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Actuación de Enfermería en el traumatismo craneoencefálico

Actuación de Enfermería en el traumatismo craneoencefálico

Resumen

El traumatismo craneoencefálico (TCE) se define como toda lesión orgánica o funcional del contenido craneal por un ente exterior, secundario a un intercambio brusco de energía mecánica.

Se ha realizado una revisión bibliográfica acerca del traumatismo craneoencefálico, estableciendo los cuidados necesarios durante la valoración inicial y secundaria, diferenciando los distintos tipos de traumatismo craneoencefálico y proporcionando los diagnósticos de Enfermería con sus respectivas intervenciones para esta patología.

Actuación de Enfermería en el traumatismo craneoencefálico

Serrano Carmona, José Luis; Luna Aljama, José; Parra Moreno, María Dolores, Herrera Ruiz, Laura.

Autor responsable: José Luis Serrano Carmona

DUE Unidad Cuidados Intensivos Cardiológicos del HU Dr. Josep Trueta de Gerona (España)

El objetivo de este artículo es la actualización de conocimientos del traumatismo craneoencefálico para personal sanitario que trabaja en unidades de urgencias y cuidados intensivos.

Palabras clave: traumatismo, energía, valoración, dolor.

Introducción

El traumatismo craneoencefálico (TCE) se define como toda lesión orgánica o funcional del contenido craneal por un ente exterior, secundario a un intercambio brusco de energía mecánica; se considera una patología frecuente en los países industrializados y constituye una de las primeras causas de muerte en la población infantil y adulta joven.

El daño cerebral producido por un traumatismo craneoencefálico implica una serie de cambios estructurales, fisiológicos y funcionales en la actividad del sistema nervioso central (SNC).

La determinación de un pronóstico después de un traumatismo craneoencefálico constituye una cuestión fundamental desde la perspectiva del personal sanitario, del paciente y su familia y de la administración. De este modo, la precisión del diagnóstico y pronóstico afectan de modo directo a la calidad y supervivencia de vida del paciente.

Valoración Inicial

La pauta de actuación inicial ante un TCE será en un primer momento atender las necesidades básicas del «ABC» y evaluación neurológica del paciente:

ABC:

  1. Airway: permeabilidad de la vía aérea.
  2. Breathing: valoración de la función respiratoria.
  3. Circulation: valoración del estado circulatorio.

Evaluación neurológica:

  1. Escala de coma de Glasgow (ver imagen nº1).
  2. Examen pupilar.
  3. Función motora.

Anamnesis

Los aspectos a valorar en la anamnesis son los siguientes:

  1. Mecanismo de producción del accidente.
  2. Valoración de la posibilidad de otra patología desencadenante: hipoglucemia, síncope, accidente vascular cerebral, consumo de alcohol, fármacos y drogas.
  3. Síntomas del traumatismo craneoencefálico: cefaleas, vértigos, trastornos de concentración, visión borrosa, convulsiones.

Reconocimiento secundario y exploración física

Inspección:

  • Examen de la cabeza del paciente.
  • Clínica de las fracturas del cráneo:
  1. Equimosis sobre párpados superiores.
  2. Ojos de mapache (hematoma periorbitario).
  3. Signo de Battle (equimosis sobre los mastoideos).
  4. Otorragia
  • Determinación de la frecuencia cardíaca y presión arterial.

Exploración neurológica: la escala de Glasgow se usa para medir el nivel de conciencia en un paciente con traumatismo craneoencefálico, valorando la apertura ocular, repuesta motora y respuesta verbal.

Una vez descritos de manera esquemática los pasos a realizar ante un paciente con traumatismo craneoencefálico (TCE), desarrollaremos cada uno de ellos para su mejor comprensión:

Vía aérea: si el paciente se encuentra con un nivel de conciencia bajo o en coma, o si no es capaz de emitir palabras, el primer paso es comprobar si su vía aérea está obstruida. Lo primero a realizar será limpiar la boca de posibles cuerpos extraños. Si con esta sencilla maniobra terapéutica no resolvemos el problema, deberemos colocar un tubo de Guedel para impedir la obstrucción de la laringe por la lengua, y administrar oxígeno según la gravedad del paciente y los medios técnicos a nuestra disposición: mascarilla con efecto Venturi (Ventimask), ambú, etc. No obstante, si la situación clínica lo hace necesario (si el paciente no puede respirar por sí mismo con garantías), será imprescindible la intubación oro-traqueal.

Ventilación-oxigenación: una vez controlada la vía aérea, es necesario asegurar un adecuado nivel de intercambio gaseoso a nivel alvéolo-capilar. Se ha de valorar una correcta ventilación con los movimientos respiratorios de ambos hemitórax. Si existen datos que nos sugieran la presencia de un neumotórax a tensión (enfisema subcutáneo progresivo, abolición del murmullo bilateral ipsilateral, timpanismo ipsilateral a la percusión, desviación traqueal contralateral, ingurgitación yugular ipsilateral y, en general, insuficiencia respiratoria grave que no se explica por otras causas) nos obligan al drenaje inmediato de ese hemitórax.

Control circulatorio, hemodinámico: si existe una hemorragia externa grave y profusa, la primera medida será la compresión local, mediante vendas,