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Calidad de vida en pacientes prostatectomizados. Diseño de investigación

los 6,12,18,24 meses. En algunos estudios se mantiene esta disminución de la calidad de vida en etapas posteriores. Por los mismos motivos en estas poblaciones con mala calidad de vida están descritos niveles elevados de dolor, tasas más elevadas de consumo de analgésicos, consumo de servicios de salud (consultas médicas y enfermeras) tanto hospitalarias como de atención primaria, aumento de la tasa de suicidios, etc.

La evaluación de la calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata es un parámetro de gran importancia, tanto en las etapas de la enfermedad localizada por el prolongado período de tiempo que los pacientes van a sufrir las secuelas como en la etapa avanzada con presencia de metástasis en donde los tratamientos presentan un modesto impacto en la supervivencia, pero donde los efectos adversos derivados y los síntomas clínicos de las localizaciones secundarias de la enfermedad pueden tener un impacto clínico importante en el paciente (12).

El conocimiento de la salud psicológica de los hombres con cáncer de próstata es limitado al día de hoy. Sin embargo, la importancia de este parámetro es clave en la salud global del paciente y en la aceptación y tolerancia de los tratamientos. Paralelamente al tratamiento quirúrgico es necesario tratamientos psicosociales para mejorar la calidad de vida de estos pacientes y reducir el estrés. Estos tratamientos psicosociales están específicamente diseñados para cubrir las necesidades de pacientes con cáncer de próstata e incluyen terapias de grupo de apoyo, intervenciones educacionales y enfoques de intervención multimodal (13) (14). Los componentes efectivos de terapia incluyen: entrenamiento de relajación para baja estimulación, información sobre el tratamiento, un ambiente de apoyo emocional en donde los participantes pueden expresar sus temores y ansiedades; estrategias cognitivas y de comportamiento y apoyo social. (15)

Casi todos los programas de terapia enfatizan la restauración cognitiva, mejora la capacidad de respuesta, apoyo social, control de la ira y sentimientos negativos. (16). Diversos estudios han demostrado que la participación en programas psicológicos proporcionan claros y duraderos beneficios para pacientes con cáncer, aliviando los síntomas relacionados con el tratamiento, reduciendo las consecuencias fisiológicas del stress y mejorando el carácter (17). Estos resultados apoyan resultados previos en hombres tratados por Cáncer de Próstata precoz en el cual se estableció que los pacientes que participaban de programas multimodales tenían mejor salud mental, menos conflictos interpersonales, mayor percepción sobre la salud y funcionalidad y menor estrés asociado a pensamientos negativos y relacionados con los controles del cáncer (18).

Para minimizar los efectos sobre la calidad de vida que tienen este tipo de pacientes, existen estudios como el de Regina Ferreira da Mata, Luciana (19) que tuvo por objetivo identificar el conocimiento producido sobre intervenciones de Enfermería, en la literatura científica de Enfermería, con el objetivo de preparar al paciente prostatectomizado para el alta hospitalaria. Se trata de una revisión integradora de la literatura en la que fueron consultados artículos de las bases de datos LILACS, MEDLINE, CINAHL y Biblioteca Cochrane. La muestra de la revisión estuvo constituida por 25 artículos. La posibilidad de incontinencia urinaria constituye uno de los focos más frecuentes abordados, así como intervenciones relativas a la información de los pacientes, especialmente, sobre cuidados con el catéter de Foley. Se destaca la importancia de realizar estudios experimentales y casi experimentales sobre la eficacia de la información para el auto – cuidado de los pacientes y sus familias, también para ofrecer mejores cuidados de Enfermería en caso de incontinencia urinaria y disfunción eréctil y en casos de diagnósticos de Enfermería específicos para orientar planes de cuidados de Enfermería a esos pacientes.

Teniendo en cuenta el estudio descrito anteriormente vemos que las intervenciones de Enfermería van dirigidas fundamentalmente a la incontinencia urinaria. Actualmente el abordaje enfermero de los pacientes con cáncer de próstata consiste en una valoración inicial de las necesidades por patrones funcionales, creando un clima adecuado de empatía, con naturalidad, que dé sensación de seguridad, teniendo en cuenta las manifestaciones verbales que hace el paciente sobre la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil y recogiendo información sobre determinadas patologías y/o hábitos que pueden favorecer la a la disfunción eréctil (20). Se recomienda en las sesiones informativas la importancia de adoptar unos hábitos de vida saludables, dejando de fumar, evitando el consumo de alcohol, modificando hábitos dietéticos y recomendando la práctica de ejercicio físico de una manera regular.

Después de la intervención quirúrgica se realiza cuidados de la herida quirúrgica y pasados 5 – 7 días aproximadamente se le da alta hospitalaria y alta de Enfermería. En ella se la da unas recomendaciones que debe saber el paciente cuando llegue a domicilio que consistiría en que no debe hacer esfuerzos durante los 15 primeros días a partir de la intervención, podrá ducharse diariamente secando bien la herida, se recomienda no bañarse hasta pasados 15 días de la intervención, tomará abundantes líquidos (1,5 – 2 litros de agua al día), se recomienda comer de forma variada y nutritiva y se le da información de las posibilidades terapéuticas que existen en la actualidad relacionadas con la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. Después de la estancia hospitalaria, estos pacientes sometidos a prostatectomía tienen revisiones con su urólogo para valorar el estadio de la enfermedad. En la actualidad el abordaje de la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil es tratado de forma secundaria y lo importante es el estadio de la enfermedad del cáncer.

La falta de psiconcólogos para el desarrollo de programas con este tipo de pacientes, nos hace plantearnos que el profesional de Enfermería es el más accesible para el aumento de la calidad de vida en los pacientes sometidos a prostatectomía. Realizando intervenciones enfermeras todas ellas orientadas al apoyo psicológico, manejo de la incontinencia urinaria y disfunción eréctil.

En definitiva, se trataría de abordar de una forma global la adaptación o ajuste psicológico a la enfermedad, a los tratamientos y sus efectos secundarios, así como la rehabilitación física, la reinserción y la rehabilitación sociolaboral de los pacientes diagnosticados de cáncer de próstata.

Por todo lo anterior se plantea, la realización de un estudio cuaxiexperimental donde se analice la satisfacción de los hombres y la efectividad de una intervención de ayuda psicosocial proporcionada por enfermeras especialistas, entrenadas para ello, a pacientes con cáncer de próstata.

C. Hipótesis o preguntas de Investigación:

Los hombres intervenidos quirúrgicamente de cáncer de próstata que reciben una intervención de apoyo psicosocial de las enfermeras de la Unidad de Gestión Clínica Nefrourología (grupo experimental) manifestarán una mayor capacidad de afrontamiento de la enfermedad y una mejor calidad de vida que los hombres que reciben el abordaje estándar de esta patología. (Grupo control).

D. Objetivos: