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Comportamiento de las oftalmopatías por VIH-SIDA

1981, con enfermedades como la Microangiopatía Retinal (MA), la retinitis por citomegalovirus (RCMV), y el Sarcoma de Kaposi (SK). Acompañado la evolución de la Pandemia hasta nuestros días (10-13). En un campo de la medicina en el cual, las pruebas diagnósticas de infecciones oculares siguen siendo cruentas, de aplicación limitada, y el cuadro clínico, el método fundamental de diagnóstico. Siendo, para el Oftalmólogo, un permanente desafío, preservar la función visual del paciente HIV +/ SIDA.

 El avance para reconstituir el Sistema inmunológico de los pacientes infectados con el HIV-1, con terapia de combinación altamente activa (HAART) o terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), convirtiendo al SIDA en una enfermedad infectocontagiosa crónica con reconstitución inmune parcial, inestable y diferente en cada paciente, hace que los pacientes, sigan presentando manifestaciones oculares clínicas, como la retinitis por citomegalovirus (RCMV), y nuevas, como la Vitreítis de recuperación inmune, (VRI), en algún momento de sus vidas, o que requieran monitorear con el examen ocular, la alta cantidad de medicamentos que reciben, cuyas complicaciones a largo plazo aún se desconocen.(10-17)

 Por todo esto el examen oftalmológico de rutina se sigue realizando a todos los pacientes HIV-1 +, con y sin signos y síntomas de enfermedad ocular. Dependiendo la frecuencia del mismo, en la práctica del estado inmunológico, basado en el recuento de linfocitos CD4+ y la carga viral (CV) teniendo presente la historia clínica de cada paciente.

 La presentación de las manifestaciones oculares varían, según las series entre el 30% y el 70% de los pacientes, dependiendo de factores epidemiológicos, geográficos, población estudiada (paciente hospitalizados-ambulatorios), condiciones socioculturales y económicas. (13)

Las complicaciones oculares de la enfermedad por el HIV-1, pueden comprometer cualquiera de las estructuras del ojo (segmento anterior y posterior), anexos oculares, órbitas y vías visuales.

Las enfermedades del ojo externo y del segmento anterior no suelen ser muy llamativas, a pesar que pueden ser, muy comunes como, el síndrome de ojo seco, predisponer cuadros graves, como las úlceras de cornea, y brindar pautas diagnósticas de infección por HIV-1, como el Molusco Contagioso, la Microangiopatía Conjuntival y el Herpes Zoster Oftálmico. Las enfermedades del segmento posterior del ojo, son mejor estudiadas, y más temidas por su gravedad y frecuencia, como la retinitis por citomegalovirus (RCMV), cuyo diagnóstico temprano es fundamental para preservar la función visual. En otros casos, su presencia puede ser la primera manifestación de enfermedades sistémicas, como la Coroiditis Tuberculosa y la Retinitis por Toxoplasma gondii. (10)

Los estudios especializados que realiza el Instituto Mexicano de Salud Sexual (IMSS) forman parte del tratamiento que reciben las personas con VIH/Sida ya que se calcula que 3 de cada 4 de ellos desarrollarán en algún momento padecimientos oculares. (18)

De acuerdo con estadísticas del Sector Salud, en el país se tienen registrados 182 mil casos de VIH y 110 mil de Sida que han desarrollado la enfermedad.

El oftalmólogo José Moisés Benítez Cervantes, jefe de la División de Cirugía de Adultos del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, explicó que las enfermedades de los ojos entre las personas afectadas por el VIH/Sida se presentan por la inflamación de vasos sanguíneos, que rompe las barreras que protegen la retina. (18)

Afirmó que, de acuerdo con los estudios oftalmológicos que se practican en el IMSS, se detectó que el padecimiento ocular que ocupa el primer lugar de incidencia entre los portadores del VIH, es la microangiopatía retiniana, hemorragia en retina, que afecta a alrededor del 50 por ciento de los pacientes quienes no presentan síntomas y se detecta sólo por medio de un examen oftálmico.

La segunda enfermedad en frecuencia es la retinitis por citomegalovirus (infección viral), que es la primera causa de ceguera en los pacientes afectados. En este caso, inicialmente se afecta la visión periférica del paciente y, posteriormente, la central.

Otro padecimiento frecuente es la conjuntivitis bacteriana, viral o imitativa, así como el síndrome de ojo seco. En estos padecimientos el paciente manifiesta molestias como sensación de cuerpos extraños, ardor ocular, lagrimeo, fotofobia (molestia a la luz) y secreción.(18)

El doctor Benítez Cervantes dijo que el Seguro Social ofrece lo más reciente en medicamentos antirretrovirales (Abacavirn-solución, Didanosina-cápsulas, Ritonavir-cápsulas, entre otros) que retrasan la destrucción de los anticuerpos y que son la base del sistema inmunológico del organismo.

Señaló que para prevenir o, incluso, detener el progreso de enfermedades de la vista en estos pacientes es indispensable acudir a revisión oftalmológica por lo menos una vez al año o antes, si los médicos tratantes lo consideran conveniente.

Destacó que en México los oftalmólogos están altamente capacitados para detectar cualquier alteración en los ojos de las personas con VIH/Sida y señaló que si el portador del VIH experimenta molestias en los ojos como ardor frecuente o sensación de cuerpos extraños debe de acudir al oftalmólogo, ya que puede presentar un problema grave de la vista. (18)

Las complicaciones oftalmológicas son más frecuentes en pacientes con grave afectación de la inmunidad celular y de presentarse, disminuirían su calidad de vida, haciendo su manejo terapéutico más costoso y complicado (19-20)

Con el uso de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) se ha cambiado el cuadro clínico de la enfermedad ocular asociada a VIH. Es así que se ha conseguido mejorar la tasa de supervivencia de estos pacientes y disminuir el riesgo de ceguera (21). De los resultados de numerosos estudios llevados a cabo en la era post terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), se observa que si bien la incidencia de retinitis por citomegalovirus (RCMV) ha disminuido, esta sigue siendo la causa principal de ceguera (20). La aparición en algunos pacientes que reciben terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), de una inflamación intraocular denominada uveítis por reconstitución inmune que produce vitreítis, edema macular cistoide y formación de membranas epirretinales vendría a ser una desventaja de esta terapia (22).

Dentro del estudio de estos pacientes el examen oftalmológico es de gran importancia ya que permite no sólo preservar la función visual sino también realizar el diagnóstico precoz de enfermedades que sistémicamente no se han manifestado.

Por los que nos motivamos a realizar este estudio,