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Material de apoyo a la docencia para estudiantes de Enfermería sobre la utilidad de los modelos y teorías en la práctica de Enfermería

a fin de llevar a cabo acciones de autocuidado y el cuidado dependiente.

La persona se contempla como un agente, con la capacidad potencial de satisfacer sus propias necesidades de autocuidado.

La agencia de autocuidado cambia de una persona a otra, y en la misma persona, a lo largo de su ciclo vital, y los factores que la afectan se denominan factores condicionantes básicos. Las personas ejercen su agencia de autocuidado, o la agencia de cuidado dependiente, emprendiendo acciones intencionadas para satisfacer sus propias necesidades de cuidados, o las necesidades de las personas que dependen de ellos, en uno o más de los tres grupos de requisitos de autocuidado: universales, del desarrollo, o de desviación de la salud. La concepción que Orem hace de la persona implica:

Que un individuo sano es capaz de cuidar de sí mismo y de las personas que dependen de él, sabe cuando necesita ayuda, es capaz de buscar información y comprenderla cuando se le proporciona y está dispuesto a actuar de acuerdo con la misma.

Que es el individuo quien tiene la responsabilidad de adquirir la información y las habilidades necesarias para manejar sus requisitos de autocuidado o para buscar la ayuda y el consejo de otros.

Esto apunta hacia un individuo con habilidades de comunicación bien desarrolladas, capacidad para la búsqueda y comprensión de la información necesaria y competencia para tomar decisiones informadas.

– Concepto de entorno:

Este es un concepto menos desarrollado que el de persona; no obstante, reconoce su importancia de dos formas:

Lo reconoce en forma de factores, elementos, o condiciones físicas y psicosociales que originan requisitos de autocuidado.

Lo considera como de posible valor terapéutico, dándole el nombre de “entorno favorecedor del desarrollo”, entendiendo como tal aquel que emplea programas especializados, rutinas y estructuras físicas para ayudar a las personas a fijar objetivos y a ajustar su conducta para conseguirlos.

– Concepto de Salud:

La Salud es un estado que para la persona significa cosas diferentes en sus distintos componentes. Significa integridad física, estructural y funcional; ausencia de defecto que implique deterioro de la persona; desarrollo progresivo e integrado del ser humano como una unidad individual, acercándose a niveles de integración cada vez más altos. Dentro de este marco, la salud y la enfermedad son un continuo, y el autocuidado es necesario para mantener o recuperar la salud.

El hombre trata de conseguir la salud utilizando sus facultades para llevar a cabo acciones que le permitan integridad física, estructural y de desarrollo.

– Concepto de Enfermería:

Enfermería es proporcionar a las personas y/o grupos asistencia directa en su autocuidado, según sus requerimientos, debido a las incapacidades que vienen dadas por sus situaciones personales.

Los cuidados de Enfermería se definen como ayudar al individuo a llevar a cabo y mantener, por si mismo, acciones de autocuidado para conservar la salud y la vida, recuperarse de la enfermedad y afrontar las consecuencias de esta.

Las enfermeras usan un proceso en tres pasos para proporcionar este servicio:

Diagnosticar las demandas de autocuidado terapéutico.

Diseñar y planificar las acciones de autocuidado necesarias.

Producir y dirigir los sistemas de Enfermería adecuados.

Los cuidados de Enfermería se dirigen a satisfacer las demandas de autocuidado terapéutico hasta que la agencia de autocuidado, o la agencia de cuidado dependiente, sea la adecuada para satisfacer las demandas o hasta que éstas desaparezcan. Para lograrlo, las enfermeras disponen de los tres tipos de sistemas de Enfermería mencionados anteriormente.

Principios racionales de los cuidados de Enfermería en el modelo de Orem:

El concepto de autocuidado pone de relieve el derecho de cada persona de mantener un control individual sobre su propio patrón de vida.

Independientemente del hándicap, se debe proporcionar a la persona intimidad y debe tratársele con dignidad mientras lleva a cabo las actividades de autocuidado.

El autocuidado no implica permitir a la persona que haga cosas por sí misma según lo planifica la enfermera, sino animar, orientar y enseñar a la persona para que haga sus propios planes en función de la vida diaria óptima.

La movilidad es necesaria para satisfacer las necesidades de autocuidado y para mantener una buena salud y autoestima.

 La incapacidad para llevar a cabo el autocuidado de una forma autónoma produce sentimientos de dependencia y percepción negativa de sí mismo.

Al aumentar la capacidad de autocuidado aumenta la autoestima.

La incapacidad para el autocuidado puede producir negación, enojo y frustración. Emociones que han de reconocerse.

Durante un periodo limitado de tiempo es aceptable depender de los otros para que proporcionen las necesidades fisiológicas y psicológicas básicas.

La regresión en la capacidad para realizar el autocuidado puede ser un mecanismo de defensa ante las situaciones amenazantes o peligrosas.

La meta que la enfermera se plantea utilizando el modelo de autocuidado, está implícita en la descripción del modelo, persiguiendo el asistir a las personas para que alcancen, al máximo, su nivel de autocuidado.

 Para llevar a cabo el modelo, se utiliza el proceso de Enfermería, siguiendo todas las etapas y centradas en los conceptos ya definidos:

VALORACIÓN: De las demandas de autocuidado y de las incapacidades/limitaciones de la persona para cubrir los requisitos demandados (agencia de autocuidado).

PLANIFICACIÓN: Formulación de objetivos dirigidos al mantenimiento y/o