Excelencia Clínica la mejora de la seguridad de los pacientes, introduciendo como quinto objetivo la participación de los pacientes en la estrategia de seguridad de los pacientes. En la edición de 2007 se hablaba de la participación de los pacientes en la estrategia de seguridad de los pacientes.
Ya en 2010 se habla de fomentar la Red Ciudadana de Formadores en Seguridad del Paciente, creada en 2009. Ésta posee tres líneas fundamentales de actuación: formación de personas cuidadoras, prevención de infecciones y uso seguro de la medicación.
En el ámbito internacional la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente colabora con la iniciativa ciudadana “Pacientes en Defensa de su Seguridad”, destinada mejorar la calidad y seguridad de la atención médica.
En España, el Programa Paciente Experto se ha adaptado en la Fundación Educación Salud y Sociedad, en el programa de paciente experto del Instituto Catalán de la Salud y en la Universidad de Pacientes en Cataluña. Otros exponentes de programas que incluyen educación sanitaria para pacientes son impulsados por diferentes servicios autonómicos de salud, como la Escuela de Pacientes del SSPA, la Escuela de Salud y Cuidados del SESCAM y la Escuela Gallega de Salud para Ciudadanos del SERGAS.
Otro ejemplo institucional en Andalucía lo constituyen Hospitales como el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada o el Virgen del Rocio de Sevilla que en su Plan de Calidad marca como línea fundamental las relaciones con la ciudadanía, y la participación se concreta en uno de sus resultados esperados: el compromiso ciudadano. En este sentido, la participación ciudadana es concebida como elemento clave para garantizar la continuidad en los cuidados. Participación y corresponsabilidad en la gestión como ejes de la adecuación y modernización del proceso asistencial. En la misma línea, el Servicio Andaluz de Salud recoge el compromiso del fomento de la incorporación ciudadana a la gestión mediante herramientas como las comisiones de participación ciudadanas.
Las iniciativas dan a conocer por otras fuentes de información (paciente/familia) eventos adversos que no estaban declarados por parte de los profesionales de Enfermería. As’i como ejercer un efecto protector sobre las mismas.
Se pueden observar tres tendencias que están transformando el papel del paciente y su familia en el sistema sanitario.
- El aumento de población con enfermedades crónicas, la discapacidad, la dependencia o la fragilidad demandarán un modelo de atención sanitaria mas social . Un modelo que movilizará los recursos de los propios pacientes y familiares, pero también los recursos de voluntarios, autoridades locales, amigos, etc., de cara a mejorar el bienestar y funcionalidad de los pacientes.
- La marcha hacia una mayor transparencia en el manejo de la situación de los pacientes desde una corriente enfocada en el ciudadano.
- Las tecnologías digitales han influido en las relaciones sociales, conocimientos de los pacientes y acceso a información.
Ante esta realidad, parece fundamental apreciar que las fuerzas que mueven estos cambios parecen ser mucho más profundas que las políticas de salud. Y depende de nosotros, los pacientes y profesionales para crear el futuro, y aprovechar al máximo estas oportunidades.
CONCLUSIONES
La participación activa de los pacientes es un indicador clave para la construcción del continuum asistencial. Una participación reflejada no sólo en la constancia documental del consentimiento informado, sino en iniciativas relacionadas con la seguridad en toda su amplitud, que incluyen una colaboración más activa en la prevención de problemas. Entre las nuevas vías que se abren a la participación de los pacientes, podemos vislumbrar la incorporación de la ciudadanía a los sistemas de gestión de la calidad y la seguridad, o la organización de comunidades de práctica con intercambio de conocimiento entre profesionales clínicos.
Más información y de mejor calidad sobre su enfermedad, las opciones terapéuticas disponibles y de la atención sanitaria que reciben así como la educación sanitaria de los pacientes puede:
- Mejorar la capacidad de autocuidado
- Incrementar la satisfacción del paciente
- Mejorar la percepción sobre el estado de salud
- Reducir el gasto sanitario
Por ello el paciente tiene un importante papel como corresponsable de su propia seguridad y es preciso trabajar con tres objetivos: detectar precozmente eventos adversos, velar por la aplicación de las prácticas seguras en la atención, creación de una cultura de seguridad en la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA:
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Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud (2010); Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
Plan de Calidad 2005-2010; Hospital Universitario Virgen de las Nieves.
Guía metodológica para la elaboración / actualización del Plan de Participación de Hospitales, Distritos y Áreas Sanitarias (2013). Servicio Andaluz de Salud.
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