Revisión bibliográfica de patologías oculares relacionadas con la nutrición
Autor principal: David Corzán López
Vol. XVII; nº 8; 314
Bibliographical review of ocular pathologies related to nutrition
Fecha de recepción: 09/03/2022
Fecha de aceptación: 19/04/2022
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 8 – Segunda quincena de Abril de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 8; 314
Autor principal:
– David Corzán López. Graduado en enfermería. Centro de salud Fernando el Católico. Zaragoza. España.
Coautores:
- Miguel Oros Gascón. Graduado en Trabajo Social. Centro de Salud Fernando el Católico. Zaragoza. España.
- Celia del Carmen Pastor Giménez. Graduada en Enfermería. Centro de salud Fernando el Católico. Zaragoza. España.
- Coral Orruño Cebollada. Graduada en Enfermería. Centro de salud Fernando el Católico. Zaragoza. España.
- María Armengod Burillo. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.
- Andrea Isabel Mañas Andrés. Graduada en Enfermería. Atención Primaria Sector II. Zaragoza. España.
- Borja Paz Ramos. Graduado en enfermería. Centro de salud Fernando el Católico. Zaragoza. España.
Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Se han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Se han preservado las identidades de los pacientes.
RESUMEN:
Introducción: Las patologías oculares son cada vez más frecuentes en la población general. Diversos estudios ya advierten que una alimentación adecuada ayuda a prevenir y retrasar el deterioro de la visión. Es importante conocer la base fisiopatológica de las enfermedades oculares para comprender la relación con la nutrición humana.
Objetivos: Establecer una relación entre las patologías oculares con la nutrición.
Metodología: Realización de una revisión bibliográfica en las principales bases de datos, protocolos, guías clínicas y libros, con el fin de relacionar las patologías oculares con la nutrición humana.
Conclusión: El conocimiento adecuado de las diferentes patologías oculares pueden ayudar a comprender la relación existente con la correcta nutrición en nuestro día a dia.
PALABRAS CLAVE:
Patología ocular, nutrición humana.
ABSTRACT:
Introduction: Eye pathologies are becoming more frequent in the general population. Various studies already warn that a proper diet helps prevent and delay vision deterioration. It is important to know the pathophysiological basis of eye diseases to understand the relationship with human nutrition.
Objectives: Establish a relationship between eye pathologies with nutrition
Methodology: Realization of a bibliographic review in the main databases, protocols, clinical guides and books, in order to relate ocular pathologies with human nutrition.
Conclusion: Adequate knowledge of the different eye pathologies can help understand the relationship with proper nutrition in our day to day.
KEYWORDS:
Ocular pathology, human nutrition.
LISTADO DE ABREVIATURAS
RPE: Epitelio Pigmentario de la Retina. AREDS: Estudio de la Enfermedad Ocular Relacionada con la Edad.
PUFAs: Ácidos Grasos Poliinsaturados.
RCT: Prueba Controlada Aleatorizada.
EPA: Ácido eicosapentanoico.
DHA: Ácido Docosahexanoico.
W-3: Omega-3.
PIO: Presión intraocular.
XFG: Exfoliación de Glaucoma.
GPAA: Glaucoma Primario de Ángulo Abierto. XFS: Síndrome de Exfoliación.
NHANES: Encuesta sobre nutrición y salud nacional.
CDC: Centro de control y prevención de enfermedades.
TM: malla trabecular.
LOXL-1: Genes lisil-oxidasa.
Hcy: Homocisteina.
PSC: Cataratas Subcapsulares.
CAE: Cataratas Asociadas a la Edad. RP: Retinosis Pigmentaria.
ECA: Ensayos Controlados Aleatorios. ERG: Electroretinogramas.
EPO: Eritropoyetina.
VEGF: Factor de Crecimiento Endotelial Vascular. IGF-1: Factor de Crecimiento Insulínico tipo 1. ATP: Adenosina Trifosfato.
ROIs: Intermediarios Reactivos de Oxígeno.
MZ: Mesozeaxantina.
L: Luteína.
Z: Zeaxantina.
MP: Pigmento Macular. IL-8: Interleucina-8.
HDLs: Lipoproteínas de Alta Densidad.
LDLs: Lipoproteínas de Baja Densidad.
Estudio LAST: Lutein Antioxidant Supplementation Trial.
IDR: Ingesta Diaria Recomendada.
NF-kb: Factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas. EDCC: Estudio de caso control de enfermedades de los ojos.
EUREYE: Estudio europeo de ojos.
MPOD: Densidad del pigmento macular óptico. CNV: Neovascularización Coroidal.
POLANUT: Estudio de la encuesta dietética de las patologías oculares asociadas a la edad. DMAE: Degeneración macular Asociada a la Edad.
DEGENERACIÓN MACULAR ASOCIADA A LA EDAD (DMAE)
INTRODUCCIÓN
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de la deficiencia visual grave en los países desarrollados. A medida que la proporción de personas mayores ha ido creciendo rápidamente, la DMAE se ha convertido en un importante problema de salud pública a nivel mundial (1).
La DMAE es una enfermedad ocular que destruye gradualmente la mácula, la parte de la retina con una alta densidad en fotorreceptores, que son los responsable de la agudeza visual de alta resolución. Esta parte de la retina es capaz de recibir señales de luz, y rápidamente convertir dichas señales en señales químicas, y luego en eléctricas que se envían al cerebro a través del nervio óptico. Entonces, el cerebro convierte estas señales eléctricas en las imágenes que vemos. Sin embargo, si los fotorreceptores en la mácula se dañan, como en la DMAE, el centro del campo de visión se distorsiona o se pierde (2).
Los fotorreceptores están expuestos a un gran estrés oxidativo en forma de luz y de oxígeno (3). Como resultado, el exterior de los segmentos de los fotorreceptores se desprenden cada noche. Estos deben ser digeridos, degradados y los restos son eliminados por el epitelio pigmentario de la retina (RPE), que se encuentra por detrás de la fotorreceptores (4). Un apoyo nutricional adecuado al RPE, facilita la rotación eficiente de los fotorreceptores.
El estrés oxidativo y la inflamación son eventos biológicos interrelacionados (5) y ambos están implicados en la patogénesis de la DMAE (6,7,8). Existe un círculo vicioso en el que el estrés oxidativo provoca respuestas inflamatorias, y la inflamación promueve la producción de especies reactivas de oxígeno, todas ellas causando daño oxidativo (9,10). Debido a su alta tasa metabólica y a la acumulación de la lipofuscina relacionada con la edad, el EPR es un blanco primario de daño foto-oxidativo en el ojo (11). El EPR es también una importante fuente de citoquinas que regulan la respuesta inflamatoria en la retina (12,13,14). El círculo vicioso que genera la interacción entre el estrés oxidativo y respuestas inflamatorias en RPE, puede contribuir a la aparición y progresión de la DMAE. Cualquier enfoque que rompa el círculo vicioso entre el estrés oxidativo y la inflamación en el RPE podría ser una estrategia potencial para la prevención o el tratamiento de la DMAE (15).
Los resultados de un estudio muestran que el estrés fotooxidativo, inactiva el proteasoma en el RPE, y posteriormente altera la expresión de genes relacionados con la inflamación, tales como la baja regulación de MCP-1 y CFH, y también influyendo sobre la regulación de la Interleucina-8 (IL-8). Estos datos son consistentes, sabiendo gracias a un estudio previo, que la inactivación del proteosoma es un enlace mecánico que influye entre el estrés oxidativo y las respuestas inflamatorias alteradas (16,17,18). Además, los datos indican que la suplementación con luteína o zeaxantina, puede romper parcialmente el ciclo entre el estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria en las células del EPR a través de la protección del proteasoma de inactivación.
Los efectos de la luteína y la zeaxantina en la protección de RPE del daño foto-oxidativo y su papel en la modulación de los genes relacionados con la inflamación puede ser uno de los mecanismos por los que la luteína dietética y la zeaxantina reducen el riesgo de DMAE (15).
CLASIFICACIÓN
Se puede clasificar en DMAE neovascular y DMAE atrófica (seca). Aunque terapias con fármacos intraoculares han inhibido el factor de crecimiento endotelial vascular teniendo un efecto sustancial en la reducción de la discapacidad visual para la DMAE húmeda (19), la terapia no es efectiva para la DMAE seca. Por lo tanto, la identificación de factores de riesgo modificables es un enfoque clave para reducir la carga de la enfermedad.
ESTUDIOS SOBRE DMAE
El estudio de la enfermedad ocular relacionada con la edad (AREDS) ha investigado el papel de los suplementos dietéticos en la progresión de la DMAE. Una formulación de vitamina C, vitamina E, beta-caroteno, y zinc mostró una reducción del riesgo del 34% en la progresión a partir de las etapas intermedias, hasta las etapas finales de los más de 6 años de seguimiento (20). Actualmente existen datos sobre el papel beneficioso del aumento de la ingesta dietética de carotenoides y antioxidantes, en DMAE que no son consistentes (21,22,23,24).
La acumulación de moléculas reactivas y radicales libres se sabe que causa daño celular en el cuerpo humano y promueve la inflamación. El estrés oxidativo y la inflamación han demostrado por varios estudios in vitro y estudios in vivo, que contribuyen a la formación y progresión de DMAE (25). Varios nutrientes incluyendo carotenoides (es decir, la luteína, la zeaxantina y β- caroteno), vitaminas B, C, E y D y Ácidos Grasos Poliinsaturados (PUFAs), poseen antioxidantes y tienen efectos antiinflamatorios (26).
Los PUFAs están presentes en la retina, y en particular en los segmentos externos de los fotorreceptores. Estos son susceptibles a la oxidación y se requerirá por tanto, la reposición constante. Los PUFAs más estudiados son los omega Ω-3. Finalmente, el zinc está involucrado en la división celular y el crecimiento celular. Se postuló que este mineral ayuda a la prevención de la degeneración de la membrana de Bruch en la DMAE (27).
AREDS Y AREDS2
El estudio de las enfermedades del ojo relacionadas con la edad, AREDS y AREDS2, son los estudios más largos y más sólidos en cuanto a evidencia científica, clasificados como RCT (prueba controlada aleatorizada) que investigan el papel de los nutrientes en la progresión de la DMAE (28,29).
El estudio AREDS se desarrolla desde 1995 hasta 2001 en USA. En el análisis se incluyen 3640 participantes con edades comprendidas entre los 55 y los 80 años. El grado de DMAE fue dividido en 4 categorías de acuerdo con el incremento de severidad (28) La primera asignación al azar reveló que los carotenoide del estudio anterior (estudio AREDS) y los suplementos PUFAs no tuvieron estadísticamente un efecto significativo sobre la progresión de la DMAE. El análisis de subgrupos no mostró ningún efecto en el uso de PUFAs. Sin embargo, hubo un efecto protector en los sujetos que tomaron luteína y zeaxantina en comparación con los individuos en el quintil más bajo de su ingesta dietética. Además, el análisis a posteriori, reveló una reducción del 10% en la progresión de la DMAE avanzada en pacientes que toman la formulación AREDS con luteína y zeaxantina en comparación con los que tenían la fórmula de nutrientes del estudio AREDS sin β-caroteno. No hubo disminución de la eficacia o reducción en la visión a causa de la exclusión de dosificación de zinc o β-caroteno menor partir de la fórmula AREDS. Por último, la incidencia de cáncer de pulmón cáncer (2%) en el grupo asignados al azar a ß-caroteno fue aumentado significativamente. La mayoría de estos individuos eran ex fumadores. Los no fumadores actuales fueron asignados en el grupo de ß-caroteno del estudio (38).
Como en el estudio AREDS, una de las limitaciones de AREDS2 era la inclusión de la mayoría de individuos caucásicos altamente educados y bien nutridos. Además, el diseño del estudio fue complejo, incluyendo la asignación al azar primaria y secundaria. Finalmente, no se incluyó ningún grupo placebo en el estudio. En resumen, la formulación AREDS se debe utilizar con una dosis de zinc inferior y no introducir β-caroteno, en particular en fumadores y ex fumadores. Los resultados del estudio AREDS2, aconsejan que se debe investigar con nuevos estudios el papel de la luteína y la zeaxantina.
Una revisión Cochrane fue publicada en 2012 sobre el papel de los nutrientes en la progresión de DMAE incluyendo la vitamina C, la vitamina E, carotenoides (luteína, zeaxantina y β- caroteno), selenio y zinc (39). Los autores concluyeron que el único gran ensayo, debidamente cumplimentado con un largo período de seguimiento, fue el AREDS y apoyó sus recomendaciones.
En cuanto a los PUFAs, una revisión Cochrane publicada a principios de 2013 no pudo encontrar pruebas sólidas para apoyar su uso y abogó por la necesidad de realizar más estudios de alta calidad sobre este tema, como el AREDS2 que aún no se había publicado en ese momento (40). AREDS2 no encontró ningún efecto de los W-3 PUFAs en la prevención de la progresión de la AMD incluso en el análisis de los subgrupos (38).
OTROS ESTUDIOS
En otro estudio se estimó la ingesta de nutrientes antioxidantes en pacientes con DMAE de la variante húmeda. Se tomó una muestra de pacientes diagnosticados de DMAE, se registraron medidas antropométricas, dos recordatorios de 24h, un cuestionario semicuantitativo de frecuencia de consumo de alimentos y cuestiones sociodemográficas y de estilo de vida. La estimación de ingesta de antioxidantes muestra un bajo consumo de luteína, zeaxantina, zinc, vitamina A y vitamina E. Además una alta proporción de pacientes muestra una ingesta inadecuada de vitamina C y selenio (41).
El estudio POLA evaluó la dieta mediterránea y observó que un incremento de la ingesta de luteína y zeaxantina en la población, mediante modificaciones en la dieta o mediante suplementos, tenía un efecto preventivo en la DMAE y en las cataratas (41).
También se comprueba en el estudio, que la ingesta de grasas saturadas y trans en los participantes, estaba por encima de las recomendaciones de la población española. Se ha señalado que una dieta con alta ingesta de grasas está asociada con una alta prevalencia de DMAE temprana. Además una alta proporción de los participantes mostraban un porcentaje de masa grasa por encima de la media, lo que quedaba relacionado con una falta de pigmento macular. Por lo tanto podría relacionarse un exceso de adiposidad con el riesgo a la progresión de DMAE. Estos resultados concuerdan también con otros, que muestran participantes con riesgo cardiovascular e hipertensión que comparten la hipótesis de que son factores claros de riesgo de DMAE (42).
GLAUCOMA
INTRODUCCIÓN
El glaucoma es una neuropatía óptica crónica e irreversible, que se caracteriza por la pérdida progresiva de las células ganglionares de la retina (43,44). El único factor de riesgo modificable conocido para el glaucoma es la presión intraocular (PIO). En consecuencia, el objetivo de todas las terapias médicas y quirúrgicas actuales para esta enfermedad, es la de reducir la presión intraocular. La identificación de otros factores de riesgo modificables, que no sean la PIO, podría proporcionar dianas terapéuticas adicionales, que serían valiosas en el tratamiento de los pacientes, especialmente, en aquellos que siguen mostrando una progresión sustancial, a pesar de una disminución significativa de la PIO (45).
Basándonos en lo que se conoce acerca de las vitaminas antioxidantes, podría existir una hipótesis acerca de estos suplementos dietéticos comunes sobre su interés como potenciales agentes neuroprotectores y por la defensa que generan contra el estrés oxidativo en la patogénesis del glaucoma y en las lesiones producidas sobre las células ganglionares de la retina (46,47).
CLASIFICACIÓN
La exfoliación de glaucoma (XFG), es la forma identificada más común del glaucoma de ángulo abierto, que representa hasta un 25% de los casos de glaucoma en todo el mundo (48). XFG se caracteriza por la deposición de material blanco, escamoso en todas las estructuras del segmento anterior, incluyendo la cápsula del cristalino, iris, cuerpo ciliar, la zónula ciliar y malla trabecular. En comparación con el glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), XFG se asocia con una mayor presión media intraocular (PIO), la pérdida del campo visual más avanzada al momento del diagnóstico, y más pobre de respuesta frente al tratamiento (49).
XFG es una manifestación ocular del síndrome de exfoliación (XFS), un trastorno sistémico relacionado con la edad que conduce a la acumulación de material fibrilar extracelular en todo el cuerpo (48). Otras manifestaciones oculares de XFS incluyen el glaucoma de ángulo cerrado, la formación de cataratas y la oclusión venosa retiniana (49,50). XFS también está asociada con numerosas enfermedades sistémicas, incluyendo la demencia tipo Alzheimer, la pérdida auditiva neurosensorial, la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad cardiovascular (51).
ETIOLOGÍA
Los estudios epidemiológicos han encontrado una variabilidad significativa en la prevalencia de XFS / XFG entre los diferentes grupos étnicos, lo que sugiere que los factores genéticos pueden jugar un papel en la patogénesis de la enfermedad.
Mientras que el papel de los factores genéticos en XFS / XFG están bien establecidos, las variantes ambientales no están del todo dilucidadas. Para explorar la contribución de los factores ambientales para XFS, los estudios han evaluado el riesgo de enfermedad basado en la latitud geográfica en el territorio continental de los Estados Unidos (52,53). Las personas que viven en las regiones del norte de los Estados Unidos habían aumentado riesgo de XFS en comparación con los que viven en las regiones centro y sur del país. Por otra parte, el riesgo aumentó a medida que el número de días soleados aumentaban. Estos datos sugieren que los factores geográficos, tales como exposición a la altura y a los rayos UV pueden contribuir a XFS. Se necesitan más estudios para determinar si estos factores juegan un papel en el riesgo XFS / XFG en poblaciones fuera de los EE.UU.
La relación entre el consumo de bebida con cafeína y el riesgo XFS / XFG también ha sido explorado como veremos más adelante. En un estudio prospectivo, los individuos que bebían ≥ 3 tazas de café con cafeína al día tenían mayor riesgo de desarrollar XFS / XFG. (54) No se encontró asociación con el consumo de otros productos con cafeína, como el té y los refrescos. Aunque el mecanismo exacto no está claro, el aumento de los niveles de homocisteína por consumo de café pueden contribuir a la formación de material exfoliativo a través de daño vascular, el estrés oxidativo y alteraciones en la matriz extracelular (54). Los mayores niveles en la ingesta de folato, recientemente se asociaron con un riesgo reducido de XFG, que apoya adicionalmente un papel para la homocisteína en la patogénesis de XFG / XFS (55).
Un traumatismo en el segmento anterior del ojo también puede contribuir al desarrollo de XFS / XFG, como lo demuestran los informes de casos de aparición de la enfermedad a una edad relativamente joven después de la cirugía a la cara anterior del ojo afectado (56).
GLAUCOMA Y SUPLEMENTACIÓN CON CALCIO Y HIERRO
Un grupo de investigación se ha centrado en dilucidar el papel del estrés oxidativo en la patogénesis de la muerte neuronal, así como la salida de humor acuoso (57), con especial interés en el papel que los oxidantes, tales como calcio y hierro, pueden desempeñar en la patogénesis de la enfermedad. El hierro es un potente oxidante que se acumula con el envejecimiento y cataliza la creación de radicales hidroxilo altamente reactivos, que pueden causar daño oxidativo al ADN y a los lípidos y proteínas adyacentes (45).
Los estudios in vitro han sugerido que la regulación del hierro, juega un papel en la patogénesis del glaucoma tanto en las células ganglionares retinianas (58), como en la malla trabecular (59). La desregulación de la homeostasis del calcio también ha sido implicada en algunas enfermedades neurodegenerativas (60), incluyendo el glaucoma (61). Un estudio encontró que las células de la malla trabecular de humanos donantes con glaucoma, eran defectuosas en la función mitocondrial, lo que generaba una sensibilidad anormal al estrés inducida por el calcio (62).
Se ha encontrado alteración en la regulación del calcio y sobrecargas de calcio en las células de la lámina cribosa de donantes con glaucoma, y existe una gran controversia que sugiere que el tratamiento de pacientes con glaucoma con bloqueadores de los canales de calcio, podría retardar la pérdida de campo visual (63).
Estudios previos animales y estudios preliminares con humanos han brindado un importante papel al hierro y al calcio, en el estrés oxidativo y en la patogénesis del glaucoma. Aunque, no ha habido estudios epidemiológicos que investiguen la relación del consumo de calcio y el hierro con el glaucoma. El análisis de la encuesta sobre nutrición y salud nacional (NHANES), es un estudio conductual de la población realizado por el centro de control y prevención de enfermedades (CDC), diseñado para evaluar el nivel de salud de la población de los Estados Unidos. En el 2007/2008 se mostró la información de este estudio, incluyendo la ingesta calculada de los nutrientes que consumía la población, obtenida a través de la encuesta. Se utilizó esta extensa, nacional y representativa muestra del estudio para observar la asociación entre glaucoma y el consumo de suplementos de hierro y calcio en la dieta (45).
El estudio con la muestra de población de Estados Unidos, compuesta por adultos de 40 años y de más edad, encontró que los participantes que consumían 800 mg/día o más de suplemento de calcio o 18mg/día de suplemento de hierro, tenían una probabilidad mayor de glaucoma, que aquellos que declaraban que no ingerían suplementos de calcio y hierro. El consumo simultáneo de calcio y hierro en los niveles nombrados, estaban asociados a una alta probabilidad de glaucoma (45).
Cabe la hipótesis de que los efectos perjudiciales de la ingesta de hierro suplementario para la salud, pueda ser debido, a que es un potente oxidante que se acumula en el cuerpo a lo largo de los años. El consumo de hierro complementario ha sido recientemente asociado con un aumento de la mortalidad total entre las mujeres ancianas (64). Además, estudios in vitro han sugerido potenciales mecanismos biológicos por los que el hierro intracelular puede estar relacionado con el glaucoma, observando que el hierro redox-activo fue elevado en las células de la malla trabecular (TM) que estaba estresada crónicamente en un estado hiperóxico (59). Los cambios en la expresión de los genes dependientes de la homeostasis del hierro también han sido observados, considerando la quelación de hierro intracelular que protege contra la apoptosis causada por el estrés oxidativo del H2O2 (59).
Se observaron diferencias en la expresión de los genes que regulan el hierro y los niveles de hierro asociado a proteínas, entre las células ganglionares de la retina de individuos con glaucoma y de individuos sin glaucoma, tanto en monos como en seres humanos (58). Las proteínas afectadas incluyen las del almacenamiento de hierro, las de captación, y las proteínas antioxidantes ferritina, transferrina, y ceruloplasmina, respectivamente. Nuestros resultados son consistentes con las conclusiones de estos estudios previos, de que la regulación del hierro y la respuesta al estrés oxidativo puede desempeñar un papel importante en la patogénesis del glaucoma por afectar al flujo de salida del humor acuoso y / o a la supervivencia de las células ganglionares de la retina (45).
El papel de la homeostasis del calcio en el glaucoma y en otras enfermedades neurodegenerativas, así como el envejecimiento, también se ha estudiado. La afluencia y la acumulación intracelular de altos niveles de calcio, se conoce que ocasionan la muerte celular a través de las caspasa- dependiente (mediadores esenciales de los procesos de apoptosis) de degradación (61). Además, el envejecimiento produce cambios sutiles en la homeostasis del calcio a través de la disfunción mitocondrial, que hace a las neuronas más vulnerables al estrés oxidativo (60). Antecedentes en la desregulación del calcio relacionado con la edad, combinado con factores de estrés ambiental o genéticos, hace que se plantee la hipótesis que los asocia con enfermedades neurodegenerativas (60).
En definitiva, después de ordenar los factores de confusión, factores demográficos, comorbilidades y conductas relacionadas con la salud, una ingesta mayor o igual de 800 mg/ día de calcio o una ingesta mayor o igual de 18 mg/día de hierro, fue asociada con una mayor probabilidad de originar glaucoma. Sin embargo es necesaria la investigación adicional para determinar si la ingesta de calcio y hierro, puede aumentar el riesgo de la progresión del glaucoma, y para dilucidar los posibles mecanismos por los que el consumo de estos oxidantes, puede influir en la patogénesis del glaucoma (45).
GLAUCOMA Y CONSUMO DE CAFEÍNA Y CAFÉ
La XFG, asociado con el XFS, es la forma no idiopática más común del glaucoma (65). En la XFG, la PIO puede elevarse debido al estrechamiento y al aumento de la pigmentación en el ángulo de filtración (66), al derrame de proteínas en la cámara anterior (67) o a la acumulación del material de exfoliación en la malla trabecular (68). Los factores de riesgo establecidos incluyen la edad avanzada (69,70), polimorfismos en los genes LOXL1 (genes lisil oxidasa) (71) y residir en latitudes al norte, como ya se ha comentado previamente en el apartado de etiología (71,72). Son necesarias estrategias efectivas para la prevención de la XFG (73).
Un posible factor de riesgo EG que ha recibido una atención considerable en la investigación, es la homocisteína (Hcy). Elevada concentración de homocisteina puede aumentar la formación de material de exfoliación, contribuyendo al daño vascular (74), al estrés oxidativo (75,76) y alteraciones en la matriz extracelular (77). La reducción de los niveles de homocisteina, puede ser un blanco atractivo para la intervención, ya que esto se puede lograr mediante el aumento de la ingesta de vitamina B6, vitamina B12, y lo más importante, ácido fólico (78). Varios estudios de casos y controles han reportado niveles de folato disminuidos en plasma con XFS (79,80,81,82,83), pero no encontraron diferencias en los niveles de vitamina B6 o B12 (84). Se realizó un estudio prospectivo entre 78.980 mujeres y 41.221 hombres seguidos durante más de 20 años, para relacionar la ingesta de café y el riesgo de exfoliación de glaucoma (85).
El consumo de café es mayor en los países escandinavos (86), haciendo el consumo de cafeína o de café, un atractivo candidato modificable como factor de riesgo del estilo de vida, en XFS y XFG. En el consumo café se ha demostrado que aumenta la homocisteína plasmática (87,88,89). Los componentes no cafeínicos del café, pueden ser responsables del aumento de los niveles de homocisteina, aunque los mecanismos exactos involucrados son poco claros (90,91). Mientras que el consumo de café también puede conducir directamente a modestas elevaciones transitorias de la PIO, es poco probable el efecto que ejerce la cafeína sobre la dinámica del humor acuoso (92,93), que contribuye a la acumulación de material ocular y a la posterior exfoliación de glaucoma.
Debido a que este es el primer estudio prospectivo para evaluar la cafeína a largo plazo, la ingesta de café, y el riesgo de XFG / XFS, los resultados, deben interpretarse con cautela y ser confirmados con análisis futuros.
El efecto de la elevación de Hcy ante el consumo de café, representa un enlace biológicamente plausible entre el consumo de café y la XFS. Después de la ingestión de cafeína filtrada del café, hay un aumento de Hcy y de polifenoles en plasma (87,88,89), tales como el ácido clorogénico, un compuesto abundante en el café, pero que no se encuentra en otros alimentos, y que pueden contribuir a este efecto (90,91). La homocisteina en el estudio Hordaland (un estudio basado en la población de 11.940 sujetos sanos que reside en Noruega) encontró que el tabaquismo, el consumo de café, y los niveles bajos de folato se asociaban con unos mayores niveles de Hcy sérica (94). Varios estudios muestran que los niveles de Hcy están elevados en sangre, en humor acuoso y en lágrimas tomadas de pacientes con XFS, en comparación con los niveles de homocisteina en el grupo control. La fuerza de este estudio es su diseño prospectivo, donde la ingesta de cafeína y de café se evaluó antes de la ocurrencia de la enfermedad, por lo que el sesgo de recuerdo es muy poco probable. Este fue un gran estudio con 360 casos incidentes, entre 78,977 mujeres y 41.202 hombres que fueron seguidos durante 26 años. Otros puntos fuertes de este estudio incluyen la constancia en la valoración dietética y la evaluación de los factores de riesgo del estilo de vida durante el seguimiento (73).
En resumen, en esta primera investigación prospectiva de la base poblacional sobre la relación entre la ingesta de cafeína y café, y el riesgo de desarrollar XFG / XFS, se encontró que existía una asociación positiva entre el consumo del mismo y la probabilidad de desarrollar XFG / XFS. Las posibles modificaciones que surgen por la historia clínica familiar en la asociación con la cafeína merecen más estudio (73).
Después de la realización del estudio prospectivo se llegó a la conclusión de que la homocisteina tenía un papel etiológico en la XFG. Se observó una tendencia que sugería un menor riesgo de XFG con una mayor ingesta de folato total, lo cual apoyaba la importancia del papel de la homocisteina en el desarrollo de la XFG (73).
La asociación de menor riesgo de XFG con mayor ingesta de folato y no con la ingesta de vitamina B6 o vitamina B12, es consistente con un reciente meta-análisis de estudios de casos y controles de los niveles plasmáticos de Hcy, ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12 (73).
CATARATAS
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la vida, el cristalino es sometido a cambios bioquímicos, fisiológicos y funcionales. Muchos de estos cambios resultan por una baja flexibilidad del cristalino con una capacidad limitada de acomodación a los mismos. Con el envejecimiento de la lente, sus proteínas son dañadas debido a la fotooxidación, y se conectan en cadenas paralelas complejas, las cuales se agregan, precipitan y acumulan en opacidades en el cristalino (91). La disfunción del cristalino debido a estas opacidades es lo que se conoce como cataratas. El término cataratas asociadas a la edad se utiliza para distinguir la opacidad del cristalino asociado a una mayor edad, con la opacidad iatrogénica asociada a otras causas, como la congénita y enfermedades metabólicas, la opacidad inducida por medicación, por algún traumatismo o por alta radiación energética.
CLASIFICACIÓN
En el ámbito clínico, las opacidades son evaluadas por separado en las regiones corticales, nucleares y subcapsulares posteriores del cristalino ya que son fenotípicamente diferenciables. Pueden definirse como mixtas, si la opacidad está presente en más de una localización. La distinción clasificatoria en las diferentes zonas del cristalino es muy importante, ya que las cataratas dependiendo la ubicación en la que se encuentren se cree que puede cambiar la etiología de las mismas (92).
Sin embargo, algunos exámenes oftalmológicos no han sido capaces de distinguir unos tipos de cataratas de otros. Los resultados de estos exámenes describen este tipo de cataratas como “cataratas estándar”. Existen algunos sistemas para evaluar y clasificar las cataratas. Muchos de ellos, utilizan una valoración de la extensión, de la densidad y de la localización de la opacidad (93,94). Teniendo en cuenta las diferencias en la etiología de las cataratas nucleares, corticales y subcapsulares (PSC), una buena alimentación está normalmente relacionado con una disminución del riesgo de las cataratas nucleares, aunque en menor medida con la reducción del riesgo de las corticales o PSC. Debido a las diferencias en la etiología, las relaciones entre el estado nutritivo y el riesgo de cada tipo de catarata se está discutiendo por separado (95).
EPIDEMIOLOGÍA
Las cataratas asociadas a la edad (CAE) es la principal causa de ceguera y visión deterioro en todo el mundo (96). Se estima que 20 millones de personas mayores de 40 años con discapacidad visual, se debe a CAE en los Estados Unidos (97). Aunque los nuevos métodos terapéuticos surgieron en los últimos años y la mayoría de los casos de CAE pueden ser curados, los costes de tratamiento elevados y crecientes demandas de la terapia desafiarán la estabilidad económica a largo plazo de los sistemas de atención de salud. Con la población que envejece rápidamente, las CAE han traído una carga masiva a la atención médica convirtiéndolas en un importante problema de salud pública (98). Por lo tanto, la identificación de factores modificables disponibles para prevenir o retrasar el desarrollo de las CAE es una estrategia crucial.
FACTORES DE RIESGO Y ETIOLOGÍA
La edad, sexo, estado de la educación, el tabaquismo, la diabetes y la obesidad son factores de riesgo de cataratas. Los hombres son más propensos a las cataratas del PSC, mientras que las mujeres son más propensas a tener cataratas corticales. Caucásicos y los que tienen un título universitario tienen un menor riesgo de catarata cortical en comparación con los no caucásicos y los que tienen una educación secundaria o menos (99).
Un importante grupo de investigación indica que la intervención nutricional puede ofrecer una manera de disminuir el riesgo de cataratas. Gran parte de las primeras investigaciones sobre el papel de la dieta en la catarata se centraron en los antioxidantes, pero este estudio se ha ampliado para incluir macronutrientes tales como ácidos grasos y carbohidratos. El papel de los nutrientes en la salud ocular también se ha explorado en una variedad de sistemas-modelo, incluyendo in vitro, cultivo celular, animal y estudios en humanos (100).
El cristalino es especialmente propenso a las opacidades debido al alto contenido proteico y al mínimo reemplazo proteico de estas proteínas a lo largo de los años. Durante el proceso de envejecimiento, estas proteínas son objeto de un estrés crónico, al estar expuestas tanto a la incidencia de la luz ultravioleta, como a otras formas de alta energía de radiación. La radiación artificial ultravioleta, como la que producen las camas de bronceado, las lámparas fluorescentes o los excimer laser, pueden también incrementar el riesgo de cataratas, especialmente entre ancianos (99).
Oxígeno en exceso y sus metabolitos reactivos, junto con muchos otros restos, han sido relacionados con un mayor riesgo de cataratas. La catarata se observó en los pacientes tratados con una terapia de oxígeno hiperbárico. Tras el estrés oxidativo, se observaron niveles elevados de glutatión disulfuro, la forma oxidada del antioxidante glutatión (GSH), junto con una disminución de los niveles de GSH reducido. La comparación química explica la acumulación de puentes disulfuro en proteínas, el estrés oxidativo y el envejecimiento en el cristalino (105).
Fumar y el tabaco de mascar inducen estrés oxidativo y se han asociado con niveles disminuidos de antioxidantes, incluyendo ascorbato, tocoferoles y carotenoides, así como la presencia de una esclerosis nuclear exacerbada y un mayor riesgo de cataratas, especialmente cataratas nucleares (106).
Además, en el estudio AREDS, como ya se ha explicado previamente, los hombres y mujeres recibieron al azar un placebo o un cóctel de 500 mg de vitamina C, 400 UI de vitamina E, y 15 mg de β-caroteno por un promedio de 6,3 años. Los ex fumadores tenían un mayor riesgo de la cirugía de cataratas que los no fumadores, y los fumadores actuales tenían un mayor riesgo de cataratas corticales (107). De acuerdo con una etiología relacionada con el estrés oxidativo de las cataratas, también hubo un riesgo disminuido de cataratas en fumadores médicos varones que utilizaban multivitaminas. Sin embargo, el aumento del consumo de todos los antioxidantes no siempre era beneficioso entre los fumadores, como se indicó por un aumento del riesgo de cáncer de pulmón entre los fumadores suplementados con β-caroteno (108).
RETINOSIS PIGMENTARIA (RP)
INTRODUCCIÓN
La retinosis pigmentaria (RP) comprende un grupo diverso de enfermedades caracterizadas por la degeneración progresiva de los fotorreceptores de la retina (células sensibles a la luz) y el epitelio pigmentario de la retina adyacente(109). La retinitis pigmentosa a menudo se asocia con otras anomalías oculares, además de la degeneración de la retina, como cataratas o edema macular quístico (110).
RP es una condición genética, y su patrón de herencia autosómico dominante puede ser (30%), autosómica recesiva (20%), ligada a X (15%), mitocondrial (5%), o esporádico (30%). Al menos 50 defectos genéticos independientes han informado, que están asociados con RP (109).
Dependiendo de la variante genética específica, los síntomas pueden manifestarse durante la infancia o la edad adulta (111). Generalmente, los pacientes desarrollan la ceguera nocturna en la adolescencia, y la pérdida de la visión lateral en la edad adulta. A medida que avanza el estado, los pacientes desarrollan una “visión de túnel” y algunos se quedan prácticamente ciegos a la edad de 60 años. Medidas de función visual y estudios histopatológicos han establecido que la pérdida visual se produce debido a la pérdida de función, y a la degeneración de los fotorreceptores de conos y bastones en toda la retina (112).
COMPONENTES NUTRICIONALES RELACIONADOS CON LA RP
Los mecanismos mediante los cuales la vitamina A y el DHA pueden modificar el proceso de la enfermedad en la retinitis pigmentosa, aún no han sido plenamente explicados. Sin embargo, la vitamina A ha demostrado que tiene un papel importante en la función de los fotorreceptores de la retina. La rodopsina es un pigmento situado en los bastones de la retina, que permite a las varillas detectar pequeñas cantidades de luz. La rodopsina, junto con otros pigmentos en la retina, almacena los compuestos de vitamina A, por lo que a vitamina A es importante para la formación de la rodopsina y el ciclo visual (113,114).
El DHA, de manera similar, se encuentra dentro de las membranas celulares de los fotorreceptores, y algunos autores han sugerido que podría tener un papel funcional (115).
RP es una enfermedad poco común, pero clínicamente importante. Es progresiva, y no tiene ningún tratamiento probado. Los aceites de vitamina A y de pescado se han propuesto como potencialmente terapéuticos en algunos de los ensayos clínicos que se han llevados a cabo. Por lo tanto, la síntesis de toda la evidencia disponible sobre este tema en una revisión sistemática, queda más que justificada (111).
Después de revisar los resultados de tres ensayos controlados aleatorios (ECA) (111) no hay ninguna evidencia clara para el beneficio del tratamiento con vitamina A o ácido docosahexaenoico (extraído del aceite de pescado), o ambos, para los pacientes con retinitis pigmentosa (RP), en términos de cambio en el campo visual y amplitudes del electroretinogramas (ERG) después de un año, y el cambio en la agudeza visual a los cinco años de seguimiento. Por lo tanto, en la actualidad no hay datos suficientes para recomendar el uso de estas dos intervenciones para los pacientes con RP. Aunque los criterios de exclusión a través de los ensayos incluidos fueron extensos, lo que limita la aplicabilidad de la evidencia a muchos pacientes con RP, es poco probable que los ensayos futuros incluirían pacientes que cumplen con estos criterios. Por lo tanto, los resultados de los ensayos incluidos en esta revisión sistemática se deben considerar con cuidado en el manejo de pacientes que cumplen con estos criterios de exclusión. Los efectos secundarios sistémicos o de toxicidad para la suplementación a largo plazo de altas dosis de vitamina A, es desconocido (111).
Otro ensayo aleatorio, doble ciego, para determinar si los suplementos de luteína ralentizarán la disminución de la función visual en pacientes con retinitis pigmentosa recibiendo también vitamina A. No se observaron efectos tóxicos significativos de la suplementación con luteína. La suplementación con luteína de 12 mg / día redujo la pérdida de campo visual medio periférico entre los adultos no fumadores con retinitis pigmentosa que tomaban también vitamina A (116).
BIBLIOGRAFÍA:
1- D. S. Friedman, B. J. O’Colmain, B.Mu ̃noz et al., “Prevalence of age-related macular degeneration in theUnited States,” Archives of Ophthalmology, vol. 122, no. 4, pp. 564–572, 2004.
2- National Eye Institute, N.I.H. Facts about Age-Related Macular Degeneration; National Eye Institute: Bethesda, MD, USA, 2010.
3- Zarbin, M.A. Age-related macular degeneration: Review of pathogenesis. Eur. J. Ophthalmol. 1998, 8, 199–206.
4- Sung, C.H.; Chuang, J.Z. The cell biology of vision. J. Cell Biol. 2010, 190, 953–963.
5- Nicholls SJ. The complex intersection of inflammation and oxidation: implications for atheroprotection. J Am Coll Cardiol. 2008; 52:1379–1380. [PubMed: 18940526]
6- Hollyfield JG, Bonilha VL, Rayborn ME, Yang X, Shadrach KG, Lu L, Ufret RL, Salomon RG, Perez VL. Oxidative damage- induced inflammation initiates age-related macular degeneration. Nat Med. 2008; 14:194–198. [PubMed: 18223656]
7- Zarbin MA. Current concepts in the pathogenesis of age- related macular degeneration. Arch Ophthalmol. 2004; 122:598–614. [PubMed: 15078679]
8- Rattner A, Nathans J. Macular degeneration: recent advances and therapeutic opportunities. Nat Rev Neurosci. 2006; 7:860–872. [PubMed: 17033682]
9- Gill R, Tsung A, Billiar T. Linking oxidative stress to inflammation: Toll-like receptors. Free Radic Biol Med. 2010; 48:1121–1132. [PubMed: 20083193]
10- Khaper N, Bryan S, Dhingra S, Singal R, Bajaj A, Pathak CM, Singal PK. Targeting the vicious inflammation-oxidative stress cycle for the management of heart failure. Antioxid Redox Signal. 2010; 13:1033–1049. [PubMed: 20380580]
11- Sparrow JR, Boulton M. RPE lipofuscin and its role in retinal pathobiology. Exp Eye Res. 2005; 80:595–606. [PubMed: 15862166]
12- Caballero M, Liton PB, Epstein DL, Gonzalez P. Proteasome inhibition by chronic oxidative stress in human trabecular meshwork cells. Biochem Biophys Res Commun. 2003; 308:346–352. [PubMed: 12901875]
13- Larrayoz IM, Huang JD, Lee JW, Pascual I, Rodriguez IR. 7- ketocholesterol-induced inflammation: involvement of multiple kinase signaling pathways via NFkappaB but independently of reactive oxygen species formation. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2010; 51:4942– 4955. [PubMed: 20554621]
14- Anderson DH, Mullins RF, Hageman GS, Johnson LV. A role for local inflammation in the formation of drusen in the aging eye. Am J Ophthalmol. 2002; 134:411–431. [PubMed: 12208254]
15- Qingning Bian; Shasha Gao; Jilin Zhou.Lutein and zeaxanthin supplementation reduces photo-oxidative damage and modulates the expression of inflammation-related genes in retinal pigment epithelial cells. Free Radic Biol Med. 2012 September 15; 53(6): 1298–1307.
16- Fernandes AF, Zhou J, Zhang X, Bian Q, Sparrow J, Taylor A, Pereira P, Shang F. Oxidative inactivation of the proteasome in retinal pigment epithelial cells. A potential link between oxidative stress and up-regulation of interleukin-8. J Biol Chem. 2008; 283:20745–20753. [PubMed: 18502748]
17- Fernandes AF, Bian Q, Jiang JK, Thomas CJ, Taylor A, Pereira P, Shang F. Proteasome inactivation promotes p38 mitogen- activated protein kinase-dependent phosphatidylinositol 3- kinase activation and increases interleukin-8 production in retinal pigment epithelial cells. Mol Biol Cell. 2009; 20:3690– 3699. [PubMed: 19570915]
18- Fernandes AF, Guo W, Zhang X, Gallagher M, Ivan M, Taylor A, Pereira P, Shang F. Proteasomedependent regulation of signal transduction in retinal pigment epithelial cells. Exp Eye Res. 2006
19- N. M. Bressler, Q. V. Doan, R. Varma et al., “Estimated cases of legal blindness and visual impairment avoided using ranibizumab for choroidal neovascularization: non-Hispanic white population in theUnited Stateswith age-related macular degeneration,” Archives of Ophthalmology, vol. 129, no. 6, pp. 709–717, 2011.
20- E. Y. Chew, A. S. Lindblad, and T. Clemons, “Summary results and recommendations from the age-related eye disease study,” Archives of Ophthalmology, vol. 127, no. 12, pp. 1678–1679, 2009.
21- H. P. Y. Sin, D. T. L. Liu, and D. S. C. Lam, “Lifestyle modification, nutritional and vitamins supplements for age- related macular degeneration,” Acta Ophthalmologica, vol. 91, no. 1, pp. 6–11, 2013.
22- R. Vishwanathan, M. Chung, and E. J. Johnson, “A systematic review on zinc for the prevention and treatment of age- related macular degeneration,” Investigative Ophthalmology and Visual Science, vol. 54, no. 6, pp. 3985–3998, 2013.
23- K. A.Weikel,C. J.Chiu, andA.Taylor, “Nutritional modulation of age-relatedmacular degeneration,”Molecular Aspects ofMedicine, vol. 33, no. 4, pp. 318–375, 2012.
24- The Age-Related Eye Disease Study 2 (AREDS2) Research Group, “Lutein + zeaxanthin and omega-3 fatty acids for agerelated macular degeneration: the Age-Related Eye Disease Study 2 (AREDS2) randomized clinical trial,” The Journal of the American Medical Association, vol. 309, no. 19, pp. 2005–2015, 2013.
25- Khandhadia S, Lotery A: Oxidation and agerelated macular degeneration: insights from molecular biology. Expert Rev Mol Med 2010; 12:e34.
26- Christen WG, Glynn RJ, Hennekens CH: Antioxidants and age- related eye disease. Current and future perspectives. Ann Epidemiol 1996; 6: 60–66.
27- Julien S, Biesemeier A, Kokkinou D, et al: Zinc deficiency leads to lipofuscin accumulation in the retinal pigment epithelium of pigmented rats. PLoS One 2011; 6:e29245.
28- Age-Related Eye Disease Study Research Group: Report 8. Arch Ophthalmol 2001; 119: 1417–1436.
29- Age-Related Eye Disease Study 2 Research Group: Lutein + zeaxanthin and omega-3 fatty acids for age-related macular degeneration: the Age-Related Eye Disease Study 2 (AREDS2) randomized clinical trial. JAMA 2013; 309: 2005–2015.
30- Chew EY, Clemons TE, Agrón E, et al: Longterm effects of vitamins C and E, β-carotene, and zinc on age-related macular degeneration: AREDS report No 35. Ophthalmology 2013; 120: 1604–1611.
31- The Alpha-Tocopherol, Beta Carotene Cancer Prevention Study Group: The effect of vitamin E and beta carotene on the incidence of lung cancer and other cancers in male smokers. N Engl J Med 1994; 330: 1029–1035.
32- Omenn GS, Goodman GE, Thornquist MD, et al: Effects of a combination of beta carotene and vitamin A on lung cancer and cardiovascular disease. N Engl J Med 1996; 334: 1150– 1155.
33- Chong EW, Robman LD, Simpson JA, et al: Fat consumption and its association with age related macular degeneration. Arch Ophthalmol 2009; 127: 674–680.
34- Christen WG, Schaumberg DA, Glynn RJ, et al: Dietary omega- 3 fatty acid and fish intake and incident age-related macular degeneration in women. Arch Ophthalmol 2011; 129: 921– 929.
35- Tan JS, Wang JJ, Flood V, Mitchell P: Dietary fatty acids and the 10-year incidence of age related macular degeneration: the Blue Mountains Eye Study. Arch Ophthalmol 2009; 127: 656–665.
36- Tan JSL, Wang JJ, Flood V, Mitchel Pl: Dietary fatty acids and the 10-year incidence of age-related macular degeneration: the Blue Mountain Eye Study. Arch Ophthalmol 2009; 127: 656–665.
37- Seddon JK, et al: Dietary carotenoids, vitamins A, C, and E, and advanced age-related macular degeneration. Eye Disease Case- Control Study Group. JAMA 1995; 272: 1413– 1420.
38- Walter Andreatta Samer; El-Sherbiny. Evidence-Based Nutritional Advice for Patients Affected by Age-Related Macular Degeneration. Ophthalmologica 2014;231:185–190.
39- Evans JR, Lawrenson JG: Antioxidant vitamin and mineral supplements for slowing the progression of age-related macular degeneration. Cochrane Database Syst Rev 2012; 11: CD000254.
40- Lawrenson JG, Evans JR: Omega 3 fatty acids for preventing or slowing the progression of age-related macular degeneration. Cochrane Database Syst Rev 2012; 11:CD010015.
41- Maria del Mar Bibiloni; Maria Elisa Zapata; Juan A. Aragón. Estimation of antioxidants dietary intake in wet age-related macular degeneration patients. Nutr Hosp. 2014;29(4):880- 888.
42- Montgomery MP, Kamel F, Pericak-Vance MA, Haines JL, Postel EA, Agarwal A et al. Overall diet quality and age-related macular degeneration. Ophtalmic Epidemiol 2010; 17: 58-65.
43- Quigley HA, Dunkelberger GR, Green WR. Retinal ganglion cell atrophy correlated with automated perimetry in human eyes with glaucoma. Am J Ophthalmol. 1989;107(5):453– 464.
44- Harwerth RS, Carter-Dawson L, Shen F, Smith EL 3rd, Crawford ML. Ganglion cell losses underlying visual field defects from experimental glaucoma. Invest Ophthalmol Vis Sci. 1999;40(10): 2242–2250.
45- Sophia Y. Wang; Kuldev Singh; and Shan C. Lin. The Association between Glaucoma Prevalence and Supplementation with the Oxidants Calcium and Iron.
46- Izzotti A, Bagnis A, Sacca` SC. The role of oxidative stress in glaucoma. Mutat Res 2006; 612(2): 105–114.
47- Ritch R. Neuroprotection: is it already applicable to glaucoma therapy? Curr Opin Ophthalmol 2000; 11(2): 78–84.
48- Ritch R, Schlotzer-Schrehardt U. Exfoliation syndrome. Survey of ophthalmology. 2001 Jan-Feb; 45(4):265–315. [PubMed: 11166342]
49- Ritch R. The management of exfoliative glaucoma. Progress in brain research. 2008; 173:211–224. [PubMed: 18929111]
50- Elhawy E, Kamthan G, Dong CQ, Danias J. Pseudoexfoliation syndrome, a systemic disorder with ocular manifestations. Human genomics. 2012; 6:22. [PubMed: 23157966]
51- Katsi V, Pavlidis AN, Kallistratos MS, et al. Cardiovascular Repercussions of the Pseudoexfoliation Syndrome. North American journal of medical sciences. 2013 Aug; 5(8):454– 459. [PubMed: 24083219]
52- Stein JD, Pasquale LR, Talwar N, et al. Geographic and climatic factors associated with exfoliation syndrome. Archives of ophthalmology. 2011 Aug; 129(8):1053–1060. [PubMed: 21825188]
53- Kang JH, Loomis S, Wiggs JL, Stein JD, Pasquale LR. Demographic and geographic features of exfoliation glaucoma in 2 United States-based prospective cohorts. Ophthalmology. 2012 Jan; 119(1):27–35. [PubMed: 21982415]
54- Pasquale LR, Wiggs JL, Willett WC, Kang JH. The Relationship between caffeine and coffee consumption and exfoliation glaucoma or glaucoma suspect: a prospective study in two cohorts. Investigative ophthalmology & visual science. 2012 Sep; 53(10):6427–6433. [PubMed: 22918628]
55- Kang JH, Loomis SJ, Wiggs JL, Willett WC, Pasquale LR. A Prospective Study of Folate, Vitamin B6, and Vitamin B12 Intake in Relation to Exfoliation Glaucoma or Suspected Exfoliation Glaucoma. JAMA ophthalmology. 2014 Apr 3.
56- Horven I, Hutchinson BT. Exfoliation syndrome. Case reports of 31 and 35-year-old patients. Acta Ophthalmol (Copenh). 1967; 45(3):294–298. [PubMed: 4862157]
57- Izzotti A, Bagnis A, Sacca` SC. The role of oxidative stress in glaucoma. Mutat Res. 2006;612(2):105–114.
58- Farkas RH, Chowers I, Hackam AS, et al. Increased expression of iron-regulating genes in monkey and human glaucoma. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2004;45(5):1410–1417.
59- Lin Y, Epstein DL, Liton PB. Intralysosomal iron induces lysosomal membrane permeabilization and cathepsin D- mediated cell death in trabecular meshwork cells exposed to oxidative stress. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2010;51(12):6483– 6495.
60- Wojda U, Salinska E, Kuznicki J. Calcium ions in neuronal degeneration. IUBMB Life. 2008;60(9):575–590.
61- Crish SD, Calkins DJ. Neurodegeneration in glaucoma: progression and calcium-dependent intracellular mechanisms. Neuroscience. 2011;176:1–11.
62- He Y, Ge J, Tombran-Tink J. Mitochondrial defects and dysfunction in calcium regulation in glaucomatous trabecular meshwork cells. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2008;49(11):4912– 4922.
63- Koseki N, Araie M, Tomidokoro A, et al. A placebo-controlled 3-year study of a calcium blocker on visual field and ocular circulation in glaucoma with low-normal pressure. Ophthalmology. 2008;115(11):2049–2057.
64- Panel on Micronutrients, Food and Nutrition Board, Institute of Medicine (U.S.). DRI, dietary reference intakes for vitamin A, vitamin K, arsenic, boron, chromium, copper, iodine, iron, manganese, molybdenum, nickel, silicon, vanadium, and zinc: a report of the Panel on Micronutrients. Washington, DC: Food and Nutrition Board, Institute of Medicine. National Academies Press; 2001.
65- Ritch R, Schlotzer-Schrehardt U, Konstas AG. Why is glaucoma associated with exfoliation syndrome? Prog Retin Eye Res. May; 2003 22(3):253–275. [PubMed: 12852486]
66- Wishart PK, Spaeth GL, Poryzees EM. Anterior chamber angle in the exfoliation syndrome. Br J Ophthalmol. Feb; 1985 69(2):103–107. [PubMed: 3966996]
67- Kuchle M, Nguyen NX, Hannappel E, Naumann GO. The blood- aqueous barrier in eyes with pseudoexfoliation syndrome. Ophthalmic Res. 1995; 27(Suppl 1):136–142. [PubMed: 8577452]
68- Schlotzer-Schrehardt U, Naumann GO. Trabecular meshwork in pseudoexfoliation syndrome with and without open-angle glaucoma. A morphometric, ultrastructural study. Invest Ophthalmol Vis Sci. Aug; 1995 36(9):1750–1764. [PubMed: 7635652]
69- Karger RA, Jeng SM, Johnson DH, Hodge DO, Good MS. Estimated incidence of pseudoexfoliation syndrome and pseudoexfoliation glaucoma in Olmsted County, Minnesota. J Glaucoma. Jun; 2003 12(3):193–197. [PubMed: 12782834]
70- Arnarsson A, Damji KF, Sasaki H, Sverrisson T, Jonasson F. Pseudoexfoliation in the Reykjavik Eye Study: five-year incidence and changes in related ophthalmologic variables. Am J Ophthalmol. Aug; 2009 148(2):291–297. [PubMed: 19427619]
71- Thorleifsson G, Magnusson KP, Sulem P, et al. Common sequence variants in the LOXL1 gene confer susceptibility to exfoliation glaucoma. Science. Sep 7; 2007 317(5843):1397– 1400. [PubMed: 17690259]
72- Kang JH, Wiggs JL, Stein JD, Pasquale LR. Demographic and geographic features of exfoliation glaucoma in 2 United States-based prospctive cohorts. Ophthalmology. 2012; 119(1):27–35. [PubMed: 21982415]
73- Louis R. Pasquale; Janey L. Wiggs; Walter C. Willett. The Relationship between Caffeine and Coffee Consumption and Exfoliation Glaucoma or Glaucoma Suspect: A Prospective Study in Two Cohorts.
74- Brooks AM, Gillies WE. The development of microneovascular changes in the iris in pseudoexfoliation of the lens capsule. Ophthalmology. Sep; 1987 94(9):1090–1097. [PubMed:2446230]
75- Gartaganis SP, Patsoukis NE, Nikolopoulos DK, Georgiou CD.Evidence for oxidative stress in lens epithelial cells in 270. pseudoexfoliation syndrome. Eye. Nov; 2007 21(11):1406– 1411. [PubMed:17001325]
76- Yagci R, Gurel A, Ersoz I, et al. Oxidative stress and protein oxidation in pseudoexfoliation syndrome. Curr Eye Res. Dec; 2006 31(12):1029–1032. [PubMed: 17169841]
77- Eagle RC Jr. Font RL, Fine BS. The basement membrane exfoliation syndrome. Arch Ophthalmol. Mar; 1979 97(3):510–515. [PubMed: 420639]
78- Selhub J, Bagley LC, Miller J, Rosenberg IH. B vitamins, homocysteine, and neurocognitive function in the elderly. Am J Clin Nutr. 2000; 71:614S–620S. [PubMed: 10681269]
79- Cumurcu T, Sahin S, Aydin E. Serum homocysteine, vitamin B 12 and folic acid levels in different types of glaucoma. BMC 536. Ophthalmol. 2006; 6:6. [PubMed: 16504073]
80- Saricaoglu MS.Plasma homocysteine levels and vitamin B status in patients with Pseudoexfoliation syndrome. Saudi Med J. Jun; 2006 27(6):833–837.[PubMed: 16758045]
81- Roedl JB, Bleich S, Reulbach U, et al. Homocysteine in tear fluid of patients with pseudoexfoliation glaucoma. J Glaucoma. Mar; 2007 16(2):234–239. [PubMed: 17473737]
82- Roedl JB, Bleich S, Reulbach U, et al. Homocysteine levels in aqueous humor and plasma of patients with primary open- angle glaucoma. J Neural Transm. 2007; 114(4):445–450. [PubMed: 16932990]
83- Xu F, Zhang L, Li M. Plasma homocysteine, serum folic acid, serum vitamin B12, serum vitamin B6, MTHFR and risk of pseudoexfoliation glaucoma: a meta-analysis. Graefe’s archive for clinical and experimental ophthalmology = Albrecht von Graefes Archiv fur klinische und experimentelle Ophthalmologie. Jul; 2012 250(7):1067–1074.
84- Tranchina L, Centofanti M, Oddone F, et al. Levels of plasma homocysteine in pseudoexfoliation glaucoma. Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol. Mar; 2011 249(3):443–448. [PubMed: 20740289]
85- Jae H. Kang; ScD1; Stephanie J. Loomis. A prospective study of folate, vitamin B6 and vitamin B12 in relation to exfoliation glaucoma or exfoliation glaucoma suspect. JAMA Ophthalmol. 2014 May ; 132(5): 549–559.
86- Charts Bin. Current worldwide annual coffee consumption per capita. World Resource Institute. Available at chartbin. com/view/581. Accessed August 25, 2012.
87- Grubben MJ, Boers GH, Blom HJ, et al. Unfiltered coffee increases plasma homocysteine concentrations in healthy volunteers: a randomized trial. Am J Clin Nutr. 2000;71: 480– 484.
88- Urgert R. Heavy coffee consumption and plasma homocysteine: a randomized controlled trial in healthy volunteers. Am J Clin Nutr. 2000;72: 1107–1110.
89- Christensen B. Abstention from filtered coffee reduces the concentrations of plasma homocysteine and serum cholesterol–a randomized controlled trial. Am J Clin Nutr. 2001;74:302–307.
90- Verhoef P. Contribution of caffeine to the homocysteine-raising effect of coffee: a randomized controlled trial in humans. Am J Clin Nutr. 2002;76:1244–1248.
91- Srivastava OP. Age-related increase in concentration and aggregation of degraded polypeptides in human lenses. Exp Eye Res. 1988; 47:525–543. [PubMed: 3181333]
92- Taylor, A.; Nowell, T. Oxidative stress and antioxidant function in relation to risk for cataract. In: Sies, H., editor. Antioxidants in Disease Mechanisms and Therapy. Advances in Pharmacology. Academic Press; San Diego: 1997. p. 515- 12 and folic acid levels in different types of glaucoma. BMC 536. Ophthalmol. 2006; 6:6. [PubMed: 16504073]
93- Chylack LT Jr, Wolfe JK, Singer DM, et al. The Lens Opacities Classification System III. The Longitudinal Study of Cataract Study Group. Arch Ophthalmol. 1993; 111:831–836. [PubMed: 8512486]
94- Taylor HR, West SK. A simple system for the clinical grading of lens opacities. Yan Ke Xue Bao. 1988; 4:14–18. [PubMed: 3240794]
95- Chylack, LT, Jr.. Function of the lens and methods of quantifying cataract. In: Taylor, A., editor. Nutritional and Environmental Influences on the Eye. Vol. 1999. CRC Press; Boca Raton, FL: p.25-52.
96- Stevens, G.A.; White, R.A.; Flaxman, S.R.; Price, H.; Jonas, J.B.; Keeffe, J.; Leasher, J.; Naidoo, K.; Pesudovs, K.; Resnikoff, S.; et al. Global prevalence of vision impairment and blindness: Magnitude and temporal trends, 1990–2010. Ophthalmology 2013, 120, 2377–2384.
97- Congdon, N.; O’Colmain, B.; Klaver, C.C.; Klein, R.; Muñoz, B.; Friedman, D.S.; Kempen, J.; Tayle, H.R.; Mitchell, P. Causes and prevalence of visual impairment among adults in the United States. Arch. Ophthalmol. 2004, 122, 477–485.
98- Rao, G.N.; Khanna, R.; Payal, A. The global burden of cataract. Curr. Opin. Ophthalmol. 2011, 22, 4–9.
99- Chang JR, Koo E, Agron E, et al. Risk factors associated with incident cataracts and cataract surgery in the Age-Related Eye Disease Study (AREDS): AREDS report number 32. Ophthalmology. 2011; 118:2113–2119. [PubMed: 21684602]
100- Karen A Weikel. Nutritional modulation of cataract. Nutr Rev. 2014 January ; 72(1): 30–47.
105- West, SK. Smoking and the risk of eye diseases. In: Taylor, A., editor. Nutritional and Environmental Influences on the Eye. Vol. 1999. CRC Press; Boca Raton, FL: p. 151-164.
106- Kelly SP et al. Smoking and cataract: review of causal association. J Cataract Refract Surg. 2005; 31:2395–2404. [PubMed: 16473237]
107- Chang JR et al. Risk factors associated with incident cataracts and cataract surgery in the Age-Related Eye Disease Study (AREDS): AREDS report number 32. Ophthalmology. 2011; 118:2113–2119. [PubMed: 21684602]
108- Virtamo J et al. Incidence of cancer and mortality following α- tocopherol and β-carotene supplementation: a post intervention follow-up. JAMA. 2003;
290:476– 485. [PubMed: 12876090]
109- Daiger SP, Bowne SJ, Sullivan LS. Perspective on genes and mutations causing retinitis pigmentosa. Archives of Ophthalmology. 2007; 125(2):151–158. [PubMed: 17296890]
110- Hartong DT, Berson EL, Dryja TP. Retinitis pigmentosa. Lancet. 2006 368(9549)1795–1809. [PubMed: 17113430]
111- Sobharani Rayapudi. Vitamin A and fish oils for retinitis pigmentosa. Cochrane Database Syst Rev. ; 12: CD008428. 2014.
112- Eliot L. Berson.Ph.D. Omega-3 Intake and Visual Acuity in Patients with Retinitis Pigmentosa on Vitamin A. Arch Ophthalmol. 2012 June ; 130(6): 707–711.
113- Besron EL. Nutrition and retinal degenerations: Vitamin A, taurine, ornithine, and phytanic acid. Retina. 1982; 2(4):236– 255. [PubMed: 6101131]
114- Dowling JE. The biological function of vitamin A acid. Proceedings of the National Academy of Sciences. 1960; 46(5):587–608.
115- Chen . Docosahexaenoic acid modulates the interactions of the interphotoreceptor retinoid-binding protein with 11-cis-retinal. Journal of Biological Chemistry. 1996; 271(34):20507–20515. [PubMed: 8702792]
116- Eliot. L Berson. Clinical Trial of Lutein in Patients with Retinitis Pigmentosa Receiving Vitamin A. Lutein in Patients with Retinitis Pigmentosa Receiving Vitamin A.