genitales o condilomas acuminados, aunque la mayoría de las infecciones son subclínicas o latentes estimándose que un 75% de la población sexualmente activa ha tenido infección por el VPH y solo un 1% condilomas acuminados. La infección por VPH puede presentarse con las siguientes formas clínicas:
-Condilomas exofíticos cutáneos o mucosos.
-Condilomas papulosos mucocutáneos.
-Condilomas espiculados, planos ó maculares.
-Enfermedad de Bowen o Papulosis bowenoide (neoplasia intraepitelial de ano, pene, vulva).
-Eritroplasia de Queyrat (neoplasia intraepitelial de mucosa de pene).
-Condiloma gigante o de Buschke-Loewenstein.
-Cáncer anal, de pene o de vulva.
- Sífilis
Es una infección producida por la espiroqueta Treponema pallidum que atraviesa las mucosas intactas o con pequeñas lesiones del organismo, se contagia por contacto sexual, transmisión vertical de la madre al feto o al recién nacido e infección por trasfusión sanguínea rara vez.
Sífilis precoz:
-Periodo primario
Aparece una úlcera llamada chancro sifilítico en el lugar de la inoculación, después de un periodo de incubación de 3 a 4 semanas, que comienza como una mácula que se transforma con rapidez en pápula y después en úlcera indolora, indurada, redondeada u oval, de bordes elevados bien delimitados y exudado amarillo-grisáceo. Puede ir acompañada de adenopatías uni ó bilaterales indoloras, duras y de consistencia elástica. El chancro involuciona, sin dejar cicatriz, en 4 a 6 semanas. Si el paciente no es tratado el 50% de los casos evolucionará a una sífilis en periodo secundario y el resto a una sífilis en periodo de latencia.
-Periodo secundario
Comienza a las 6-8 semanas de la aparición del chancro y si este ha pasado desapercibido a los a los 3 o 6 meses desde el contagio. La piel y las mucosas son las más afectadas, además de artralgias, febrícula, cefaleas y malestar general. Este periodo es de alta contagiosidad y pueden aparecer la roséola sifilítica (exantema maculoso) sifílides papulosas (exantema papuloso), condilomas planos, alopecia sifilítica
Sífilis tardía:
Los casos de sífilis precoz no tratada pasaran a una fase de latencia tardía.
-Sífilis latente tardía (o de duración incierta) donde no hay manifestaciones clínicas y no es contagiosa por lo que no supone riesgo para los contactos sexuales recientes
Sífilis terciaria:
Resulta rara la evolución a esta fase de la sífilis aunque la pueden desarrollar el 40% de los casos no tratados apareciendo a los 3 a 12 años afectándose varios órganos con manifestaciones muco-cutáneas, óseas, viscerales o neurológicas
- Sífilis congénita
La forma de transmisión es por vía transplacentaria y el riesgo de contagio dependerá del mes de embarazo en el cual la madre adquiriere la infección o del estadio de la sífilis materna durante el embarazo, siendo muy alto el riesgo de contagio en la sífilis primaria y secundaria. En la sífilis latente tardía existe poco riesgo de contagio.
Si la madre no recibe tratamiento puede ocurrir que el feto se infecte al principio del embarazo, provocando un aborto tardío después de 12-14 semanas o cuando la gestación esté avanzada. También puede producirse la muerte intraútero, naciendo un feto macerado, o nacer un feto vivo infectado.
- Uretritis y cervicitis
La presencia de secreción mucosa, purulenta o mucopurulenta en uretra o cérvix en cualquier persona sexualmente activa sugiere la posibilidad de que exista una ITS. El diagnóstico diferencial dependerá de los métodos diagnósticos disponibles y de la prevalencia de cada ITS en la comunidad. Las uretritis en el varón son frecuentemente sintomáticas, pero tanto las cervicitis como las uretritis en mujeres suelen ser asintomáticas o con escasa sintomatología.
Tradicionalmente las uretritis y cervicitis se clasifican como gonocócicas, producidas por Neisseria gonorrhoeae, y no gonocócicas. Entre las no gonocócicas, la producida por Chlamydia trachomatis es la más frecuente, seguida de la causada por micoplasmas (Ureaplasma urealyticum y Micoplasma genitalium). Otros agentes etiológicos pueden ser Trichomonas vaginalis, virus herpes simple, adenovirus, Haemophilus Influenzae y algunos hongos; muy excepcionalmente, se detectan uretritis por Escherichia coli relacionadas con la práctica de coito anal.
- Gonorrea
Es una infección causada por una bacteria llamada Neisseria Gonorrhoeae que se adquiere por contacto con el pene, vagina, ano y boca, el periodo de incubación va desde 2 a 7 días y después suelen aparecer los síntomas. En el hombre aparece dolor y ardor al orinar acompañado de una secreción blanquecina amarillenta y en la mujer también aparece ardor y dolor con un aumento de la secreción vaginal entre periodos, si la infección es rectal da dolor y sangrado al defecar y si es faríngea enrojecimiento y dolor al tragar. En todos los casos es frecuente que no aparezcan síntomas y pasado un tiempo aparezcan las complicaciones como la infección gonocócica diseminada, enfermedad inflamatoria pélvica, epididimitis, abortos espontáneos, partos prematuros, etc. El diagnóstico se realiza con las muestras de las zonas afectadas y la infección no deja inmunidad.
- Sida/VIH
El “virus de la inmunodeficiencia humana adquirida” es un retrovirus que afecta al sistema inmunitario de la persona, sobre todo las células T CD4 y hace que este se deteriore progresivamente llevando a que la persona padezca una serie de infecciones oportunistas y algunos tipos de tumores. Los primeros casos que se dieron en España fueron en la década de los años 80 y actualmente se conocen 5 tipos de retrovirus VIH siendo el VIH 1 y VIH2 los que desarrollan el Sida y el resto enfermedades proliferativas sanguíneas. Los síntomas aparecen en la primoinfección, tras 2 o 4 semanas de incubación, con fiebre, anorexia, mialgias, artralgias, nauseas, vómitos, linfadenopatías, aunque entre un 30-40% no presenta ningún síntoma. A este periodo le sigue otro que sin tratamiento puede variar de 8 a 10 años donde no aparecen síntomas aunque la seroconversión se ha producido entre los 8 y los 14 días desde que se infectó (a veces 6 meses). Se utilizan tres categorías clínicas y otras tres inmunológicas para clasificar a los pacientes, según los datos clínicos podemos hablar de:
Categoría A: infección primaria sin síntomas o con linfadenopatías generalizadas persistentes.
Categoría B: enfermedades relacionadas con el VIH o complicadas en su manejo con éste y que no son categoría C.
Categoría C: enfermedades ya consideradas dentro de la definición de sida y que no correspondan con otra inmunosupresión.
Además de esta clasificación se utiliza otra inmunológica según el número de linfocitos CD4:
Categoría 1: linfocitos CD4 mayor o igual a 500/mm3
Categoría 2: linfocitos CD4 entre 200 y 499/mm3
Categoría 3: linfocitos CD4 menor de 200/mm3
A cada categoría clínica se le añade una inmunológica donde todas son excluyentes y en Europa se considera sida las categorías C1, C2 y C3.
El tratamiento antirretroviral que combina varios fármacos, junto con la adhesión a este por parte del paciente es fundamental para conseguir una recuperación del sistema inmunitario y un descenso en la carga viral siendo esta junto con el número de linfocitos CD4 y la sintomatología los que definan el momento de empezar con la terapia antirretroviral.
Consecuencias DE LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL (ITS)2
Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) pueden tener consecuencias muy graves en la salud de la persona infectada:
-El virus del herpes y la sífilis pueden multiplicar el riesgo de contraer el VIH por tres o más.
-La sífilis durante el embarazo provoca unas 305.000 muertes fetales y neonatales, y deja a 215.000 lactantes en grave riesgo de defunción por prematuridad, insuficiencia ponderal o enfermedad congénita.
-La infección del VPH provoca 528.000 casos de cáncer cervicouterino y 266.000 defunciones.
-La gonorrea y la clamidiasis son causas principales de enfermedad inflamatoria de la pelvis provocando abortos e infertilidad.
Prevención de las infecciones de transmisión sexual
El asesoramiento mejora la capacidad de las personas para reconocer los síntomas de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y aumenta las probabilidades de que soliciten atención tanto para ellas como para sus parejas sexuales.
- Intervenciones de asesoramiento
-Educación sexual integral, asesoramiento antes y después de las pruebas de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y VIH.
-Asesoramiento sobre prácticas sexuales más seguras y reducción de riesgos, promoción del uso de preservativos.
-Intervenciones dirigidas a grupos de población claves, incluidos trabajadores sexuales, hombres homosexuales y consumidores de drogas inyectables.
-Asesoramiento y educación sexual adaptadas a las necesidades de los adolescentes.
2. Métodos de barrera
El uso correcto y sistemático del preservativo, tanto masculino como femenino, es uno de los métodos de protección más eficaces contra las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el VIH.
Diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual
Se realizan pruebas específicas de laboratorio para detectar el agente causal de la sintomatología como son los cultivos del exudado uretral, endocervical, vaginal, oral y/o faríngeo; serología de sífilis, VIH y VHB. Habitualmente las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se clasifican según los síndromes que provocan, estos son:
-Síndrome de secreción uretral con o sin disuria.
-Síndrome de flujo vaginal acompañado con otros síntomas como dolor, olor, etc.
-Síndrome de ulceración genital.
-Síndrome de dolor abdominal bajo.
Y a partir de aquí se piden las pruebas específicas para identificar el microorganismo que ha infectado a la persona.
El tratamiento de las infecciones de transmisión sexual
Existe tratamiento para tres Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) bacterianas (clamidiasis, gonorrea y sífilis) y una parasitaria (tricomoniasis) que son generalmente curables con los eficaces regímenes de antibióticos de dosis únicas existentes. Para el virus del herpes y el VIH los medicamentos más eficaces disponibles son los antivíricos que atenúan la evolución de la enfermedad pero no la curan, mientras que para la hepatitis B, los moduladores del sistema inmunitario (interferón) y los medicamentos antivíricos pueden ayudar a luchar contra el virus y frenar los daños al hígado.
Existe una cierta resistencia de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), como la de la gonorrea a los antibióticos que ha aumentado en los últimos años limitando las opciones de tratamiento, siendo incluso polifarmacorresistente con respecto a las penicilinas, sulfamidas, tetraciclinas, quinolonas y macrólidos.
Situación Actual
Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) son un problema de salud pública que afecta a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada día más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual, estimándose que en un año son unos 357 millones de personas que las padecen. Las cifras que estima la OMS sobre el contagio de estas enfermedades son alarmantes: clamidiasis 131 millones, gonorrea 78 millones, sífilis 5,6 millones, tricomoniasis 143 millones, herpes genital 500 millones y por el virus del papiloma humano más de 290 millones de mujeres infectadas.
La morbilidad, complicaciones y secuelas de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) requieren que se deba de hacer un diagnóstico y tratamiento precoz, mejorando también la educación sexual así como el uso del preservativo como medio de barrera y trabajando sobre todo con las poblaciones de más riesgo. Además existe una interrelación importante de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y la infección por VIH donde estas aumentan el riesgo de adquisición y transmisión del VIH a través de distintos mecanismos (1) y al compartir vías de transmisión y tener un periodo de latencia más corto, son consideradas como indicadores de cambios en los comportamientos sexuales de riesgo (2). La información epidemiológica poblacional sobre las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en nuestro país se obtiene a través del Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO) incluido en la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) donde las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) sometidas a vigilancia epidemiológica son la infección gonocócica, sífilis y sífilis congénita con declaración numérica semanal apareciendo los casos nuevos ante su simple sospecha, declarando en el caso de la sífilis y gonococia a nivel central el año y la comunidad autónoma de notificación.
En cuanto a la sífilis congénita, está incluida entre las enfermedades con declaración por sistemas especiales y de cada caso se recoge la información epidemiológica más relevante. Dado el aumento de