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La importancia de hablar tras el pase de visita médico

(noches) resulta en ocasiones imposible llegar a revisar esta información ya que la actividad asistencial ocupa el 100% de las tareas. Creemos por tanto que para los Enfermeros el pase de visita resulta fundamental en la comunicación entre el personal de Enfermería y el personal Médico ya que el objetivo último de éste es que se disponga una información sobre los pacientes útil sobre todo a la hora de aplicar nuevos procedimientos y técnicas así como los cambios en los tratamientos.

Por este motivo es necesario que exista comunicación entre Médico y Enfermero antes del pase de visita del médico, de manera que el enfermero ponga al día al médico de la evolución clínica del paciente en las 24 horas anteriores (aunque el médico dispone de esta información en la evolución de la Historia Clínica Electrónica – HCE), así mismo, tras éste, que no tiene por qué ser presencial ni físico, debe, de nuevo existir una comunicación entre médico y enfermero de manera que el médico informe al enfermero que medidas se van a seguir y que cambios se van a producir en el tratamiento, así como las técnicas que son necesarias aplicar al paciente para asegurar una adecuada asistencia y valoración (5). En un estudio realizado por Havens DS et al (6) en el entorno hospitalario solo el 50% de los enfermeros españoles entrevistados manifestó la existencia de equipos de trabajo Enfermero/Médico.

Esta situación nos indica que tenemos un grave problema de comunicación entre ambos colectivos y hay estudios que revelan que el hecho de no contar con la figura de Enfermería tiene consecuencias claras en la comunicación de las decisiones terapéuticas tomadas durante el pase de visita, que pueden impactar en la seguridad del paciente (p. Ej., el no administrar un medicamento a tiempo)7.

 Hace unas semanas nos paramos a buscar órdenes escritas en las que, a título personal consideramos que el médico debería habernos comunicado de forma verbal, aun existiendo la orden escrita como comentaba con anterioridad en la Prescripción Electrónica Asistida (PEA), en la Historia Clínica Electrónica (HCE) o en la historia en papel y en un corto espacio de tiempo y sin indagar mucho, en cuatro guardias de trabajo de doce horas pudimos contar más de diez órdenes que el médico pasó por alto comunicarlas o consideró que por el hecho de estar escritas era suficiente. Algunas de estas órdenes escritas fueron: “inicia nutrición parenteral”, “suspender perfusión de analgesia”, “iniciar tratamiento con Acenocumarol y Bemiparina de forma simultánea”, “retirar sonda vesical y controlar diuresis”, “retirar sonda rectal”, “cambios en la pauta de insulina programada”, “administrar dos concentrados de hematíes”, “suspender sueroterapia”, “iniciar nuevo tratamiento antibiótico ahora”, dejar solicitudes de pruebas como Resonancia Magnética o Tomografía Axial Computerizada para enviar al Servicio de Rayos dentro de la carpeta en papel del paciente y que por tanto se citan más tarde aumentando con frecuencia el periodo de hospitalización, sin mencionar que en alguna ocasión el personal de Enfermería “descubre” que un paciente se va de Alta Hospitalaria cuando sale por el pasillo de nuestra unidad y se despide de nosotros.

Esta situación no es siempre así y por supuesto no es generalizada, ni mucho menos, pero en ocasiones ocurre y podemos encontrar los dos extremos, aquellos Médicos de los que no se saben ni siquiera si han pasado a visitar al paciente y los que te preguntan antes de visitar al paciente, y tras la visita, te buscan en la planta y de forma verbal, a pesar de estar todo escrito, te indican los cambios realizados en el tratamiento y las actividades que como Enfermeros tenemos que realizar de forma inminente con estos pacientes.

Estos cambios que a nuestro entender son muy importantes ya que influyen de forma directa en la actitud terapéutica que debemos seguir con los pacientes y por ende en su evolución, a veces los descubrimos indagando en el programa de Prescripción Electrónica Asistida (PEA) o en la Historia Clínica Electrónica (HCE), en otras ocasiones cuando en el carro de unidosis aparecen fármacos diferentes a los utilizados en el turno anterior o cuando al día siguiente, por poner un ejemplo, el médico pregunta por qué un paciente sigue con la pauta de analgesia prescrita del día anterior cuando se ha cambiado en el tratamiento.

Estos errores ocurren por multitud de causas (transcripción de tratamientos de Prescripción Electrónica Asistida (PEA) a la Historia Clínica Electrónica (HCE) no ejecutados, como ocurre con el tratamiento insulínico, la no transcripción de los tratamientos anticoagulantes al programa de Prescripción Electrónica Asistida (PEA) por parte de los facultativos –tratamiento en papel en la historia del paciente-, etc.), causas que si existiese ese “refuerzo verbal”, posiblemente no se darían y la posibilidad de error se reduciría considerablemente.

Existen múltiples trabajos que demuestran las ventajas de una fluida relación enfermera-médico entre los que se encuentran la mayor satisfacción en los pacientes y familiares e incluso la mejoría en el pronóstico de los pacientes (8) pero con la llegada de la Historia Clínica Electrónica (HCE) las indicaciones médicas pueden ser escritas, actualizadas y cambiadas sin que medie vez ninguna comunicación verbal (3).

Con esta reflexión no es nuestro objetivo analizar el motivo de esta falta de comunicación directa, “cara a cara” que a veces se produce entre ambos colectivos, sino hacerle ver al personal médico que la consecuencia directa de este hecho, es crucial para alcanzar una evolución positiva del paciente y su no realización o el retraso en su ejecución por nuestra parte podrían dar lugar a errores que se podrían prevenir y que si se producen, como mínimo van a generar un gasto económico importante que de una forma u otra va a repercutir en todos los niveles asistenciales.

Por eso, pedimos al colectivo Médico que nos dedique un minuto tras el pase de visita y que NO se sustituya al personal de Enfermería, fuente de información veinticuatro horas al día, por la Historia Clínica Electrónica (HCE) y la Prescripción Electrónica Asistida (PEA), que si bien tiene muchas ventajas (9) no hay duda de que las mismas tienen un efecto negativo en la interacción diaria entre Médicos y el personal de Enfermería.