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Desarrollo de un programa de intervención para la prevención secundaria de los trastornos de la conducta alimentaria: anorexia y bulimia

Desarrollo de un programa de intervención para la prevención secundaria de los trastornos de la conducta alimentaria: anorexia y bulimia

Autora principal: Alba Simón Melchor

Vol. XV; nº 11; 514

Development of an intervention program for secondary prevention of eating disorders: anorexia and bulimia   

Fecha de recepción: 24/03/2020

Fecha de aceptación: 28/05/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 11 –  Primera quincena de Junio de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 11; 514

Autores:

– 1ª Autora responsable de la correspondencia del artículo: Alba Simón Melchor.

Profesión: Diplomada Universitaria en Enfermería. Diploma de Especialización en accidentes de tráfico. Título de experto en indicación, uso y autorización de medicamentos y productos sanitarios.

Lugar de trabajo: Enfermera de Atención Continuada del Centro de Atención Primaria de Calaceite (Alcañiz), España.

–  2ª Autor: Javier Solano Castán.

Profesión: Licenciado en Farmacia. Experto en Ortopedia, Master en Atención Farmacéutica y Farmacoterapia.

Lugar de trabajo: Farmacéutico de Loporzano (Huesca), España.

– 3ª Autora: María Luisa Jiménez Sesma.

Profesión: Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Interuniversitario en Ciencias de la Enfermería. Experto en Gerontología Clínica y Social.

Lugar de trabajo: Enfermera del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza), España. 

Resumen:

Introducción: los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, son patologías psiquiátricas muy preocupantes por sus altas tasas de incidencia y sus altos índices de mortalidad, por ello es especialmente relevante llevar a cabo programas orientados a la prevención de estas enfermedades.

Objetivos: disminuir la prevalencia, reducir el tiempo de duración y el tiempo de demora entre el debut y el inicio de tratamiento de los TCA.

Material y métodos: para la elaboración del programa se ha realizado una exhaustiva búsqueda y revisión de la literatura disponible. El programa se ha destinado a aquellas personas que están en contacto con la población de riesgo de padecer TCA como son los profesores, farmacéuticos, profesionales sanitarios y familiares de los alumnos de un Instituto. Además se ha implicado a participar en el programa a los propios adolescentes con el objetivo de concienciarles acerca del grave problema de los TCA.

Resultados: se ha desarrollado un programa de 9 sesiones. 3 sesiones serán destinadas a los profesores, farmacéuticos y profesionales sanitarios, 3 sesiones serán destinadas a los familiares de los alumnos y 3 sesiones serán destinadas a los alumnos. En cada sesión se trabajarán una serie de contenidos mediante diversas actividades, marcando los resultados esperados. Para evaluar la eficacia y efectividad del programa se utilizarán diversos métodos cuantitativos y cualitativos. Por último se han propuesto diversas propuestas de mejora para aplicar y realizar en programas futuros.

Discusión y conclusiones: los programas preventivos protegen a la población, pero durante un corto periodo de tiempo, por ello sería necesario continuarlos en el tiempo además de realizar su seguimiento. Me gustaría por último recalcar que se debería continuar investigando para la detección de nuevas herramientas preventivas de los TCA, por sus elevados índices de prevalencia actuales.

Palabras clave:      

Prevención secundaria, trastornos de la conducta alimentaria, diagnóstico, tratamiento, anorexia nerviosa, bulimia nerviosa.

Abstract:           

Introduction: eating disorders (eating disorders), such as anorexia nervosa and bulimia nervosa, are psychiatric diseases that are very worrying about their high incidence rates and high mortality rates, so it is especially relevant to carry out programs aimed at prevention of these diseases.

Objectives: to reduce the prevalence, reduce the duration and the delay time between the debut and the start of treatment of eating disorders.

Material and methods: for the elaboration of the program, an exhaustive search and review of the available literature has been carried out. The program has been aimed at those people who are in contact with the population at risk of suffering from eating disorders such as teachers, pharmacists, health professionals and family members of the students of an Institute. In addition, adolescents themselves have been involved to participate in the program in order to raise awareness about the serious problem of eating disorders.

Results: a 9 session program has been developed. 3 sessions will be aimed at teachers, pharmacists and healthcare professionals, 3 sessions will be aimed at students’ families and 3 sessions will be aimed at students. In each session a series of contents will be worked through various activities, marking the expected results. To evaluate the effectiveness and effectiveness of the program, various quantitative and qualitative methods will be used. Finally, several improvement proposals have been proposed to apply and carry out in future programs.

Discussion and conclusions: preventive programs protect the population, but for a short period of time, it would therefore be necessary to continue them in time as well as follow up. Lastly, I would like to emphasize that research should continue to detect new preventive tools for eating disorders, due to their current high prevalence rates.                                                                                                                       

Keywords:                                                                                                                                      

Secondary prevention; Eating disorder; diagnosis; treatment; anorexia nervosa; bulimia nervosa.

DESARROLLO DE UN PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA LA PREVENCIÓN SECUNDARIA DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA: ANOREXIA Y BULIMIA.

  1. JUSTIFICACIÓN

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos mentales que se caracterizan por una alteración de la conducta ante la ingesta alimentaria y un excesivo control por el peso. Se trata de trastornos graves que aparecen frecuentemente durante la adolescencia, siendo más habituales en sociedades desarrolladas donde la cultura que predomina enfatiza la delgadez 1,2.

La anorexia nerviosa (AN) es una enfermedad basada en una distorsión de la imagen corporal, la persona se percibe a sí misma como obesa o con mayor peso del real, presentando un peso inferior al que cabría esperar para su edad, sexo y altura. El peso se pierde por ayunos o restricción de la ingesta, sin embargo también utilizan otras técnicas como el vómito autoinducido, abuso de laxantes y diuréticos o ejercicio físico intenso. La bulimia nerviosa (BN) se caracteriza por el consumo desmesurado de grandes cantidades de comida en un periodo limitado de tiempo. Los atracones frecuentemente se desencadenan ante problemas emocionales (se refugian en la comida), estos van seguidos de conductas para evitar aumentar de peso como son vómitos provocados, abuso de laxantes, ayuno y ejercicio físico extremo 3,4,5.

A diferencia de la AN, en la BN el peso no suele variar (puede encontrarse en los límites normales o incluso ser superior) aspecto que dificulta bastante su diagnóstico, por ello los episodios bulímicos son descubiertos a menudo tras detectar complicaciones médicas acompañantes como lesiones dentales, cuadros de intoxicaciones por fármacos eméticos, anormalidades en el ritmo cardiaco, sangrado esofágico, trastornos electrolíticos, diarrea, deshidratación, etc…. Cabe destacar que las fluctuaciones frecuentes en el peso suelen ser en muchas ocasiones el único signo clínico evidente de la BN 4,5.

Respecto a la etiología de los TCA, la hipótesis de un solo factor ha sido sustituida actualmente por hipótesis multifactoriales, ya que la sintomatología clínica representa el final de la interacción de tres tipos de factores: factores predisponentes (individuales, familiares, culturales), factores precipitantes (situaciones de crisis como pérdidas afectivas o inicio de una dieta estricta por insatisfacción corporal) y factores perpetuantes (clínica de desnutrición y clínica asociada) 1,2.

Diversos estudios confirman que la prevalencia de AN entre adolescentes ha aumentado en un 0,5-1%, afecta en mayor número a mujeres que a hombres (9,5:0,5) y la edad media de inicio del trastorno es de 17 años. Por otro lado la prevalencia de la BN en la población es del 1-3%, al igual que en la AN hay mayor número de mujeres afectadas, sin embargo la edad de aparición es más tardía, ya que aparece entre los 18 y 25 años 3. En cuanto pronóstico de los TCA no se debe hablar de curación antes de los 4 años de evolución, además tienen una morbimortalidad asociada importante, habiéndose demostrado en diversos estudios de seguimiento una mortalidad de hasta el 20% en AN a los 20 años, y de un 5% en BN a los 5 años, con unas tasas de cronificación del 20-25% en los mismos periodos 6,7.

La AN y BN son patologías psiquiátricas muy preocupantes por sus altas tasas de incidencia y sus altos índices de mortalidad, por ello es especialmente relevante llevar a cabo programas orientados a la prevención de estas enfermedades 8,9. La prevención tradicionalmente se ha conceptualizado en tres niveles: la prevención primaria la cual trata de reducir en la medida de lo posible la prevalencia de los TCA (esta prevención ha generado “controversias”, ya que se ha demostrado que la realización de “charlas divulgativas en el medio escolar” puede ser contraproducente, ya que en vez de lograr prevenir se genera un “efecto pánico” indeseado). La prevención secundaria se basa en la detección precoz y derivación adecuada para facilitar el inicio de un tratamiento eficaz (combinar la prevención primaria con la secundaria ha demostrado ser una fórmula interesante). Y la prevención terciaria trata de establecer medidas eficaces para evitar/reducir las posibles complicaciones y cronicidad en el trascurso de los TCA. Ver Tabla 1: Niveles de prevención de los TCA (al final del artículo) 8. Tras consultar las últimas revisiones y evidencias disponibles, la prevención resultará más eficaz si se aplica en las poblaciones de riesgo (en el caso de TCA en adolescentes) en sesiones interactivas y múltiples (evitando sesiones informativas), principalmente en personas jóvenes del sexo femenino y ofertadas por profesionales previamente cualificados (tales como maestros, profesores, educadores, monitores de comedores, psicopedagogos de escuelas, farmacéuticos, dietistas, nutricionistas, etc…) 8,9. En cuanto al contenido, resultarán más eficaces aquellas estrategias de prevención que empleen técnicas que refuercen la autoestima y las habilidades sociales y que ayuden a realizar crítica del modelo estético imperante y a la aceptación de la imagen corporal 8. No debemos olvidar que las actividades preventivas sólo serán efectivas si se conoce la causa necesaria de la enfermedad que se pretende prevenir. Además, las medidas preventivas tienen más probabilidad de ser eficaces si no dependen de la modificación de la conducta de los individuos 9,10,11.

     2. OBJETIVOS

2.1: OBJETIVO GENERAL

  • Disminuir la prevalencia: reducir el tiempo de duración de los TCA y el tiempo de demora entre el debut y el inicio de tratamiento 8.

2.2: OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • Diagnóstico precoz: identificación temprana de los TCA cuando están presentes todos los síntomas acompañantes o únicamente algunos de ellos 8,9.
  • Tratamiento precoz: instauración de un tratamiento temprano y efectivo que contemple todas las facetas (dieta, peso, figura, cogniciones y relaciones interpersonales), evitando llevar a cabo únicamente un tratamiento estrictamente somático. Todo ello contribuirá a que este tratamiento sea eficaz y evitará además la tendencia a la cronificación de los TCA 8,9.

     3. POBLACIÓN A LA QUE VA DIRIGIDA

Para realizar una buena prevención secundaria debemos ofrecer una formación básica a los diferentes profesionales que están en contacto con la población de riesgo y que pueden detectar un TCA (profesores, farmacéuticos, educadores, etc…) 12. Los profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, pediatras, etc…) deben recibir también una formación adecuada ya que pueden contribuir al diagnóstico precoz de los TCA.

Para “proteger” y ayudar a “protegerse” a los adolescentes de los TCA, es evidente y necesaria la suma de esfuerzos tanto de la comunidad educativa como de la familia, no debemos olvidar su “papel esencial”. Por último también hay que tener en cuenta la importancia de concienciar, implicar, informar y educar en conductas sanas a los propios adolescentes como estrategia de prevención de los TCA.

Por ello los destinatarios del programa de intervención para la prevención secundaria de los TCA serán:

  • Los profesores que imparten el 2, 3 y 4º curso de la ESO de un Instituto.
  • Los farmacéuticos que pertenecen a la zona básica de salud de un Instituto.
  • Los profesionales sanitarios que pertenecen a la zona básica de salud deL Instituto.
  • Los familiares de los alumnos del 2, 3 y 4º curso de ESO de un Instituto.
  • Los alumnos del 2, 3 y 4º curso de la ESO de un Instituto.

     4. DURACIÓN Y NÚMERO DE SESIONES

4.1: SESIÓNES DE PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA DE INTERVENCIÓN

Dos semanas antes de comenzar el programa citaremos telefónicamente a los diferentes destinatarios para que acudan a una reunión de presentación de la intervención. En esta reunión les explicaremos con detenimiento el número de sesiones, la duración y la finalidad del programa de intervención. Esta reunión tendrá una duración aproximada de 90 minutos, dejando al final 30 minutos para que expongan las dudas o sugerencias que les hayan surgido. Transmitiremos a los asistentes que nuestro principal objetivo es colaborar con todos ellos en la ardua y difícil tarea del diagnóstico y tratamiento precoz de los TCA, recalcando el papel esencial que ellos tienen al respecto. Para los alumnos realizaremos otra reunión de presentación independiente de la anterior, nuestro objetivo principal con los alumnos será fomentar hábitos de vida saludables, evitar falsos mitos o conductas, mejorar su satisfacción corporal y prevenir los TCA.

4.2: DURACIÓN y NÚMERO DE SESIONES:

Los programas de prevención de TCA breves de sesión única (una sesión de 1 hora de duración) han resultado ser insuficientes para producir un cambio verdadero de actitud y conducta, por lo que estos programas raras veces producen los efectos deseados. Sin embargo los programas multisesión (al menos 3 sesiones de 1 hora de duración, cada semana) permiten a los destinatarios reflexionar entre las sesiones asegurando así una mayor y mejor internalización de los contenidos aportados en las sesiones 12. Por todo ello realizaremos un total de 9 sesiones interactivas de 90 minutos de duración cada una, durante 9 semanas (impartiremos 1 sesión a la semana con el propósito de conseguir una mejor asimilación de los contenidos por parte de los destinatarios). Las sesiones se impartirán los lunes de 10:00-11:30 h.

  • 1ª, 2ª y 3ª SEMANA: 3 sesiones destinadas a los profesores, farmacéuticos y profesionales sanitarios. Ver Tabla 2: Programa de las sesiones dirigidas a los profesores/farmacéuticos/ profesionales sanitarios (al final del artículo).
  • 4ª, 5ª y 6ª SEMANA: 3 sesiones destinadas a los familiares de los alumnos. Ver Tabla 3: Programa de las sesiones dirigidas a los familiares de los alumnos (al final del artículo).
  • 7ª, 8ª y 9ª SEMANA: 3 sesiones destinadas a los alumnos. Ver Tabla 4: Programa de las sesiones dirigidas a los alumnos (al final del artículo).
  1. METODOLOGÍA

Las 9 sesiones del programa se desarrollarán en la sala multiusos de un Instituto. La metodología empleada dependerá del grupo al que van dirigidas, a continuación mostramos 3 tablas con los contenidos y actividades de cada una de las sesiones en función de sus destinatarios (profesores, farmacéuticos y profesionales sanitarios/ familiares de los alumnos / alumnos) 13,14,15. Ver Tablas 2, 3 y 4 (al final del artículo).

En las 3 sesiones destinadas a los profesores, farmacéuticos y profesionales sanitarios trabajaremos con ellos con el propósito de ampliar y mejorar sus conocimientos acerca de los TCA, les mostraremos cuestionarios para la detección de los TCA, los medios de derivación y los tratamientos disponibles (hospitales de día, hospitalización, centros de salud mental), utilizaremos métodos como casos prácticos, debates, aplicación de tests y cuestionarios 13,14,15. Ver Tabla 2: Programa de las sesiones dirigidas a los profesores/farmacéuticos/ profesionales sanitarios (al final del artículo).

En las 3 sesiones destinadas a los familiares de los alumnos trabajaremos con ellos para transmitirles su “importante y gran papel” en la prevención y detección de los TCA, les mostraremos el cuestionario ABOS, les explicaremos donde deben acudir ante la sospecha de este tipo de trastornos, utilizaremos métodos como casos prácticos, charlas y debates 13,14,15. Ver Tabla 3: Programa de las sesiones dirigidas a los familiares de los alumnos (al final del artículo).

En las 3 sesiones destinadas a los alumnos trabajaremos con ellos de manera activa proporcionándoles estrategias para modificar comportamientos inadecuados, tratando temas como la imagen corporal, la autoestima, la repercusión negativa de la publicidad, los problemas de una incorrecta alimentación y el ejercicio físico, utilizaremos métodos como la encuesta dietética, juego de roles y espejo mágico 13,14,15. Ver Tabla 4: Programa de las sesiones dirigidas a los alumnos (al final del artículo).

  1. RESULTADOS

Los resultados esperados tras el programa de intervención para la prevención secundaria de los TCA los podemos visualizar en las 3 tablas del programa de las sesiones dirigidas a profesores, familiares y alumnos 15,16,17. Ver Tabla 2, 3 y 4 (al final del artículo).

  1. EVALUACIÓN

Para conocer la eficacia, efectividad y eficiencia de los programas preventivos es esencial llevar a cabo la evaluación de los resultados. Si los resultados esperados se han cumplido esto indica que el programa ha sido eficaz (no debemos olvidar la importancia de su continuidad en el tiempo). Sin embargo si los resultados esperados no se han logrado deberemos evaluar y analizar el programa para saber que ha ocurrido. Es muy recomendable la formulación de propuestas de mejora para así lograr los resultados deseados en el futuro o para mejorar los resultados aumentando así la eficacia y eficiencia del programa.

Los programas preventivos tienen que tener la calidad necesaria para modificar no sólo los conocimientos sino también las actitudes y las conductas de la población a la que van dirigidos18.

Realizaremos una sesión de medición de conocimientos y actitudes previa a las sesiones educativas y otra posterior, para medir los conocimientos adquiridos por parte de los destinatarios18.

7.1: EVALUACIÓN MEDIANTE MÉTODOS CUANTITATIVOS: utilizaremos diversos cuestionarios y test para evaluar si los resultados u objetivos deseados se han logrado: EAT-26, satisfacción corporal, CIMEC, ABOS, EDI-2, SCOFF, BSQ, BULIT, conocimientos de nutrición, hábitos alimentarios incorrectos 18,19.

7.2: EVALUACIÓN MEDIANTE MÉTODOS CUALITATIVOS: mediante entrevistas, debates u observación evaluaremos si se han logrado los objetivos deseados. Siendo esta evaluación más integral e individualizada 20.

     8. PROPUESTAS DE MEJORA:

A continuación mostramos una serie de propuestas a tener en cuenta a la hora de elaborar programas de prevención, estas ayudarán a desarrollar programas efectivos y lograr los resultados deseados.

– Los programas preventivos realizados acerca de los TCA que han demostrado mayor eficacia y mejores resultados deberían considerarse como modelos para desarrollar programas futuros 21.

– Se debería continuar investigando para la detección de nuevas herramientas preventivas de TCA.

– Las estrategias de prevención de TCA deben ser específicas para así lograr que los efectos deseados sean mayores (por ejemplo la adopción de principios sociales de persuasión psicológica, la utilización de sesiones de refuerzo, realizar actividades que desafíen hábitos no saludables, etc…) 21.

– Los programas preventivos protegen a la población pero durante un corto periodo de tiempo, por ello sería necesario continuarlos en el tiempo además de realizar su seguimiento (las campañas aisladas y descontextualizadas están habitualmente condenadas al fracaso) 21,22.

– Sería muy recomendable solicitar a los servicios sanitarios mayor colaboración y presencia para llevar a cabo conjuntamente programas de prevención de TCA y educación para la salud (EPS)22.

– En el diseño de estrategias universales de prevención de los TCA deben tenerse en cuenta siempre las expectativas de cambio de conducta y las actitudes de la población a la que van dirigidas 22.

– Se deberían transmitir mensajes a las familias y a los adolescentes sobre pautas que indirectamente protegen frente a los TCA (fomentar las comidas en familia, facilitar la comunicación, mejorar el autoestima, evitar que las conversaciones giren compulsivamente sobre alimentación y la imagen, evitar bromas sobre el cuerpo, peso o forma de comer, etc…) 23.

– Se deberían incorporar en la enseñanza de los centros educativos otros temas tan importantes como: la educación en valores, EPS, información, prevención, detección y tratamiento de los TCA, etc. 23.

– Las instituciones educativas y sanitarias (el gobierno) deberían implicarse y responsabilizarse en el desarrollo de nuevas estrategias preventivas de los TCA (ya que estas estrategias indirectamente ayudan a disminuir costes que podrían evitarse, por ejemplo costes de hospitalización, tratamiento etc…).

– La información acerca de los TCA no es sinónimo de “conocimiento”, de hecho puede llegar a ser “contraproducente” (entre los adolescentes existe riesgo de sugestión e inducción mimética de conductas de riesgo). Si únicamente informamos no podemos modificar las actitudes y conductas, por todo ello se deberían impartir programas destinados a educar y formar, no solo informar 24.

Ver anexo

BIBLIOGRAFÍA:

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