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Factores de riesgo cardiovascular en la población adulta de la provincia de Manabí

Factores de riesgo cardiovascular en la población adulta de la provincia de Manabí

Autor principal: Dr. Manuel Chaple La Hoz

Vol. XVII; nº 4; 158

Cardiovascular risk factors in the adult population of the province of Manabí

Fecha de recepción: 29/01/2022

Fecha de aceptación: 28/02/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 4 – Segunda quincena de Febrero de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 4; 158

Autores:

Dr. Manuel Chaple La Hoz, PhD*

Dr. Michel Cárdenas Tabío, MSc. **

*Profesor Titular de la Universidad laica “Eloy Alfaro de Manabí”. PhD y Máster en Cardiología clínica. Ecuador.

** Profesor de Anatomía de la Universidad San Gregorio de Portoviejo. Especialista en Cirugía cardiovascular”. Ecuador 

RESUMEN

Antecedentes. En la población en general y en la provincia de Manabí, existe una tendencia a desarrollar nuevas formas y estilos de vida con menos gasto de energía y alto grado de estrés, y un consumo masivo de alimentos ricos en grasas saturadas.

La OMS prevé para el 2020 un incremento de la morbimortalidad por Enfermedad coronaria de un 120% en mujeres y 137% en hombres.

Hipótesis. Los factores de riesgo cardiovascular constituyen un serio problema de salud en la provincia de Manabí, principalmente causado por malos hábitos nutricionales y tóxicos, por lo que es importante la implementación de un programa de intervención para lograr una disminución de la morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Objetivo. Determinar los principales factores de riesgo cardiovascular en la población de la provincia de Manabí.

Metodología. Se aplicó una encuesta relacionada con dichos factores utilizando una muestra de 3000 personas adultas, de edades comprendidas entre 18 a 75 años. A todos se les determinaron la presión arterial, y medidas antropométricas, además de tomarle muestras de sangre venosa, previo ayuno de 12 a 14 h. Las muestras fueron procesadas, determinándose la biometría hemática, las concentraciones de glucosa, colesterol y lipoproteínas de alta y baja densidad, y los triglicéridos. Los datos fueron procesados y presentados en forma de tablas y gráficos.

Resultados. Se detectó que los factores de riesgo cardiovascular que más inciden en la población estudiada son la Dislipidemia, los malos hábitos nutricionales, el sobrepeso y la obesidad, la falta de ejercicio físico, el consumo de alcohol, y el hábito de fumar.

Conclusiones: Los factores de riesgo cardiovascular que más inciden en la población estudiada son la Dislipidemia, los malos hábitos nutricionales y tóxicos, y falta de ejercicio físico, sobrepeso y obesidad.

Palabras clave:

RESUME

Background. In the population in general and in the province of Manabí, there is a tendency to develop new forms and lifestyles with less energy expenditure and a high degree of stress, and a massive consumption of foods rich in saturated fats. The WHO forecasts for 2020 an increase in morbidity and mortality from coronary heart disease of 120% in women and 137% in men.

Hypothesis. Cardiovascular risk factors constitute a serious health problem in the province of Manabí, mainly caused by poor nutritional and toxic habits, so it is important to implement an intervention program to achieve a decrease in morbidity and mortality due to cardiovascular diseases.

Target. To determine the main cardiovascular risk factors in the population of the province of Manabí.

Methodology. A survey related to these factors was applied using a sample of 3000 adults, aged between 18 to 75 years. Blood pressure and anthropometric measurements were determined in all of them, in addition to taking venous blood samples, after fasting for 12 to 14 h. The samples were processed, determining the blood count, the concentrations of glucose, cholesterol and high and low density lipoproteins, and triglycerides. The data was processed and presented in the form of tables and graphs.

Results. It was found that the cardiovascular risk factors that most affect the population studied are dyslipidemia, poor nutritional habits, overweight and obesity, lack of physical exercise, alcohol consumption, and smoking. Conclusions: The cardiovascular risk factors that most affect the population studied are dyslipidemia, poor nutritional and toxic habits, and lack of physical exercise, overweight and obesity.

Keywords: obesity, overweight, cardiovascular risk factors, quality of life quality of life

INTRODUCCIÓN

De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud del 2017, La mayoría de las muertes son por enfermedades cardiovasculares (17,7 millones cada año), seguidas del cáncer (8,8 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones). Estos cuatro grupos de enfermedades son responsables de más del 80% de todas las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles (ENT) (1, 2, 3, 4, 5).

En Ecuador, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte, y en segundo lugar por Cáncer (1).

Según las cifras del INEC, el Cáncer es hoy en día la segunda causa de muerte en Ecuador, una enfermedad que, al parecer, se ha extendido y que afecta a diferentes grupos etarios: niños, jóvenes y adultos (2).

Estudios realizados por la OMS afirman que, en el 2030, a escala mundial, aumentarán las defunciones ocasionadas por ENT, y las enfermedades cardiovasculares aumentarán de 17 a 25 millones, mientras que las ocasionadas por Cáncer de 8 a 13 millones (1, 6, 7, 8, 9).

Con relación a estas estadísticas en Ecuador, las enfermedades crónicas no transmisibles representan un problema de salud pública, evitable, por ello es importante trabajar en su prevención y tratamiento, basados en la Constitución que garantiza el ejercicio pleno del derecho ciudadano a la salud.

De acuerdo a datos de la oficina de epidemiología del Ministerio de Salud, en Ecuador las ENT como la Diabetes Mellitus y la Hipertensión arterial han experimentado un incremento sostenido desde 1994.

Para ambas enfermedades, las tasas son marcadamente elevadas en las provincias de la costa que en el resto del país (1).

OBJETIVOS

GENERAL

Determinar los principales factores de riesgo cardiovascular en la población

ESPECÍFICOS

1. Identificar los factores de riesgo cardiovascular que más inciden en la población.

2. Determinar la incidencia de Hipertensión arterial, y Diabetes en la población estudiada.

En la población en general y en la zona 4 y sobretodo en la provincia de Manabí, existe una tendencia a desarrollar nuevas formas y estilos de vida con menos gasto de energía y alto grado de estrés, y un consumo masivo de alimentos ricos en grasas saturadas (1). Existen diversos tipos de enfermedades cardiovasculares: hipertensión arterial, enfermedad arterial coronaria, enfermedad valvular cardíaca, accidente cerebrovascular (trombosis o derrame cerebral) y fiebre reumática o enfermedad cardíaca reumática. Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares causan 17.5 millones de muertes en el mundo cada año y representan la mitad de todas las muertes en los Estados Unidos y otros países desarrollados. Las enfermedades cardiovasculares también son una de las principales causas de muerte en muchos países en vías de desarrollo. En conjunto, son la primera causa de muerte en los adultos (10, 11, 12, 13, 14, 15).  En los Estados Unidos, más de 80 millones de habitantes sufren de algún tipo de enfermedad cardiovascular. Alrededor de 2.400 personas mueren cada día de enfermedades cardiovasculares. El cáncer, la segunda causa de muerte, produce algo más de la mitad de muertes (14, 15).

La enfermedad arterial coronaria, el tipo más común de enfermedad cardiovascular, es la primera causa de muerte en los Estados Unidos actualmente. Pero gracias a muchos estudios y miles de pacientes, los investigadores han descubierto ciertos factores que desempeñan un papel importante en las probabilidades de que una persona padezca de una enfermedad del corazón. Se los denomina «factores de riesgo» (16, 17, 18, 19, 20).

Los factores de riesgo se dividen en dos categorías: principales y contribuyentes. Los principales factores de riesgo son aquellos cuyo efecto de aumentar el riesgo cardiovascular ha sido comprobado. Los factores contribuyentes son aquellos que los médicos piensan que pueden dar lugar a un mayor riesgo cardiovascular pero cuyo papel exacto no ha sido definido aún.

Cuantos más factores de riesgo tenga una persona, mayores serán sus probabilidades de padecer una enfermedad del corazón. Algunos factores de riesgo pueden cambiarse, tratarse o modificarse y otros no. Pero el control del mayor número posible de factores de riesgo, mediante cambios en el estilo de vida y/o medicamentos, puede reducir el riesgo cardiovascular (16, 17, 18, 19, 20).

Por todo lo señalado anteriormente, es de gran importancia determinar los principales factores de riesgo cardiovascular en la población con el objetivo de implementar un programa de intervención, y de esta forma prevenir y disminuir la prevalencia y morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares en la población.

Para el estudio se consideró como el universo a toda la población adulta de 18 a 74 años de la zona 4, realizándose un estudio transversal descriptivo. Las embarazadas y personas con discapacidades física y mental no fueron incluidas. El tamaño de la muestra fue de 3000 personas, luego de calcularse con un nivel de confianza de 95% y un error de 3%, considerando una prevalencia conservadora de 50%, calculada mediante la fórmula: (ver anexo)

N: es el tamaño de la población o universo (número total de posibles encuestados).

K: es una constante que depende del nivel de confianza que asignemos. El nivel de confianza indica la probabilidad de que los resultados de nuestra investigación sean ciertos: un 95,5 % de confianza es lo mismo que decir que nos podemos equivocar con una probabilidad del 4,5%. De acuerdo al cálculo la muestra fue de 3000 personas

Se realizó un muestreo probabilístico polietápico, en cuya primera etapa se enumerarán las manzanas por distritos censales, y luego mediante muestreo aleatorio simple, se seleccionarán 361 manzanas de cada ciudad. En la segunda etapa, mediante un procedimiento de selección sistemática, se eligieron ocho casas por manzana. A las personas elegidas que aceptaron participar en el estudio, se les solicitó firmar un consentimiento informado y contestar un cuestionario.

Con la finalidad de contar con un instrumento estándar, válido y confiable para implementar la vigilancia de las EC y sus FR, se aplicó el cuestionario para Vigilancia de ENT propuesto por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Este cuestionario consta de 14 módulos, a saber (1):

  1. Datos personales y vivienda
  2. Situación laboral
  3. Accesibilidad y cobertura
  4. Salud general
  5. Peso corporal
  6. Alimentación
  7. Tabaco
  8. Consumo de alcohol
  9. Diabetes
  10. Actividad física
  11. Presión arterial
  12. Colesterol
  13. Medidas preventivas
  14. Riesgo de lesiones

 El cuestionario comprendió preguntas sobre caracterización del entrevistado, nivel socioeconómico (NSE) del hogar, tabaquismo, actividad física y antecedentes mórbidos personales y familiares. A los entrevistados se les determinó la presión arterial y las medidas antropométricas y extracción de sangre venosa, previo ayuno de 12 a 14 h. Las muestras de sangre se procesaron en el Laboratorio clínico de la Facultad.

  1. Las mediciones de peso, talla y perímetro de cintura se realizarán bajo condiciones estándares. En las mediciones antropométricas se utilizó una balanza calibrada periódicamente y un antropómetro. Las mediciones se realizaron sin zapatos y con ropa mínima. Para la medición de la presión arterial se utilizó el método de Riva-Rocci (2)
  2. Para las mediciones de perfil lipídico y glicemia se utilizaron reactivos de marca Roche Laboratories, Mannheim, Alemania y un espectrofotómetro automático (Hitachi 717, Japón). El colesterol-LDL se calculará por la fórmula de Friedewald (8). La glucosa se determinará por el método de la glucosa oxidasa (12).
  3. Las variables en estudio se operacionalizarán de la siguiente manera:
a) Características generales. La población se agrupó en ocho etarios (25-30, 31-35, 36-40, 41-45, 46-50, 51-55, 56-60, y 61-65 años), siguiendo las categorías

de la ENS (encuesta nacional de salud), cinco niveles socioeconómicos (muy alto, alto, medio alto, medio bajo y bajo) y tres niveles de escolaridad (<8, 8-12 y >12 años) al igual que en la ENS.

b) Presión arterial. Se definió como presión arterial alta >140 mmHg sistólica o >90 mmHg diastólica. Los sujetos que ingieran antihipertensivos fueron considerados como hipertensos.
c) Perfil lipídico. Se consideró colesterol elevado >200 mg/dl. El colesterol-HDL se considera alterado con cifras <40 y <50 mg/dl para hombres y mujeres, respectivamente. Para colesterol-LDL se establece como nivel de riesgo >100 mg/dl. Para los triglicéridos séricos se considera límite alto >150 mg/dl.
d) Glicemia. Se consideró glicemia elevada en ayuno ≥100 mg/dl y aquellos con valor >126 mg/dl se consideraron como sospecha de diabetes. Los sujetos que ingieran hipoglucemiantes se consideraron diabéticos.
e) Sobrepeso y obesidad. Se consideró sobrepeso cuando el índice de Masa Corporal (IMC =peso/ talla2) fue entre ≥25 y <30 kg/m2 y obesos ≥30 kg/m2. Para los mayores de 65 años se clasificaron con sobrepeso al IMC entre >28 y <30 kg/m2 y obeso ≥30 kg/m2.
f) Perímetro de cintura. Se consideró obesidad abdominal al perímetro de cintura >102 cm en hombres y >88 cm mujeres.
g) Actividad física. Se definió como sedentaria a las personas que durante el último mes no habían practicado deportes o realizado actividad física fuera del horario de trabajo, durante 30 min o más cada vez, al menos 3 veces a la semana.
h) Tabaquismo. Se consideraron como fumadoras a las personas que declararon fumar uno o más cigarros al día al momento de la entrevista.
i) Coexistencia de FRCV. Para el estudio de coexistencia de FRCV se incluyeron: presión arterial alta, colesterol elevado, DM conocida+glicemia ≥126 mg/dl y tabaquismo.

Procesamiento y análisis de datos. Los datos se ingresaron a un digitador en una base de datos ACCESS especialmente diseñada. Previo al análisis de los datos, se realizó la validación y consistencia de la información obtenida. Por otra parte, se calcularon la prevalencia y su intervalo de confianza (IC) de 95% de los FRCV. La presencia/ ausencia de cada FRCV se analizó mediante un modelo de regresión logística ajustando por variables sociodemográficas: sexo, edad, NSE y nivel educacional. A partir de estos modelos se encontraron las razones de ventaja (odds ratio, OR) de padecer el FRCV y sus intervalos de confianza. El análisis se realizó con el software SAS 9.1.3. Todos los resultados fueron expresados y tablas y gráficos.

ASPECTOS ÉTICOS:

Las comisiones de ética y de investigación de la Facultad revisó el protocolo de esta investigación para su aprobación. Para la toma de muestras y la aplicación del cuestionario sobre factores de riesgo, se obtuvo el consentimiento informado de los participantes, de acuerdo con lo estipulado en el documento “Principios Éticos para las Investigaciones Médicas en Seres Humanos”, surgido de la Declaración de Helsinki (1964), lo que garantizará la confidencialidad y beneficio para las participantes.

RESULTADOS.

En el análisis del IMC se aprecia que un 34.03% de los encuestados tienen sobrepeso, un 8.26% presentan Obesidad tipo I, y un 3.3% Obesidad tipo II. Los resultados obtenidos en porcentajes sobre el IMC nos demuestran que estas personas están propensas a sufrir de enfermedades cardiovasculares, si no lo prevenimos a tiempo. Ver Tabla 1 y Figura 1: índice de masa corporal (al final del artículo).

Como observamos en la Tabla 2 el 19.2% de las personas presentan Dislipidemia con alteraciones del colesterol y las LDL y HDL, el 20.76% con Dislipidemia mixta y un 29.33% con elevación de los triglicéridos, demostrando que la gran mayoría presentan un alto riesgo para las enfermedades cardiovasculares fundamentalmente la Cardiopatía isquémica y los Accidentes cerebro-vasculares. Ver Tabla 2: Dislipidemia (al final del artículo).

Se detectaron 447 hipertensos, con una prevalencia de un 14.9%, y 181 diabéticos para un 6.03%. Ver Tabla 3: Prevalencia de Hipertensión y Diabetes (al final del artículo).

Estos resultados nos demuestran que hay que realizar un programa de prevención y tratamiento adecuado para estos pacientes.        

En la pregunta realizada sobre los hábitos tóxicos, el 25.06% de los encuestados son adictos a las bebidas alcohólicas, y el 14.26% al tabaco. Significa que presentan riesgo cardiovascular que se pueden erradicar. Ver Tabla 4 y Figura 2: Hábitos tóxicos (al final del artículo).

Como apreciamos el 45.3% de los encuestados tienen malos hábitos nutricionales, por la alta ingestión de carbohidratos y de grasas saturadas como la manteca de cerdo. Ver Tabla 5: Hábitos nutricionales (al final del artículo).

En cuanto a la actividad física el 41.7% no realiza nunca ejercicio físico, prácticamente cerca de la mitad de los encuestados. Estos resultados nos demuestran una vez más el alto riesgo que tienen estas personas para las enfermedades cardiovasculares, que puede ser modificado. Ver Tabla 6: Ejercicio físico (al final del artículo).

DISCUSIÓN

De acuerdo a los resultados, hay que destacar el alto porcentaje de personas con sobrepeso y obesidad. Se ha planteado por diferentes investigadores que el peso excesivo puede elevar los niveles de colesterol total, causar hipertensión y aumentar el riesgo de enfermedad arterial coronaria. La obesidad aumenta las probabilidades de adquirir otros factores de riesgo cardiovascular, especialmente hipertensión, niveles elevados de colesterol en sangre y diabetes. Se ha demostrado que en las personas obesas hay un mayor riesgo de padecer de Diabetes tipo 2, por disminución de la sensibilidad a los receptores de insulina (9, 10, 11, 12).

Uno de los principales factores de riesgo cardiovascular es el colesterol elevado.  El hígado produce todo el colesterol que el organismo necesita para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas. El organismo obtiene colesterol adicional de alimentos de origen animal (carne, huevos y productos lácteos).

Aunque a menudo atribuimos la elevación del colesterol en sangre al colesterol que contienen los alimentos que comemos, la causante principal de ese aumento es la grasa saturada de los alimentos. La materia grasa de los productos lácteos, la grasa de la carne roja y los aceites tropicales tales como el aceite de coco son algunos de los alimentos ricos en grasa saturada (8, 9, 10, 11).

Cuando la sangre contiene demasiadas lipoproteínas de baja densidad (LDL o «colesterol malo»), éstas comienzan a acumularse sobre las paredes de las arterias formando una placa e iniciando así el proceso de aterosclerosis. Cuando se acumula placa en las arterias coronarias que riegan el corazón, existe un mayor riesgo de sufrir de Cardiopatía isquémica. Las lipoproteínas de alta densidad en cambio disminuyen los niveles de Colesterol circulante en la sangre (8). En la población estudiada se detectó una alta frecuencia de hipertrigliceridemia, una de las causas más frecuente de esta elevación, es la alta ingestión de carbohidratos, en la provincia de Manabí, presente en las comidas típicas de la región.

La prevalencia de HTA no está entre las cifras que se reportan a nivel mundial, pero si tiende a incrementarse a medida que se aumenta el número de personas encuestadas. La de Diabetes sí está en la media de la reportada en los países latinoamericanos, aunque esperamos que sea mayor al incrementar la muestra de estudio (10, 12)

En la HTA hay un aumento de la postcarga lo que da lugar una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Y cuando ya claudican las cavidades conlleva a una Insuficiencia cardiaca, Además, el músculo cardiaco se vuelve más excitable y se producen más arritmias (10, 11).

 Propicia la arterioesclerosis y fenómenos de trombosis, como son el infarto agudo de miocardio o infarto cerebral). En el peor de los casos, la hipertensión arterial puede reblandecer las paredes de la aorta y provocar un aneurisma o su rotura (10, 11).

Respecto a la Diabetes Mellitus, la hiperglucemia mantenida provoca efectos deletéreos en distintas localizaciones, de las cuales el endotelio vascular es el principal afectado. El exceso de glucosa facilita en primer lugar la glucosilación no enzimática de diversas proteínas, con la consiguiente formación de productos finales de glucosilación avanzada (AGE, advance glycosilation end-products). Estos AGE de la pared vascular modifican las señales de transmisión celular y la expresión de determinados genes endoteliales, dando lugar a cambios bioquímicos que facilitan la permeabilidad endotelial a distintas sustancias proaterogénicas, como el cLDL, los radicales libres, las citocinas proinflamatorias, los macrófagos, etc. Por otro lado, en presencia de resistencia insulínica, se activa otra vía alternativa de metabolización de la glucosa que es la vía de la aldosa reductasa o de los polioles, la cual genera sorbitol. La presencia de este metabolito en las células endoteliales provoca una reducción en la producción de la adenosintrifosfatasa (ATPasa) dependiente de Na y K, con la consiguiente disminución del potencial redox. Otra de las consecuencias de la hiperglucemia es el aumento intracelular de diacilglicerol que, a través de la acción de la proteincinasa C, conlleva la disminución de la producción de óxido nítrico (NO) y de otras prostaciclinas vasodilatadoras, potenciando la secreción de sustancias vasoconstrictoras como la endotelina o la angiotensina II. Así pues, la menor disponibilidad de NO, junto con el considerable incremento del estrés oxidativo, promueven y perpetúan la inflamación y el estado protrombótico. Todos estos mecanismos participan de forma directa en el inicio y la progresión del proceso aterosclerótico, y explican la aterogénesis acelerada que afecta a los pacientes con DM tipo 2 (12, 13, 14, 15, 16).

A todas las modificaciones proaterogénicas citadas anteriormente hay que añadir las alteraciones en el sistema de coagulación que facilitan la trombosis vascular, proceso íntimamente ligado a la progresión e inestabilización de la placa aterosclerótica. Así, la adhesividad y la agregación plaquetarias se encuentran aumentadas en presencia de DM, como consecuencia de un incremento en la actividad del tromboxano A2, de la mayor liberación de factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) y del aumento de la expresión de receptores IIb/IIIa para el fibrinógeno. Además, en la DM tipo 2 se observa una tendencia marcada a la hipercoagulabilidad como consecuencia de la reducción en la expresión de antitrombina y proteína C, dos sustancias bloqueadoras de la coagulación. Todo esto, sumado a una disminución de los factores fibrinolíticos, conlleva un incremento de los procesos trombóticos y explica la predominante morbimortalidad cardiovascular de los pacientes con DM (17, 18, 19, 20). Los estudios demuestran que el riesgo cardiovascular es menor en las personas que beben cantidades moderadas de alcohol que en las personas que no beben. Según los expertos, el consumo moderado es un promedio de una o dos bebidas por día para los hombres y de una bebida por día para las mujeres. Pero el excederse de un consumo moderado de alcohol puede ocasionar problemas relacionados con el corazón, tales como hipertensión, accidentes cerebrovasculares, arritmias y miocardiopatía dilatada. Además, una bebida típica tiene entre 100 y 200 calorías. Las calorías del alcohol a menudo aumentan la grasa corporal, lo cual puede a su vez aumentar el riesgo cardiovascular (10, 11, 12).

En cuanto al hábito de fumar la mayoría de la gente sabe que fumar aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, pero pocos saben que también aumenta apreciablemente el riesgo de enfermedad cardiovascular y de enfermedad vascular periférica.

Las investigaciones demuestran que fumar aumenta la frecuencia cardiaca, produce vasoconstricción y puede provocar arritmias, todo lo cual aumenta el trabajo cardiaco. Fumar también aumenta la presión arterial, lo cual a su vez aumenta el riesgo de un accidente cerebrovascular en personas que sufren de hipertensión. Aunque la nicotina es el agente activo principal del humo del tabaco, otros compuestos y sustancias químicas, tales como el alquitrán y el monóxido de carbono, también son perjudiciales para el corazón. Estas sustancias químicas contribuyen a la acumulación de placa grasa en las arterias, posiblemente por lesionar las paredes de los vasos sanguíneos. También afectan al colesterol y a los niveles de fibrinógeno (un coagulante sanguíneo), aumentando así el riesgo de que se forme un trombo que pueda provocar un ataque al corazón (10, 11,12, 13, 14. 15, 16, 17).

En el caso del ejercicio físico, las personas inactivas tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las personas que hacen ejercicio regular. El ejercicio quema calorías, ayuda a controlar los niveles de colesterol y la diabetes, y posiblemente disminuya la presión arterial. El ejercicio también fortalece el músculo cardíaco y hace más flexibles las arterias. Las personas que queman activamente entre 500 y 3.500 calorías por semana, ya sea en el trabajo o haciendo ejercicio, tienen una expectativa de vida superior a la de las personas sedentarias. Incluso el ejercicio de intensidad moderada es beneficioso si se hace con regularidad (18, 19, 20). 

CONCLUSIONES

  1. Los factores de riesgo cardiovascular que más inciden en la población estudiada son la Dislipidemia, los malos hábitos nutricionales y tóxicos, seguidos de la falta de ejercicio físico y el sobrepeso y la obesidad.
  2. Los malos hábitos nutricionales se deben al uso de grasas saturadas como la de cerdo, y el exceso de carbohidratos.
  3. Dentro de los trastornos del metabolismo de los lípidos la causa de mayor incidencia fue el exceso de colesterol, y las lipoproteínas de alta y baja densidad, seguido por la Dislipidemia mixta, y la elevación de los triglicéridos.
  4. En cuanto al abuso de alcohol, el hábito de fumar la frecuencia más alta correspondió al sexo masculino.
  5. Hasta el momento del estudio la prevalencia de hipertensos no es muy alta en comparación a la reportada a nivel mundial entre 20 a 40% y la de diabéticos es alta en relación a la media mundial que está 4 a 8%.

Ver anexo

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