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Relación entre clima familiar y rendimiento académico

académico. Estos autores también comentan que a mayor grado de estudios de los padres, menor incidencia de promedio escolar. (González y Blanco, 2005; Jadue, 1997)

Los hogares pertenecientes a la clase social baja tienen ciertas características que no son muy favorecedoras en el aprendizaje de los niños, estas características pueden ser el hacinamiento, falta de servicios básicos, ausencia de un lugar adecuado para que el niño realice sus tareas escolares. Los padres con un bajo nivel socioeconómico por lo general tienen un nivel bajo de educación académica, por lo que tienen dificultades de ayudar a sus hijos al realizar sus tareas escolares, lo que incide en el bajo promedio escolar. Los niños que crecen en ambientes de bajos recursos, por lo general reciben menos estimulación de su entorno, lo que se traduce en dificultades en la escuela en comparación a niños provenientes de otros estados socioeconómicos. Debido a que muchas de las habilidades necesarias para el aprendizaje se obtienen aún antes de entrar a la escuela. (Jadue, 1997).

Se han hecho diversos estudios intentan encontrar cuales son los factores que se relacionan con el bajo promedio escolar. Bricklin y Bricklin han relacionado el bajo promedio escolar en niños de primaria con la apariencia física y con el grado de cooperación dentro del grupo, como factores de influencia para que los maestros consideren a los niños como más o menos inteligentes. La percepción del maestro acerca de sus alumnos afecta el desempeño de los mismos. Maclure y Davis han asociado el bajo promedio meramente a la capacidad cognitiva del estudiante en ese momento, sin que eso tenga que determinar el potencial del niño de forma definitiva. Carbo, Dunn r. y Dunn K. Han hecho investigaciones sobre los estilos de aprendizaje como determinantes en el promedio académico, estos autores han demostrado que los niños aprenden de manera diferente y que es necesario que el sistema de enseñanza sea adecuado para la forma de aprender del niño, de forma que éste pueda lograr un buen promedio en la escuela. (Navarro, 2003).

Según investigaciones la familia tiene un papel fundamental en el comportamiento y rendimiento escolar del niño. El promedio escolar está influenciado por valores, motivos, aspiraciones y actitudes que los padres generen en el niño con respecto al ámbito escolar. Al saber el contexto familiar en el que el niño se desenvuelve es posible predecir su promedio y comportamiento escolar. (González, 1992).

De acuerdo a Kohen, Gunn, Leventhal y Hertzman (2002) y Rosselli, Matute y Ardila (2006) citados por Córdoba Rey, Quijano Martínez y Cadavid Ruiz (2013) mencionan que hay una asociación positiva entre el nivel socioeconómico de una familia y el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado por sus hijos. Así mismo mencionan que existen estudios que han logrado demostrar que las características de la familia, como su estructura, funcionamiento, nivel socioeconómico y grado de participación en actividades escolares, así como el nivel escolar y desempeño laboral de los padres, influyen en el aprendizaje de sus hijos.

Hess y Holloway hablan acerca de cinco procesos que vinculan a la familia con el promedio académico, estos son: el intercambio verbal entre la madre y los hijos, las expectativas familiares acerca del promedio académico, las relaciones positivas entre padres e hijos, las creencias de los padres acerca de sus hijos así como las atribuciones que hacen al comportamiento de los mismos y las estrategias de control y disciplina.(Vallejo y Mazadiego, 2006).

Glasser al contrario de estas ideas que apoyan la influencia del clima familiar en el promedio académico, manifiesta que la familia, localidades, cultura, nivel socioeconómico o antecedentes no están relacionados con el bajo promedio. Este autor dice que estas ideas le quitan la responsabilidad al estudiante sobre su promedio, y además afirma que el ambiente y familia son determinantes del promedio académico, según este autor es reconocer que no todos los estudiantes tienen las posibilidades de tener éxito en la escuela. (Edel Navarro, 2003).

Otras investigaciones acerca de la relación existente entre el clima familiar y el bajo rendimiento escolar de los niños resaltan la influencia que tienen ciertas conductas de los padres en la motivación, autoconcepto, esfuerzo y actitud de sus hijos, ya que estas variables son parte fundamental para la utilización de estrategias cognoscitivas que inciden de forma directa en el aprendizaje y en el promedio escolar. Si los padres ayudan a sus hijos a desarrollar este tipo de habilidades a través del modelamiento pueden tener repercusiones positivas en sus hijos, al contrario de aquellos padres que no se preocupan en estimular y fomentar estas áreas. En este tipo de estudios se resalta la importancia de la educación que se les brinda a los hijos dentro del seno familiar. También resultan de suma importancia las expectativas que tienen los padres sobre sus hijos, el interés que ponen en las tareas escolares que les dejan a sus hijos y la ayuda que les brindan y el reforzamiento positivo que les dan (Vallejo y Mazadiego, 2006).

A partir de la lectura de las diferentes investigaciones relacionadas con el promedio académico, se puede observar que la familia tiene una influencia muy grande sobre estas variables, por lo que el propósito de la presente investigación es identificar cómo se relaciona el clima familiar en el promedio académico haciendo una comparación entre familias con niños con alto y bajo rendimiento. De esta forma observar cuáles son los factores del clima familiar que inciden positiva o negativamente en el promedio académico.

Método

Es una investigación cuantitativa no experimental con un diseño transaccional correlacional. Es transaccional porque se va hacer una toma única en un solo momento de los datos de la población. Es correlacional porque pretende observar y describir como se relaciona el clima familiar con el bajo rendimiento académico y los problemas de aprendizaje. Este estudio no pretende establecer la causalidad entre las variables. Hernández define que este tipo de estudios describen relaciones entre dos o más categorías, conceptos o variables en un momento determinado, estos estudios pueden limitarse a establecer relaciones entre variables sin analizar relaciones causales. (Hernández, Fernández, & Baptista, 2006)

Participantes

En el estudio participaron voluntariamente 20 madres de familia cuyas edades fluctuaban entre los 28 y 46 años de edad, con hijos de 6 a 12 años que cursan algún grado de primaria y se dividieron en dos grupos de acuerdo al promedio académico.

Instrumento

El instrumento que va a ser utilizado es la Escala de Clima Social Familiar de Moos, esta escala hace una evaluación y descripción de las relaciones interpersonales entre los miembros de la familia, así como los aspectos de desarrollo que tienen mayor importancia en la familia y su estructura.

Esta escala está dividida en tres dimensiones que a su vez están integradas por subescalas:

  • La primera dimensión evalúa el grado de comunicación y libre expresión dentro de la familia, integra las siguientes subescalas: cohesión (CO), expresividad (EX) y conflicto (CT).
  • La segunda dimensión evalúa la importancia que tienen dentro de la familia ciertos procesos del desarrollo personal que pueden ser o no ser fomentados en la familia, esta dimensión integra las siguientes subescalas: autonomía (AU), actuación (AC), intelectual-cultural (IC), social-recreativo (SR) y moralidad-religiosidad (MR).
  • La tercera dimensión es de estabilidad y da información acerca de la estructura, organización y poder familiar, esta dimensión integra las siguientes subescalas: organización (OR) y control (CN) (Lila y Gracia, 2005; Rosales Piña y Espinoza Salcido, 2012; Vargas Rubilar, 2009 y Povedano, Hendry, Ramos y Varela, 2011).

Resultados

Entre los resultados están divididos en dos grupos lo que son estadísticamente significativos y los que no. El primer grupo está integrado por la subescala de expresividad (EX) con los promedios de 4.5 y 2.6 para los grupos de alto y bajo promedio escolar con una diferencia significativa de (p= .05) al igual que la subescala moral – religioso (MR), con valores de 5.8 y 3.8 para los grupos respectivamente. Por otro lado en las subescala de autonomía (UA), se encontraron valores de 5.8 y 2.6 con una diferencia significativa (p= .01) similar al obtenido en la subescala intelectual cultural (IC), se observan puntuaciones de 4.9 y 1.6 para el grupo de alto y bajo promedio respectivamente. Ver Figura 1. Comparativo de medidas estadísticas de resultados por subescalas.

En lo que corresponde al segundo grupo con diferencia no estadísticamente significativa se encuentra la subescala de cohesión (CO), donde se observa un promedio de 5.8 y de 4.8 para los alumnos con alto y bajo promedio escolar, mientras que en la subescala de conflicto (CT), se obtuvieron puntuaciones de 3.7 y 5.2 respectivamente. Los valores de las medias de la subescala de actuación (AC), son de 6.7 y 4.8 para los grupos de alto y bajo promedio escolar. En el mismo tenor esta la subescala social – recreativo (SR) que van de 4.6 y 3 para los grupos de alto y bajo promedio escolar, así mismo la subescala de organización (OR) se tiene que los valores de las medias son 6 y 3.6 para los grupos de alto y bajo promedio escolar adicionalmente la subescala de control (CN), se tienen valores promedio de 4.6 y 5 para los grupos de alto y bajo promedio respectivamente. Ver Gráfica 1. Comparativo de medidas estadísticas por subescalas.