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Ictus hemorrágico. Comportamiento clínico epidemiológico. Cienfuegos. 2010-2011

DISCUSIÓN Y ANÁLISIS

Las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) ocupan los primeros lugares en mortalidad y morbilidad generales por la disminución de otras como las infecciosas (exceptuando el SIDA) con tendencia descendente y la presencia de otros factores de la sociedad moderna que inciden en la mejor propensión para su aparición, entre las que se encuentran el aumento de la expectativa de vida con envejecimiento poblacional y el incremento de los marcadores de riesgos (10,13,15,16).

La influencia de factores meteorológicos sobre la incidencia de enfermedad cerebrovascular (ECV) es señalada por otros autores, evidenciándose en el estudio que de forma general los mayores reportes se produjeron en los meses de enero a abril que son los meses más fríos y donde se producen los mayores cambios atmosféricos tanto de temperatura como de presión, si bien nuestros resultados reafirman lo planteado en cuanto al número de casos no constituyen datos significativos estadísticos, debiéndose realizar otras investigaciones orientadas a este fin (54,79,80). El predominio de ocurrencia de los diferentes tipos de enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágicas coincide de igual forma en los meses de más bajas temperaturas.

Los pacientes incluidos en este estudio presentan características similares a las descritas por otros autores y que tipifica a la enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica como una enfermedad de aparición por encima de la mediana edad (a excepción de la hemorragia subaracnoidea (HSA) que aparece en edades más jóvenes) y asociadas a factores de riesgo conocidos como la hipertensión arterial (HTA), la diabetes mellitus (DM), el hábito de fumar, el alcoholismo y la hipercolesterolemia entre los más frecuentes. Estos factores de riesgo producen un mayor daño en el organismo conforme se incrementa la edad.

La media de edad de nuestros pacientes fue de 66.3 ± 14.9 años, similar a lo reportado por algunos autores de nuestra provincia, país y el mundo. Encontramos un predominio de la raza negra con 138 enfermos (56.1%) seguido de la blanca con 108 pacientes (43.9%), lo cual está en correspondencia con las características étnicas del territorio siendo más frecuente la predominante en la población, debiendo hacerse la salvedad de que en muchas ocasiones en nuestro país personas mestizas son catalogadas como blancas ya que se tiene solo en cuenta el color de la piel esto es reportado en otros trabajos realizados en el territorio y también el resto del mundo (3,7,11-18,24-26,38,52,83).

El sexo presentó diferencias en cuanto a su comportamiento observándose un predominio del masculino lo cual es similar a los resultados de otros estudios en el territorio para estas enfermedades, en las que es más frecuente su asociación a un sexo determinado y con estudios internacionales, por las características demográficas propias de la región objeto de análisis (10,20,23,48,52,83).

Los marcadores de riesgos (MR) son reconocidos a nivel mundial como causantes y/o precipitantes, o coadyuvantes para la aparición de múltiples enfermedades y dentro de ellas las ECNT. Siendo reconocida la hipertensión arterial (HTA), la Diabetes Mellitus y los hábitos tóxicos como la ingestión de café, el hábito de fumar y el consumo de alcohol los más importantes, lo cual se puso de manifiesto en esta investigación. La hipertensión arterial (HTA) es señalada como causa directa de enfermedad cerebrovascular (ECV) Hemorrágica siendo en muchas ocasiones la expresión de una emergencia hipertensiva que tiene como órgano diana el encéfalo (10,21-23,29,44,46) por lo que es necesario aunar esfuerzos para su control. Los hábitos tóxicos con sus efectos nocivos sobre la salud y acumulativos, se refieren en múltiples investigaciones (48-52), siendo explicable por el efecto aditivo de los marcadores de riesgos, la incidencia de una mayor morbilidad en la población geriátrica, portadores de las mismas y unido a otros factores propios de la senescencia. En otros se incluyó la obesidad, la hipercolesterolemia, el alcoholismo.

Como es reportado en la literatura, la incidencia de estos factores, además de propiciar la morbilidad aumenta la mortalidad (11-22). No obstante se debe señalar que un número no despreciable de los egresados vivos también tienen marcadores de riesgos asociados y al observar los mismos se evidencia que muchos tienen más de un factor, siendo reportado el efecto aditivo de los marcadores de riesgo para la evolución negativa de las personas. En el estudio se decidió analizarlos de forma aislada para connotar realmente el impacto de cada uno por separado.

En la mayoría de nuestros pacientes se estableció un diagnóstico clínico, tomográfico o necrópsico pero para realizar el análisis de la totalidad de los enfermos se tuvo en cuenta en primer lugar el diagnóstico clínico, en segundo lugar por imagenología y en los casos en los que no fue factible se realizó la comprobación por autopsia. En este acápite debemos analizar que para el diagnóstico de certeza de la enfermedad es necesaria la realización de estudios imagenológicos, en nuestro medio TAC o angio – TAC; y que en aquellos pacientes a los que no se le pudo realizar este tipo de estudio, el diagnóstico fue eminentemente clínico, lo que puede tener un margen de error y un cuadro inicial típico de HIP puede progresar hacia una HCM con evolución tórpida.

Al analizar el comportamiento de la enfermedad cerebrovascular (ECV) Hemorrágica en la provincia de Cienfuegos, observamos un mayor reporte de forma global en el municipio de Cienfuegos en comparación con el resto de los municipios lo cual es explicable por la densidad poblacional de los territorios analizados, lo que aparece reflejado en este trabajo en estimados de población según el CEE (10,23). Constándose además diferencias dentro del propio municipio de Cienfuegos, relacionado con el envejecimiento poblacional propio de las áreas I, II y III, lo cual es directamente proporcional a la mayor frecuencia de ocurrencia de los ictus de forma general.

El comportamiento de la incidencia y morbilidad por enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica en la provincia de Cienfuegos, si bien no es motivo de satisfacción plena por continuar siendo un azote de nuestros días, pone de manifiesto una mejoría considerable, que solo puede ser atribuible a resultados de los programas y planes de Salud Pública llevados a cabo en el país y en el territorio, jugando un papel fundamental la labor del nivel primario de atención en este aspecto realizándose los planes de dispensarización y la injerencia sobre marcadores de riesgo (10,21-23,29,44,46,48-52), pues una vez establecido el cuadro, las posibilidades de sobrevida en la atención secundaria a la luz de los conocimientos actuales no varía mucho, no obstante se hacen esfuerzos para aplicar técnicas y tratamiento de puntas en el campo internacional a nivel territorial.

Dentro de las enfermedades cerebrovasculares (ECV) Hemorrágicas analizadas en la serie predomina la HCM con 96 casos (39%), seguido por la HIP con 89 casos (36,2%) y la hemorragia subaracnoidea (HSA) con 61 (24.8%) (Gráfico Nº IV), presentándose una distribución en nuestra población similar a lo descrito en otras provincias y en el mundo (7,26,29,35,42).

Los cuadros de enfermedad cerebrovascular (ECV) Hemorrágica tienen evolución tórpida en muchos casos con altas tasas de mortalidad tanto neta como bruta. En los casos que sobrevivieron al evento agudo y en muchos que fallecieron, tuvieron una estadía superior a 48 horas, lo que en nuestro estudio resultó predominante con 162 (65.8%) casos, esto constituye la totalidad de casos vivos y parte de los fallecidos, el resto evolucionó con una menor cantidad de horas, menos de 48 horas, 75 (30.5%) casos (Tabla Nº. VIII), debe analizarse en este aspecto que la mayoría de estos enfermos evolucionaron en cuidados intensivos clínicos (UCIC) ,donde el costo diario por paciente es elevado y la larga estadía presupone incrementos considerables en los costos de estas unidades.

En lugares donde se consta con unidades para la atención de enfermos con enfermedad cerebrovascular (ECV) con las condiciones establecidas, los costos se minimizan notablemente sin detrimento de la atención médica y solo acuden a servicios de terapia los casos que requieren atención en estas unidades (aunque esto es más manifiesto para cuadros isquémicos y hemorragia subaracnoidea (HSA)). Dentro de nuestro propio país algunos pacientes ingresados en UCIC al ser trasladados a otras instituciones se ingresan en salas de cerebrovascular o salas de neurología, aspecto que debe estudiarse detenidamente para brindar calidad de prestación de servicios sin deterioro de la atención, con disminución de los costos e incluso prevención de complicaciones frecuentes en estos pacientes en salas de UCIC que por ser polivalentes y por las características propias de estas unidades pueden condicionar la aparición de complicaciones sépticas por sepsis cruzadas o de otro tipo.

La necesidad de atención en servicios de cuidados críticos y específicamente en UCIC, está en estrecha relación con dos aspectos: la vigilancia intensiva en aquellos casos que no tienen necesidad inmediata de atención en estos servicios y los que sí la tienen, dentro de estos se encuentran los que requieren balance hidromineral estricto, empleo de equipamiento especializado para monitorización y ventilación mecánica además del empleo de drogas cuyo uso no es factible en otros medios.

La aparición de complicaciones en la evolución de los pacientes con enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica ha sido ampliamente descrita en la literatura revisada, concluyendo todos que independientemente de la gravedad del evento en sí; éstas ensombrecen el pronóstico del paciente y muchas veces dan al traste con la vida del mismo, sobre todo cuando se presentan complicaciones de tipo infeccioso y el fallo de órganos y sistemas. La infección respiratoria intrahospitalaria y específicamente las NAV (neumonías asociadas al ventilador) representan una causa contribuyente de la muerte en muchos casos. La NAV ha sido ampliamente estudiada al igual que la sepsis nosocomial, de forma general frecuente en este tipo de pacientes. Sepsis de otro tipo como sepsis intravascular, flebitis, sepsis urinaria. La disfunción orgánica múltiple que sobreviene en un número considerable de casos y que se debe a la bancarrota inherente a los desórdenes fisiológicos y de diferentes tipos que se producen a partir de la injuria cerebral, determinan la mortalidad elevada que exhibe esta enfermedad. De los pacientes estudiados: 135 (54.8%), de ellos las más frecuentes fueron la falla orgánica y la sepsis respiratoria (11-22,30,33,43). Menos del 50% evolucionó sin complicaciones.

En muchas ocasiones el debut apopléjico hace necesario la asistencia mediante respiradores por compromiso de las funciones centrales cerebrales afectadas ya bien sea de forma directa por la hemorragia o indirecta por el edema cerebral y el establecimiento de conos de presión. (Tabla Nº X) En nuestro estudio el 50% de los pacientes recibió ventilación mecánica y de las tres variantes de la enfermedad la que más necesitó de este proceder fue la HCM, siendo ventilados 63 pacientes (65.6%) y la que menos lo requirió fue la HIP con 58.4% (52 pacientes); lo que demuestra una vez más lo referido en la bibliografía (30,31,81-83).

Se ha descrito que las enfermedades cerebrovasculares (ECV) constituyen las primeras causas de muerte en nuestro país y en el mundo y la asociada a la variante hemorrágica es mucho mayor, tal y como ha sido descrito por la American Heart Association (1); lo que queda una vez más demostrado con nuestros resultados, pues más del 50% de los pacientes con este diagnóstico egresaron fallecidos. La mayor tasa de supervivencia la presentó la hemorragia subaracnoidea (HSA), seguida de la HIP con 62.3% y 56.2%, respectivamente. La mortalidad más elevada la presentó la HCM con 74%.

El lugar de fallecimiento de la mayoría de los enfermos como se analizó fue en el hospital con 124 (50.4%) correspondiendo un porciento bajo a las áreas de salud 3.7% (Tabla Nº XII) Es importante señalar que el paciente es atendido inicialmente en su área de salud y trasladado rápidamente hacia el hospital donde es admitido en la UCIC hasta la evolución final si es tórpida y hasta su traslado si no es así. La cobertura que actualmente brindan los servicios de UCIC para los enfermos con enfermedad cerebrovascular (ECV) es amplia y a esto se hace referencia con anterioridad. El uso de ambulancias de apoyo vital avanzado (AVA) con soporte técnico y profesional, que permiten el traslado de estos enfermos graves a la atención secundaria en la mayor brevedad posible manteniendo sus funciones vitales, determina que sea precisamente el hospital el lugar donde fallece la mayor parte de los mismos.

En la tabla Nº XIII se hace evidente el incremento del número de fallecidos en la medida que avanza la edad, condicionado por los factores siguientes: aumento de la presentación de enfermedad cerebrovascular (ECV) en pacientes de edad avanzada, condiciones propias de la senescencia como la polimorbilidad del paciente geriátrico, alteración de la respuesta hormonal e inmunitaria y alteración de la respuesta general del huésped ante una injuria, unidos a los efectos aditivos de los marcadores de riesgos (MR).

Las tasas de incidencia por enfermedad cerebrovascular hemorrágica se duplican cada década después de los 35-44 hasta los 75-84 años; pero en la mayoría de los casos (85) se presentan después de los 65. Fewell (86) se refiere a esa misma duplicidad cada 10 años, pero a partir de los 55. Todo lo anterior está relacionado con los cambios en las paredes de los vasos intracerebrales como la arteriosclerosis hialina o lipohialinosis y la formación de microaneurismas de Charcot-Bouchard: alteraciones causantes de la vulnerabilidad vascular hacia la rotura. La mayoría de los autores coinciden en manifestar que la prevalencia de hipertensión arterial (HTA) aumenta con la edad, y esta última, a su vez, constituye un factor de riesgo para dicha afección; sin embargo, en otras bibliografías revisadas (88,89) se plantea que las enfermedades cerebrovasculares predominan en las edades medias y avanzadas de la vida.

Puede plantearse que la incidencia y prevalencia de las enfermedades cerebrovasculares se incrementan marcadamente con la edad, sobre todo después de los 65 años, con una ligera preponderancia en el sexo masculino

En una población con tendencia al envejecimiento y con incremento de los marcadores de riesgos y expectativa de vida, debe seguirse muy de cerca la aparición y desenlace de ECNT y específicamente de enfermedad cerebrovascular (ECV) siendo necesario la creación de sistemas de salud como el nuestro, que dan una cobertura amplia de atención continuada en servicios de salud a toda la población. En nuestro hospital se llevó a cabo la geriatrización de los servicios y existe un movimiento a favor de la salud del adulto mayor.

La prevención por el nivel primario de atención y la aplicación de las buenas prácticas clínicas en el segundo nivel de atención unido a la geriatrización de los servicios nos permitirán continuar disminuyendo la incidencia y mortalidad por enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica en el territorio, pero aun nos queda mucho por hacer

RESULTADOS FUNDAMENTALES

La enfermedad cerebrovascular (ECV) presentó una disminución en el año 2011.
La HCM fue el tipo de enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica que predominó en el estudio.
La mayor parte de los pacientes con diagnostico de enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica pertenecían al municipio de Cienfuegos y dentro de este a las áreas I, II y III.
Predominó el sexo masculino, con una razón de 1.30 sobre el femenino.
La media de edad de los pacientes estudiados fue de 66.3 ± 14.9 años.
El mayor porciento de incidencia ocurrió en los meses de invierno.
La hipertensión arterial (HTA) fue el factor de riesgo más frecuente en la totalidad de los pacientes, seguido por la existencia de varios y la Diabetes Mellitus respectivamente.
Predomino la estadía de más de 48 horas, siendo el lugar más frecuente del fallecimiento la UCIC.
La complicación más frecuente fue la falla orgánica, seguido de la sepsis respiratoria, siendo esto directamente proporcional al uso de la ventilación mecánica, presente en el 50% de los casos.
El 93.2% de los pacientes que fallecieron lo hizo en el hospital.
La mortalidad fue del 54%.
Los egresados fallecidos presentaron una media de edad superior: 68.6 ± 14.9 años.

CONCLUSIONES

Por ser la enfermedad cerebrovascular (ECV) hemorrágica una enfermedad de elevada letalidad y seguir constituyendo uno de los principales problemas de salud de Cuba y el mundo resulta vital seguir trabajando en la prevención y control de los factores de riesgo, instruir a la población en el reconocimiento precoz de los síntomas y ofrecer una atención individualizada y de calidad en todos los niveles de atención.

Aunque el debate en cuanto a qué tratamiento es el mejor para los pacientes con esta enfermedad, es un tema de constante actualidad y motivo de estudio, siguen existiendo grandes diferencias entre los modelos teóricos de máxima eficacia y estrategia más eficiente para atender a una población determinada y nosotros no somos la excepción.

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