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Calidad en radiodiagnóstico convencional

Znedek Spurny. En ese contexto se detectaron medidas de protección insuficientes y sobre rayos X diagnóstico. En el año 1966, la Comisión de Protección Radiológica ofreció en La Habana un curso sobre este tema para médicos radiólogos, higienistas y técnicos de rayos X, a cargo del profesor Spurny. En 1967 se iniciaron viajes de inspección por el país, además fue becado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) un médico para recibir un curso sobre el tratamiento de los residuos radiactivos, en Oxford, Inglaterra.

El Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba viene prestando, desde hace varios años, especial atención a la problemática de la protección radiológica y el control de la calidad en esta esfera. En tal sentido, en el año 1992 fue creado el Centro de Control Estatal de Equipos Médicos (CCEEM), quien ha promovido trabajos de estudios de radiodiagnóstico desde sus inicios, contando siempre con el apoyo de Organismos Internacionales, como la Organización Panamericana de la Salud, Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (IOEA) [2].

Actualmente los rectores de dicha función en Cuba lo conforman el Centro Nacional de Seguridad Nuclear (CNSN) y el Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR).

Como parte de los enormes esfuerzos de Cuba para garantizar la protección radiológica de la población cubana se han venido realizando desde el año 2000, numerosos estudios en los departamentos de radiología del Sistema Nacional de Salud con el fin de evaluar el cumplimiento de los parámetros físicos de los equipos y las características del personal, ya que influyen en la calidad del diagnóstico radiológico, el que a su vez constituye una importante guía para la decisión terapéutica.

Asimismo se ha tomando en cuenta para dichos estudios que las radiaciones ionizantes no presentan umbral de seguridad, pudiendo inclusive la mínima dosis provocar un efecto biológicamente importante; de tal modo que un solo fotón puede dañar el ADN de una célula, y hacer que comience a volverse maligna. Por ejemplo una radiografía de pecho de tan sólo 1,50 Gy emite 30 millones de fotones por gramo de tejido, que contienen aproximadamente 675 millones de núcleos celulares, y un examen fluoroscópico (máquina de rayos x que hace posible observar los órganos en movimiento) de 500 Gy emite casi 10.000 millones de fotones por gramo de tejido.

De hecho, son la principal fuente de radiaciones que soporta el ciudadano medio, aunque bien es cierto que solo son peligrosas si se realizan con mucha frecuencia; motivo por el cual se han realizado pocos estudios sobre este tema, ignorándose el riesgo que estas pueden ocasionar a largo plazo.

Los riesgos, reducidos pero posibles, son mayores cuando se trata de población infantil, por dos razones: en primer lugar, porque la mayor expectativa de vida permite que, con el paso del tiempo, se manifiesten las consecuencias de un daño que tuvo su origen en la infancia, algo que en un adulto no llegaría a ocurrir, porque falta el parámetro tiempo y en segundo lugar, porque la actividad celular en un organismo joven es mucho mayor, pero también lo es la sensibilidad de sus células a la radiación. Estudios recientes muestran que, aún tratándose de un riesgo remoto, los 10-15 primeros años de vida son, comparativamente, los que exigen mayor cautela [3].

Es por ello que la realización de esta investigación contribuye a disminuir los efectos nocivos de tecnologías médicas que emplean radiaciones ionizantes para el diagnóstico de pacientes pediátricos y afectan al personal ocupacionalmente expuesto, asimismo conlleva a elevar la calidad de la imagen y la precisión del diagnóstico en exámenes radiológicos y a evaluar el cumplimiento de los parámetros físicos de los equipos.

Se podrán conocer factores que puedan incidir en la calidad de los servicios radiográficos, teniendo un impacto social inmediato, ya que nos permitirá conocer las dosis reales (rayos X) aplicadas a los pacientes, con lo que se podrán trazar estrategias posteriores por las entidades involucradas en caso que se requiera, garantizando que a una menor dosis se alcance una máxima calidad del servicio permitiendo emitir un diagnóstico preciso a partir de la radiografía obtenida, de la misma manera tendrá un impacto económico, ya que contribuirá a la reducción de costes en dicho servicio, pues se logrará examinar la calidad de las imágenes señalando imprecisiones, lo que permitirá reducir las repeticiones innecesarias de radiografías que hayan sido originadas ya sea por un factor humano o del equipo en explotación, extendiendo así la vida útil de los mismos con un mayor rendimiento y rentabilidad.

El presente estudio se llevó a cabo en la ciudad de Santiago de Cuba, en el departamento de radiodiagnóstico perteneciente al Hospital Pediátrico Sur.

La situación problémica que se enfrenta es que el servicio de radiodiagnóstico del Hospital Pediátrico Sur no cumple con los requisitos descritos en la Resolución #19 del 30 de Abril del 2001. Además la dosis en pacientes de 0 a 1 año difiere de los límites permisibles al reporte emitido en la Sección 55 del Comité Científico de Naciones Unidas sobre los Efectos de las Radiación Atómica (Viena, 2007).

Por lo que se propone como problema científico para esta investigación:

Desconocimiento de la dosis de entrada para estudios radiológicos de tórax, cráneo y abdomen en pacientes de entre 0 y 1 año de edad.

Por tanto, como objetivo se tiene:

Describir el comportamiento de la dosis de entrada para estudios radiológicos de tórax, cráneo y abdomen en pacientes de 0 a 1 año de edad que incluye la realización de controles de calidad a los equipos de radiodiagnóstico convencional.

Quedando establecido entonces como objetivos específicos:

  • Realizar controles de calidad en cuanto a geometría del haz de rayos X, rendimiento y calidad radiográfica.
  • Describir el comportamiento de la dosis para estudios radiológicos de tórax, cráneo y abdomen en pacientes de 0 a 1 año.

El método de investigación