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Análisis de la mortalidad de la enfermedad cerebral isquémica

segundos, a minutos del déficit de glucosa y oxígeno para las neuronas, comienza la cascada isquémica celular. Este es un proceso complicado que comienza con el cese de la función electro fisiológico normal de las células, donde la lesión neuronal resultante produce edema cerebral en las horas y días subsiguientes a la apoplejía, causando lesión adicional para los tejidos circundantes. (13-16)

Una oclusión vascular aguda causa regiones heterogéneas de isquemia en el territorio cerebral dependiente de su riego. La cantidad del flujo de sangre residual se desvía a las arterias mayores buscando una circulación residual para el suministro colateral. Las regiones del cerebro sin circulación importante son conocidas como el núcleo (core) y estas células presumiblemente mueren en pocos minutos del inicio de apoplejía. Las zonas con perfusión reducida son llamadas de penumbra isquémica. Los tejidos de esta zona pueden permanecer viables por varias horas debido a perfusión tisular marginal y allí es donde actualmente se desarrollan las intervenciones farmacológicas para la preservación del tejido neuronal. (12, 15,17)

Las estrategias de re canalización, incluyendo el activador del plasminógeno tisular recombinante IV o intra arterial intentan establecer revascularización con el propósito de que las células en penumbra puedan ser rescatadas antes de que el daño sea irreversible. Restituir el flujo de sangre puede mitigar los efectos de la isquemia solamente si se llevan a cabo rápidamente. Las estrategias de neuroprotección aun no han mostrado los beneficios esperados. (18)

En esta investigación se hará un análisis pormenorizado del impacto de la enfermedad cerebrovascular isquémica en la población a estudiar, partiendo de que los accidentes trombóticos que incluyen la oclusión de grandes o de pequeños vasos, y son atribuibles a oclusiones in situ sobre lesiones ateroescleróticas en la arteria carótida, vertebro basilar, y las arterias cerebrales, proximales a secciones muy importantes. Los factores trombogénicos podrían incluir lesión y pérdida de células endoteliales que expondrían el subendotelium, produciendo la activación plaquetaria, con la activación de la cascada de la coagulación, la inhibición de la fibrinólisis, y estasis de sangre. Los accidentes trombóticos en general son originados sobre placas ateroescleróticas dañadas. (19)

En el año 2010, en el Congreso Mundial de Cardiología se presentó el resultado final del estudio INTERSTROKE, (1) en el cual se midieron 10 factores de riesgo que involucraban al 90% de todos los pacientes portadores de enfermedad cerebrovascular oclusiva, el mismo mostró que más del 85% de la mortalidad por enfermedad cerebrovascular (ECV), se encontraba en países de medio o bajas entradas, donde la contribución de factores de riesgo aun no eran claras, pero si insidia la penetración de las costumbres de países desarrollados, se estudiaron 3 000 casos de enfermedad cerebrovascular (ECV) aguda y 3 000 controles de 22 países, donde el 81% eran del sudeste asiático, India o África, la historia de hipertensión estuvo asociada en 2 a 5 veces el incremento de la enfermedad, el 80% de los casos fumaban, eran obesos, y sedentarios, y dentro de los factores de riesgo adicionales se encontró la diabetes, la ingesta de alcohol, factores psíquicos, y cardiovasculares.

En los Estados Unidos se reportan 795.000 casos todos los años, incluyendo casos nuevos y recurrentes. De estas apoplejías, aproximadamente 625.000 son isquémicas. Antes del año 2025, el número anual de apoplejías se espera alcance un 1 millón de pacientes. Actualmente, más de 4.4 millones de personas en los Estados Unidos sobreviven a la apoplejía. (20)

Internacionalmente, la apoplejía es la tercera causa de muerte en los países industrializados de Europa y la causa principal de la incapacidad adulta. La incidencia mundial de la apoplejía aumentará para el 2025, ya que la población mayor de 65 años se elevara a más 800 millones de los 390 millones actualmente, representando 10% de la población total. La Organización Mundial de la Salud calcula que 15 millones de personas sufrirán una apoplejía en el mundo todos los años, resultando en 5 millones de muertes anuales y 5 millones personas con incapacidad permanente. (1, 5,12)

En Cuba la mortalidad por enfermedad cerebrovascular (ECV) ha aumentado progresivamente desde finales de la década de los 70, a pesar de la implementación del Programa Nacional de Prevención y Control de las enfermedades cerebrovasculares (ECV). La apoplejía constituye la tercera causa de muerte en nuestro país y representa entre un 9 y un 10% del total de fallecidos, y tiene una prevalencia de un 1% en la población de 15 años y más. (21,22)

En los Estados Unidos, la apoplejía tiene una incidencia más alta en la población negra que en la blanca, debido a la alta penetración genética reportada en los afro americanos, pero no siendo de despreciar en los latinos, por lo que aun la mortalidad en las salas de terapia intensiva o de atención a enfermo neurológico aun son más altas de lo esperado, lo que nos llevó a dirigir esta investigación hacia la determinación de las causas que propician la muerte de estos enfermos. (11,18, 23)

Material y métodos.

Se realizó una investigación basada en un estudio experimental longitudinal prospectivo, donde se estudió el universo de todos los pacientes ingresados en el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente “Amalia Simoni” entre los meses de mayo del año 2010 hasta mayo del año 2012, portadores de enfermedades cerebrovasculares (ECV) isquémica, de los cuales se obtuvo una muestra compuesta por los todos casos portadores de complicaciones mortales, conformada por 252 casos, para esto se visitó diariamente las salas de UCI-ICIM y Medicina con el fin de controlar estos enfermos, buscando los factores de riesgo que pudieran facilitar las complicaciones de los mismos, donde se procedió a la obtención de los datos. De igual forma se creó una coordinación con el departamento de Anatomía Patológica para la obtención de los datos del expediente necrópsico de los pacientes fallecidos para conocer las causas de muerte de los mismos y los factores que influyeron en ella, basándonos en los criterios del American Stroke Association Council, del año 2007, (12) así como en los lineamientos del libro de terapéutica médica de Aguilar y col. (24)

Resultados y discusión.

Tabla. 1 Distribución según edad de los pacientes con enfermedad cerebrovascular

GRUPOS ETARIOS – Número – %

45-59 años –  30 –  11.9

60-74 años-  62 –  24.6

75-89 años-  87 –  34.5

90 años o más –  73 –  29

Total –