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Una experiencia en el primer nivel de atención y la estrategia de Atención Primaria de Salud

Tucumán, Salta, Chaco, Corrientes y Entre Ríos. Hoy en día, la procedencia de la comunidad se ha ampliado, teniendo el centro de salud pacientes provenientes de países limítrofes como Paraguay, Bolivia; países no limítrofes, como Perú, e incluso China.

Posteriormente, en el año 1973 y con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la comunidad se organizó una comisión para impulsar un plan de erradicación de los asentamientos precarios y para la construcción de viviendas. Esto derivó en la conformación de la cooperativa “12 de Octubre”, la cual con el apoyo del sacerdote Rogelio Barufaldi, obtuvo un préstamo y los recursos para poder escriturar los terrenos y las viviendas por construir a nombre de los pobladores.

Es así que entre los años 1996 y 1998 se comienza con la 1ª etapa de construcción de viviendas, siendo las herramientas provistas por la cooperativa y la mano de obra por la comunidad.

La primera estructura en construirse fue el tinglado de la cooperativa, en cuya planta baja funciona el actual centro de salud desde 1998. En el tinglado se desarrollaban actividades educativas, tales como cursos de costura, escuela nocturna para analfabetos, se entregaba leche y comida, se hacían reuniones escolares, de alcohólicos anónimos y del consejo directivo de la cooperativa.

El centro de salud en sus inicios constituía el núcleo de la vida socio-cultural de la población, siendo utilizado como salón para casamientos, bautismos, reuniones, sala velatoria, etc.

Por último se edificaron la sala velatoria y la iglesia del barrio.

Características del barrio y la comunidad

En lo que a urbanización respecta, el barrio cuenta con calles pavimentadas, alumbrado público, y red de gas, eléctrica, de agua potable y cloacal. Aún existe 1 pasaje (Martín Villa) que no se encuentra pavimentado y algunas casas que utilizan gas envasado. Las características de las viviendas son variables, pudiendo encontrar algunas casas muy precarias construidas con chapa y madera, casas humildes de material sin demasiados lujos pero cómodas (construidas por la cooperativa), y otras más lujosas y bonitas. Refiriéndonos a lo económico esto refleja la heterogeneidad de clases que conviven en la zona.

En general, de las casas a las que amablemente se me permitió ingresar noté lo siguiente: las viviendas cuentan con cocina comedor, baño y 2 habitaciones, están habitadas por 2 a 12 personas, a veces más, por lo que suelen convivir 3 a 4 generaciones de la misma familia, produciéndose hacinamiento. Suele coincidir que las viviendas con menor número de habitantes son más higiénicas, se encuentran mejor ventiladas, los individuos tienen mejor calidad

de salud, cuentan con mayor nivel educativo y empleo. Ocurre lo contrario en las viviendas donde se detectó hacinamiento.

Respecto de la actividad laboral de la comunidad, podemos decir que la misma se divide en empleados de fábricas, frigoríficos, construcción, pesca, changarines y empleadas domésticas. Lo mencionado anteriormente refleja que muchos de ellos trabajan en negro, en consecuencia, para algunos las condiciones laborales no son óptimas, percibiendo salarios que no se encuentran acordes a la actividad que desempeñan y viéndose ante la imposibilidad de ausentarse en caso de enfermedad por riesgo a perder el trabajo. Tampoco cuentan con cobertura médica privada para ellos ni su familia, siendo la salud pública la única vía de acceso al sistema de salud.

En otros casos, hay sujetos que no demuestran interés por trabajar a pesar de tener la posibilidad de hacerlo y su fuente de ingresos corresponde a planes sociales otorgados por el gobierno o las mujeres que trabajan como empleadas domésticas son cabeza de familia estando los roles invertidos.

También hay sujetos que se encuentran imposibilitados de trabajar por alguna discapacidad psicofísica, en cuyo caso se les ha ayudado a gestionar pensiones del gobierno, siendo esa su fuente de ingreso.

En relación al acceso a la educación para los niños en edad escolar, la comunidad cuenta con 5 establecimientos que se encuentran en la zona. Ellos son: Escuela Ovidio Lagos (provincial y la de mayor concurrencia), el Colegio San José Obrero (privada y católica a la cual se accede mediante becas e incluso se les provee el uniforme), la Escuela Emilio Ortiz Grognet, el Colegio San Ramón y la Escuela San José de Calasanz. En general, los menores de 12 años se encuentran escolarizados pero no todos concluyen el secundario. Esto podría estar relacionado con varias causas, tales como necesidad de trabajar para aportar económicamente al hogar, embarazo adolescente, delincuencia, adicciones y a veces simplemente desinterés por parte del niño y los mismos padres.

La población adulta, se encuentra alfabetizada en su mayoría habiendo completado el nivel primario en casi la mitad de los casos. Las razones de deserción escolar se repiten, habiendo en este caso menor relación con la droga y la delincuencia.

Equipo de trabajo del Centro de Salud

El equipo de trabajo del Centro de Salud está conformado por un total de 14 personas:

– 1 administrativo.

– 1 personal de servicio.

– 1 agente sanitario.

– 1 trabajadora social.

– 3 enfermeras.

– 1 psicóloga.

– 1 odontóloga.

– 1 psiquiatra.

– 1 generalista.

– 1 pediatra.

– 1 ginecóloga.

– 1 tocoginecólogo.

La jefa del centro de salud es María Graciela Frutos, Licenciada en Enfermería y Profesora titular de la Facultad de Enfermería de la UNR.

Estructura edilicia del Centro de Salud

El mismo cuenta con un patio delantero, sala de espera, farmacia, cocina, 3 baños (1 para el personal, 1 para los pacientes y otro ubicado en el consultorio de ginecología por si las pacientes requieren