figura 2. Se muestra la información en porcentaje.
Figura 2. Distribución de la muestra estudiada atendiendo al rango de edad gestacional al ingreso en el hogar materno.
Como se puede apreciar, en todo el período de estudio predominan las gestantes con una edad gestacional al ingreso entre 21 y 30 semanas, seguido por el grupo de embarazadas entre las 11 y 20 semanas de embarazo. En tercer lugar están las que contaban con un período de gestación de más de 30 semanas y por último aparecen las que ingresaron al hogar con 10 ó menos semanas.
Otra de las variables biosociales analizadas fue el número de embarazos anteriores que habían tenido las gestantes al momento de analizada la historia clínica, los resultados se reflejan en la figura 3.
Como se observa, en todo el período en estudio hubo un predominio de las gestantes primerizas; las mujeres que reportaron haber estado embarazadas anteriormente en más de dos ocasiones constituyeron minoría.
Figura 3. Distribución de la muestra atendiendo al número de embarazos anteriores con respecto al momento de analizada la historia clínica. Se muestra la información en porcentaje.
La ocupación de la embarazada constituyó otra de las variables biosociales analizadas. En este sentido los resultados se muestran en la figura 4.
Como se observa, en todos los años estudiados existe un predominio de las embarazadas vinculadas laboralmente.
Figura 4. Comportamiento de la muestra atendiendo a la ocupación de las gestantes. Se muestra la información en porcentaje.
Con respecto a las patologías asociadas más frecuentes, los resultados se muestran en la figura 5.
Figura 5. Distribución de la muestra atendiendo a la variable patologías asociadas. Se muestra la información en porcentaje.
Como se observa, en el período de estudio predominaron las gestantes que no presentaron ninguna patología asociada. Muchas de estas patologías, como hipertensión y diabetes gestacional, así como los problemas sociales, constituyeron también motivo de entrada en el hogar, aunque las causas de ingreso fueron muy variadas e incluso en muchos de los casos coexisten más de una. Por este motivo esta variable no se tuvo en cuenta para caracterizar a la muestra.
Una de las variables estudiadas fue el diagnóstico que motivó la prescripción del antimicrobiano. Los resultados obtenidos en el análisis de esta variable se muestran en la figura 6.
Como se aprecia en la figura 6 la sepsis vaginal constituyó el diagnóstico que motivó la prescripción de antimicrobianos en la mayoría de las gestantes. En muchos de los casos la paciente ingresa al hogar materno con diagnóstico de sepsis vaginal aunque esto generalmente no constituye motivo de ingreso, en otros casos adquieren esta patología durante su estadía en el hogar. La aparición de esta enfermedad puede estar debido a una deficiente higiene génito-anal, a relaciones sexuales no protegidas ó al propio proceso del embarazo que favorece la aparición de esta infección.Figura 6. Distribución de la muestra de acuerdo al diagnóstico que motivó la prescripción del antimicrobiano. Se muestra la información en porcentaje.
En la figura 7 se describe el tipo de diagnóstico (clínico, microbiológico o combinado) utilizado por los facultativos en el caso de las patologías infecciosas.
El tipo de diagnóstico de mayor prevalencia fue el clínico, el cual se le realizó a 261 gestantes de las 379 que representaron el total. Solo en el 12,6% de la muestra estudiada se estableció un diagnóstico que involucró exámenes microbiológicos. En un número importante de historias clínicas revisadas (42 en el 2007, 19 en el 2008 y 9 en el 2009), no aparece reflejado el tipo de diagnóstico llevado a cabo.Figura 7. Distribución de la muestra de acuerdo al tipo de diagnóstico realizado. Se muestra la información en porcentaje.
Otra