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El paradigma de quien debe dar las malas noticias en salud

El paradigma de quien debe dar las malas noticias en salud

El dar malas noticias en salud representa hasta la actualidad un verdadero paradigma el cual hasta el momento no se protocoliza a nivel mundial quien debería ser el responsable de emitir una u otra información acerca del estado de salud, complicación o pronóstico de un paciente determinado, la información normalmente tiene dos niveles el que debe emitirse a la familia y aquel que debe ser indicado al paciente.

El paradigma de quien debe dar las malas noticias en salud

Articulo de revisión

  1. Dr. Álvaro Manuel Quinche Suquilanda.
  2. Dra. Ana Lorena Ríos Elizalde.
  3. Dr. Marco Agustín Ayala Sánchez.
  4. Md. Ginger Tamara Goya Rodríguez.
  5. Nelly Yolanda Quiroga Ortiz.
  6. Doctor en Medicina General y Cirugia, R3 Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja.
  7. Doctora en Medicina General y Cirugia, Directora del departamento de discapacidades del Distrito 11D03 Paltas-Salud.
  8. Doctor en Medicina General y Cirugia, R3 Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja.
  9. Médico, R3 del Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja.
  10. Médico General, Residente del Hospital Básico de la ciudad de Cariamanga, Prov. de Loja

“Algunos médicos te informan pero no te comunican, te oyen pero no te escuchan y te atienden pero no te acompañan.” Albert Jovell (Médico y paciente oncológico, Barcelona 1962)

Resumen

A lo largo de la carrera profesional todos los profesionales inmersos en esta rama deben tener conocimiento de cómo y cuándo abordar noticias desfavorables debido a que día a día los profesionales inmiscuidos en salud enfrentan diferentes situaciones en las que tiene que transmitir al paciente o a sus familiares una información desfavorable.

Dentro de nuestra formación no se encuentran incluidos temarios de cómo abordar al paciente y su familia al dar una mala noticia, y que la mayoría del personal de salud aprende durante su desarrollo profesional con el paso de los años, ni existe una buena relación médico-paciente en la práctica diaria, ya que en ocasiones esa falta de empatía y confianza hace que involuntariamente nos mostremos inaccesibles ante su majestad el paciente, por lo que la labor del médico de familia en esta instancia se vuelve muy importante porque su accionar en el núcleo familiar y en si por el nivel de confianza que los mismos presentan con los pacientes, la familia y la comunidad .

Objetivos

  • Conocer cómo abordar a un paciente y su familia al momento de dar una mala noticia en medicina acoplando los 6 pasos de
  • Identificar la técnica para mejorar la comunicación con el paciente y sus familiares al dar una mala noticia.
  • Evidenciar la información actual y de calidad sobre la temática de estudio.

Materiales y Métodos

Se realizó una búsqueda previa de documentos tanto en español como en inglés en Google Scholar de documentos publicados por diferentes sociedades tanto en Ecuador como a nivel internacional sobre estudios de cómo abordar las malas noticias en el ámbito de la salud.

Posteriormente se realizó una búsqueda bibliográfica científica sistematizada concretándose los descriptores a utilizar para realizarla a través de una consulta con la aplicación DeCS en las bases de datos PudMed, PsychInfo, Cuiden, Ibecs, Lilacs, Scielo, Biblioteca de salud de la OPS/OMS. El límite temporal fue de 5 años y se buscaron las palabras clave en título y abstract, además de como descriptores; tomando en cuenta que dichos artículos científicos tengan factor de impacto Q1 y Q2. En la búsqueda de literatura gris se incluyó todo tipo de documentos aportados por las diferentes sociedades y asociaciones profesionales que hacían referencia al tema, incluidas algunas tesis realizadas en nuestro País.

Introducción

La experiencia de tener que comunicar malas noticias puede ser desagradable o estresante tanto para el profesional como para el paciente o sus familiares. Además, si se es poco hábil al tener que informar noticias desagradables, se puede generar un sufrimiento añadido para el paciente o su familia y como consecuencia, deteriorar la relación posterior con el profesional que fue el responsable de indicar este tipo de noticias estresantes.

Por el contrario, saber manejar esta situación puede disminuir el impacto emocional sobre el paciente en el momento de ser informado, permitiendo ir asimilando la nueva realidad poco a poco y, al mismo tiempo, afianzar la relación personal de salud-paciente. (Ministerio de protección Social 2006). A partir del siglo II el abogado y escritor romano Aulus Gellius indicaba desde este tiempo que el médico completo y perfecto es aquel con una personalidad humanista o aquel que está formado y tiene vastos conocimientos en las tres dimensiones básicas de un ser humano como son: pideia (educación), philanthropía (empatía) y techné (competencia técnica) (Guerra, 2011). Pero evidenciamos basados en la experiencia que la mayoría de personas inmersas en el ámbito de la salud carecemos de conocimiento para abordar la información referente a temas delicados con la salud de nuestros pacientes, pero sobretodo carecemos de empatía en los momentos más delicados de la actividad médica, afectando directamente el nivel emocional del paciente y de sus familiares.

Importante

Conociendo previamente los pensum de estudio de los centros educativos de nuestra localidad y observando que en los mismos no se encuentra incluidos temarios de como abordar al paciente y su familia al dar una mala noticia, y que la mayoría del personal de salud aprende durante su desarrollo profesional con el paso de los años, con el presente trabajo de revisión se pretende dar a conocer a todos profesionales inmiscuidos en el área de la salud los diferentes pasos a seguir para transmitir una mala noticia en forma adecuada generando una mejor relación médico-paciente en la práctica diaria. Ya que en ocasiones esa falta de empatía y confianza hace que involuntariamente nos mostremos con una apariencia agresiva, poco expresiva y con una comunicación a base de tecnicismos innecesarios e incomprensibles para el paciente, y sin escuchar o poner atención a lo que realmente nos quiere demostrar y saber el paciente y su familia, sin aplicar en lo absoluto el lenguaje no verbal o de escucha directa.

Cómo definimos una mala noticia

Algunos autores indican que mala noticia es toda aquella que va a cambiar de forma grave o adversa las perspectivas del paciente sobre su futuro (Artús & Pérez 2012).

Sin embargo, “lo malo” de la noticia depende de la perspectiva del paciente en relación con su futuro y no sólo se refiere al riesgo de muerte. Puede estar relacionada a un cambio en los objetivos del tratamiento (curativo vs. paliativo), a la pérdida de la autonomía física o cognitiva, al impacto en la vida familiar o conyugal, al papel que ha desempeñado en la sociedad, etc. (Badruddin, 2016).

Según la literatura hasta la actualidad emergen verdaderas interrogantes al momento de informar desde el diagnostico de una enfermedad, por más simple que sea hasta aquella con alto grado de mortalidad y que altera la estructura y funcionalidad familiar más aun cuando se indican los procedimientos médicos que se deben aplicar a estos pacientes recientemente alterados emocional y psicológicamente, por lo que se debe abordar adecuadamente el manejo de la información para que de esta manera el paciente no se niegue a participar en los métodos terapéuticos establecidos pero primordialmente lo que se debe evitar a toda costa es que estas personas no pierda su esperanza de vida.

Es decir representan toda información que afecta negativamente a las expectativas de la persona, pudiendo tratarse de:

  1. Enfermedades crónicas: DM, HTA
  2. Enfermedades progresivamente incapacitantes:
    1. Enfermedades degenerativas.
    2. Psicopatías progresivamente desestructurantes.
  3. Enfermedades con pronóstico vital corto.
  4. Diagnósticos inoportunos.

Y que conllevan a