sexual, vómitos, y aumento de peso. Una correlación significativa fue encontrada entre la edad y el número total de síntomas de MSAS-HF referidos (r = -0.32, P = .028).
Para tener en cuenta la severidad de cada uno de los síntomas detectados por MSAS-HF, fue usado un conteo de severidad acorde a lo referido por el paciente, entre el conteo de mayor severidad apareció la dificultad respiratoria al acostarse (ortopnea), falta de energía (astenia), dolores no torácicos, insomnio, estreñimiento (constipación), y dolor torácico. Mientras que los síntomas experimentados con menor severidad eran la ganancia de peso, vómitos, náusea, los problemas con la micción, y diarrea (Tabla 1). La severidad de síntomas fue de 0, ninguno, a 4, la mayor severidad, con una media (SD) de 1.05 (0.09) en esta muestra. Se apreció una fuerte correlación entre la severidad del síntoma, el número de síntomas informados (r = 0.98, P <.001) y el distress (r = 0.85, P <.001). También se encontró había una débil correlación entre la edad y el número total de síntomas aparecidos en el MSAS-HF (r = -0.329, P = .041) que informó la severidad de los síntomas (r = -0.320, P = .047).
Dentro de lo síntomas informados los más penosos fueron la ganancia de peso, dificultad al dormir, palpitaciones, dolor no torácico, y calambres/adormecimiento en manos y pies. Los síntomas menos penosos estaban la irritabilidad, vómitos, los problemas con el sexo, sudoración, náusea, problemas con la micción, y la tos. El nivel de distress causado por los síntomas se evaluaron de 0, ninguno, a 4, el más penoso. La media (SD) del conteo total fue 1.29 (1.9) en esta muestra. La consistencia del conteo de MSAS-HF en este estudio fue buena (α = .82), apoyando la fiabilidad de score de MSAS-HF con los pacientes del hospicio con insuficiencia cardiaca.
El conteo en el sistema POMS-D pueden ir desde 0 a 60 y para esta muestra el rango se observó entre de 0 a 27. La mayoría de los pacientes de esta muestra presentaban síntomas de desesperación, infelicidad, afligido, e inadecuado socialmente. Los conteos más altos que se encontraron fueron descorazonados, desesperado, y melancólico. El medio fue de 8 de un posible 15 ([SD], 7.86 [4.85]).
La severidad de los síntomas de MSAS-HF demostró una moderada correlación (r = 0.48, P <.009) con el número de síntomas depresivos referidos. Usando el POMS-D, ninguna relación significativa fue encontrada entre el número de síntomas referidos por MSAS-HF, y el conteo de severidad de los síntomas acorde a la edad, o el tiempo transcurrido desde el diagnóstico.
La mayoría de los pacientes era hombres blancos, y un pequeño número de afro- americanos. La media (SD) la edad de los participantes fue de 79 años (+/-11) años. La mayoría de los pacientes sufrían de insuficiencia cardiaca, desde hacía un año hasta 10 años, con 4 pacientes con diagnóstico de más de 25 años. La mayoría de los pacientes tenían educación media, y eran cristianos no-católicos que viven en las áreas suburbanas.
Discusión
Estos resultados indican que aunque el paciente medio en este estudio experimentó un promedio de 12 síntomas, se observó una baja severidad de los síntomas entre los pacientes con insuficiencia cardiaca. Había también un bajo nivel global de sufrimiento por síntomas en estos pacientes. Al igual que la severidad media (SD) del número de síntomas depresivos también fue bajo (7.86 [4.85]).
Los pacientes con insuficiencia cardiaca experimentan numerosos síntomas tanto en el hospicio como fuera del mismo. Esta muestra proporciona el cuadro de los pacientes que han pasado la fase aguda y se disponen a entrar en instituciones cerradas de salud o su seguimiento ambulatorio. La media (SD) del número de síntomas usando el MSAS-HF en esta muestra fue de 12.1 (5.8). (10,11) Sin embargo, comparado con la media (SD) del número de síntomas que informó el enfermo fue de (15.1 [8.0]), (3) Los pacientes internados informaron menos síntomas que los ambulatorios. Aunque se desconoce su causa, se podría explicar que a través de años de experiencia, los pacientes y sus familias han aprendido a manejar los síntomas para que éstos fueran menos severos y molestos, o podría ser que este tipo de pacientes con insuficiencia cardiaca, en unidades cerradas son más sedentarios y menos influenciado por síntomas a los que podrían adaptarse e una vida más activa.
El principal score de severidad sobre el malestar en esta muestra fue más bajo. La explicación podría estar relacionada con la gran multitud síntomas que experimenta, pero un pequeño grupo de estos pacientes experimentó una elevada severidad de los síntomas. Otra explicación puede ser la edad de la población, que es cuando se puede experimentar una disminución sensorial de los síntomas físicos y no sufrir tanta incomodidad. (12) Este resultado también puede estar relacionado con los años de evolución, donde los pacientes más viejos saben manejar mejor los síntomas de insuficiencia cardiaca. También estos pueden ser menos activos por otras razones que podrían causar o exacerbar los síntomas. (13)
Un mayor nivel de severidad no es necesariamente indicativo de un mayor nivel de malestar. Esto se ejemplificó por la falta de energía y problemas con sexo que fue informado entre los de poca gravedad, que aunque sea severo no es el de mayor malestar en la población de mayor edad. McMillan et al (14) informó que la severidad de la boca seca experimentada por las pacientes con insuficiencia cardiaca, no produjo tanto malestar como la astenia, o la dificultad para respirar, parestesias, la somnolencia o el dolor no torácico.
La dificultad para respirar es un síntoma patognomónico de la insuficiencia cardiaca, muy común y penosa para los pacientes (15), que se observa en más del 50% de pacientes ingresados en salas de geriatría o en hospicios, al igual lo encontrado por Bain et al (6) en consulta externa e ingresos. (3,4,15,13) Sin embargo, la disnea de reposo fue menos prevalente alcanzando solo el 25%, aunque McMillan et al, (14) lo reportó en el 50% de pacientes ingresados que aquejaron disnea tanto al reposo como al ejercicio.
La astenia marcada es el síntoma que más frecuentemente se ha encontrado en los pacientes de la tercera edad, la alta incidencia de fatiga ha sido encontrada en varios estudios tanto en hospicios como en la consulta externa, (3,4,15) McMillan et al (14) definió además, que la fatiga estaba entre los más severos y penosos de los síntomas.
Seguido de la fatiga la somnolencia que fueron los síntomas que siguieron en importancia y frecuencia lo que puede estar relacionado con la edad, estos resultados fueron similares a los obtenidos en pacientes ambulatorios. (16)