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Patologías glandulares bucomaxilofaciales – Parte 1

síntomas primarios. Las glándulas agrandadas son firmes a la palpación y los pacientes a menudo están ligeramente afiebrados. El agrandamiento evoluciona con lentitud, de ordinario es bilateral, pero rara vez simétrico. El flujo salival disminuido en las glándulas comprometidas es un hallazgo común y si la infiltración granulomatosa es extensa, es posible observar xerostomía con amplia aparición de caries dental de cuello, la extensa infiltración lagrimal deriva en xeroftalmia y conjuntivitis. La causa de esta enfermedad granulomatosa tuberculoide se desconoce. (1-12)

Anatomía patológica: Infiltrado granulomatoso multifocal de la glándula. Calcio sérico habitualmente elevado, la prueba de Kevin emplea el antígeno específico para detectar la hipersensibilidad demorada y casi siempre es positivo. (1-12)

Tratamiento:(1-12)

Esteroides y otros agentes inmunosupresores, remisión a medicina interna.

Diagnóstico general

Suele realizarse por medio de la exploración clínica meticulosa, palpando la glándula afectada, observando si existe salida de saliva y su aspecto (seroso o mucopurulento).En los casos dudosos o de mayor gravedad puede requerir la realización de pruebas de imagen como TAC (para detectar abscesos) o Rx panorámicas u oclusales para detectar posibles cálculos como causa primaria. Todos los cálculos son detectables por TAC. La ecografía suele ser muy útil aunque requiere manos entrenadas. La RMN carece de utilidad actualmente. En el caso del Síndrome de Sjögren, el diagnóstico es altamente probable en pacientes con serología positiva para anticuerpo anti-Ro (SSA) y anti-La (SSB) asociando en gran cantidad de casos factor reumatoideo y/o anticuerpos antinucleares. El diagnóstico definitivo suele requerir la realización de una biopsia de glándula salivar menor. (1-12)

Indicadores pronósticos

La patología inflamatoria de las glándulas salivares tiene una mortalidad aislada nula.

Son factores asociados de mal pronóstico:

– Enfermedades sistémicas asociadas (HIV, diabetes, inmunodepresión)

– Desnutrición

– Deshidratación

– Edad avanzada

Manejo terapéutico ( Factores que condicionan la decisión terapéutica)

– Patología sistémica.

– Edad.

– Condicionantes sociales.

– Colaboración del paciente

Principios generales de tratamiento

– Hidratación

– Higiene oral rigurosa

– AINES

– Antibioticoterapia

Protocolo de tratamiento. El tratamiento de las condiciones agudas: debe encaminarse a disminuir los síntomas y minimizar las complicaciones; una terapia que incluya antibióticos. Se deben suministrar antibióticos de amplio espectro como la Amoxicilina en dosis de 500 mg cada 8 horas por 10 días vía oral, o penicilina resistente a la penicilinasa como lo es la penicilina semisintética (Oxacilinas, Cicloxacilina, Meticilinas, Dicloxacilina), Dicloxacilina 500 mg cada 6 horas por 10 días. Cerca del 70% de los organismos cultivados producen betaloctamasas, por eso están indicadas penicilinas reforzadas como Unasyn 375-750 mg cada 12 horas por 10 días; Clavulin; y las cefalosporinas de segunda generación también son penicilinasa resistentes. La combinación con Metronidazol 500 mg cada 8 horas por 10 días o Clindamicina 300 mg cada 6 horas vía oral por 10 días para aumentar el espectro ante los anaerobios. Analgésicos tipos AINES como Ibuprofeno de 400-600 mg cada 6 horas por 10 días, sin embargo en caso de dolor más severo recomendamos prescripción de Diclofenac amp. 75 mg cada 8 hora VÍA INTRAMUSCULAR. La utilización concomitante con sialogogos como Propantelina 15mg cada 6 horas por 10 días mejorará en la mayoría de los casos la condición general del paciente. El estudio imagenológico, no es indicado inicialmente, sólo si falla una terapia médica agresiva después de 48 horas, entonces puede utilizarse tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM) o ultrasonido. La sialografía, está contraindicada en los procesos agudos. (1-12, 44-55)

Las infecciones virales son causadas por Paramixovirus, reconocer su potencial virulento y tratar tanto los signos como los síntomas, es el tratamiento principal por realizar, junto con reposo, hidratación y analgesia. En la actualidad es posible prevenir la enfermedad utilizando la vacuna (disponible desde 1967), se administra subcutáneamente después de los 12 meses de edad. (1-12)

El tratamiento de las condiciones crónicas es principalmente de soporte o mantenimiento, y reposo hidratación y analgesia; en caso de encontrar signos de infección se instaurará terapia antibiótica como la mencionada en los procesos agudos. La búsqueda de entidades obstructivas debe ser la conducta de manejo, que acompañe la terapia antibiótica y las medidas locales, las radiografías convencionales tales como los oclusales, panorámica, cefálica lateral y la oblicua mandibular, nos permiten evaluar la presencia de material obstructivo (sialolitos), si las radiografías planas no pueden confirmar la sospecha clínica de una litiasis, está indicado el empleo de la sialografía, la cual nos sirve como manejo terapéutico y al mismo tiempo diagnóstico de la presencia de tapones mucosos. La TC y la RM no están indicadas, son costosas e inespecíficas. Si las manifestaciones de las condiciones crónicas están acompañadas de una disminución del flujo salival, se debe indagar acerca de condiciones inmunológicas o entidades poco frecuentes que pueden llevarnos a encontrar patologías que llegan a afectar las glándulas salivares (tuberculosis síndrome de Sjögren, sarcoidosis). (1-12, 44-55)

Conclusiones Las afecciones glandulares buco-máxilo-faciales, independientemente de la evolución que puedan tener ocasionan daños reversibles e irreversibles en los individuos afectados. Se deben valorar los diversos signos y síntomas que presentan para obtener un diagnóstico clínico, el que se relacionará con los medios de diagnósticos de imagen. Las enfermedades inflamatorias e infecciosas se pueden determinar con el uso del ultrasonido, que es un método no invasivo rápido y económico.

Referencias Bibliográficas

Ver Patologías glandulares bucomaxilofaciales. Caracterización clínica y medios  auxiliares del diagnóstico. Tercera parte