- Consumir los tres grupos básicos de alimentos en las tres comidas.
- Prefiera consumo de alimentos naturales.
- Consuma poca carne roja. Prefiera pescado o pechuga de pollo sin piel. Hágalo solo día por medio.
- Modere el consumo de productos lácteos. Evite exceso de colesterol.
- Consuma buena cantidad de fibra natural.
- Evite agregar azúcar o sal a los alimentos. Distribuya solo una cucharadita al día.
- Consuma ensalada de vegetales dos o tres veces al día. Adicione solo condimentos naturales.
- Ingiera frutas picadas cinco veces al día. Haga merienda de frutas a las 10:00am y a las 4:00pm.
- Ingiera suficiente cantidad de líquidos. Ocho o más vasos al día. No tome líquidos en las comidas.
- Consuma granos cocidos día por medio al almuerzo. No los combine con carnes y derivados.
De igual modo, Elizondo, y cols. (2005) afirman que una de las cualidades más extraordinarias de nuestro organismo, además de su funcionamiento perfecto, es su constante tendencia a mantenerse en equilibrio y a evitar el daño. Cualquier cambio que altere el equilibrio interno del cuerpo, pone en operación mecanismos que tienden a corregir el equilibrio. Sin embargo, estos mecanismos compensadores no bastan para mantener la salud contra toda posible lesión. Es aquí donde nosotros debemos poner lo que está de nuestra parte para ayudar al organismo a conservar la salud. Hay que tener siempre en cuenta que el funcionamiento normal de todas las partes del cuerpo nos facilita, sin duda, desempeñar bien el trabajo de todo el día con un cansancio mínimo.
El estado de armonía física, mental, emocional y social permite que el trabajo y todas nuestras actividades se realicen con alegría y buena disposición de ánimo y que tengamos valor y entusiasmo por la vida. El darnos cuenta de nuestra propia capacidad es, quizá, uno de los estímulos más importantes. Ahora bien, la salud nos ayuda a lograr este fin al permitirnos realizar nuestras actividades con mucha calidad. Por eso, cuidar la salud permite elevar la calidad de nuestra vida
Autocuidado
Por otra parte, Orem citada por Salazar (2009) el autocuidado consiste en la práctica de las actividades que las personas maduras o que están madurando, inician y llevan a cabo en determinados periodos de tiempo, por su propia parte y con el interés de mantener un funcionamiento vivo y sano, y continuar con el desarrollo personal y el bienestar mediante la satisfacción de requisitos para las regulaciones funcional y del desarrollo. En el término autocuidado, la palabra “auto” se utiliza en el sentido del ser humano completo. El autocuidado comporta la connotación dual de “para uno mismo” y “realizado por uno mismo”. El autocuidado tiene un propósito. Es una acción que tiene un patrón y una consecuencia y, cuando se realiza efectivamente, contribuye de manera específica a la integridad estructural, desarrollo y funcionamiento humanos.
Con respecto al autocuidado, Orem citada por Vega (s/f), lo define como “la conducta aprendida por el individuo dirigida hacia a sí mismo y el entorno para regular los factores que afectan su desarrollo en beneficio de la vida, salud y bienestar”. Del mismo modo, relaciona las actividades de autocuidado con los requisitos de autocuidado, son aquellos que tienen por objeto promover las condiciones necesarias para la vida y maduración, y prevenir la aparición de condiciones adversas o mitigar los efectos de dichas situaciones, en los distintos momentos del proceso evolutivo o del desarrollo del ser humano: niñez, adolescencia, adultez y vejez.
Normalmente los adultos, según Orem citada por Castrillón (1997), se cuidan voluntariamente; mientras que los niños, los enfermeros y los incapacitados necesitan completa asistencia en actividades de autocuidado, actividades que pueden clasificarse en tres tipos:
- Autocuidados de carácter universal orientados hacia la satisfacción del consumo del aire, agua y alimentos, la eliminación, la actividad y el descanso.
- Autocuidados referidos al desarrollo y maduración del ser humano y
- Autocuidados para compensar defectos constitucionales, genéticos, de las estructuras y funciones del organismo.
Por déficit de autocuidado, Orem entiende la diferencia que se presenta entre la capacidad del individuo para atender sus propias necesidades y los requerimientos de cuidados terapéuticos de Enfermería, que exigen capacidades y habilidades especiales.
Teoría del autocuidado: Dorothea Orem
Cabe destacar que para realizar dicha investigación se dejara claro la teoría de Dorothea Orem, Cisneros (s/f) explica que la teoría general de la Enfermería de Orem, está compuesta por tres teorías relacionadas entre sí: teoría del autocuidado, teoría del déficit de autocuidado y teoría de los sistemas de Enfermería.
Metaparadigmas:
Personas: Orem la define como el paciente, un ser que tiene funciones biológicas, simbólicas y sociales, y con potencial para aprender y desarrollarse. Con capacidad para autoconocerse. Puede aprender a satisfacer los requisitos de autocuidado; si no fuese así, serán otras personas las que les proporcionen los cuidados.
Entorno: es entendido en este modelo como todos aquellos factores físicos, químicos, biológicos y sociales, ya sean estos familiares o comunitarios, que pueden influir e interactuar en la persona.
Salud: es definida por Orem como “el estado de la persona que se caracteriza por la firmeza o totalidad del desarrollo de las estructuras humanas y de la función física y mental”, por lo que la salud es un concepto inseparable de factores físicos, psicológicos, interpersonales y sociales. Incluye la promoción y el mantenimiento de la salud, el tratamiento de la enfermedad y la prevención de complicaciones.
Enfermería como cuidados. El concepto de cuidado surge de las proposiciones que se han establecido entre los conceptos de persona, entorno y salud, si bien incluye en este concepto metaparadigmático el objetivo de la disciplina, que es “ayudar a las personas a cubrir las demandas de autocuidado terapéutico o a cubrir las demandas de autocuidado terapéutico de otros”. Puede utilizar métodos de ayuda en cada uno de los sistemas de Enfermería.
Epistemología: la intuición espontanea de Orem la condujo a su formalización inicial y subsecuente expresión inductiva de un concepto general de Enfermería. Aquella generalización hizo posible después razonamientos deductivos sobre la Enfermería. Orem cree que la vinculación con otras enfermeras a lo largo de los años le proporciono muchas experiencias de aprendizaje, y considera que sus trabajos con estudiantes graduandos, y de colaboración con colegas, fueron esfuerzos valiosos.