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Los sintomáticos respiratorios y la tuberculosis pulmonar, un problema de salud no resuelto en la Atención Primaria

casos o 12% de casos de tuberculosis pulmonar y VIH, y una incidencia de 8.6% de 100.000 habitantes. Por lo que anualmente se reporta 60% de nuevos casos de tuberculosis pulmonar de entre todas las enfermedades infectocontagiosas (Organización Mundial de la Salud, 2014). De esos casos, 224 es decir el 4%, corresponde a la población de 15 a 44 años de edad, con una relación hombre-mujer de 1:7. De todos los casos reportados en el 2014, 1016 casos son reportados como multidrogo-resistentes, y 720 ya han recibido varios esquemas de tratamiento (Organización Mundial de la Salud, 2014).

Toda esta información apunta, que en los servicios de Atención Primaria, es necesario reforzar las estrategia del programa DOTS, implementada en Ecuador desde 1999, para de forma consiente y orientada a que nuestra función es la prevención y promoción de las enfermedades, y de manera más responsables vigilemos a nuestra comunidad para poder reconocer de forma temprana o todos los sintomáticos respiratorios y se les analiza muy cuidadosamente hasta descartar que no tiene ningún tipo de riesgo para desarrollar la enfermedad, con lo que se disminuirá de a poco la patología y como consiguiente el estado mental y sanitario de la población mejorará.

DEFINICIÓN DE PARÁMETROS Y CARACTERÍSTICAS DE LA MUESTRA DOCUMENTAL

La tuberculosis pulmonar, se encuentra presente desde los albores de la humanidad, ocupa el segundo lugar después de VIH, de las enfermedades infectocontagiosas a nivel mundial, y entre las primeras quince causas de mortalidad en el Ecuador. Las provincias que más casos reportan anualmente casos nuevos de tuberculosis según la OMS, son Napo, Pastaza, Guayas, Morona Santiago, Orellana, Esmeraldas, y la mayor parte de las provincias de la sierra central(Global Tuberculosis Report 2015, 2014).

“La tuberculosis es una enfermedad antigua que ha ocasionado sufrimiento inestimable y por siglos ha cobrado millones de vidas”. (Southeastern National Center Tuberculosis, 2014). El aparecimiento de la tuberculosis, dato desde la antigüedad, el 24 de marzo de 1882, el Dr. Robert Koch anunció el descubrimiento de Mycobacterium tuberculosis, la bacteria causante de la tuberculosis. Durante esa época, la tuberculosis causaba la muerte de una de cada siete personas en los Estados Unidos y Europa. El descubrimiento del Dr. Koch fue el paso más importante que se tomó en la lucha para el control y la eliminación de esta mortal enfermedad (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 2014).

La tuberculosis es el prototipo de enfermedad infecciosa crónica. Los primeros hallazgos europeos datan del Neolítico. Paul Bartels, en 1907, describió el primer caso a partir de varias vértebras dorsales encontradas en un cementerio cerca de Heidelberg y pertenecientes a un adulto joven que vivió hacia el 5000 a.C. (Schwander Stephan & Keertan, 2011)

En el Antiguo Egipto, algunas representaciones artísticas muestran deformidades que podrían deberse a tuberculosis vertebral. También se han encontrado en varias momias, sin embargo como no tiene vísceras, no se puede comprobar la existencia del bacilo de la tuberculosis. En la India se declaraba impuros a los tísicos y se prohibía a los brahmanes contraer matrimonio con una mujer en cuya familia hubiera algún enfermo de tuberculosis.

En los escritos de la Grecia clásica, el concepto de tisis desborda la tuberculosis pulmonar. En la medicina helenística y romana la tisis siguió siendo una enfermedad común y se encuentra descripciones en Galeno: fiebre vespertina, sudoración, laxitud, dolor torácico y la hemoptisis como signo patognomónico.(Cartes, 2013)

Hasta el siglo XVII, el conocimiento acerca de la tuberculosis apenas cambió. Los médicos árabes consideraron esta enfermedad como una afección generalizada de carácter contagioso. Silvio, el gran clínico holandés del XVII, asoció los tubérculos o nódulos descubiertos en varios tejidos durante las autopsias a los síntomas de la tisis. La enfermedad avanzaba sin cesar a lo largo del XVIII, se desconocía su causa y su naturaleza contagiosa, por lo que las medidas profilácticas adoptadas, como la quema de enseres que hubieran pertenecido a un tísico eran ineficaces. Hubo que esperar al siglo XIX para que los descubrimientos producidos en torno a la enfermedad cambiaran su curso.

A mediados del siglo XIX, la gente trata de ocultarla. Las familias, avergonzadas de tener en su seno a un tuberculoso, esconden la verdadera causa cuando muere. El tísico pasa a ser un marginado social, su tos, su sudor, sus palabras, aquello que toca, es considerado contagioso. La aparición de estadísticas fiables a partir de este periodo comprueba que la tuberculosis no es, como se creía, una enfermedad de ricos, sino que afecta sobre todo a la clase obrera, entre 1850 y 1900, se convirtió en la principal causa de muerte , todos los jóvenes de 18 a 30 años, que trabajaban en horarios continuos, sin vacaciones, y en lugares cerrados y en hacinamiento, contrajeron la enfermedad, y estos morían fácilmente debido a que sus salarios bajos les impedía alimentarse suficientemente bien.

En 1761, Leopold Auenbrugger, determina el primer método diagnostico mediante la percusión torácica. Y para el año 1818, se descubrió el primer estetoscopio, mediante el cual el diagnóstico es algo más fácil, ya que estos pacientes presentaban ciertas características típicas de la enfermedad como estertores, crepitantes, soplos, etc.

Así, se iban incrementando nuevos aportes al respecto de la enfermedad, pero esta seguía extendiéndose por todo el mundo, pero en 1919 Albert Calmette y Camille Guérin, que trabajaban en el Instituto Pasteur de Lille, desarrollaron una vacuna con el nombre de bacilo de Calmette-Guérin, el BCG. El gran aumento de la mortalidad por tuberculosis tras la Segunda Guerra Mundial llevó a la utilización masiva de la BCG. Sin embargo la enfermedad continua cobrando vidas, para lo cual en 1946 se crea el primer antibiótico eficaz que negativizaba las baciloscopías, era la estreptomicina y en 1955 se aprobó también la isoniacina, y desde ahí cada día se han ido incrementando antibióticos, y con la aparición de las resistencias, la tuberculosis se ha convertido en una emergencia mundial.

La tuberculosis pulmonar, en Ecuador ha alcanzado grandes cifras, por lo que todo lo estudiado, aún resultado poco para poder combatirla. Todos los años se estrechan los porcentajes para obtener los porcentajes de sintomáticos respiratorios esperados, pero sin embargo los casos se incrementan y en esta última década sobre todo por el incremento de las tasas de VIH, que constituye un gran riesgo para desarrollar fácilmente la enfermedad.

Las formar de contraer la tuberculosis, puede ser de forma activa que constituye la enfermedad o inactiva solo la infección, es decir, en esta forma se contagia de la bacteria, pero al estar vacunados, o de mantener un equilibrio en la homeostasis del cuerpo con el sistema inmunitario adecuado, este proceso permanece de forma latente por mucho tiempo. Sin embargo, esto puede activarse y producirse la enfermedad, cuando cualquier mecanismo de protección se debilitad. Es por lo que personas con problemas inmunitarios, comorbilidades, son más susceptibles a enfermarse de tuberculosis. (Fernando Alcaide Fernández de Vega y cols., 2010) Estos factores se debilitan mediante