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Bioseguridad. Una disciplina con enfoque integral

necesaria una legislación en la Bioseguridad (Decreto-Ley 190) para crear un entorno propicio de previsibilidad y certidumbre, mediante un buen sistema de gobierno. La legislación aclara las funciones, responsabilidades y derechos de las distintas partes interesadas con el fin de garantizar la coherencia y la responsabilidad, definiendo las facultades apropiadas para actuar lo cual es esencial para el cumplimiento de lo establecido.

DESARROLLO

La Bioseguridad como enfoque estratégico e integrado engloba los marcos normativos y reglamentarios (con inclusión de instrumentos y actividades) para el análisis y la gestión de riesgos relativos a las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente. Representa un componente vital del sistema de garantía de calidad, siendo una doctrina encaminada a lograr actitudes y conductas que disminuyan el riesgo del trabajador de adquirir infecciones en el ambiente laboral, así como minimiza la contaminación del medio ambiente.

El objetivo general de la Bioseguridad es proteger a las personas, la sociedad y el medio ambiente, creando y manteniendo en las instalaciones una defensa eficaz contra el peligro biológico.

La Protección Biológica tiene como objetivo garantizar que, en condiciones de funcionamiento, la exposición a los agentes biológicos dentro de las instalaciones, debido a la formación, propagación o eventuales escapes de aerosoles, se mantenga reducida al valor más bajo que pueda razonablemente alcanzarse, así como garantizar la mitigación de las exposiciones causadas por accidentes, incluso los de más baja probabilidad, las consecuencias, si las hubiere, sean poco importantes; así como garantizar que la probabilidad de accidentes graves con serias consecuencias sea sumamente baja.

La Bioseguridad tiene funciones y responsabilidades propias que establece:

– Las prácticas y procedimientos seguros.

– Los reportes de accidentes.

– Los reportes de condiciones inseguras o riesgosas.

– La realización de los chequeos médicos.

– La colaboración con auditorias en seguridad.

Al ser considerada una disciplina con enfoque integrado en ella intervienen disímiles personas y entidades, como son:

– Los institutos de investigaciones científicas y las universidades.

– Las autoridades competentes de la agricultura, la avicultura, la pesca, la inocuidad de los alimentos y la salud pública.

– La opinión y representación pública.

– La Industria (importadores y exportadores).

– Las ONG y grupos de interés especial.

– Otras actividades gubernamentales (comercio, turismo, conservación marítima).

Se ha hecho necesaria la creación de un Programa Nacional de Seguridad Biológica, el cual constituye el documento esencial que trazará la política, objetivos y acciones de la Bioseguridad en la República de Cuba, y permitirá a través de la actividad conjunta de órganos, organismos, dependencias y otras estructuras estatales, la implementación de los instrumentos necesarios que garanticen la protección de los trabajadores ocupacionalmente expuestos al riesgo biológico, de la comunidad y del medio ambiente, así como garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en acuerdos internacionales.

Para materializar esta proyección estratégica es necesario fortalecer la actividad reguladora, incrementando la Gestión de la Seguridad Biológica, con el fin de desarrollar la capacitación especializada y la elevación del nivel científico de los recursos humanos.

Dicha capacitación debe transitar desde la base y llegar a las instituciones de nivel superior, donde se pueden convocar tanto cursos de post-grado, diplomados y maestrías, así como cursos especializados que den respuesta a lo planteado por el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de crear la capacidad científica y estructural que permita disponer de un destacamento que pueda evaluar científicamente y gestionar el riesgo biológico en todas las actividades que lo requieran. La evolución de esta disciplina científica requiere de una adecuada política de superación la cual en Cuba nos permite contar con una fuerza de choque en el país debidamente capacitada para evaluar y gestionar los riesgos, la cual esta integrada por doctores en ciencias, máster, investigadores y profesores titulares, auxiliares y agregados y por especialistas en nivel superior como doctores en medicina humana y animal, licenciados en biología, microbiología, higiene y epidemiologia, ingenieros químicos, agrónomos y otros.

Las Directrices Técnicas Internacionales del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) sobre Seguridad de la Biotecnología se crean para ayudar a los gobiernos a establecer y mantener capacidad nacional para la seguridad en la biotecnología, contribuir al desarrollo de recursos humanos especializados y fomentar el intercambio internacional de información. Para ello, se basan en la premisa de la utilización de mecanismos adecuados de evaluación y gestión de riesgos y abordan además la salud humana y la seguridad ambiental de todas las aplicaciones biotecnológicas, proponen mecanismos para evaluar la seguridad e indican medidas para el control de riesgos previsibles (Directrices Técnicas del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 1995).

Las actividades de capacitación que se desarrollan actualmente son las siguientes:

_ Maestría en Bioseguridad.

_ Diplomado de Bioseguridad en el diseño de las instalaciones.

_ Entrenamiento de