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Personas mayores y Medicina de Familia

o móviles.

Las articulaciones móviles son unas estructuras complejas, ya que para que se realice el movimiento que producen los músculos son necesarios ligamentos para dar estabilidad, liquido articular para lubricar las estructuras (producido por la membrana sinovial), y cartílagos que recubra el hueso articular para dar resistencia y flexibilidad.

Imagen 3 ayuda envejecimiento

Con el paso del tiempo hay una disminución de la densidad del hueso a causa de una pérdida del calcio óseo, mucho más evidente en las mujeres tras la menopausia (por la disminución de los estrógenos femeninos), pero también presente en los varones, ya que el equilibrio de renovación de hueso se decanta por la destrucción. Este proceso viene determinado básicamente por factores genéticos pero empeora por la disminución de la actividad física (enfermedades limitantes, dolor crónico, etc.), estilos de vida no saludables (tabaquismo, ingesta pobre de calcio y otros nutrientes, consumo excesivo de alcohol) y el uso de ciertos fármacos.

Esta pérdida de masa ósea hace que el hueso sea más frágil, con mayor riesgo de fractura ante traumatismos mínimos en los casos más extremos. Dicha osteopenia se presenta con diferente intensidad en los diversos huesos y es evidente que la fragilidad no sólo dependerá del grado de afectación del hueso, sino también de las fuerzas a las que estará sometido; es decir, no tendrá la misma trascendencia la pérdida de densidad en una falange de los dedos de la mano que en el cuello del fémur.

También es muy frecuente la aparición de desgaste articular, la artrosis. Este desgaste se inicia con la deshidratación del cartílago articular, que pierde sus propiedades elásticas y de absorción de los traumatismos. De esta manera el cartílago se va degradando, desgarrando y en último extremo puede llegar a desaparecer. El hueso articular se engrosa y deforma para soportar las fuerzas que ya no absorbe el cartílago. Éstas y otras alteraciones más sutiles son las responsables de la disminución del arco de movimiento, del dolor al realizar algún ejercicio físico (y a veces en reposo), de la deformidad y de la inestabilidad y la pérdida de la función articular.

Las articulaciones afectadas dependerán de la actividad que se haya tenido a lo largo de la vida o de la aparición de sobrecargas y lesiones, aunque no se puede negar también una cierta predisposición genética, sobre todo en ciertas formas de artrosis, como por ejemplo la artrosis nodular de las articulaciones pequeñas de los dedos de las manos.

Sistema endocrino

Como en todo el organismo, el sistema endocrino también se ve afectado por el paso del tiempo, de manera que las personas mayores también sufren un aumento o descenso de los efectos de diversas hormonas.

El sistema endocrino lo componen múltiples glándulas que secretan unas sustancias, las hormonas, que regulan otros muchos sistemas. Existen órganos diferenciados cuya única función es producirlas, como el tiroides, mientras que otros, como el páncreas, tienen una doble función (en este caso digestiva y endocrina al ser el encargado de producir insulina).

Los cambios en la secreción y función de las hormonas a lo largo de los años son sutiles. Lo más destacable es la disminución de la sensibilidad a la acción de la insulina, a pesar de una normal secreción por parte del páncreas, por resistencia de los receptores celulares de la insulina, lo que ocasiona intolerancia a la glucosa y en casos más avanzados, diabetes.

También se producen cambios en las hormonas sexuales, que en la mujer, al producirse la menopausia, son más acusados. La función ovárica está preprogramada en las mujeres desde la etapa embrionaria (hay tantos óvulos para desarrollar en tanto tiempo), de manera que cuando se “acaban” los óvulos cesa de forma bastante brusca el ciclo menstrual habitual y baja radicalmente la producción de hormonas femeninas. Por esto la mujer se vuelve infértil y se deterioran los caracteres sexuales secundarios: se produce un empobrecimiento del vello en las zonas sexuales, se da un cierto grado atrofia genital, así como del tejido mamario glandular, cuyo tamaño puede mantenerse a expensas del tejido graso, y se producen cambios psicológicos y de la libido.

En los hombres se da también una disminución de la secreción de testosterona, pero mucho más lenta y progresiva que conlleva una atrofia de los genitales y dificultades para conseguir y mantener una erección correcta.

En las personas mayores es frecuente ver también una disminución de la capacidad de reacción del tiroides, de manera que al organismo le es más difícil compensar las necesidades del cambio de ritmo metabólico. En ocasiones estas alteraciones son suficientemente intensas como para ocasionar un hipotiroidismo.

La secreción propia de corticoides ante fenómenos que produzcan estrés (tanto físico como psíquico) es menor, lo que disminuye la capacidad de adaptación del organismo.

Estos cambios, junto con las alteraciones en otros sistemas hormonales más específicos que controlan la estabilidad del medio interno y la relación con el ambiente, son parte fundamental de evolución hacia la fragilidad del anciano.

Cambios en la composición corporal: músculos, agua y grasa

Unos de los cambios típicos de las personas mayores son los que ocurren a nivel de la masa muscular, la grasa y el agua corporal. A pesar de ser de los más importantes para determinar el equilibrio del medio interno y el nivel de dependencia, son los cambios que menos se perciben.

Además de los cambios biológicos, existen hay cambios psicológicos y sociales del envejecimiento.(6)

PAPEL DE LA ATENCIÓN PRIMARIA EN LAS PERSONAS MAYORES: La Medicina de Familia (7) es el nivel responsable de aportar una atención que favorezca, una larga vida de bienestar y que acontezca una muerte digna en el domicilio.

Éstos objetivos se traducen en actividades que promocionen la salud, previniendo u retrasando el deterioro funcional.

Instaurándose la intervenciones adecuadas en los problemas de la salud, minimizando sus consecuencias, y que asistan a las personas al final de la vida, bajo el llamado programa de cuidados paliativos.

ANCIANO FRÁGIL: Es aquel que por sus características, de pérdida de función reciente o incipiente, o por poseer una serie de factores o marcadores de riesgo, está predispuesto  a padecer una serie de eventos adversos de salud, que le llevan a una mayor pérdida de función, progresión hacia la situación de dependencia y en última instancia,