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Relación entre los parámetros somatométricos-nutricionales y la  salud oral en escolares

A cada escolar se le realizó una historia clínica basada en un protocolo en el que se recogieron los siguientes datos distribuidos en cuatro grandes apartados:

  1. Datos de filiación.
  2. Registro del estado de salud bucodental. Evaluado mediante inspección visual con espejo intraoral de un solo uso y con luz solar.
  3. Registro  de medidas antropométricas. Se registraron las siguientes medidas: peso, altura, perímetro de cintura, perímetro de cadera, perímetro de brazo. A partir de ellos, fueron calculados los Índices de Masa Corporal (IMC) y el Índice Cintura/Cadera (ICC).
  4. Registro del cuestionario de estilos de vida y nivel sociocultural. Se considera el  origen materno, el  nivel de estudios materno, hábitos dietéticos y hábitos de higiene bucodental.

Para el análisis de los datos se realizó una estadística descriptiva (media aritmética, desviación estándar y que se utilizaron pruebas paramétricas (t-Student, ANOVA) y no paramétricas (U de Mann-Whitney, Kruskal-Wallis, test Chí-cuadrado y el test de Fisher cuando fue necesario). Se consideró como nivel mínimo de significación un valor de p<0.05. Los datos fueron procesados con el programa estadístico IBM SPSS Statistics 22.0.

RESULTADOS:

Al estudiar la influencia del origen de la madre en número medio de caries  en dentición temporal, fue observado que  en los hijos de madres marroquíes presentaban mayor número de dientes afectados por lesión activa de caries (4,3 ± 4.6 caries) que los  descendientes otros países europeos sin incluir a España (1,83 ± 4.5 caries), españolas (1.0±1,9 caries) y  sudamericanas (1,00±1.7 caries). Esto seguramente se deba a que la falta de políticas de educación para la salud en países como Marruecos, en vías de desarrollo. Esta relación se encontró estadísticamente significativa (p<0.05); (Tabla 1.).

Este resultado puede deberse a las diferencias culturales y al estatus social, dado que la inmigración marroquí en España es consecuencia de la situación de pobreza de su país.

Al evaluar la tasa de caries en dentición decidua con el nivel de estudios materno, se observó una mayor  tasa en los hijos madres con menor nivel de estudios  (1.7± 3.1),  que en aquellas con estudios medios superiores. (0.5± 1.9), siendo está diferencia estadísticamente significativa (p < 0.05) (tabla 2)

Al  analizar la posible influencia del peso sobre el número de dientes permanentes con caries, se observó una relación directamente proporcional, aunque con un nivel de correlación bajo y relación estadísticamente muy significativa (r=0.28; p<0.01).

Según este hallazgo existe el peso ejerce una influencia sobre la presencia de caries dental en dentición permanente, ya que conforme aumenta el peso, se observa un aumento del  número de dientes permanentes con caries.

Al relacionar el origen de la madre con el consumo semanal medio de refrescos se observó un mayor consumo en aquellos niños hijos de madres originarias de países en vías de desarrollo: Sudamérica (4  ± 1.7), Marruecos (3.47 ± 2.3); que en los hijos de españolas (1.72 ± 2.0) y de otros países de Europa (1.4 ± 1.1). Esta relación se encontró estadísticamente significativa (tabla 3.) Este mayor consumo de refrescos pueda explicarse por diferencias culturales y/o el estatus social. Dado que las madres son originarias de países en vías de desarrollo, y los originarios de estos países muestran menores niveles de adaptación  e integración a la cultura del país que los acoge.

Al evaluar la relación entre el nivel de estudios materno con el consumo de refrescos se observó una mayor ingesta en los hijos de madres con nivel de estudios más bajos  (2,15± 2.3 refrescos/semana) que en las que tenían estudios medios o superiores (1,53 ± 1.5). No se encontró relación estadísticamente significativa. (Tabla 4).

Cuando se analiza la posible influencia del consumo de refrescos sobre el número de dientes temporales con caries, se observó una relación directamente proporcional, aunque con un nivel de correlación moderado  y relación estadísticamente muy significativa (r=0.44; p<0.01). Lo mismo ocurre al  analizar la posible influencia de consumo de refrescos sobre el número de dientes permanentes con caries, pero con un nivel de correlación baja  y relación estadísticamente muy significativa. (r=0.22; p <0.01) (Tabla 5) De modo que podría establecerse la siguiente afirmación: a un mayor consumo de refrescos, se produce un aumento del número de caries, tanto en dentición decidua como en permanente.

Al analizar la posible influencia del peso sobre el número de horas de actividad física, se observó una relación inversamente proporcional con un nivel de correlación bajo y asociación estadísticamente significativa (r=-0.21; p<0.05). Esta relación nos lleva a la siguiente afirmación: conforme el niño aumenta de peso, disminuye sus horas semanales de actividad física, de modo que los niños de mayor peso son los que menos horas de práctica deportiva realizan.

En cuanto a la relación obesidad y caries,  nuestro estudio muestra  un mayor índice de caries temporales y cao en los niños de menor peso y un mayor índice CAO en los niños de más peso. Este hecho coincide con los resultados obtenidos por los estudios de Bud y col (2015)[i] en colaboración con la Universidad de Rumanía, donde se muestra  que los niños con un índice de masa corporal (IMC) más bajo tienen más caries en la dentición temporal y por el contrario, en la dentición permanente niños obesos presentan más caries.  El trabajo de  Ribeiro y col (13)  también coinciden al encontrar un mayor riesgo de caries en los niños con bajo peso y más delgados. Y similares resultados presentan  Lueangpiansamu y cols. (14) y Delgado-Angulo y cols. (15)  Igual sucede con los trabajos de  Yang y cols., que  realizaron un estudio transversal sobre niños  de ocho años comparando la prevalencia de  caries en dentición temporal y  dentición mixta con el índice de masa corporal (IMC). Los resultados mostraron una alta prevalencia de caries en los niños chinos y mostraron que los individuos con bajo peso presentaban el valor más alto de caries en dentición temporal. Lo que interpreta como que la experiencia de caries más severa puede afectar al desarrollo y crecimiento de los niños afectados.

Del mismo modo, coincidimos con los estudios de  Lempert  en Dinamarca, que observaron un menor índice de masa corporal (IMC) en el seguimiento de los niños con experiencia de caries. También se relaciona caries con el nivel de los estudios de la madre, y al igual que  en nuestro estudio se observó una mayor prevalencia de caries en los hijos  de madres con estudios más básicos.

Kopycka-Kedzierawski y  cols. (16), basándose en encuestas de salud del país determina que éstas no proporcionan ninguna evidencia que sugiera que los niños con sobrepeso tienen un mayor riesgo de caries dentales. Aunque no se encontraron diferencias en las tasas de caries en peso en los niños más pequeños, de manera interesante resulta que las últimas encuestas  indicaron que el exceso de peso puede estar asociada con disminución de las tasas de caries en los niños mayores.

La literatura respecto a la relación entre caries y obesidad en niños es extensa pero muestra discrepancia. También encontramos   trabajos que han encontrado una relación directamente proporcional entre el índice de masa corporal (IMC) y la caries dental. Un ejemplo de ello, como ya hemos expresado, lo constituyen los datos aportados por Alm y cols. en Suecia que sugieren  una correlación positiva entre la caries dental y el índice de masa corporal (IMC) y muestran  a  ciertos comportamientos que propician obesidad,  tales como el consumo de refrescos durante la primera infancia , como posibles predictores del desarrollo de caries en la adolescencia. Nuestros resultados coinciden con los Alm. y cols. en el hecho de que el consumo de refrescos puede ser un predictor de caries, ya que encontramos una relación directa entre el número de refrescos y el número de caries tanto en dentición temporal como en permanente.

Otros   estudios que   han demostrado una interrelación positiva entre la obesidad infantil y la mala salud bucodental son lo de Willerhausen y cols. (17) realizados en Alemania y los Cinar y cols. (18) en Turquía. Los estudios de Willerhause en 2007 encontraron una   asociación significativa entre la frecuencia de caries y el índice de masa corporal en los niños en edad escolar; mientras que un bajo índice de masa corporal mostró una correlación con la ausencia de lesiones de caries. Los estudios de Turquía  revelaron también que la alimentación de la primera infancia parecía ser un indicador de riesgo de caries en los adolescentes de 15 años de edad y la influencia del estatus social en ambas enfermedades.

Los estudios nos presentan distintas prevalencias de caries en los pacientes obesos, así encontramos el estudio realizado en Francia por Bailleul-Forestier y cols. (19) donde al comparar la prevalencia de caries entre una población adolescente obesa y otra normopeso, obtuvo una prevalencia del 90 % de caries para los adolescentes obesos., y encontró una relación estadísticamente significativa entre el índice de masa corporal (IMC) y la caries al observar una alta prevalencia de caries en los niños obesos severos.