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Lesiones gástricas en la enfermedad de Chagas

diagnóstico:

Paciente reactivo al anticuerpo de Chagas es aquel que al aplicarle el Test UMELISA Chagas resultó reactivo (positivo después de confirmado) utilizando un ensayo Inmunoenzimático indirecto, en el cual se utilizó como fase sólida tiras de ultra micro ELISA revestidas con tres péptidos sintéticos representativos de diferentes regiones inmunodominantes de la membrana del Trypanosoma cruzi, los que fueron obtenidos mediante síntesis química en fase sólida.

Al añadir un sustrato fluorigénico (4-metilumbeliferil fosfato) éste fue hidrolizado y la intensidad de la fluorescencia emitida permitió detectar la presencia de anticuerpo IgG al Trypanosoma cruzi. Esta determinación permitió obtener a los pacientes positivos que conformaron el objeto de estudio de la investigación (26, 27).

Técnicas y procedimientos:

De obtención de la información

Fuente de información: La información se obtuvo a partir de la aplicación del cuestionario – modelo de recolección de datos, (Anexo II) a los pacientes antes de la endoscopia, en el cual se recogieron sus datos generales, antecedentes patológicos, hábitos tóxicos, etc. Luego se añadieron los resultados de la endoscopia y el estudio histológico.

De procesamiento y análisis de la información.

Se confeccionó una base de datos con el Programa EXCEL 2007, procesado mediante el programa estadístico SPSS versión 11.5. Los resultados fueron organizados en tablas de contingencia para su posterior análisis estadístico y confección de gráficos que ayudaron a su comprensión.

Para el informe final se utilizó el programa Word 2007, con la presentación de la información en tablas y gráficos.

 

CAPITULO IV:

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La Tripanosomiasis americana o mal de Chagas se considera entre las enfermedades infecciosas re-emergentes de las Américas, por ser ya conocida, que puede extenderse a nuevas áreas geográficas, poblaciones o pueden ocurrir cambios genéticos en organismos conocidos, además de que puede desarrollarse en personas que viven o trabajan en condiciones ecológicas cambiantes, que aumentan su exposición a insectos vectores, reservorios animales o un medio ambiente que sea la fuente de nuevos patógenos”. (14)

Al analizar la distribución de los pacientes según el sexo, como se refleja en el gráfico 1, se observó escasa diferencia (55% del sexo masculino y 45% del sexo femenino), lo que está en total concordancia con lo descrito por autores como el Profesor Néstor Añez, que en su función como Coordinador de Investigaciones Parasitológicas de la Universidad de Los Andes, ha estudiado la prevalencia de la enfermedad metódicamente en Venezuela. (14, 21)

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Enfermedad de Chagas. Lesiones gástricas. Sexo

Gráfico 1. Distribución de los pacientes por sexo.     

Los pacientes con 61 o más años, constituyeron el 40% de la muestra, superior a los otros grupos de edades, comprendidas entre los 20 a 40 años y de 41 a 60, los que constituyeron el 30%, para cada uno, diferencias que no son significativas como se aprecia en el gráfico 2.

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Enfermedad de Chagas. Lesiones gástricas. Edad

Gráfico 2. Distribución de los pacientes por grupos de edades.

El sexo más afectado fue el masculino, (Tabla 1) aunque no se aprecian diferencias relevantes con respecto al femenino (11 hombres y 9 mujeres). El grupo etáreo más numeroso fue el de 61 años y más, que registró 8 casos (40%), de ellos seis del sexo masculino y dos del femenino, es decir, con un claro predominio masculino. En las edades comprendidas entre 20-40 y 41-60 años, el número de casos fue similar, 6 por cada grupo para un 30%. El sexo femenino predominó en el 2do grupo (5 pacientes).

En una pesquisa serológica con recolección de vectores en cuatro comunidades rurales del municipio Andrés Eloy Blanco”, Estado Lara, Venezuela, realizado por Rodríguez-BonfanteI, se obtuvo una frecuencia de anticuerpos en la muestra de 6,9%; de los cuales 46,66% son del sexo femenino, 53,33% del masculino y 60% mayores de 40 años (119), resultados que coinciden con este trabajo, igual a los obtenidos por el Profesor Añez en 75 localidades rurales en 10 estados de Venezuela, entre 1995 y el 2003, los que muestran que de las 3 993 personas investigadas, 448 dieron seropositivo en las pruebas, con una prevalencia de un 11,2%, desde niños menores de un año hasta adultos de 90 años y más, sin predilección por el sexo. (8, 21)

El estudio de Rodríguez-Bonfante realizado para determinar la seroprevalencia de la Enfermedad de Chagas en cuatro comunidades rurales del Municipio de Urdaneta, de 594 individuos aparentemente sanos, obtuvo una seroprevalencia de 9.3 %, en los que se plantea como factores de riesgo relevantes la edad, donde el mayor número de individuos era mayor de 50 años, lo que muestra una asociación significativa con la enfermedad. (28)

A consecuencia de un brote de Chagas agudo por transmisión oral, ocurrido en Caracas en diciembre del 2007 y en Vargas en el 2009, se encontró una relación hombre-mujer de 1,5 por lo que se acepta que el predominio del hombre enfermo está asociado probablemente a un mayor riesgo ocupacional entre los trabajadores del campo. (29, 30)

Autores como Rodríguez Morales discrepan con este trabajo y apoyan la teoría de la proporción de 2 a 1 con respecto al sexo masculino sobre el femenino, cuando determinaron las manifestaciones bucales de las enfermedades parasitarias tropicales en Venezuela. (31)

Desde décadas anteriores, en el Departamento de San Roque, en Buenos Aires, el por ciento de seropositividad se incrementó con la edad y ascendió al 66.6% en los pobladores de más de 40 años. (32) Expertos como el profesor Aché plantean en sus pesquisas, que el porcentaje de seropositividad aumenta con la edad, lo que se compara a lo alcanzado en esta serie. (33)