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Cuidados de Enfermería en el periodo perioperatorio

y la educación preoperatoria. El mejor evaluador del logro de los objetivos es el mismo paciente.

3.                   CUIDADOS EN LA FASE INTRAOPERATORIA

Tras la preparación y evaluación preoperatoria, el paciente entra en el período operatorio, que se inicia con el traslado del paciente al quirófano y finaliza cuando ingresa en la unidad de asistencia postanestésica. La asistencia de Enfermería durante este período abarca distintas actividades dirigidas al paciente sometido a la cirugía. El centro de atención de los cuidados de Enfermería pasa a ser la protección, la defensa y la prestación de atención, debido a la mayor dependencia del enfermo durante el período operatorio. El objetivo de Enfermería es facilitar que la intervención quirúrgica transcurra sin incidencias y proteger al paciente de las lesiones.

3.1          VALORACIÓN

–                      Cuando el paciente entra en quirófano:

  • El personal de Enfermería debe identificarle, tanto de palabra como con la pulsera de identificación e historia clínica, y completar la valoración de Enfermería de la situación inmediatamente preoperatoria del enfermo
  • Confirmar la técnica quirúrgica planeada
  • Revisar toda la documentación, para ver que está completa

3.2          PLANIFICACIÓN

Se plantean, entre otros, los siguientes criterios en cuanto a resultados finales, el paciente:

–                      Saldrá del quirófano con la piel íntegra, salvo la zona de la incisión quirúrgica y de los drenajes

–                      Estará normotérmico en el momento de salir de quirófano

–                      Mostrará un menor nivel de ansiedad durante el período operatorio y tras la intervención

–                      No sufrirá lesiones mientras permanezca en el quirófano

–                      Mantendrá la comunicación intraoperatoria mediante el uso de medidas verbales y no verbales

–                      La técnica aséptica se mantendrá durante toda la intervención y la herida operatoria permanecerá sin signos de infección en las 48 horas siguientes a la intervención

3.3          EJECUCIÓN

–                      Tranquilizar al paciente, reduciendo su ansiedad, describiendo todos los estímulos sensoriales que va a recibir (colocación del manguito de presión, canalización de vía venosa periférica….)

–                      Prevenir posibles lesiones, tras inducir la anestesia, se pierden los mecanismos normales de autoprotección

–                      La anestesia suele iniciarse en decúbito supino, colocando después al paciente, si fuera necesario, en la posición requerida para la intervención

–                      La elección de la postura depende de la zona a intervenir y de la situación del paciente. Todas las posiciones quirúrgicas, aunque algunas más que otras, pueden ser potencialmente peligrosas a causa de sus efectos sobre la respiración, la circulación, los nervios periféricos y la piel.

–                      Posiciones quirúrgicas:

  • Supino o dorsal
  • Trendelenburg
  • Trendelenburg inverso
  • Litotomía
  • Lateral
  • Prono
  • En navaja
  • Sedente

–                      Los cambios de postura de los pacientes anestesiados deben hacerse de forma lenta, para permitir que el aparato circulatorio se adapte a los cambios de la distribución de la sangre

–                      Las zonas corporales especialmente vulnerables a las lesiones derivadas de la posición quirúrgica son:

  • Ojos
  • Oídos
  • Boca
  • Cuello
  • Extremidades: nervios, articulaciones, vascular

–                      Asegurar el aislamiento y toma de tierra del paciente cuando se utiliza el bisturí eléctrico

–                      Control estricto de la temperatura corporal en el caso de usar el láser bien para cortar, coagular, vaporizar y soldar los tejidos

4.                   CUIDADOS EN LA FASE POSTOPERATORIA

El postoperatorio comienza cuando acaba la intervención quirúrgica y el paciente ingresa en la unidad de reanimación postanestésica (URPA) o Sala del Despertar. Algunos pacientes que reciben un anestésico local o son sometidos a intervenciones que no requieren anestesia pueden pasar desde el quirófano a su habitación del hospital o ser dados de alta a sus domicilios. La duración del postoperatorio depende del tiempo necesario para la recuperación del estrés y de la alteración causada por la cirugía y la anestesia, pudiendo ser de sólo unas pocas horas o abarcar varios meses.

El postoperatorio suele dividirse en dos fases. La primera se caracteriza por la recuperación inicial de estrés de la anestesia y la cirugía durante las primeras horas siguientes a la intervención. La segunda fase es el período de resolución y curación, que puede llegar a ser incluso de meses en casos de intervenciones mayores. Como no existe una línea divisoria clara entre la fase inicial de la recuperación postanestésica y la segunda fase, los cuidados de Enfermería se expondrán unificados:

Tras una anestesia general, la recuperación de la función cognoscitiva y de la habilidad motora pueden requerir hasta 48 horas en recuperar los niveles preanestésicos. Sin