y los inadecuados salones de clase. (5)
Durante la gestión del doctor Gabaldón al frente del MSAS, este debió enfrentar el grave déficit de asistencia hospitalaria que no podía ser satisfecha con los antiguos y escasos hospitales creados a apartidar de la última década del siglo XIX y las tres primeras décadas del siglo XX. Se procedió a estudiar y planificar un programa de construcciones hospitalarias, destinados a mejorar los hospitales existentes y crear otros en las principales ciudades de la nación. Esto represento una considerable cantidad de recursos financieros del estado, no solo por los elevados costos de construcción y dotación sino, por requerir gran cantidad de personal que rápidamente reclamo apremiantes solicitudes de aumento de sueldo y salario, situación que se hizo recurrente desde entonces (1).
En la década de los años 60, Venezuela atravesaba una difícil situación fiscal. El gobierno nacional debió reducir el gasto para equilibrar el presupuesto nacional. El MSAS le correspondió reducir el presupuesto en 13.14% en el segundo semestre de 1961(10), a pesar de estas limitaciones, la gestión de Gabaldón al finalizar el quinquenio había logrado terminar instalaciones para 3229 camas, estaban en construcción o ampliación 15 hospitales generales con 3760 camas y en proyecto o ejecución 10 hospitales generales con 1535 camas. Así se elevó para el 1966 el número de camas disponibles o en construcción a 13711(11).
Venezuela se situó entre los países de América latina más avanzados en la calidad y cobertura de los servicios médicos curativos, dotados con equipos modernos y atendido por nuevas generaciones de profesionales, adiestrado en los cursos de postgrado clínicos que habían sido estimulados mediante políticas institucionales del MSAS promovidas por el doctor Gabaldón y por el doctor José Ignacio Baldo, desde la dirección de enfermedades crónicas, en alianza con las facultades de medicina de las universidades nacionales.
Las limitaciones económicas y la reducción progresiva del porcentaje de los recursos del presupuesto nacional asignados al MSAS, trajeron serios desequilibrios financieros que desde entonces privilegiaron las estrategias de atención médica hospitalarias en desmejora de los recursos aplicados a la promoción de la salud, la prevención y el saneamiento ambiental. Las fuertes demandas sociales obligaron a que el ministerio de obras públicas y las gobernaciones construyeran estacionamientos hospitalarios con insuficiente planificación o justificación (12).
Las estrecheces económicas de esos años se acentuaron aún más en la década de los años 80 y 90(1). Los últimos hospitales construidos datan de comienzos de la década de los 80 y el crecimiento de la población ampliamente la oferta de servicios de asistencia médica hospitalaria. Las restricciones financieras no pudieron dar respuesta oportuna a las necesidades de inversión hospitalaria mediante programas de mantenimiento de infraestructura y equipos, reposición, modernización y actualización tecnológica de equipos e instrumentos.
A mediados de los años 80 y durante los años 90 se desarrollaron los planes directores de arquitectura hospitalaria (MSAS, BM, BID) y planes de refacción de grandes hospitales públicos (14) que no fueron tomados en cuenta en las refacciones iniciadas en el 2005.
Los datos recopilados en 2007 indicaban un aproximado de 300 hospitales públicos y 457 hospitales privados, lucrativos y no lucrativos. La mayoría de los hospitales públicos pertenece al MPPS, 214. El IVSS disponía de 33 hospitales, las gobernaciones, alcaldías, ministerio de la defensa, PDVSA y otros entes públicos disponían 53 hospitales. El número de camas arquitectónicas de los hospitales para ese año fue de 40675. (15, 16,17) La asociación Venezolana de clínicas y hospitales estimo en mayo del 2011 que el número de cama hospitalaria del sector privado es cercano a las 2300, (18) de estos 90% son hospitales con fines de lucro y 10% sin fines de lucro y 92.2% tienen una capacidad menor de 60 camas. (19)
Los hospitales públicos se clasificaban en Venezuela según el MPPS de acuerdo a su capacidad el número de camas, población de influencia, tipo de servicios clínicos de especialidades generales y otras especialidades, complejidad tecnológica y sede de postgrados clínicos, se clasifican en cuatro categorías establecidas desde 1983 por el MSAS. (20)
Cuadro N°1
Ver: Tablas – El cuidado a la salud en Venezuela desde la llegada de sus primeros habitantes, al final del artículo
De acuerdo a la información suministrada por la organización mundial de la salud, la tasa de 30 camas por cada 10000 habitantes, es el promedio para América latina. En países desarrollados se considera superior a 40 camas por cada 10000 habitantes. En Venezuela a partir de finales de la década de años 60 esta tasa ha venido descendiendo de forma gramática. Podemos observar en el siguiente cuadro lo ocurrido en Venezuela en el periodo 1964 – 1996.
Pasamos de tener 33 por 10000 habitantes en 1964 cuando superamos la meta continental, a solo 15 camas por 10000 habitantes en 1996, lo que significa una reducción de la oferta de camas del orden de más del 50%. A partir de entonces en los últimos 13 años el número de camas disponibles descendió aún más en 2009 se estimó en 9 por 10000 habitantes, la cifra más reciente tomada de la memoria del MPPS del año 2010 y del 2011 son de 10.85 camas por 10000 habitantes respectivamente ( 16,17,21,22).
En Venezuela para 1980 la población nacional según el INE-SISOV era de 14703000 habitantes, con un promedio de 27 camas x 10000 habitantes mientras que en 2011, con una población estimada de 29.277. 736 habitantes, la tasa se redujo a 10.85 por 10000 habitantes.
Es decir, en 30 años mientras la