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Comportamiento de la crisis hipertensiva. Centro médico de diagnóstico integral Merida. Timotes. Municipio Miranda. Enero – Septiembre 2009

Principales factores de riesgo.

Presión arterial alta (hipertensión arterial). La hipertensión arterial aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón, un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular. Aunque otros factores de riesgo pueden ocasionar hipertensión, es posible padecerla sin tenerlos. Las personas que además son obesas, fuman o tienen niveles elevados de colesterol y triacilglicéridos en sangre, tienen un riesgo mucho mayor de sufrir una enfermedad del corazón o un accidente cerebrovascular. (34)

Colesterol elevado. Uno de los principales factores de riesgo cardiovascular es el colesterol elevado. El colesterol, una sustancia grasa (un lípido) transportada en la sangre, se encuentra en todas las células del organismo. El hígado produce todo el colesterol que el organismo necesita para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas. El organismo obtiene lípidos adicionales de alimentos de origen animal (carne, huevos y productos lácteos). (34,35)

Aunque a menudo atribuimos la elevación del colesterol en sangre al colesterol que contienen los alimentos que comemos, la causante principal de ese aumento es la grasa saturada de los alimentos. La materia grasa de los productos lácteos, la grasa de la carne roja y los aceites tropicales tales como el aceite de coco son algunos de los alimentos ricos en grasa saturada. (34,35)

Cuando la sangre contiene demasiadas lipoproteínas de baja densidad, éstas comienzan a acumularse sobre las paredes de las arterias formando una placa e iniciando así el proceso de la enfermedad denominada «aterosclerosis». Cuando se acumula placa en las arterias coronarias que riegan el corazón, existe un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón. (34,35)

Diabetes Mellitus: Los problemas del corazón son la principal causa de muerte entre diabéticos, especialmente aquellos que sufren de diabetes del adulto o tipo II (también denominada «diabetes no insulinodependiente). Ciertos grupos raciales y étnicos (negros, hispanos, asiáticos, polinesios, micronesios, melanesios y amerindios) tienen un mayor riesgo de padecer diabetes. La Asociación Americana del Corazón (AHA) calcula que el 65% de los pacientes diabéticos mueren de algún tipo de enfermedad cardiovascular. Cuando una persona sufre de diabetes, debe ser controlado por un médico, porque el buen control de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre puede reducir el riesgo cardiovascular. (34)

Obesidad y sobrepeso. Se cree que el peso excesivo puede elevar los niveles de colesterol total, causar hipertensión y aumentar el riesgo de enfermedad arterial coronaria. La obesidad aumenta las probabilidades de adquirir otros factores de riesgo cardiovascular, especialmente hipertensión, niveles elevados de colesterol en sangre y diabetes. (34)

En la actualidad, muchos médicos miden la obesidad mediante el índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la talla en metros (IMC = Kg /m2). Según el Instituto Nacional de los Pulmones, el Corazón y la Sangre de los Estados Unidos (NHLBI), se considera que una persona sufre de sobrepeso si tiene un IMC superior a 25 y que es obesa si la cifra es superior a 30. Otra medida que se utiliza para determinar obesidad es el Índice Cintura/Cadera (ICC), cuando supera los 0,9 en hombres y 0,85 en mujeres. Este es indicativo, a diferencia del índice de masa corporal (IMC), de obesidad abdominal. Sin embargo, no se lo debe tomar como un parámetro aislado y es conveniente asociarlos. Por ejemplo, si una mujer luego de veinte años aumenta de peso, con un incremento simultáneo de las medidas de cintura y cadera, el Índice Cintura/Cadera (ICC) se conserva. No ocurre lo mismo con el índice de masa corporal (IMC), que se incrementa. (34)

Síndrome X o Síndrome Metabólico: Cuando un paciente presenta un conjunto de patologías, que unidas, pueden causar más daño que si se presentaran en forma individual. Estas patologías son: diabetes, alteración del perfil lipídico (dislipidemia), presión arterial elevada, insulinorresistencia y a la vez, obesidad (índice de masa corporal (IMC) alto), que por si sola ya es un componente de alteración que puede ir asociado a los otros elementos, pero como un elemento adicional y presente en casi todos los pacientes de este tipo. Con tres de los factores anteriormente descritos, ya se puede diagnosticar el síndrome. (37)

En el caso, por ejemplo, de una persona que tiene alteraciones en los niveles de glicemia, un inadecuado manejo de los lípidos y además, una presión arterial elevada, estamos en presencia de un sujeto que tiene un serio riesgo vital, ya que producto de la hipertensión, se le puede producir una ruptura en algún vaso causándole una trombosis, si además de eso tiene la complicación de la obesidad, que de por si trae consigo problemas asociados al aumento de los lípidos que favorecen al depósito de grasa, todo se complica mucho más, ya que la grasa no sólo queda «estacionada» en determinados lugares, sino que empieza a depositarse a nivel muscular, del hígado o circula en el torrente circulatorio. Contrario a lo que piensa, ésta no es una enfermedad que sólo afecta a las personas con sobrepeso u obesidad, sino que a todo el mundo. Lo que generalmente se da es que la obesidad está asociada a cualquiera de los componentes anteriormente descritos, pero no siempre está presente. (37)

Esta patología es muy común en Venezuela donde, poco a poco se están alcanzando los alarmantes niveles de países como Estados Unidos, donde alrededor del 25% de la población mayor de 20 años padece de Síndrome Metabólico. En Chile, bastaría con tomar al segmento de personas con sobrepeso u obesos, que tienen alterado sus perfiles lipídicos y sus niveles de glucosa, para cifrar en torno al 20% por ciento la cantidad de compatriotas en edad adulta que padecen este síndrome, en otras palabras, estamos teniendo los mismos problemas de los países desarrollados, pero lamentablemente en un sistema en desarrollo. Respecto de la edad de los candidatos a padecer de Síndrome Metabólico, ésta ha ido bajando de forma dramática. Si antes se hablaba de pacientes que bordeaban los 50 años, ahora el grupo de riesgo está situado en torno a los 35 años, ello porque desde etapas muy tempranas de la vida, las personas tienen malos hábitos de alimentación y escaso ejercicio físico. (37)

Tabaquismo. La mayoría de las personas saben que fumar aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, pero pocos saben que también aumenta apreciablemente el riesgo de enfermedad cardiovascular y de enfermedad vascular periférica (enfermedad de los vasos sanguíneos que riegan los brazos y las piernas). Según la Asociación Americana del Corazón, más de 400.000 estadounidenses mueren cada año de enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Muchas de estas muertes se deben a los efectos del humo del tabaco en el corazón y los vasos sanguíneos. (34,36)

Las investigaciones demuestran que fumar acelera el pulso, contrae las principales arterias y puede provocar irregularidades en la frecuencia de los latidos del corazón, todo lo cual aumenta el esfuerzo del corazón. Fumar también aumenta la presión arterial, lo cual a su vez aumenta el riesgo de un ataque cerebral en personas que sufren de hipertensión. Aunque la nicotina es el agente activo principal del humo del tabaco, otros compuestos y sustancias químicas, tales como el alquitrán y el monóxido de carbono, también son perjudiciales para el corazón. Estas sustancias químicas contribuyen a la acumulación de placa grasa en las arterias, posiblemente por lesionar las paredes de los vasos sanguíneos. También afectan al colesterol y a los niveles de fibrinógeno (un coagulante sanguíneo), aumentando así el riesgo de que se forme un coágulo sanguíneo que pueda provocar un ataque al corazón. (34,36)

Inactividad física. Las personas inactivas tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las personas que hacen ejercicio regular. El ejercicio quema calorías, ayuda a controlar los niveles de colesterol y la diabetes, y posiblemente disminuya la presión arterial. El ejercicio también fortalece el músculo cardíaco y hace más flexibles las arterias. Las personas que queman activamente entre 500 y 3.500 calorías por semana, ya sea en el trabajo o haciendo ejercicio, tienen una expectativa de vida superior a la de las personas sedentarias. Incluso el ejercicio de intensidad moderada es beneficioso si se hace con regularidad. Según la Organización Mundial de la Salud se considera una persona sedentaria aquella que camina menos de 30 minutos al día. (34,37)

Sexo. En general, los hombres tienen un riesgo mayor que las mujeres de sufrir un ataque al corazón. La diferencia es menor cuando las mujeres comienzan la menopausia, siendo el riesgo cardiovascular aproximadamente igual en hombres y mujeres. La razón de esta protección es discutida y se ha relacionado con numerosos factores, entre los cuales se encuentran el efecto protector de los estrógenos, una de las hormonas femeninas que ayuda a proteger a las mujeres de las enfermedades del corazón, el menor consumo de tabaco y la disminución de la resistencia periférica total. (34)

Herencia. Las enfermedades del corazón suelen ser hereditarias. Por ejemplo, si los padres o hermanos padecieron de un problema cardíaco o circulatorio antes de los 55 años de edad, la persona tiene un mayor riesgo cardiovascular que alguien que no tiene esos antecedentes familiares. Los factores de riesgo tales como la hipertensión, la diabetes y la obesidad también pueden transmitirse de una generación a la siguiente. Además, los investigadores han determinado que algunos tipos de enfermedades cardiovasculares son más comunes entre ciertos grupos raciales y étnicos. Por ejemplo, los estudios demuestran que los negros sufren de hipertensión más grave y tienen un mayor riesgo cardiovascular que los blancos. (34)

El autor en un intento por explicar estas diferencias raciales, refleja que existen varias hipótesis que involucran alteraciones genéticas, mayor hiperactividad vascular y sensibilidad a la sal, así como una actividad reducida de la bomba sodio-potasio-ATPasa, anormalidades de los cotransportes sodio-potasio y sodio litio, una baja actividad de sustancias endógenas vasodilatadoras, dietas con alto contenido de sal, tabaquismo y el stress sociocultural que condiciona el racismo. (34)

Edad. Las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Aproximadamente 4 de cada 5 muertes debidas a una enfermedad cardíaca se producen en personas mayores de 65 años de edad. Con la edad, la actividad del corazón tiende a deteriorarse. Puede aumentar el grosor de las paredes del corazón, las arterias pueden endurecerse y perder su flexibilidad y, cuando esto sucede, el corazón no puede bombear la sangre tan eficientemente como antes a los músculos del cuerpo. Debido a estos cambios, el riesgo cardiovascular aumenta con la edad. La autora comparte el criterio que en las mujeres las hormonas sexuales las protegen de las enfermedades del corazón hasta la menopausia, que es cuando su riesgo comienza a aumentar. Las mujeres mayores de 65 años de edad tienen aproximadamente el mismo riesgo cardiovascular que los hombres de la misma edad. (39)

Factores contribuyentes

Estrés. Se cree que el estrés es un factor contribuyente al riesgo cardiovascular pero aún no se sabe mucho sobre sus efectos. No se han demostrado aún los efectos del estrés emocional, de los hábitos conductuales y del estado socioeconómico en el riesgo de padecer una enfermedad del corazón o un ataque cardíaco, dado a que las personas se enfrentan al estrés de maneras diferentes. Cuánto y cómo se afectan el estrés depende de cada individuo. (34,40)

Los investigadores han descubierto varias razones por las cuales el estrés puede afectar al corazón. (34,40)

• Las situaciones estresantes aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, aumentando la necesidad de oxígeno del corazón. Esta necesidad de oxígeno puede ocasionar una angina de pecho, o dolor.
• En momentos de estrés, el sistema nervioso libera más hormonas (principalmente adrenalina y noradrenalina). Aumentando el tono simpático y de los niveles de catecolaminas, produciendo un incremento de cortisol y de hormona antidiurética (ADH), y una activación anormal del sistema renina-angiotensina-aldosterona. Provocando un aumento de la presión arterial, lo cual puede dañar la capa interior de las arterias. Al cicatrizarse las paredes de las arterias, éstas pueden endurecerse o aumentar en grosor, facilitándose así la acumulación de la placa de ateroma. (34,40)
• El estrés aumenta la concentración de factores de coagulación en sangre, aumentando así el riesgo de que se forme un coágulo. Los coágulos pueden obstruir totalmente una arteria ya parcialmente obstruida por placa y ocasionar un ataque al corazón. (34,40)
• El estrés además puede contribuir a otros factores de riesgo, por ejemplo, una persona que sufre de estrés puede comer más de lo que debe para reconfortarse, puede comenzar a fumar, o puede fumar más de lo normal. (34,40)

Hormonas sexuales. Las hormonas sexuales parecen desempeñar un papel en las enfermedades del corazón. Entre las mujeres menores de 40 años de edad, no es común ver casos de enfermedades del corazón. Pero entre los 40 y 65 años de edad, cuando la mayoría de las mujeres pasan por la menopausia, aumentan apreciablemente las probabilidades de que una mujer sufra un ataque al corazón. Y, a partir de los 65 años de edad, las mujeres representan aproximadamente la mitad de todas las víctimas de ataques cardíacos. (39)

Anticonceptivos orales. Las primeras píldoras anticonceptivas contenían niveles elevados de estrógeno y progestágeno, y tomarlas aumentaba las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular o un ataque cerebral, especialmente en mujeres mayores de 35 años que fumaban. Pero los anticonceptivos orales de hoy, contienen dosis muchos menores de hormonas y se consideran seguros en mujeres menores de 35 años de edad, que no fuman ni sufren de hipertensión. (34,41)

Sin embargo, los anticonceptivos orales aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y coágulos sanguíneos en mujeres que fuman o tienen otros factores de riesgo, especialmente si son mayores de 35 años. Según la Asociación Americana del Corazón, las mujeres que toman anticonceptivos orales deben realizarse chequeos anuales que incluyan un control de la presión arterial, los triglicéridos y el azúcar en sangre. (34,41)

Alcohol. Los estudios demuestran que el riesgo cardiovascular es menor en las personas que beben cantidades moderadas de alcohol que en las personas que no beben. Según los expertos, el consumo moderado es un promedio de una o dos bebidas por día para los hombres y de una bebida por día para las mujeres. Una bebida se define como 1,5 onzas líquidas (44 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 40° (80 proof) (tal como whisky americano o escocés, vodka, ginebra, etc.), 1 onza líquida (30 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 50° (100 proof), 4 onzas líquidas (118 ml) de vino o 12 onzas líquidas (355 ml) de cerveza. Pero el excederse de un consumo moderado de alcohol puede ocasionar problemas relacionados con el corazón, tales como hipertensión, accidentes cerebrovasculares, latidos irregulares y cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco). Además, una bebida típica tiene entre 100 y 200 calorías. Las calorías del alcohol a menudo aumentan la grasa corporal, lo cual puede a su vez aumentar el riesgo cardiovascular. No se recomienda que las personas que no beben comiencen a hacerlo ni que los que ya beben aumenten su consumo de alcohol. (34)

Manifestaciones de daño de órganos diana en pacientes con emergencia hipertensiva.

Cardíaco: Evidencia clínica, electrocardiográfica o radiológica de enfermedad coronaria. Hipertrofia ventricular izquierda por electrocardiograma o por Ecografía. Disfunción de Ventrículo Izquierdo. Insuficiencia cardiaca. (19)
Cerebrovascular: Isquemia cerebral transitoria. Trombosis o hemorragia cerebral. Deterioro cognitivo. (19)
Vascular periférico: Ausencia de uno o más pulsos mayores en extremidades (excepto dorsal del píe), con o sin claudicación intermitente. Aneurismas. (19)
Renal: Creatinina sérica igual o mayor de 134 micromoles /L (1.5 mg/ dl). Filtrado glomerular < 60 ml/mto. Proteinuria de 1 g o más en 24 horas. Microalbuminuria. (19)
Retina: Hemorragias o exudados. Papiledema. (19)

Evaluación Clínica del Paciente Hipertenso. (35,52)

La evaluación de cada paciente hipertenso estará dirigida a:

-Clasificar al paciente según cifra de tensión
-Identificar las causas de la presión arterial.
-Precisar y evaluar la presencia órganos diana dañados y extensión del mismo si lo hubiera, así como la respuesta a la terapéutica si estuviera impuesta.
– Identificar otros factores de riesgo cardiovascular o enfermedades asociadas que ayuden definir un pronóstico y una terapéutica más adecuada. (35,51)

Los datos para la evaluación serán obtenidos a través de la historia clínica.

Interrogatorio:

Precisar la historia familiar y personal del paciente sobre: enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, renales o diabetes mellitus; el tiempo de duración de la hipertensión, cifras que ha alcanzado, los resultados y efectos secundarios de las medicinas que ha utilizado, la historia de cómo se ha comportado su peso, si realiza ejercicios, cantidad de sal, grasa y alcohol que ingiere. Síntomas que sugieran hipertensión secundaria. Factores psicosociales y ambientales. Otros factores de riesgo cardiovasculares: hiperlipidemia, hábito de fumar, obesidad, intolerancia a los carbohidratos y datos sobre medicamentos que utiliza.

Examen Físico.

• Registro de la Presión arterial en posición sentada y parada
• Registro de la presión en extremidades superiores e inferiores para evaluar diferencias tensionales y evaluando enfermedad aórtica.
• Fondo de ojo, ayuda distinguir entre la urgencia hipertensiva (fondo de ojo normal sin hemorragias y exudados), de la emergencia hipertensiva, frecuentemente asociado a edema de papila y exudados duros.
• Examen cardiovascular:
• -Presencia de insuficiencia aórtica
• – Auscultar abdomen y fosas lumbares para detectar soplos.
• -Presencia de masa pulsátil abdominal
• -E.C.G.: Define isquemia, infarto en curso,
• -hipertrofia del ventrículo izquierdo (HVI), arritmia. -Galope por R3 ó R4.

Examen neurológico

Estado mental y signos focales.

Laboratorio

• Análisis de orina para descartar albuminuria, hematuria, cristaluria, leucocituria, glucosuria
• Frotis periférico: descartar hemólisis (Esquistocitos)
• Urea y Creatinina: Evaluar suficiencia renal
• Ionograma
• Eventual test del Embarazo

Imágenes
• Rx de Tórax: descartar edema pulmón
• Ensanchamiento mediastinal (Aneurisma Aórtico)
• T.A.C. Cerebro: descartar edema cerebral, hemorragia, infarto.

Prevención en la hipertensión arterial

La prevención de la hipertensión arterial (HTA) es la medida más importante, universal y menos costosa. El perfeccionamiento de la prevención y el control de la presión arterial es un desafío importante para todos los países, lo cual debe constituir una prioridad de las instituciones de salud, la población y los gobiernos. La adecuada percepción del riesgo que significa padecer de hipertensión arterial (HTA) nos obliga a ejecutar una estrategia poblacional con medidas de educación y promoción dirigidas a la disminución de la presión arterial media de la población, impactando sobre otros factores de riesgo asociados a la hipertensión arterial (HTA), fundamentalmente la falta del ejercicio físico, niveles inadecuados de lípidos sanguíneos, elevada ingesta de sal, el tabaquismo, el alcoholismo y la obesidad. (43)

Por otra parte, es necesaria una estrategia individual, para detectar y controlar con medidas específicas de los servicios asistenciales, a los individuos que por estar expuestos a niveles elevados de uno o varios factores de riesgo, tienen alta probabilidad de padecerla o la padecen. De este modo, es imprescindible lograr la terapéutica más acertada para mantener un adecuado control de las cifras tensionales. En ambos casos, la modificación positiva de los estilos de vida es un pilar para obtener estos beneficios. (43)

Existe el concepto de que la crisis hipertensiva ocurre usualmente secundario a causas determinadas, sin embargo la causa más común de crisis hipertensiva es el tratamiento inadecuado de la hipertensión arterial (HTA) esencial primaria. La mayor afectación orgánica en las crisis hipertensas se produce sobre el Sistema Nervioso Central, el aparato cardiovascular y el riñón. (43)

El Sistema Nervioso Central se afecta cuando los elevados niveles de presión arterial sobrepasan la capacidad de autorregulación cerebral, para mantener una presión de perfusión constante. Con incrementos de la presión se produce una vasoconstricción reaccional que se ve sobrepasada cuando los niveles tensionales llegan a determinado nivel. Se produce entonces una trasudación a través de los capilares, con progresivo daño anatómico a la arteriola y necrosis fibrinoide. Estas modificaciones llevan a la pérdida progresiva de la autorregulación y daño isquémico parenquimatoso. El sistema cardiovascular se afecta a través de un desproporcionado aumento de la postcarga que puede provocar falla miocárdica con edema pulmonar, isquemia miocárdica e infarto de miocardio. El riñón disminuye su función cuando la hipertensión arterial crónica acelera la arterioesclerosis produce necrosis fibrinoide con una disminución global y progresiva de los sistemas de autorregulación de la circulación sanguínea renal. (43)

La autora considera que las crisis hipertensivas sin lugar a dudas es una de las grandes amenazas para la salud de estos tiempos por lo que su conocimiento, estudio, tratamiento y sobre todo su prevención constituye en gran parte el trabajo de los médicos de la atención primaria. Atendiendo a estas consideraciones y fundamentadas en las evidencias científicas anteriormente expuestas, la autora, en correspondencia con muchos otros investigadores, considera que la solución al problema es el pleno conocimiento de él y así promover estilos de vida saludables que ayuden a prevenir el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.

Objetivos.

General:

Determinar comportamiento de Crisis Hipertensiva en Centro Médico Diagnóstico Integral Timotes. Municipio Miranda, Estado Mérida. enero a septiembre del 2009.

Específicos:

1. Identificar en la población de estudio, las variables de interés como la edad, el sexo, color de la piel y la ocupación.
2. Determinar el motivo de consulta y los factores desencadenantes.
3. Determinar los antecedentes patológicos personales en los pacientes con urgencias.

Diseño Metodológico

Material y Método.

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo, transversal con el objetivo de describir el comportamiento de la crisis hipertensiva en los pacientes ingresados en el Centro Médico Diagnóstico Integral de Timotes. Municipio Miranda del estado Mérida en el período enero a Septiembre de 2009.

Universo y Muestra:

El universo del trabajo estuvo constituido por 153 pacientes que fueron ingresados con el diagnóstico de Crisis Hipertensiva, de los cuales se tomaron como muestra el total de pacientes ingresados en el periodo de enero a Septiembre de 2009, correspondiendo así el universo con la muestra. Los datos fueron extraídos de las historias clínicas de dichos pacientes.

Consideraciones éticas: La investigación se realizó conforme a los principios éticos para las investigaciones biomédicas en seres humanos, establecidos en la Declaración de Helsinki. (Declaración de Helsinki, enmendada por la 52ª Asamblea General en Edimburgo, Escocia, Octubre. 2008) de acuerdo a la cual, se pidió el consentimiento informado al Coordinador del ASIC El Llano, para proceder con la investigación (ver anexo 1).

Métodos: El proceso de este estudio, como toda investigación en salud, con su enfoque dialéctico-materialista, utilizó en su desarrollo métodos teóricos, empíricos y estadísticos.

Los métodos teóricos, en su función epistemológica permitieron revelar las relaciones esenciales no observables directamente sobre el objeto de estudio –con crisis hipertensivas, en los pacientes ingresados en el Centro Diagnóstico Integral del Llano. Siendo utilizados el análisis y la síntesis, el inductivo-deductivo, el histórico-lógico y el enfoque en sistema.

Análisis y síntesis. Se mantuvo presente durante toda la investigación, comenzando desde una amplia y exhaustiva revisión bibliográfica y documental de un tema tan importante y polémico en el contexto biopsicosocial, lo cual permitió determinar las particularidades del problema y tras la síntesis integrar los elementos del mismo para llegar a desarrollar una perspectiva teórica propia.

Inductivo-deductivo. La aplicación de este método permitió establecer generalizaciones de lo general a lo particular, en relación a los datos obtenidos en la revisión bibliográfica y documental, lo cual posibilitó ir conformando los aspectos fundamentales, concebidos en el enfoque social y preventivo de la investigación.
Permitió la orientación general del estudio como unidad integral formada por elementos inter-actuantes, en relación lógica y armónica.

Histórico-lógico. Se realizó una profunda revisión sobre el basamento del problema recorriendo toda la evolución que ha tenido el mismo, buscando su desarrollo histórico.

Enfoque en sistema. Se encontró presente durante toda la investigación

Su aplicación permitió la obtención del valor de cada variable en los caracteres seleccionados, la elaboración de tablas de frecuencias y representación gráfica de los resultados.

Para recoger la información se revisaron las historias clínicas de los pacientes incluidos en el estudio elaborándose una ficha de vaciamiento de la información, extrayéndose de las mismas las diferentes variables que le dieron salida a los objetivos trazados.

Operacionalización de las variables

Variable: Sexo
Tipo de variable: Cualitativa nominal dicotómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Masculino, Femenino
Indicador: Según sexo biológico de pertenencia

Variable: Edad
Tipo de variable: Cuantitativa continua
Operacionalización:
Descripción de la variable: 18 – 24 años, 25 – 34 años, 35 – 44 años, 45 – 54 años, 55 – 64 años, 65 y más
Indicador: Según años cumplidos en el momento de realizar la investigación.

Variable: Color de la piel
Tipo de variable: Cualitativa nominal politómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Blanca, Mestiza, Negra
Indicador: Según color de la piel descrito en historia clínica

Variable: Ocupación
Tipo de variable: Cualitativa nominal politómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Estudiantes, Ama de casa, Desempleados, Comerciantes, Obreros, Profesionales
Indicador: Según actividad reflejada en la historia clínica.

Estudiantes: Persona que cursa estudios en un establecimiento de enseñanza y no se dedica a otra actividad.
Ama de casa persona Dedicada a los quehaceres cotidianos tales como el cuidado de los hijos, la limpieza de la casa, la compra de víveres y otros artículos, la preparación de los alimentos, la administración parcial o total del presupuesto familiar, y un largo etcétera.
Desempleados: Persona que carece de actividad laboral.
Comerciantes: Toda persona que teniendo capacidad legal, realiza en nombre propio y profesionalmente actos de comercio.
Obreros: Persona que labora con remuneración mínima salarial.
Profesionales: Persona que brindar un servicio garantizando el resultado con una calidad determinada. Puede ser una persona con un título universitario o técnico o puede ser una persona con un oficio determinado.

Variable: Factores desencadenantes a las crisis hipertensiva
Tipo de variable: Cualitativa nominal politómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Aumento brusco de presión arterial en pacientes hipertensos conocidos. Ingestión de fármacos: simpaticomiméticos anfetaminas, antidepresivos tricíclicos. AINES, Esteroides. Efecto rebote por supresión de fármacos antihipertensivos. Glomerulonefritis aguda. Endocrino metabólico
Indicador: Según criterio médico.

Variable: Motivo de consulta.
Tipo de variable: Cualitativa nominal politómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Dolor en el pecho, Dolor de cabeza, Dolor abdominal, Falta de aire, Mareo, Sangramiento nasal

Indicador: Según lo que motiva al paciente a acudir a la consulta.
Dolor en el pecho: Molestia, opresión o sensación de pesadez en el área precordial, que irradia hacia cuello, mandíbula, hombros o brazos.
Dolor de cabeza: Dolor referido en cualquier región de la cabeza.
Dolor abdominal: Sensación dolorosa ubicada en cualquier sitio de la cavidad abdominal.
Falta de aire: Sensación de dificultad para respirar.
Mareo: Sensación de movimiento referida tanto a uno mismo como a su entorno; sensación de estar girando, de balanceo o vuelco.
Sangrado nasal: Emisión de sangre procedente de las fosas nasales.

Variable: Antecedentes patológicos personales
Tipo de variable: Cualitativa nominal politómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Diabetes Mellitus, Cardiopatías, Asma bronquial, Nefropatía, Sicklemia, Hipertiroidismo, Hipotiroidismo
Indicador: Se considerará según la enfermedad de base que se le haya diagnosticado.

Variable: Presentación clínica
Tipo de variable: Cualitativa nominal politómica
Operacionalización:
Descripción de la variable: Urgencia Hipertensiva, Emergencia Hipertensiva
Indicador: Según las manifestaciones clínicas del paciente.
Cifras altas de presión arterial Sistólica y Diastólica: 140 mmHg o más, 100 mmHg o más.
Otras complicaciones orgánicas.

Recolección de datos y procesamiento de la información.

Los datos se obtuvieron de las Historia Clínica del Servicio de hospitalización del Centro Médico de Diagnostico Integral de Timotes, los mismos fueron recogidos primeramente en una ficha de recolección de la información y posteriormente se confeccionó una base de datos en Microsoft Access 2007 para mejor manejo de los datos, se utilizó Microsoft Excel 2007 para realizar el procesamiento estadístico de la información, y para ello se utilizó una computadora Pentium IV. Los resultados fueron expresados en tablas y gráficos utilizándose como medida de resumen las frecuencias absolutas y por cientos correspondientes a las categorías de las variables estudiadas.