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Uso inadecuado de los Servicios de Urgencia Extrahospitalarios. Definición, factores de influencia y consecuencias

menos urgentes, funciona del mismo modo que las Urgencias Extrahospitalarias, en las que apenas se usan recursos de Enfermería y sus directrices incluyen no pedir pruebas complementarias u otros medios técnicos.

Esta situación, ocasiona muchas veces una atención percibida por el paciente demasiado buena, con muchas ventajas, lo que ocasiona a veces, en las ya masificadas consultas de Urgencias Extrahospitalarias, un efecto no deseado, un efecto llamada para los pacientes banales, que tras ser atendidos con gran celeridad y a cualquier hora del día, o sea, mejor que en la consulta de su médico de cabecera, repiten la experiencia, lo que favorece que estos pacientes vuelvan al Servicio de Urgencias.

b)            Demora del tratamiento: La presencia de numerosos pacientes, cuyo diagnóstico y tratamiento puede esperar y no son considerados como verdaderas urgencias, ocasiona un aumento del tiempo medio de espera de todos los usuarios antes de ser atendidos por el personal sanitario.

Para el paciente no grave, supone motivo de enojo e incluso indignación, pero para el paciente grave puede suponer una situación realmente perniciosa: sufrimiento adicional, empeoramiento de su patología por retraso o falta de tratamiento e incluso riesgo vital (47, 48).

En las consultas de Urgencias Extrahospitalarias, este tiempo es mucho menor que en el medio hospitalario, pero vemos como también sucede demasiado a menudo la situación descrita.

c)            Saturación o colapso: se produce cuando los recursos físicos (admisión, sala de espera, consultas), se encuentran ocupados al 100%. Esta circunstancia es más difícil de observar en las Urgencias Extrahospitalarias que en el Hospital, pero no imposible, siendo en general, de ocurrir, una situación temporal que se resuelve en un breve lapso de tiempo. Todo ello salvo que, circunstancias más excepcionales alarguen este estado, como por ejemplo, la salida del médico o el enfermero de urgencias a un aviso, que dejaría el Punto Fijo de Atención Sanitaria sin personal sanitario.

d)            Secuestro de recursos: Durante la atención al paciente no urgente, se gasta tiempo, recursos materiales y de personal. En su admisión, en la atención durante la consulta del médico, en la ejecución del tratamiento por parte del personal de Enfermería, en todo. Este tiempo se convierte en valioso, si lo hubiésemos aprovechado en la atención de pacientes que acuden con urgencias reales.

e)            Disminución de la calidad de la asistencia: La presión asistencial obliga al personal facultativo a disminuir el tiempo dedicado a cada paciente. Y sucede que, cuando el paciente percibe que no se le atiende con suficiente diligencia, pierde la confianza en el médico, el trato se hace más inhumano y todo ello aumenta la posibilidad de errores (49, 50).

f)             Posibilidad de errores médicos: Se analizaron los diferentes factores que contribuyen a cometer un error en el entorno sanitario en general (51). Un factor que favoreció el error del médico, que provocó un diagnóstico o tratamiento equivocado, fue la falta de tiempo para analizar debidamente cada caso, circunstancia frecuente en los Servicios de Urgencias.

Otros elementos analizados como generadores de errores, afectando tanto al personal sanitario, como al no sanitario, fue el aumento del nivel de estrés en el entorno de trabajo, la masificación como elemento generador de aquel o un funcionamiento límite del sistema sanitario, factores que elevaban el porcentaje de errores en todo el personal.

g)            Aumento de reclamaciones: Las urgencias son lugares donde pacientes y familiares sufren a veces una gran tensión emocional por las situaciones difíciles que les toca vivir. Los largos tiempos de espera, el trato poco humano o los errores que se pueden producir como consecuencia de la saturación del personal, da lugar al aumento de protestas verbales y de reclamaciones. Incluso, en ocasiones, la agresión física puede llegar a ser una salida de estos usuarios. No es raro, por tanto, encontrar personal de seguridad en los Servicios de Urgencias para prevenir hechos de este tipo.

h)            Medicina defensiva: El facultativo, ante el temor de recibir una reclamación, decide muchas veces solicitar pruebas complementarias innecesarias con el fin de respaldar su propio criterio médico en caso de conflicto. También se solicita un mayor número de pruebas en los momentos de escasez de tiempo para valorar cada paciente. Estos hechos se dan con mayor frecuencia en los médicos con menos experiencia (MIR).

Las consecuencias son un aumento de la iatrogenia en los pacientes y un aumento de la demanda en los servicios técnicos, circunstancias que provocan retrasos en la realización de pruebas en pacientes que verdaderamente sí las requieren.

i)              Repercusión en el resto del Centro de Salud: La coexistencia de urgencias con el resto de las consultas, hace que ambas tiendan a afectarse mutuamente, tendiendo a la saturación de una u otra forma. Si el paciente acude a urgencias por un problema banal que debe ser atendido por su médico, será redirigido a su consulta, donde, probablemente, estará atendiendo a sus pacientes programados, con lo cual, su interrupción le provocará un retraso.

De la misma forma, si mandamos un tratamiento de urgencia o la solicitud de una prueba diagnóstica a Enfermería, ésta tendrá que hacer un hueco en su consulta, con la repercusión negativa sobre su agenda.

j)              Consecuencias sanitarias: El uso de los Servicios de Urgencias como alternativa a la Atención Primaria, rompe una de las características fundamentales que debería tener un buen sistema sanitario, como es la continuidad asistencial. Con ello se obstaculiza el seguimiento en el cumplimiento y efectividad del tratamiento (52, 53).

Al mismo tiempo, el paciente se priva de la prestación de servicios preventivos y promotores de la salud, propia del entorno de la Atención Primaria. Incluso el consejo que se da al paciente en el Servicio de Urgencias para que acuda a su médico de cabecera, es ignorado con frecuencia, una vez que éstos han visto solucionado su problema médico.