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Anemia por déficit de hierro

férrica. El porcentaje de absorción disminuye en forma progresiva en relación a las dosis empleadas, de ahí la recomendación de fraccionar las dosis en tres tomas. En la anemia severa la absorción intestinal del hierro está aumentada (20%) y a medida en que se normalizan las cifras de hemoglobina, la absorción disminuye (5%). Cuando las cifras de la hemoglobina son inferiores a 10 g/dl, el 80-90% del hierro absorbido es utilizado por los eritroblastos en la MO para sintetizar la hemoglobina; en cambio, cuando las cifras de la hemoglobina son superiores a 11 g/dl, el hierro absorbido es depositado en el sistema mononuclear-fagocítico (SMF).

La finalidad del tratamiento sustitutivo es corregir la anemia y reconstituir las reservas orgánicas de hierro. De preferencia deben usarse sales ferrosas, sabiendas que las diferentes sales tienen diversa concentración de hierro elemental. El tratamiento sustitutivo desde el punto de vista académico y práctico se enfocará por separado en la población de riesgo, es decir, los pacientes pediátricos y los pacientes adultos. Pediatría. Existen dos modalidades de tratamiento, el preventivo y el terapéutico. Preventivo. Es la modalidad de tratamiento de mayor importancia, ya que la causa más común de déficit de hierro en este grupo etáreo, es la nutricional (carencial). Aunado al tratamiento sustitutivo lo esencial es la instauración de una dieta con alimentos ricos en hierro y que sean de uso común a la edad.

En la etapa de lactante está indicada la leche fortificada, en su ausencia está indicado el tratamiento sustitutivo con sales ferrosas durante el primer año de vida. La dosis a usarse es de 3-4 mg de hierro elemental por kilo de peso/ día por 3-6 meses. Terapéutico. La dosis indicada es de 5-7 mg de hierro elemental por kilo/ día, fraccionada en 3 tomas diarias, alejadas de las comidas (preferible una hora previa a las comidas) y administrada con agua o jugos cítricos. La duración del tratamiento dependerá de los resultados obtenidos, es decir, mejoría clínica, estabilización de las cifras de la hemoglobina dentro del rango normal y la desaparición de la microcitosis, hipocromía y poiquilocitosis en el frotis de la sangre periférica. Es en este momento cuando se reduce la dosis del hierro (elemental) a la mitad y se mantiene por un lapso de tiempo de 2-3 meses, con la finalidad de reponer los depósitos. Es primordial indicar una dieta con alimentos ricos en hierro hemínico (carne, pollo, pescado y vísceras).

En los pacientes adultos, el aporte mínimo es de 100 a 200 mg de hierro elemental/día, cantidad suficiente para corregir las cifras de hemoglobina y restaurar los depósitos. Si la absorción oral es adecuada y tolerable, se prescribe 200 mg de hierro elemental tres veces al día, y un aumento de la dosis en forma progresiva hasta llegar a 600 mg/día. Esta dosis aportará más de un 50% de hierro elemental necesario para una respuesta medular máxima y sostenida, a sabiendas que se absorbe solo el 30% de la dosis administrada. El tratamiento tiene una duración de 3-6 meses, posterior a que las cifras de hemoglobina estén dentro del rango normal, con el objeto de restaurar los depósitos.

Hierro parenteral. Aunque se han utilizado fármacos por vía intramuscular, en la actualidad están en desuso, debido a una mayor eficacia, tolerancia y menores efectos colaterales (anafilaxia) de los nuevos fármacos para administración intravenosa. EL hierro parenteral no corrige la anemia por déficit de hierro con mayor rapidez que cuando se administra por vía oral. La dosis sugerida es de 100 a 200 mg, 1 a 3 veces por semana. La dosis total del hierro a administrarse se calcula mediante la siguiente fórmula:

Dosis (mg): [Hb deseada (g/dl) – Hb del paciente (g/dl) x peso corporal (Kg) x 2.4 + 500 mg (para reponer los depósitos)

Solamente existen cuatro indicaciones para la administración del hierro por vía parenteral, a saber: 1. Intolerancia digestiva y comprobada para los fármacos de administración oral. 2. Síndrome de malabsorción. 3. Hemorragias severas y persistentes (neoplasias). 4. Enfermedad gastrointestinal que pueda exacerbarse por el efecto irritante del hierro. (Colitis ulcerosa, diverticulitis).

Criterios de respuesta. Son clínicos y de laboratorio. Clínicos. Síntomas como la cefalea, fatiga, PICA, disfagia orofaríngea desaparecen a los pocos días de instaurado el tratamiento sustitutivo. A los 3 meses desaparece la depapilación lingual y la coiloniquia a los 3-6 meses. Laboratorio. Aumento porcentual de los reticulocitos, alcanzando el acmé a los 7-10 días de iniciado el tratamiento. La hemoglobina aumenta 0.5 g/dl por semana hasta alcanza los rangos normales de acuerdo a la edad y sexo en 6 semanas. La ferritina sérica e IST se normalizan a las 3 semanas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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