Inicio > Medicina Forense y Legal > Índice de Violencia Obstétrica > Página 2

Índice de Violencia Obstétrica

institucionalizada.

La Violencia Obstétrica va desde regaños, burlas, ironías, amenazas, humillaciones, manipulación de la información, aplazamiento de la atención médica urgente hasta no ser consultadas antes de cualquier decisión, entre otras acciones que constituyen violaciones a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres (Zamora, 2013).

Por tanto la Violencia de Género, presenta una serie de vertientes que tienen que ver con la violación de derechos humanos, la apropiación del cuerpo femenino y la patologización de sus procesos reproductivos, generando un impacto negativo en salud de la misma, el ambiente familiar y en el desarrollo de su vida en la sociedad; lo que abre una amplia vertiente en el campo de la investigación y sobre todo en la necesaria intervención que hoy establecen normas oficiales nacionales e internacionales, que va mas allá de invitar, sino que obligan al sector salud a actuar con conocimiento de causa y a transversalizar el género en sus programas de salud (Riego, 2014).

Marco Referencial

Podría afirmarse que la violencia siempre ha formado parte de la experiencia humana. Sus efectos se pueden ver, bajo diversas formas, en todas partes del mundo. Cada año, más de 1,6 millones de personas pierden la vida y muchas más sufren lesiones no mortales como resultado de la violencia auto infligido, interpersonal o colectivo. En conjunto, la violencia es una de las principales causas de muerte en todo el mundo para la población de 15 a 44 años de edad (Zamora, 2013).

Aunque es difícil obtener cálculos precisos, los costos de la violencia se expresan en los miles de millones de dólares que cada año se gastan en asistencia sanitaria en todo el mundo, además de los miles de millones que los días laborables perdidos, las medidas para hacer cumplir las leyes y las inversiones malogradas por esta causa restan a la economía de cada país.

La violencia de género especialmente hacia las mujeres es considerada un problema sobre todo de las estructuras sociales e incluso culturales y es básicamente social; y la violencia hacia la mujer no es considerada de las generaciones actuales ya que siempre ha existido a lo largo de la historia. Tiene un efecto profundo sobre la mujer, empieza antes del nacimiento, en algunos países, con abortos selectivos según el sexo, ó al nacer, cuando los padres desesperados por tener un hijo varón pueden matar a bebés del sexo femenino y sigue afectando a la mujer a lo largo de su vida. Todos los años, millones de niñas son sometidas a la mutilación de sus genitales; y las niñas tienen mayor probabilidad que sus hermanos varones de ser violadas o agredidas sexualmente por miembros de su familia, por personas en posiciones de poder o confianza, o por personas ajenas. En algunos países, cuando una mujer soltera o adolescente es violada, puede ser obligada a contraer matrimonio con su agresor, o ser encarcelada por haber cometido por esa razón, un acto «delictivo». La mujer que queda embarazada antes del matrimonio puede ser golpeada, condenada al ostracismo o asesinada por sus familiares, aunque el embarazo sea producto de una violación.

Cuando se habla de violencia se cree que solo es «dar golpes’’, pero es una equivocación. Existen varios tipos de violencias, entre ellos se cita Violencia en la familia (intra familiar), Violencia Psicológica o mental, Mutilación genital femenina (MGF), Violencia Física, Violencia Sexual.

La violencia es un fenómeno social que está crecientemente presente en las preocupaciones y actividades de diversos actores sociales. En el ámbito de la academia, la violencia interesa a la filosofía, a la antropología, a la sociología, al derecho, a la pedagogía y a las ciencias de la salud. Todo acto de violencia que se dirija contra una mujer o una niña por su pertenencia al sexo femenino o que les afecte desproporcionadamente, constituye discriminación y una violación de derechos humanos contra la que debe actuar y rendir cuentas los Estados.

En nuestro País, un gran número de mujeres sufren algún tipo de violencia (psicológica, física, sexual); se les impide la libre toma de decisiones sobre su vida y se les discrimina al no proveer los medios necesarios para que puedan ejercer sus derechos. La violencia contra las mujeres está considerada cada vez más una violación de los derechos humanos y por consiguiente, un problema público que preocupa significativamente a individuos, sociedades y estados. Determinar la prevalencia de la violencia contra las mujeres es un paso importante para la intervención y la prevención (Echarri, 2009).

En México se han impulsado cambios en la legislación y las políticas públicas. Promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia el 1° de febrero de 2007 (reformada el 20 de enero de 2009), la cual establece los lineamientos jurídicos y administrativos con que el Estado intervendrá en todos sus niveles de gobierno, para garantizar y proteger los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia. Dicha ley, marca los siguientes tipos de violencia contra las mujeres: Violencia psicológica, Violencia física, Violencia patrimonial, Violencia económica, Violencia sexual, Violencia familiar, Violencia laboral, Violencia docente, Hostigamiento sexual, Abuso sexual, Violencia en la comunidad, Violencia institucional, Violencia feminicida (LGAMVLV, 2009).

Por otra parte, la práctica del Feminicidio debe ser comprendida entre toda una serie de acciones y de procesos de violencia sexual, que van desde el maltrato emocional y psicológico, golpes, insultos, tortura, violación, prostitución, hostigamiento sexual, abuso infantil, infanticidio de las niñas, mutilaciones genitales, violencia doméstica, maternidad forzada, privación de alimentos, pornografía, hasta aquellas políticas, tanto personales como institucionales, que determina la muerte de mujeres (Radford y Russell, 1992).