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El duelo: centrado en la niñez

En el proceso de duelo podemos encontrar una serie de manifestaciones muy características que nos pueden ayudar a saber que estamos ante esta situación.

Cuando hablamos de pérdidas debemos de tener en cuenta que no sólo nos centramos en las pérdidas por fallecimiento sino que encontramos otros tipos que también pueden hacer que una persona pase por un proceso de duelo ante ella. Los diferentes tipos de duelos o pérdidas que encontramos son las siguientes:

  • Duelos evolutivos: este se corresponde con los cambios en las diferentes etapas de la vida como son la infancia, pubertad, adolescencia y emancipación.
  • Duelos afectivos: este tipo de duelo se puede producir por diversas situaciones como son el primer día de colegio, el destete, el parto, enamoramientos, emancipación, divorcios…
  • Duelos Sociales: aquí encontramos los cambios en el estatus social.
  • Duelos Corporales: aquí vemos los cambios que se producen debido al envejecimiento y a la enfermedad.
  • Duelos migratorios: es provocado por el desarraigo de la cultura.

Podemos encontrar varias clasificaciones con los tipos de duelos. Por tanto hemos pensado que una buena clasificación podría ser la dada por José Carlos Bermejo, experto en Humanización de la Salud, en Duelo y Bioética, la cual es la siguiente:

  • Duelo anticipado: es aquel que se produce antes de que se origine la pérdida, como por ejemplo ocurre ante un enfermo terminal, sus familiares o incluso él mismo puede estar atravesando por un duelo antes de su fallecimiento. En este tipo de duelo se puede elaborar y realizar la despedida.
  • Duelo complicado: en este encontramos diferentes duelos.

Retardado: es aquel en el cual aparecen los signos de sufrimiento pero que no se inicia inmediatamente después de la pérdida sino pasado un tiempo, es decir, se retrasa la conciencia de la pérdida y por tanto nos encontramos ante una negación temporal.

 Crónico: los síntomas de sufrimiento ante la pérdida se instalan en la persona durante un largo periodo de tiempo en el cual podemos incluso hablar de años. Se encuentran siempre pensando en la pérdida y no tienen energías para seguir con su vida presente.

Enmascarado: en este tipo de duelo pueden aparecer síntomas físicos y en las conductas de las personas y no se relacionan dichos síntomas con la pérdida que han sufrido las personas.

  • Duelo patológico: podemos definirlo como la reacción extrema ante un proceso de duelo, como aquel que la persona es incapaz de superar sin la ayuda de un tratamiento médico.

 El duelo es un proceso adaptativo, el cual, requiere de un trabajo del mismo para pasarlo sin ningún tipo de problema. El proceso de duelo afecta al intelecto, las emociones, lo físico, lo social y lo espiritual, además requiere atravesar por una serie de etapas, las cuales la psicóloga Elisabeth Kübler-Ross (1969) las recoge de la siguiente manera:

  • Primera etapa “La Negación”: consiste en oponerse de manera consciente o inconsciente a la situación por la que se está atravesando. Podemos resumir esta etapa con la frase “Esto no me puede estar pasando a mi”.
  • Segunda etapa “La Ira”: aquí se exteriorizan sentimientos de enfado y según Kübler-Ross las personas que se encuentran alrededor de la persona que está atravesando por dicha etapa deben de dejarlo que exprese todo lo que siente ya que es algo necesario para poder superar el duelo.
  • Tercera etapa “La Negociación”: esta etapa puede darse antes de la pérdida en el caso de que sea un enfermo terminal o después de la pérdida. Aquí se intenta “hacer un trato” con un poder superior para poder superarlo, podemos resumirlo con la frase “¿qué hubiera sucedido sí…?” Y debido a esto hay veces que aparece el sentimiento de culpa.
  • Cuarta etapa “La Depresión”: es en este momento cuando la persona es consciente de la pérdida sufrida y nos encontramos ante sentimientos de tristeza, vacio y dolor profundo.
  • Quinta etapa “La Aceptación”: en la última etapa es cuando se acepta la situación sufrida y se sacan fuerzas para seguir viviendo a pesar de la pérdida.

Podemos ver la clasificación de las diferentes tareas del duelo vista desde diferentes autores, nosotros vamos a quedarnos con la clasificación de las tareas del duelo realizada por el profesor de psicología de Harvard Medical School, J.WillianWorden (2009), el cual dice que para superar el duelo debemos de realizar una serie de tareas:

  1. Aceptar la realidad de la pérdida: aquí hay que realizar una serie de cosas. Tenemos que superar la etapa de negación, la pérdida sufrida ya no va a volver y hay que aceptar eso. En el caso de que sea una pérdida por fallecimiento tenemos que entender que la muerte es algo irreversible, además existen casos en los que las personas tienen alucinaciones y hay que admitir que las alucinaciones son sólo eso, no hay que ver más allá.
  2. Dar expresión a los sentimientos: cuando una persona expresa y comparte con los demás sus sentimientos, le permite desahogarse y al compartir ese dolor que sufre es como si éste se minimizara.
  3. Adaptarse al ambiente en el que el difunto ya no está: en el caso de una pérdida por la muerte de un ser querido se debe de quitar las cosas del fallecido de en medio porque ya no está y no va a volver. Cabe destacar que en muchas ocasiones las personas no realizan las actividades que el fallecido realizaba en su vida y esto no debe de ser de esta manera, se debe de tomar la iniciativa y realizar dichas actividades.
  4. Invertir energía emotiva en otras relaciones: hay que permitirse vivir, es decir, que se haya sufrido una pérdida no quiere decir que la vida se acaba ahí y por tanto las personas deben de retomar su trabajo, sus relaciones, su vida de ocio…

El proceso de duelo afecta tanto psicológicamente como físicamente a las personas que atraviesan por él y debido a la pérdida se produce un cambio en las rutinas familiares de las personas. Además debemos añadir que el duelo se encuentra condicionado por varios factores y por tanto la intensidad del mismo es diferente en cada persona. Diferentes estudios muestran que durante el proceso de duelo existe un riesgo de depresión sobre todo en duelos mal elaborados. El duelo complicado es muy frecuente en personas ancianas y debido a eso bloquean el trabajo del duelo durante un tiempo más o menos prolongado. Hoy en día debido a esa cantidad de personas en situación de duelo existen muchos Centros y programas de atención especializada para atender a todas aquellas personas que estén atravesando por dicha situación. Según la psicoterapeuta Alba Payás (2011), en la actualidad cada vez hay más profesionales que sienten la necesidad de especializarse en el tema del duelo.

La Familia en el Duelo: Cuando estamos frente a una situación de muerte o duelo, debemos de mirar a esa persona desde una perspectiva holística, es decir, no sólo debemos de quedarnos mirando a la persona en sí, sino que debemos de ver más allá. Al decir esto nos estamos refiriendo a ver todo lo que está detrás de la persona y en estos casos es de vital importancia ver cuál es su situación familiar para poder trabajar ese proceso lo mejor y más fructífero posible.

La familia es muy importante en todos los aspectos de la vida pero aun cobra más importancia cuando se está atravesando por un proceso de duelo. La familia ha sido definida de manera diferente por varios autores, según Minuchon “la familia es el grupo en el que el individuo desarrolla sus sentimientos de identidad e independencia” y por otro lado podemos encontrar otra definición dada por Ciuffolini, Didoni y Jure los cuales la definen como “aquel grupo social primario el cual está formado por individuos unidos por lazos sanguíneos, de afinidad o matrimonio que, además interactúan y conviven compartiendo factores biológicos, psicológicos y sociales pudiendo afectar a la salud de sus integrantes y de la familia como un todo”. (Helena, L. 2012)

Pero para que se pueda lograr una buena relación familiar se necesita cumplir tres condiciones según Bert Hellinger en su trabajo “Órdenes del Amor”. Esas tres condiciones son las siguientes:

  • Vinculación o pertenencia: todas las personas tienen la necesidad de sentirse vinculados, en el caso de los niños ellos se sienten vinculados con su familia a través del amor y la felicidad, sin importar cómo sean sus padres.
  • Equilibrio entre dar y recibir: las personas necesitan equilibrarse y para ello se equilibra el dar y el recibir. En una familia los padres son los que dan y sus hijos los que reciben; un hijo nunca va a poder dar a los padres lo que ellos recibieron.
  • Las normas y reglas de grupo: en todas las relaciones se establecen normas, reglas, rituales, convicciones y tabúes. Y de esa manera se pueden establecer relaciones con órdenes y reglas.

Para que la relación pueda tener éxito se deben de dar esas tres condiciones a la