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Estrategia educativa a gestantes adolescentes

multidisciplinario arduo que se realizó en el área, donde estaban presentes el equipo básico de salud, los clínicos, obstetras, pediatras, con el apoyo de los hogares maternos, donde se les brindó a las embarazadas no solo la posibilidad de recuperarse en cuanto a la nutrición, sino que además tienen otras alternativas que les garantizan alimentación adecuada y descanso durante las horas del día (38), coincidiendo con nuestro estudio.

En nuestro trabajo concluimos con que el embarazo precoz continúa siendo un problema de salud en nuestro país y en el área en cuestión. El predominio de las jóvenes desocupadas, la desnutrición y la insuficiente ganancia ponderal, así como la operación de la cesárea, son elementos que confirman este planteamiento. La adecuada implementación del programa de control del riesgo preconcepcional y la detección y control oportunos de los factores de riesgo asociados, seguirán siendo pilares fundamentales en el manejo de este negativo indicador (28). La atención nutricional diferenciada a la gestante adolescente y el cumplimiento estricto de su seguimiento integral, pueden contribuir al estado nutricional de estas, lo cual garantiza un producto con mayor peso y mejor calidad de vida (31).

Tabla # 5 (al final del artículo):

 En esta etapa de la vida las enfermedades son frecuentes por la falta de madurez de todo orden, cuestión que se ve vigente en nuestro estudio, donde predominó el riesgo de toxemia con 62 para un 100%, la anemia con 56 para un 90%, la infección genital con 51 para un 82%, infección urinaria con 37 para un 60%, otras con 34 para un 55% y el riesgo de diabetes gestacional con 23 para un 37%. Estudio reciente en México plantea que predominaron las adolescentes con anemia con una evaluación nutricional normopeso lo que representa el 37.4% (15), coincidiendo con nuestro estudio, donde la anemia es una de las más sobresalientes, otras investigaciones realizadas en Chile de morbilidad materna donde la anemia también fue una de las primeras causas, pero no así con la evaluación nutricional (44).

En Cuba, como en muchos otros países, el embarazo en edades tempranas ocurre hoy con más frecuencia que en el pasado, con los conocidos riesgos y complicaciones para la salud (23). Estos resultados coinciden con estudios realizados en Toluca, México, en el 2007 donde el 79% de las adolescentes se encontraba entre 17 -19 años y el 21% entre 14-16 años; no se presentaron casos menores de 14 años. La edad constituye un factor de riesgo fundamental por la aparición y/o agravamiento de cualquier entidad asociada al embarazo (50). El control del riesgo preconcepcional es por tanto un pilar importante para reducir las complicaciones que dichas entidades traen para la madre y su hijo, sobre todo si esta se encuentra en el grupo etario menor de 20 años (25). Los riesgos médicos asociados al embarazo en madres adolescentes, determinan una elevación de la morbimortalidad materna y un aumento estimado de 2 a 3 veces en la mortalidad infantil, cuando se compara con los grupos de edades entre 20 y 29 años, recogida en la bibliografía consultada.

Las patologías maternas, perinatales y de recién nacidos son más frecuentes en las mujeres menores de 20 años y, sobre todo, en los grupos de edades más cercanos a la menarquia, menores de 15 años (26). Con respecto a las enfermedades relacionadas con el embarazo, las adolescentes sufren más complicaciones que la mujer adulta, entre las que podemos citar la toxemia, la eclampsia y las anemias. Son más proclives también a los partos pretérminos, que pueden llevar incluso a la muerte, o a recién nacidos de bajo peso, prematuridad, traumas obstétricos y un riesgo elevado de muerte prenatal en el transcurso del primer año de vida.

Además, en la embarazada adolescente se suma el riesgo nutricional, pues se añaden a las necesidades normales de su crecimiento, las del feto que engendra (27). Otros autores plantean que las adolescentes embarazadas tienen un riesgo mucho más alto de complicaciones médicas serias tales como la Hipertensión, Anemia importante, Parto pretérmino, y/o placenta previa. El riesgo de muerte para madres de 15 años o más jóvenes es 60% mayor que el de madres mayores de 20 años.
Los bebes de madres adolescentes tienen de 2 a 6 veces más de probabilidades de tener Bajo peso al nacer que esos que nacen de madres de 20 años o más.

Esto es casi siempre por ser Bebes prematuros, pero el crecimiento intrauterino retardado CIUR (crecimiento inadecuado del feto durante el embarazo) es también un factor (28). Las madres adolescentes son más dadas a demostrar comportamientos tales como fumar, uso de alcohol; alimentación inconsecuente y pobre; o parejas sexuales múltiples. Esto puede poner al bebe en un riesgo alto de crecimiento inadecuado, Infecciones de Transmisión Sexual, o dependencia química. El riesgo de muerte del bebe durante el primer año de vida se incrementa en relación a la edad de la madre, cuanto menor de 20 años sea (30).

Tabla # 6 (al final del artículo):

La tabla 6 recoge el nivel de conocimiento antes y después de aplicado el programa de intervención educativa, donde al comienzo del trabajo el 58% de las gestantes tenían un nivel de conocimiento evaluado de malo coincidiendo con la mayoría de la bibliografía consultada, significando un riesgo de múltiples consecuencias para la futura mamá y el producto de la concepción. Resultados similares han obtenido diferentes colectivos de autores lo cual ha sido motivo de investigación en diferentes etapas, siendo una realidad tanto en América Latina como en otras latitudes, debido a la pobreza y a la inaccesibilidad de los recursos médicos para millones de personas en todo el mundo, ya que la medicina no es preventiva y educativa en todas partes (14).

Después de las actividades de intervención educativa se obtiene un 84% de apropiación de los conocimientos, lo cual valida la estrategia como positiva