Inicio > Medicina Interna > Prevalencia de Síndrome Metabólico en estudiantes de Medicina > Página 2

Prevalencia de Síndrome Metabólico en estudiantes de Medicina

DISCUSIÓN

La prevalencia del síndrome metabólico varía dependiendo de la definición empleada para determinarla, así como de la edad, el sexo, el origen étnico y el estilo de vida. En esta investigación se determinó una prevalencia de un 11% de acuerdo a los criterios del ATP-III, que al compararse con otros estudios similares es elevada. Por ejemplo en la Encuesta Nacional de Salud de Chile, la proporción reportada de SM para adultos jóvenes estudiantes, fue de 4,6% (10) , mientras que en un estudio transversal analítico en 402 estudiantes de 20 a 29 años de nuevo ingreso de la Universidad Veracruzana de Méjico, aplicando los criterios actualizados del ATP-III, se obtuvo una prevalencia global de 3,7%.12 En Talca, región centrosur de Chile, fueron estudiados 783 participantes universitarios entre 18 a 26 años de edad, equivalentes a 14,9% del alumnado, diagnosticándose con SM a 1,8% de dicha población, según los criterios de la FID(10).

La prevalencia del SM se incrementa paralelamente con el incremento en el índice de masa corporal (IMC) y con el aumento en la prevalencia de la Diabetes Mellitus tipo 2 (. En nuestra investigación se detectó un alto porcentaje de 73% con niveles elevados de glicemia, lo cual es preocupante pues muchos no se han estudiado para confirmar una Diabetes. La obesidad es la enfermedad metabólica más frecuente en el mundo occidental y se asocia a numerosas complicaciones médicas, psicosociales y a un evidente deterioro en la calidad de vida, afectando entre 10 y 25% de la población en los países industrializados, llegando a ser considerada su prevalencia por la OMS como una epidemia mundial (.

De los participantes en este estudio, un 14% son obesos, y un 29% tiene sobrepeso, si comparamos estos resultados con la investigaciones realizadas en las Universidades de Talca y Valparaíso en Chile donde 12,1% resultaron «obesos» y 23,1% tenían «sobrepeso», son más altas en nuestros estudiantes (10). En cuanto a la obesidad central un 10% de los hombres y un 5% de las mujeres la presentan

Por otra parte en estudiantes universitarios en Argentina, el resultado de la obesidad fue sólo 2,4 % (10).

En diversos estudios poblacionales se han demostrado una asociación entre la obesidad y la mortalidad cardiovascular. El riesgo de mortalidad cardiovascular en personas obesas que tienen un IMC > 35 Kg/m2 es de 2 a 3 veces superior al riesgo observado en personas con IMC entre 18,5 y 24,9 Kg/m2, y por cada incremento de 5 unidades de IMC se observa un 30 por ciento más de mortalidad coronaria (10, 11, 12).

Un factor de riesgo principal y parcialmente modificable en el SM, son las dislipidemias. La proporción de estudiantes con cifras de triglicéridos aumentada fue de un 1% y la disminución global de los valores de HDL se observó en 1% de los participantes. Mientras que en una muestra de universitarios de Veracruz (México), la prevalencia de hipertrigliceridemia, fue de 13,2%, y la de concentración baja de cHDL, de 28,9% (11).

Otro factor importante dentro del SM, es la HTA, la cual, mantenida en el tiempo produce múltiples efectos adversos en el sistema cardiovascular. La prevalencia de hipertensión que se obtuvo en el grupo fue de 2% 11%. Inferior a las de 11% y 18,6% encontrada en la zona urbana de la VIII Región (Chile) en individuos mayores de 14 años, y a los registros de 12,8% en estudiantes de medicina en las universidades de Talca (Chile)y La Plata (Argentina). La recomendación principal es adoptar un estilo de vida saludable, como parte de la prevención y manejo de dicha patología, tomando en cuenta aquellos factores potencialmente modificables, quedando excluidos la edad y el género así como los antecedentes familiares de hipertensión, diabetes, entre otros. Por tanto, se debe procurar la modificación de hábitos cotidianos como la alimentación, actividad física y el consumo de tabaco y sus repercusiones en el estado general del individuo (IMC, circunferencia abdominal, niveles de glicemia, colesterol HDL y triglicéridos)(10, 11, 12).

Las medidas se basan en tres pilares fundamentales, que consisten en dieta, actividad física y tratamiento farmacológico. Se busca mejorar la circunferencia abdominal, IMC, glucemia, cHDL, triglicéridos e incluso los niveles de tensión arterial30 según el «Séptimo Informe del Joint Nacional Comité sobre Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial, el cual proporciona una nueva Guía para la prevención y manejo de la Hipertensión Arterial, obesidad, Hipercolesterolemia, cHDL bajo e Hiperglicemia (5, 6, 7).

Como primer objetivo debemos plantear la modificación de la conducta, pidiéndole al individuo que controle y registre las circunstancias relacionadas con la comida estableciendo un sistema de recompensas para la modificación de conductas inadecuadas en sus hábitos alimentarios. La clave del tratamiento de la obesidad y elemento fundamental en la reducción de las cifras de tensión arterial es la reducción de la ingesta calórica con concomitante pérdida de peso, es importante disminuir la ingesta de energía con relación al gasto energético del individuo para la obtención de resultados. La velocidad de pérdida de peso dependerá siempre del gasto energético, y es mayor en personas obesas que en delgadas, como también, es mayor en varones que en mujeres, y es variable en cada persona (5, 6, 7).

Algunos autores recomiendan una dieta baja en calorías (<800 kcal/día),31 el ejercicio aeróbico de al menos 30 minutos de duración la mayoría de los días de la semana,30 como componente importante en el tratamiento global de esta patología. El mecanismo de efectividad es el aumento del gasto energético, mantenimiento del régimen dietético, y mejoras en la cifras de tensión arterial (4-9 mmHg) (5, 6, 7).

En cuanto al tratamiento farmacológico, como atenuante de los factores predisponentes del SM, en ocasiones proporcionan desde pocos beneficios a corto plazo, hasta graves reacciones adversas de algunos fármacos. Su uso continuo y la posibilidad de abuso han llevado a cierto rechazo de la terapéutica, especialmente en fármacos para disminuir la obesidad, para iniciar o mantener hábitos de vida sana, por lo que siendo más confiables los medicamentos para las demás invitamos al desarrollo de planes internos que permitan variables, en terapias combinadas para la al estudiante llevar un estilo de vida saludable que no Hipercolesterolemia, los niveles plasmáticos disminuidos interfiera con sus estudios siendo este incluido en el de HDL y la Hiperglicemia(5, 6, 7).

De acuerdo a estos resultados debemos recordar que nuestros estudiantes de la carrera de Medicina se desenvuelven en un ambiente universitario con grandes demandas de tiempo y disponibilidad, lo que muchas veces lleva a la dificultad para iniciar o mantener hábitos de vida sana, por lo que proponemos el desarrollo de programas de promoción de salud por parte de la Facultad y el Departamento de Bienestar Universitario que permitan al estudiante llevar un estilo de vida saludable que no interfiera con sus estudios siendo este incluido en el plan académico necesario para su formación profesional, aunado a la realización anual de exámenes de laboratorio que incluyan glicemia, triglicéridos, colesterol y HDL, de manera de mantener una vigilancia exhaustiva de la calidad de vida del estudiantado de manera integral.

Anexos – Prevalencia de Síndrome Metabólico en estudiantes de Medicina

Anexos – Prevalencia de Síndrome Metabólico en estudiantes de Medicina 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Cornier, MA et al. The Metabolic Syndrome. Endocrine Reviews 2008 29(7): 777-822.
  2. Samson SL., y Garber AJ. Metabolic Syndrome. Endocrinol Metab Clin N Am 2014 43: 1-23.
  3. Beltrán-Sánchez H et al. Prevalence and Trends of Metabolic Syndrome in the Adult U.S. Population, 1999-2010. J Am Coll Cardiol. 2013;62(8): 697-703
  4. Mogre, V et al. Prevalence, components and associated demographic and lifestyle factors of the metabolic syndrome in type 2 diabetes mellitus. Journal of Diabetes and Metabolic Disorders. 2014, 13:80
  5. American Association of Clinical Endocrinologists and American College of Endocrinology. Clinical Practice Guidelines for Developing a Diabetes Mellitus Comprehensive Care Plan. Diabetes Guidelines, Endocr Pract. 2015; 21 (Suppl 1).
  6. American Diabetes Association. Standards of medical care in diabetes 2015. Diabetes Care. 2015; 38 (suppl 1):S1-S93.
  7. Alpízar M. Guía para el Manejo Integral del Paciente Diabético. 4a edición. Manual Moderno México, D.F., 2015.
  8. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del Ecuador (INEC), 2014
  9. Third report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) expert panel on detection, evaluation and treatment of High In adults Human (Adults treatment panel III): JAMA 2001; 285:2486-97.

10.            Ana Randelli, Gina Ramos, Rosmarian Castillo, José Luís Cáceres G. Síndrome metabólico en estudiantes de sexto año de medicina Universidad de Carabobo, sede Aragua, 2009. Comunidad y Salud vol.9 no.1 Maracay jun. 2011

  1. Cook S, Weitzman M, Auinger P, Nguyen M, and Dietz W. Prevalence of a metabolic syndrome phenotype in adolescents. Arch Pediatr Adolesc Med. 2003;157:821-
  2. Bueno G,et al. Diversity of metabolic síndrome risk factors in obese children and adolescents. J Physiol Biochem. 2006; 62(2):125-33.