Fases de abandono
Fase de precontemplación: son fumadores que no se plantean dejar de fumar, ni a corto ni a largo plazo. Su conducta no es percibida como un problema y no ve la necesidad de modificarla. Se les informará sobre el tabaco, perjuicios y sobretodo beneficios al dejar de fumar, ayudándole a confiar en sus posibilidades. Es importante conseguir motivarlos. Se le plantean dudas y preocupaciones y se exploran las que éste ya puede tener. Se intenta establecer afinidad y generar confianza.
Fase de contemplación: son fumadores que se plantean dejar de fumar en los próximos seis meses. Se les da un consejo sanitario, ajustado siempre a las características del fumador, información y ayuda para que dejen definitivamente el consumo de tabaco. Se realizará una evaluación continua para verificar si ya están decididos a abandonar el hábito o reforzar el consejo antitabaco. Explorar la ambivalencia y normalizarla, crear discrepancias internas y fomentar la autoeficacia. Cuando esta fase se hace crónica es importante trabajar la motivación y promover el cambio de conducta a través de modificaciones parciales y puntuales en la conducta del fumador: retrasar el primer cigarrillo del día, reducir el número de cigarrillos, mantenerse el máximo tiempo posible sin fumar…
Fase de preparación: Son fumadores que se plantean dejar de fumar en el próximo mes. El paciente manifiesta sus expectativas ante el cambio y lo planifica de una manera real y con compromiso Además de entregar información y hacer el consejo sanitario, se realizará el plan diagnóstico y la oferta terapéutica.
Fase de acción: se inicia la modificación de la conducta en relación al problema que se desea resolver. Se acompaña al paciente en su proceso de cesación, ayudándole a dar los pasos hacia el cambio, maximizando los beneficios.
Fase de mantenimiento: En esta fase están aquellos fumadores que llevan más de seis meses de abstinencia. No fuman nada pero hasta los doce meses no se pueden considerar como exfumadores. En esta fase son la autoconfianza y los factores ambientales los que sirven de apoyo para superar la percepción del individuo como exfumador. Los beneficios de dejar de fumar se convierten también, por sí mismos, en un elemento de mantenimiento de la abstinencia. Es aconsejable, fomentar un espíritu crítico respecto al tabaco, de modo que el exfumador sea consciente de los condicionantes que favorecen el tabaquismo y se constituya en modelo y apoyo para que otros fumadores abandonen el tabaco. Es una fase delicada por lo que es preciso hacer un óptimo seguimiento, aplicar estrategias para prevenir la recaída; habilidades de resistencia a la tentación, solución de problemas, control periódico, evitar las recaídas, etc. Si éstas se presentaran se iniciará de nuevo el proceso, tratando de identificar aquellos factores que incidieron en la misma.
Fase de recaída: el paciente vuelve a fumar por distintas causas: pensamientos negativos, situaciones sociales tentadoras, episodios estresante, etc. El objetivo del terapeuta sería conseguir que el paciente no caiga en la frustración y que renueve su proceso de cambio. Insistir en que esta fase forma parte del proceso y que cada intento es un aprendizaje.
En la actualidad, el grado de dependencia se mide con el test de Fageström.
TEST DE FAGESTRÖM PARA LA DEPENDENCIA A LA NICOTINA
Preguntas – Respuestas – Puntos
¿Cuánto tiempo pasa entre que se levanta y fuma su primer cigarrillo?
– Hasta 5 minutos – 3
– Entre 6 y 30 minutos – 2
– 31-60 minutos – 1
– Más de 60 minutos – 0
¿Encuentra difícil no fumar en lugares donde está prohibido?
– Si – 1
– No – 0
¿Qué cigarrillo le molesta más dejar de fumar?
– El primero de la mañana – 1
– Cualquier otro – 0
¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
– 10 o menos – 0
– 11-20 – 1
– 21-30 – 2
– 31 o más – 3
¿Fuma con más frecuencia durante las primeras horas después de levantarse que durante el resto del día?
– Si – 1
– No – 0
¿Fuma aunque esté tan enfermo que tenga que guardar cama la mayor parte del día?
– Si – 1
– No – 0
VALORACIÓN:
- Menos de cuatro: dependencia baja
- Entre 4 y 7: dependencia moderada
- Más de 7: dependencia alta
El tratamiento de los pacientes fumadores, una vez realizado el análisis de la fase en la que se encuentran, puede ser abordado de forma sistemática a través de la denominada intervención mínima o a través del tratamiento especializado. El concepto de intervención mínima, aunque en revisión constante, incluye la realización de un consejo antitabaco sistemático acompañado de la entrega de documentación escrita y apoyo psicológico, así como el seguimiento del paciente en su proceso de deshabituación.
Este consejo debe ser serio, firme, amable y amigable, breve (no debe sobrepasar los 3 minutos) y personalizado, es decir, ajustado a las características del fumador y dependerá en parte de la fase en la que se encuentre.
También se pueden realizar otras intervenciones destinadas a favorecer el abandono del tabaco, siendo el tratamiento farmacológico la más adecuada, y la terapia sustitutiva con nicotina (TSN) la más utilizada hasta la fecha, aunque las perspectivas que ofrece el tratamiento con bupropión parecen excelentes. La TSN está indicada en los pacientes fumadores con una dependencia nicotínica media-alta, que son el grupo con mayores dificultades para abandonar el consumo y en el que los porcentajes de éxito son aún reducidos. Con la TSN estándar se consiguen porcentajes de sustitución nicotínica de un 30-50%, lo que puede explicar el elevado porcentaje de fracasos existentes 8.
Recientemente se ha introducido el concepto TSN a altas dosis, que pretende conseguir porcentajes de sustitución del 90- 100%, y algunos autores señalan con este tipo de terapia porcentajes de éxito de hasta un 85% al año de seguimiento, considerándose una forma terapéutica segura, bien tolerada y sin efectos adversos significativos.
Atención primaria es el mejor marco para la intervención contra el tabaquismo, mediante el uso de cualquiera de las intervenciones establecidas: consejo médico aislado, intervención mínima sistematizada o tratamiento farmacológico especializado mediante el uso de la TSN, por lo que estos tipos de intervención deben formar parte de la actividad diaria de estas consultas.