Colecho. Beneficios, recomendaciones y relación con el síndrome de muerte súbita del lactante
Autora principal: Lorena Martínez Gracia
Vol. XV; nº 9; 357
Bed-sharing. Benefits, recommendations and relationship with the sudden infant death syndrome
Fecha de recepción: 24/02/2020
Fecha de aceptación: 05/05/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 9 – Primera quincena de Mayo de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 9; 357
AUTORES
Lorena Martínez Gracia. Graduada en Enfermería. Hemodiálisis. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.
Alex Malavila Martínez. Graduado en Enfermería. Hemodiálisis. Hospital Miguel Servet.
Laura Palomar Gimeno. Graduada en Enfermería. Laboratorio. Hospital Royo Villanova.
Eduardo Izuel Sobrevilla. Graduado en Enfermería. Urgencias. Hospital Miguel Servet.
Patricia Valero Tapia. Graduada en Enfermería. Hemodiálisis. Hospital Miguel Servet.
Laura Marín Giménez. Graduada en Enfermería. Urgencias. Hospital Miguel Servet.
Gloria Palomar Valero. Graduada en Enfermería. Hemodiálisis. Hospital Miguel Servet.
RESUMEN
El colecho es una práctica en la cual el niño recién nacido duerme cada noche, al menos durante cuatro horas, en la misma superficie que sus padres. Puede realizarse de forma habitual o esporádica.
Es una práctica que ha demostrado múltiples beneficios ya que estimula el acercamiento de hijos y padres y, en ausencia de factores de riesgo, ha demostrado que no aumenta el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) si no que favorece la lactancia materna y es un factor protector frente a este síndrome, entre otros beneficios.
Los padres deben recibir información por parte de los profesionales sanitarios acerca de la práctica del colecho, así como recomendaciones e información de los factores de riesgo que existen, para que el colecho se realice de forma segura y correcta y pueda brindar sus múltiples beneficios.
PALABRAS CLAVE
Colecho, síndrome, muerte, súbita, lactante, beneficios, lactancia, materna.
ABSTRACT
Bed-sharing is a practice in which the new-born child sleeps every night, at least for four hours, in the same surface as their parents. It can be usual or sporadic.
It is a practice that has shown multiple benefits because it stimulates the approaching between kids and their parents and, in the absence of risk factors, it does not increase the Sudden Infant Death Syndrome, but it favors the breastfeeding and it is a protective factor against this syndrome, among other benefits.
The parents must receive information from the health-care professionals about the practice of bed-sharing, as well as recommendations and information about the risk factors, so that bed-sharing can be made in a correct and secure way and it can bring its multiple benefits.
KEYWORDS
Bed-sharing, syndrome, death, sudden, infant, benefits, breastfeeding.
OBJETIVOS
El objetivo de la siguiente revisión bibliográfica es analizar la práctica del colecho y estudiar qué beneficios tiene y qué relación mantiene con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
METOLOGÍA
Se realiza una búsqueda bibliográfica en bases de datos tanto nacionales como internacionales. Las bases de datos utilizadas fueron Dialnet, Pubmed, Cuiden, Google Académico y Scielo. Se seleccionaron finalmente los artículos más idóneos.
INTRODUCCIÓN
Se define colecho como “la práctica de compartir la cama de los adultos, generalmente los padres con los hijos, durante los periodos de sueño. Puede ser habitual o esporádico”. (1)
Debe distinguirse del concepto de cohabitación, el cual hace referencia a compartir la misma habitación, y no la misma cama.
El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) es la muerte inesperada y súbita de un niño de menos de un año de edad, de causa inexplicable tras realizar una exhaustiva investigación que incluya autopsia completa, examen de la historia clínica y estudio del lugar de fallecimiento del bebé.
El recién nacido es muy dependiente y por sí mismo no puede satisfacer sus necesidades básicas tanto nutricionales, como afectivas o físicas. El contacto íntimo con su madre va a satisfacer muchas de estas necesidades ofreciendo al bebé múltiples beneficios como mejora de la termorregulación, la oxigenación o el gasto energético, disminución del llanto, mejora en la estabilidad cardiorrespiratoria, aumento en la producción de leche y mejora en la práctica de la lactancia materna.
La práctica del colecho ya era muy usada entre los campesinos europeos del siglo XIX, los cuales usaban una misma cama para albergar a toda la familia durante el sueño. Las mejoras económicas y los cambios culturales condujeron a la separación del lecho entre padres y sus hijos, priorizando la autonomía e individualización del niño.
En las culturas orientales se sigue practicando con más frecuencia el colecho, como un modo de facilitar que los niños se conviertan en seres sociales, puesto que los consideran ya independientes al nacer. Se observa menor incidencia de SMSL en países asiáticos donde se practica con mayor frecuencia el colecho.
Sin embargo, en occidente se consideran dependientes a los niños al nacer por lo cual se intenta promover su autonomía durmiendo separados de los padres, para incentivar su independencia lo antes posible. Por ello, la incidencia de esta práctica es menor en estos países.
En países industrializados como EEUU se ha observado un significativo aumento de la práctica del colecho así como de la lactancia materna de forma paralela, con cifras de un 45% de colecho practicado durante la noche. En otros países europeos como Inglaterra, la mitad de recién nacidos y la quinta parte de los lactantes pasan tiempo en la cama de sus padres por la noche. En otros países se observan cifras similares o mayores como en Suecia (65%), Austria (30%) o Irlanda (21%) en lactantes menores de tres meses.
Respecto a la prevalencia del colecho, estudios realizados recientemente observaron que las madres que más intención tenían de llevarlo a cabo eran las inmigrantes, aquellas madres sin estudios y las que tenían un menor nivel de ingresos. Las madres primíparas eran las que menos intención tenían de practicarlo, frente a las madres con más de tres hijos que son las que más lo practican.
Hay pocos estudios que traten sobre la prevalencia del colecho en nuestro país. En varios estudios se ha observado hasta un 50 % de colecho en familias monoparentales, siendo más frecuente en inmigrantes, que practican colecho en un 41,95% del total. Todos estos datos concluyen que los bajos ingresos económicos y el menor espacio físico para vivir favorecen que los niños y sus padres compartan el espacio para dormir.
RESULTADOS:
La realización de la práctica del colecho ha demostrado tener múltiples beneficios. Entre ellos destacan los siguientes:
-Instauración y mantenimiento de la lactancia materna. El colecho incentiva la práctica de la lactancia materna. Al situar las madres a sus hijos junto a ellas para amamantar en posición supina, se favorecen las tomas nocturnas de leche. El bebé tiene acceso continuo al pecho de su madre y esta concilia mejor el sueño por la secreción de oxitocina.
-Es un factor protector frente al SMSL. La cercanía entre el bebé y su madre mientras duerme mejora la función cardiorrespiratoria, la oxigenación, la termorregulación y disminuye el llanto. El bebé se despierta con más facilidad y mayor frecuencia, acortándose la fase de sueño profundo. Se sincronizan los ciclos de sueño entre madre e hijo y al tener más despertares se evitan apneas prolongadas. Además al favorecer la lactancia materna, que es un factor protector del SMSL, reduce la posibilidad de que este se produzca.
-Mejora del vínculo afectivo entre padres e hijos. El contacto piel con piel de la madre y su hijo le proporciona calma y favorece una correcta termorregulación. También lo protege de problemas fisiológicos y riesgos ambientales y tiene diversos beneficios como disminución del gasto de energía, adaptación más temprana a su respiración y ritmo cardiaco, mejora en la termorregulación, disminución de episodios de llanto, aumento en la producción de leche materna y mejora en el tiempo de lactancia materna.
Por otro lado, la separación muy temprana del niño de su madre aumenta su estrés y disminuye el sueño tranquilo.
-Mejora la calidad del sueño de la madre por la liberación de oxitocina durante las tomas.
Los profesionales sanitarios deben dar a los padres una serie de recomendaciones para una buena práctica del colecho. Debe practicarse sobre un colchón liso y firme, sin huecos por los cuales pueda caerse el recién nacido. Debe practicarse siempre sobre una cama y no en sofás ni sillones. Los padres deberán dormir en una posición que no pueda perjudicar al niño, así como evitar la presencia de mascotas u otros hermanos o familiares en la habitación. Se deben evitar las temperaturas extremas o arropar en exceso al niño o taparle la cabeza. El niño debe dormir al costado de uno de los padres y nunca en medio de ambos. Se evitará el uso de cojines, almohadas o peluches y en ningún momento se dejará solo al bebé sin supervisión.
También se debe informar a los padres de una serie de circunstancias en las cuales la práctica del colecho está desaconsejada. Estas circunstancias incluyen que uno de los padres sea fumador o la madre haya fumado durante el embarazo, que hayan consumido drogas, alcohol o fármacos ansiolíticos, hipnóticos o antidepresivos, padres menores de 20 años o con enfermedades que puedan disminuir su nivel de consciencia. Tampoco se recomienda el colecho con personas ajenas a los padres.
Las muertes que se producen en situación de colecho, se asocian con al menos un factor de riesgo para el SMSL. Este riesgo no se relaciona directamente con el colecho en sí, si no con las circunstancias en que ocurre como puede ser el exceso de abrigo, dormir boca abajo, niños alimentados exclusivamente con formula, dejar al niño solo en la cama, presencia del almohadas, mantas o cojines o uso de colchón blando.
En presencia de alguno de estos factores de riesgo se informará a los padres sobre la práctica de la cohabitación, que se realizará con una cuna tipo sidecar que permita al bebé dormir en su cuna al mismo nivel que la cama de los padres. La práctica de la cohabitación es también segura y favorece así mismo la lactancia materna.
CONCLUSIONES:
La práctica del colecho favorece la lactancia materna, que a su vez es un factor protector frente al SMSL. Además afianza el vínculo madre-hijo, el apego seguro entre el niño y su madre y favorece las respuestas adecuadas ante situaciones de estrés.
Los profesionales sanitarios deben priorizar a la hora de informar a los padres sobre el colecho el garantizar un entorno seguro, favorecer la autonomía de los padres y ratificar que la decisión que tomen lo hagan totalmente informados sobre los beneficios y riesgos que conlleva esta práctica.
La decisión final de llevarlo a cabo es de los padres, por ello se les debe informar de los beneficios y riesgos del colecho y en caso de que haya presencia de factores de riesgo, como bebé prematuro, tabaquismo, consumo de drogas, alcohol o alimentación exclusiva con fórmula, se recomendará la cohabitación con una cuna tipo sidecar cerca de la cama de los padres, obteniendo beneficios similares con respecto a la lactancia materna.
BIBLIOGRAFIA
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