa que pasa algún tiempo jugando, pero minimiza la situación y su estado actual de afectación; afirma que en el pasado jugó, pero promete que no lo volverá a hacer; debido a esto, la familia le otorga dinero para saldar sus deudas, pero eventualmente se descubre que el individuo sigue jugando y que muchas veces el dinero que la familia le ha facilitado fue usado para jugar.

Después de varias promesas de parte del jugador de que dejará el juego, la familia descubre que éste es un problema fuera de su alcance; las familias pasan por una cantidad enorme de estrés, ya que tienen que enfrentarse al problema no sólo en el ámbito de la salud, sino afrontando las deudas y demás problemas que el juego ha generado alrededor de sí mismo. En estudios de Garrido y De lelis se puede observar que la familia pasa por un duelo, la familia pasa por un duelo, debido a que la persona que ellos habían conocido ya no lo es más; es una persona manipuladora, capaz de mentir, robar o comer otros delitos, todo para poder seguir jugando; al finalizar el duelo, la familia comienza su búsqueda de ayuda (14,15).

Fase de enfrentamiento:

Después de un proceso de deterioro familiar, la mayoría de las personas con problemas de juego descubren su incapacidad de controlar el problema, se sienten culpables y resentidos con ellos mismos por el daño que han causado y es sólo hasta esta etapa cuando aceptan ayuda de las personas que los rodean; si el ludópata vive en pareja, ésta suele ser la primera que se entere del problema, seguida por los demás familiares; esto, sin embargo, no quiere decir que el ludópata no pueda tener alguna recaída, quizá intentará tomar provecho de sus familiares mediante chantajes, lo que en muchas ocasiones provocará la separación de la pareja, lo que lo obligará a pedir dinero a su familia biológica.

El ludópata muchas veces puede poner a su familia (ya sea biológica o de pareja) en severos problemas de carácter económico; la familia comienza a separarse y dejan de ser incondicionales con el jugador; con esto el jugador se da cuenta que de seguir así será abandonado por todos, es entonces cuando el jugador se da cuenta que tiene que tomar acciones para cambiar; a esto se le conoce usualmente como tocar fondo y es el momento donde verdaderamente el jugador decide afrontar su problema, con ayuda profesional y grupos de auto-ayuda de la localidad.

Afrontamiento familiar.

El entorno social, la familia y el grado de implicación que ésta tenga en la recuperación del ludópata es un factor determinante para la resolución del problema; los jugadores no tienden a acudir a terapia por sí mismos, sino que es la familia quien los canaliza con terapeutas o programas para su recuperación. En ciertas ocasiones, la familia amenaza a su familiar para hacerle tomar conciencia de su problema y la necesidad de tratarse; la primera acción que debe tomar la familia es no creer las mentiras que el jugador tratará de contarles, ni intentar financiar sus deudas, ya que esto sólo fomentará que el jugador se sienta confiado en que puede seguir jugando, ya que no tiene deudas, en un estudio de De lelis, sobre ludopatía y familia, se puede observar entrevistas a varios pacientes y su núcleo familiar, donde se observa que similitudes entre las familias, y como estas fueron quienes llevaron a los ludópatas a recuperación (14)

La familia debe considerar buscar un grupo de auto-ayuda para su familiar ya que escuchar a personas que han tenido problemas similares causa un efecto de confianza en el paciente, lo que lo abrirá a buscar y aceptar las soluciones que se le plantean. Una vez que este proceso comienza, se puede decir que el paciente está en un proceso de recuperación (muchos grupos de auto-ayuda refieren que el paciente nunca está curado, sino en rehabilitación), la familia del jugador deberá también buscar otros tipos de ayuda, un psicólogo o un psiquiatra son opciones viables para el manejo de la enfermedad sin embargo, la localización de instituciones especializadas en el tema es son escasas (14)

Es importante que la familia haga notar al jugador que no podrá hacerse cargo de dinero al menos por un tiempo, hasta que éste demuestre que está una vez más listo para manejar cantidades de dinero, empezando siempre por sumas pequeñas e incrementándolas de manera gradual; la familia deberá llevar un control de los ingresos y egresos que maneja el jugador, mediante recibos. La familia debe advertir al ludópata que ellos no se harán cargo de sus deudas, ni de las consecuencias que estas puedan causarle, y que él es el único responsable de saldarlas; sin embargo, pueden buscar planes de pagos de acuerdo a las posibilidades familiares.

La familia debe hacer todo lo que esté en sus posibilidades para que la persona que inicia su rehabilitación se sienta querido, pero debe dejar en claro que no volverá a ser víctima del chantaje y que no volverá a otorgarle dinero; el ludópata comienza entonces un proceso de por vida, alejado de las casas de juego o cualquier máquina o establecimiento que fomente una recaída (tragaderas, casinos, peleas de gallos, galgódromos). Esta separación de estos lugares puede ser incluso mediante una petición del afectado donde declara que no se le debe permitir la entrada a las casas de juego y, en caso de que por alguna razón extraordinaria se tuviera que presentar, ir siempre acompañado por una persona de confianza, que tenga conocimiento de la enfermedad que el paciente sufre.

Otro problema son los juegos en Internet y el aumento de los casinos virtuales; se debe alejar al ludópata de este ambiente también, recordar que no es una curación sino mantener al paciente el mayor tiempo posible alejado de sus adicciones, mediante el apoyo familiar y la búsqueda de programas de auto-ayuda. (13)

Conclusión:

Después de la revisión de literatura y artículos podemos concluir que la ludopatía es una enfermedad que debe ser tratada con urgencia, si bien la práctica de juegos de azar no es mala por si misma, la combinación con otros factores predisponentes son la causa del aumento de caso en los últimos tiempos, es importante recalcar que esta es una enfermedad que afecta tanto a hombres y mujeres sin importar clases sociales, también que esta debe ser tratada de forma global, ya que los daños de la ludopatía no se centran solo en el individuo que la padece, afectan también al núcleo familiar y debe ser tratado como paciente también, cuanto más difusión de información se brinde y