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Estudio correlativo entre los test de inteligencia emocional y el sistema límbico avalado por la RMN

achieved during this project reveal a certain attitude of one particular person. In this case, our patient has proved to have facets within his Emotional Intelligence profile that differ from the standards specified in the TMMS-24 test, specifically in the areas of Emotional Attention and Emotional Repair.

Key words:

Hippocampal Malrotation, Nuclear Magnetic Resonance, Emotional Intelligence, Emotional Intelligence test TMMS-24.

INTRODUCCIÓN:

El estudio anatómico del Hipocampo a través de resonancia magnética nuclear (RMN), es una de las técnicas más efectivas para localizar tanto patologías como variantes anatómicas entre otros hallazgos. Nosotros nos hemos apoyado en la resonancia magnética nuclear (RMN) para verificar las diferencias anatómicas del Hipocampo, dentro del Sistema Límbico o Cerebro emocional. Nuestro objetivo principal es valorar los diferente niveles de inteligencia emocional (IE) a través del test de inteligencia emocional TMMS-24, en el paciente de este estudio con malrotación del hipocampo (MRH) sin patología asociada. Valorar si puede o no presentar diferencias significativas en los resultados del TMMS-24. Pensamos que el grado de inteligencia emocional (IE) es “medible” incluso en cerebros que durante su desarrollo embrionario hayan variado la posición del hipocampo dentro del sistema límbico. En el caso específico de malrotación del hipocampo (MRH) elegido para este proyecto, según António Damásio (1), el desarrollo de la inteligencia emocional (IE) depende de la educación emocional y del enfoque que cada paciente le dé a las emociones.

De forma fortuita, es decir, no hemos dirigido el estudio a pacientes específicos con trastornos emocionales diagnosticados. Hemos investigado a un grupo poblacional con diferentes problemas que acudieron al hospital derivados por sus especialistas, para realizarse un estudio de resonancia magnética nuclear (RMN) y a partir de ese estudio y sus antecedentes clínicos, la posibilidad de localización de malrotación del hipocampo (MRH). Cuando se han localizado esos pacientes con malrotación del hipocampo (MRH), se han elegido solo a quien cumplía los requisitos necesarios para esta investigación. De todas las personas estudiadas, pacientes y voluntarias/os, solo hemos encontrado un caso de malrotación del hipocampo (MRH) sin patología asociada.

Justificación del estudio:

En este proyecto nos hemos dedicado al reconocimiento de la Inteligencia Emocional y a su vinculación posible con formas alteradas del hipocampo. Visualizamos el hipocampo, (concretamente la inversión hipocampal incompleta o la modificación morfológica hipocampal), a través de las imágenes obtenidas por Resonancia Magnética. La Mal Rotación del Hipocampo hace referencia a un defecto en la inversión de la lámina cortical medial que origina el hipocampo durante el desarrollo embriológico. En ocasiones esta inversión es incompleta o asimétrica, de manera que mantiene una forma redondeada o piramidal. (2). Apoyándonos en test de Inteligencia Emocional, hemos pretendido centralizar la relación entre el desarrollo de la inteligencia emocional (IE) y la capacidad sensitiva inherente al ser humano. En la evolución de cada vida, el control de las emociones ocupa un papel muy importante. Ya sea a nivel individual o colectivo, nuestra actitud y entendimiento de las situaciones, determinan el resultado final de las relaciones interpersonales. (3)

La inteligencia emocional forma parte de la mente humana y del desarrollo de esta, dependen muchas actitudes y decisiones. El personal sanitario requiere una formación técnica especializada. El Tecnólogo en Radiología (TER), tiene una ardua tarea diaria que puede ser muy constructiva o por el contrario muy destructiva, tanto a nivel personal como social. La labor del TER es determinante en los procesos de análisis y diagnóstico de los pacientes y la capacidad de interactuar con los pacientes, posibilita o dificulta la relación entre ambos, de cooperación o desorientación. Cuando una persona acude a un centro Radiológico, confía normalmente en el personal que la atiende, este personal está especializado en técnicas diagnósticas y lo ideal sería dominar ciertas técnicas relacionadas con el desarrollo de la inteligencia emocional. Esta capacidad de reflexión por parte del TER, asegura el éxito de los estudios radiológicos, ya que la habilidad para empatizar con el paciente va a determinar la calidad de dicha prueba.

Un buen TER debe saber cómo orientar los estudios radiológicos “reveladores” de las posibles patologías y por defecto, a la persona que se somete a dichas pruebas diagnósticas. Debemos conocer las limitaciones de los pacientes y sus posibilidades de colaboración. Debemos saber sentir a nuestros pacientes y solo un adiestramiento libre de prejuicios y limitaciones personales, nos brindarán la oportunidad de dicho aprendizaje. Estudiar nuestra propia mente, nos ayudará a conocer la mente y comportamiento de nuestros semejantes y de esa manera, podremos desempeñar nuestra función laboral de la forma más profesional, equitativa y justa posible. Esta “parte ética-personal”, redunda en la buena praxis como profesional, la capacidad resolutiva y, asegura una visión más objetiva del OTRO.

Nos basaremos en tres principios de la Bioética, respetando en todo momento los derechos de las personas implicadas. Principio de Autonomía: respetaremos en todo momento la decisión de los pacientes. Principio de Beneficencia: la completa convicción y comprensión de los hechos por parte del paciente. Principio de no-maleficencia: deberá asegurarse antes de llevar a cabo cualquier trámite que perjudique involuntariamente al paciente. La explicación del proyecto tiene que adquirir un enfoque científico, sin dejar que el paciente saque conclusiones equivocadas al respecto de la malrotación del hipocampo (MRH) que porta. Hay que conocer muy bien las posibles patologías asociadas para poder informar de forma competente y real la situación asintomática en la que se encuentra dicho paciente.

La confidencialidad respecto a los datos personales del paciente se mantendrá durante todo el proceso de investigación y a posteriori. Respetar la intimidad de este, es un factor fundamental para crear la confianza que requiere el desarrollo óptimo del proceso. Hay que pactar y consensuar la forma de participación, y crear una conciliación permanente en el desarrollo de la investigación.

Estas cuestiones éticas han sido apoyadas en La Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos, firmada por la UNESCO, en octubre de 2005. (4)

Encuadramiento del tema:

Hay dos circuitos por los que los estímulos emocionales pueden transitar tras su evaluación en la amígdala: pasar o no por la corteza órbito-frontal y el hipocampo. Si toman este circuito serán