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Cuidados de Enfermería en la gastroenteritis

Cuidados de Enfermería en la gastroenteritis

Las enfermeras, bajo la supervisión del médico, suelen atender a los pacientes que ingresan al hospital con una enfermedad intestinal denominada gastroenteritis o, como se conoce comúnmente, gripe estomacal. Esta enfermedad puede no parecer importante, pero si el paciente no recibe los cuidados apropiados, corre el riesgo de sufrir efectos secundarios graves, como la deshidratación.

Autores:

  1. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya)
  2. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  3. Irene Calviño García Grado en Enfermería. Clínica los Naranjos Huelva

Resumen

Por lo general, la gastroenteritis implica diarrea, vómitos, dolor intestinal y estomacal, fiebre y dolor de cabeza. Una persona puede contraer la enfermedad de un paciente afectado, agua contaminada y alimentos infectados o en mal estado. Los cuidados de Enfermería consistirán en el mantenimiento de una hidratación adecuada y vigilancia del paciente y, por supuesto, evitar el posible contagio.

Palabras clave: diarreas, aparato digestivo, inflamación, virus, deshidratación, higiene, contagio.

Introducción.

La gastroenteritis es una inflamación de la membrana interna del intestino causada por un virus, una bacteria o parásitos. La gastroenteritis viral es la segunda enfermedad más común en los Estados Unidos. La causa es, generalmente, una infección por norovirus. Se disemina a través de alimentos o agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada. La mejor prevención es lavarse las manos frecuentemente.

Los síntomas de gastroenteritis incluyen diarrea, dolor abdominal, vómitos, dolor de cabeza, fiebre y escalofríos. La mayoría de las personas se recupera sin tratamiento.

El problema más común con la gastroenteritis es la deshidratación. Ocurre si no ingiere suficientes líquidos para sustituir los que se pierden con los vómitos y la diarrea. La deshidratación es más común en bebés, niños pequeños, ancianos y personas con un sistema inmunitario débil.

Causas

La gastroenteritis puede afectar a una persona o a un grupo de personas que hayan ingerido el mismo alimento o hayan tomado la misma agua. Los microorganismos pueden entrar a su organismo de distintas maneras:

  • Directamente del alimento
  • Por medio de objetos como platos y utensilios para comer
  • Se pueden transmitir de una persona a otra por contacto cercano

Muchos tipos de virus la pueden causar gastroenteritis. Los virus más comunes son:

  • El norovirus (o virus similar a Norwalk) es común entre niños en edad escolar. También puede causar brotes en hospitales y en barcos de cruceros.
  • El rotavirus es la principal causa de gastroenteritis grave en niños. También puede infectar a adultos expuestos a niños con el virus y a personas que viven en asilos de ancianos.
  • El astrovirus.
  • El adenovirus entérico.

Las personas con el mayor riesgo de gastroenteritis grave son los niños pequeños, los adultos mayores y las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado.

Síntomas

Los síntomas casi siempre aparecen dentro de las 4 a 48 horas después del contacto con el virus. Los síntomas comunes abarcan:

  • Dolor abdominal
  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos

Otros síntomas pueden ser:

  • Escalofríos, piel fría y húmeda o sudoración
  • Fiebre
  • Rigidez articular o dolor muscular
  • Alimentación deficiente
  • Pérdida de peso

Pruebas y exámenes

El proveedor de atención médica buscará signos de deshidratación, incluyendo:

  • Boca seca o pegajosa
  • Letargo o coma (deshidratación grave)
  • Hipotensión arterial
  • Ausencia o bajo gasto urinario; la orina concentrada luce de color amarillo oscuro
  • Puntos blandos (fontanelas) en la parte superior de la cabeza de un bebé
  • Ausencia de lágrimas
  • Ojos hundidos

Se pueden emplear exámenes coprológicos con el fin de identificar el virus causante de la enfermedad. La mayoría de las veces, esta prueba no se necesita. Se puede hacer un coprocultivo para averiguar si el problema está siendo causado por bacterias.

Tipos:

Gastroenteritis viral

Los antibióticos generalmente no se recetan para tratar la gastroenteritis hasta que se detecta una bacteria o un parásito como la causa de la infección. Se pueden administrar antibióticos para ciertas bacterias, específicamente el Campylobacter, Shigella y Vibrio cholerae, debidamente identificados a través de pruebas de laboratorio. De lo contrario, con cualquier antibiótico o con un antibiótico equivocado, puede empeorar la enfermedad o hacer que dure más tiempo.

Las bacterias pueden causar gastroenteritis directamente por una infección de la mucosa del estómago y del intestino. Algunas bacterias, como Staphylococcus aureus producen una toxina que es la causa de los síntomas. El estafilococo es un tipo común de intoxicación alimentaria.

La infección por Escherichia coli puede causar complicaciones significativas, como por ejemplo, síndrome urémico hemolítico y diarrea con sangre.

La Salmonella, Shigella y Campylobacter son también causas comunes de la enfermedad. EL Clostridium difficile (C. difficile) son bacterias que pueden crecer en el intestino grueso después de que una persona haya estado tomando antibióticos para una infección.

Gastroenteritis por salmonella

La Salmonella se contrae por la ingestión de la bacteria en los alimentos o agua contaminados y por la manipulación de aves o reptiles como las tortugas que transportan estos gérmenes.

Algunas infecciones, como la salmonela, no se tratan con antibióticos. Por lo tanto, el tratamiento constará de atención médica, hidratación y descanso. Nuestro cuerpo es capaz de combatir y resolver la infección sin necesidad de antibióticos.

Gastroenteritis aguda

El tratamiento para la gastroenteritis aguda es el mismo que para la gastroenteritis leve, depende básicamente de la causa que la ha provocado.

En la gastroenteritis aguda el paciente debe estar más atento al tema de la deshidratación, ya que estará perdiendo más líquidos y electrolitos a causa de los vómitos y diarrea. El tratamiento suele alargarse en la gastroenteritis aguda.

Una vez el paciente ha pasado esta gastroenteritis, necesitará descansar para recuperar todas sus fuerzas.

Gastroenteritis en niños

El Rotavirus es una de las principales causas de diarrea grave en bebés y niños pequeños. El astrovirus es la tercera causa más frecuente de gastroenteritis en niños.

La terapia de rehidratación oral con soluciones equilibradas de electrolitos, como el Pedialyte o el Gatorade pueden ser todo lo que se necesite un niño o un bebé para reponer su suministro de fluido. El agua sola no es recomendable, ya que puede diluir los electrolitos en el cuerpo y causar complicaciones como convulsiones debido a los bajos niveles en sodio.

La clave para la rehidratación oral es dar pequeñas cantidades de forma frecuente. Si les ofreces acceso libre a una botella, especialmente los bebés pueden beber rápidamente para saciar su sed y luego vomitar. En su lugar, puede ser mejor para limitar la cantidad de fluido en un momento dado.

Lo importante a recordar es que el objetivo es proporcionar fluido al niño y no necesariamente calorías. A corto plazo, la hidratación es más importante que la nutrición.

Para los bebés y los niños, el estado del líquido se puede controlar mediante:

  • Si está orinando.
  • Si tiene saliva en la boca.
  • Lágrimas en los ojos.
  • Sudor en las axilas o las ingles.

Si el niño se vuelve apático o no parece estar actuando normal, debes llamar a urgencias.

Gastroenteritis en adultos

Entre el cincuenta y el setenta por ciento de los casos de gastroenteritis en adultos son causados ​​por los norovirus. Este virus es muy contagioso y se propaga rápidamente.

Aunque los adultos y los adolescentes tienen una reserva de electrolitos más grande que los niños, el desequilibrio electrolítico y la deshidratación pueden producirse a causa de la gastroenteritis.

Gastroenteritis en embarazadas

Las mujeres embarazadas tienen las mismas posibilidades a contraer gastroenteritis que el resto de la población. Por lo general, ésta durará un par de días. Durante el transcurso de la enfermedad, la mujer embarazada debe poner especial atención a su hidratación.

Si no aparecen signos de deshidratación o fiebre, el bebé no se verá afectado por esta condición.

Tratamientos

  • Rehidratación

El tratamiento principal de la gastroenteritis tanto en niños como en adultos es la rehidratación. Esto se logra preferiblemente administrando sales de rehidratación oral, si bien la intravenosa puede ser necesaria si existe una disminución en el nivel de conciencia o si la deshidratación es grave. Los productos orales de reemplazo producidos con carbohidratos complejos (es decir, aquellos que contienen trigo o arroz) pueden ser mejores que aquellos que contienen azúcares simples. Las bebidas especialmente altas en azúcares simples, como las gaseosas y los jugos de frutas, no son recomendables en niños menores de 5 años ya que pueden aumentar la diarrea. Se puede utilizar agua pura si los preparados más específicos y eficaces de rehidratación oral no están disponibles o no son agradables. En los niños pequeños se puede utilizar una sonda nasogástrica para administrar fluidos si las circunstancias así lo requiriesen.

  • Alimentación

Se recomienda que los bebés alimentados con leche materna sigan siendo alimentados de la forma normal y que los infantes alimentados con biberón sigan con su leche de fórmula después de la rehidratación con solución de rehidratación oral (SRO). Por lo general, las leches de fórmula sin lactosa o bajas en lactosa no son necesarias. Los niños deben seguir con su alimentación normal durante los episodios de diarrea, pero se deben evitar los alimentos altos en azúcares simples. La dieta BRAT (plátanos, arroz, puré de manzana, tostadas y té) ya no se recomienda, ya que no contiene suficientes nutrientes y no muestra ningún beneficio sobre la alimentación normal. Se ha demostrado que algunos probióticos son beneficiosos para reducir tanto la duración de la enfermedad como la frecuencia de las deposiciones. Además, pueden ser útiles para prevenir y tratar la diarrea asociada con los antibióticos. Los productos a base de leche fermentada (como el yogur) presentan un beneficio similar. Los suplementos a base de zinc parecen ser eficaces en el tratamiento y la prevención de la diarrea entre los niños de países en vía de desarrollo

  • Antieméticos

Los medicamentos antieméticos pueden ser útiles para tratar los vómitos en los niños. El ondansetrón es de alguna utilidad, una dosis única se asocia con una disminución en la necesidad de fluidos intravenosos, menos hospitalizaciones y menos vómitos. La metoclopramida también puede ser útil. Sin embargo, el uso del ondansetrón puede estar conectado a un aumento en la tasa de regreso al hospital en niños. El preparado intravenoso de ondansetrón se puede administrar oralmente si el juicio clínico lo justifica. El dimenhidrinato, si bien reduce los vómitos, no parece presentar un beneficio clínico importante.

  • Antibiótico

Por lo general, los antibióticos no suelen utilizarse para la gastroenteritis, si bien algunas veces se recomiendan si los síntomas son especialmente graves o si se aísla o se sospecha de una posible causa bacteriana. Si se han de emplear antibióticos, un macrólido (como la azitromicina) es más preferible que una fluoroquinolona debido a unas tasas de resistencia más altas a esta última. La colitis pseudomembranosa, cuya causa más habitual es el uso de antibióticos, se maneja discontinuando el agente causante y tratándola con metronidazol o vancomicina. Las bacterias y protozoos que son susceptibles a tratamiento incluye la Shigella, la salmonella typhi y las especies de Giardia. En aquellos que tengan Giardia o Entamoeba histolytica, se recomienda tratar con tinidazol ya que es mejor que el metronidazol. 69 30 La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de antibióticos en niños pequeños que presentan diarrea sanguinolenta y fiebre.

  • Antiespasmódicos

Los antiespasmódicos presentan un riesgo teórico de causar complicaciones y, si bien la experiencia clínica ha demostrado que es poco probable, se desaconseja utilizar estos medicamentos en gente con diarrea sanguinolenta o diarrea que se complica con fiebre. La loperamida, un opioide análogo, se usa comúnmente para el tratamiento sintomático de la diarrea. La loperamida, sin embargo, no se recomienda en niños, ya que puede cruzar la barrera sangre/cerebro inmadura y causar toxicidad. El subsalicilato de bismuto, un complejo insoluble de bismuto trivalente y salicilato, puede utilizarse en casos leves o moderados, pero el envenenamiento por ácido salicílico es teóricamente posible.

Cuidados de Enfermería

El manejo de los casos de diarrea consta de cinco pasos:

– Evaluar determinar el estado de hidratación y la presencia de otros problemas o complicaciones asociados a la diarrea.

– Rehidratar al paciente por vía oral o intravenosa y monitorizarlo.

– Mantener al paciente hidratado, reemplazando las pérdidas con solución de rehidratación oral (SRO).

– Administrar un antibiótico u otros tratamientos cuando exista indicación expresa.

– Manejo de la diarrea en el hogar que incluya educación en prevención, instrucciones sobre rehidratación oral, alimentación, etc.

Diagnósticos enfermeros

DX Incontinencia fecal m/p lesiones colorrectales m/r incapacidad para retrasar la defecación.

Objetivo: proporcionar seguridad en relación padecimiento

Intervenciones de Enfermería:

– Facilitar la intimidad adecuada para la eliminación.

– Responder rápidamente a las solicitudes de ayuda para la eliminación.

– Limpiar la piel perianal después de cada episodio de incontinencia fecal.

– Enseñar al cuidador de usuario con movilidad limitada a monitorizar regularmente el sacro y el área perineal para detectar ulceras por presión

– Colocar protectores de sabanas en la cama.

DX Alteración en la eliminación intestinal r/c mala absorción intestinal m/p más de tres deposiciones liquidas al día.

Objetivo: evitar el déficit de volumen de líquidos.

Intervenciones de Enfermería:

– Observar y anotar el número y consistencia de las heces por día.

– Valorar la presencia de deshidratación.

– Aconsejar al usuario que haga comidas frecuentes y de poca cantidad.

– Observar la piel perianal para ver si hay irritación o ulceración.

DX Desequilibrio nutricional por defecto r/c incapacidad para digerir o absorber nutrientes por factores biológicos m/p ingesta inferior a las cantidades diarias recomendadas

Objetivo: mantener el estado nutricional en condiciones óptimas.

Intervenciones de Enfermería:

– Ayudar o proporcionar una dieta equilibrada en sólidos y líquidos

– Comprobar y registrar la tolerancia oral

– Determinar en colaboración con el dietista si procede el número de calorías y el tipo de nutriente necesarios para satisfacer las necesidades de alimentación.

Conclusión

Los cuidados de Enfermería destinados a la gastroenteritis tendrán como base principal la rehidratación. También será importante el control de las deposiciones para valorar si fuese necesaria la administración de algún tipo de medicamento. Un aspecto importante de esta enfermedad es el control de la higiene. Para ello, Enfermería debe transmitir al paciente las pautas necesarias para llevarlo a cabo y evitar posibles contagios. Paulatinamente, se irán incorporando a la dieta del paciente alimentos sólidos.

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