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Valoración e intervenciones de enfermería para prevenir o tratar la ansiedad preoperatoria de los pacientes hospitalizados

Valoración e intervenciones de enfermería para prevenir o tratar la ansiedad preoperatoria de los pacientes hospitalizados

Autora principal: Irene González Fernández

Vol. XV; nº 18; 926

Nursing assessment and interventions to prevent or treat preoperative anxiety in hospitalized patients

Fecha de recepción: 27/08/2020

Fecha de aceptación: 21/09/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 18 –  Segunda quincena de Septiembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 18; 926 

Autor: Irene González Fernández

Centro de trabajo: Fundación Hospital de Calahorra (La Rioja, España)

RESUMEN

Introducción: La ansiedad es un estado de agitación y nerviosismo que sufren la mayoría de los pacientes en el preoperatorio, pero actualmente no se están adoptando las medidas necesarias para prevenirla o tratarla en la práctica. Presentación del caso: Mujer que presenta un alto nivel de ansiedad sin tratar durante el preoperatorio de la intervención a la que se va a someter. Objetivos: analizar a través de un caso clínico y en base a la literatura científica, cuáles son los sistemas de valoración y las intervenciones de enfermería para prevenir o tratar la ansiedad durante el proceso preoperatorio de un paciente. Revisión de la bibliografía: Se llevó a cabo una revisión de la literatura en las bases de datos Pubmed, Cinahl y PsycInfo con la inclusión de 11 artículos para su análisis. Desarrollo: Para valorar el nivel de ansiedad la bibliografía recomienda el uso de 3 escalas: HARDS, STAI y VASA. Asimismo, las intervenciones principales se basan en la visita de la enfermera, la instauración de una relación terapéutica, la educación específica en el área y la musicoterapia. Conclusiones: A pesar de la evidencia existente, en la mayoría de las ocasiones estas intervenciones no se llevan a cabo por diversos motivos como la falta de formación de las enfermeras o la falta de tiempo durante el turno.

Palabras clave: ansiedad, preoperatorio, valoración, intervención de enfermería, caso clínico.

ABSTRACT

Introduction: Anxiety is a condition of nervousness and agitation that most of patients suffer during their preoperative, but nowadays the necessary measures aren’t being taken to prevent or treat them in the practise. Case presentation: woman with a high level of anxiety without being treated during preoperative for the surgery to be operated on. Aims: it must be analyzed with a clinical case and in base a scientific literature which are the valuation system and the nursery intervention in order to prevent or treat the anxiety during preoperative. Literature review: a checking the bibliography, was carried out in the data base Pubmed, Cinahl and PsicInfo with the inclusion of 11 articles for its analysis. Analysis: To valorate anxiety level the bibliography recommends the use of 3 scales: HARDS, STAI and VASA. In this way the main interventions are based in the nursery visit; establishment a therapeutic relation; the specific education in the area and musicoterapy. Conclusions: In spite of existing evidence, in most cases these interventions aren’t carried out due to several questions such as the lack of nurses formation or not to have enough during their shift.

Keywords: anxiety, preoperative, assessment, nursing intervention, clinical case.

GLOSARIO

UCI: Unidad de Cuidados Intensivos

TA: Tensión Arterial

FC: Frecuencia Cardíaca

FR: Frecuencia respiratoria

NANDA: Nanda International

NOC: Nursing Outcomes Classification

NIC: Nursing Interventions Classification

INTRODUCCIÓN

La ansiedad es un estado de agitación o inquietud (Real Academia Española, 2014) que es muy frecuente en los pacientes hospitalizados. Ésta se define como el grado de percepción de las preocupaciones y el nerviosismo que presenta una persona (Lin & Wang, 2005) y se ve que es un estado temporal en el que la persona puede manifestar emoción, tensión, nerviosismo, miedo y una mayor actividad del sistema nervioso central (Sadati, Pazouki, Mehdizadeh, Shoar, Tamannaie, & Chaichian, 2013)

Así, la ansiedad se encuentra entre las experiencias más incómodas que se asocian al momento de una cirugía (Lee, Chao, Yiin, Chiang, & Chao, 2011). Presentar un nivel alto de ansiedad, es algo común entre los pacientes que se van a someter a cualquier tipo de cirugía, de hecho, el 64.2 % de los pacientes suele manifestar cierta tensión y nerviosismo ante una intervención quirúrgica (Ni, Tsai, Lee, Kao, & Chen, 2012). Sin embargo, se sabe que cada paciente afronta esa ansiedad intraoperatoria de un modo diferente y que mientras que hay pacientes que se muestran muy ansiosos ante la inminencia de la cirugía, el tiempo de estancia en UCI o diferentes situaciones nuevas para ellos por estar ingresados, otros afrontan con mayor serenidad estas modificaciones.

Varios estudios han evidenciado que el nivel de ansiedad que presenta cada paciente está influenciado por la edad, el género, las experiencias previas de hospitalización, el miedo y la presencia o no de mecanismos eficaces de adaptación (Kindler, Harms, Amsler, Ihde-Scholl, & Scheidegger, 2000). Otro aspecto que puede aumentar la ansiedad es la evaluación que hacen los propios pacientes sobre el ambiente que les rodea (sonidos y luces desconocidas de los monitores de la UCI), la necesidad de colocar un catéter venoso, la obtención de muestras para el laboratorio, etc. (Haun, Mainous, & Looney, 2001). Asimismo, la pérdida de intimidad, la incertidumbre, junto con la necesidad de afrontar una nueva situación, estar ingresados en la UCI con horarios de visitas restringidos… pueden aumentar el nivel de ansiedad. Por último, uno de los factores más importantes que influye en ello es la capacidad subjetiva del paciente para hacer frente a la ansiedad, hecho que frecuentemente suele ser pasado por alto por los profesionales sanitarios, pero que puede desencadenar un aumento de las complicaciones hospitalarias (Gordillo, Arana, & Mestas, 2011).

Además, se ha demostrado que un nivel demasiado elevado de ansiedad afecta al paciente tanto a nivel psicológico como físico, ya que puede aumentar la tensión arterial (TA), el pulso (FC) o la frecuencia respiratoria (FR) entre otros. Por ello, un adecuado abordaje de esta situación tiene una especial importancia, ya que estas alteraciones pueden derivar en otras complicaciones postoperatorias (Lin & Wang, 2005).No obstante, a pesar de que la atención a la persona con ansiedad se presenta como un aspecto de gran relevancia en la atención sanitaria hospitalaria dada su frecuencia y repercusión en los pacientes, actualmente, no se están adoptando las estrategias adecuadas para abordarla.

Así mismo, considerando que la ansiedad forma parte de los diagnósticos de enfermería que se pueden enunciar a la hora de cuidar de un paciente siguiendo la taxonomía NANDA-NIC-NOC, resulta clara la necesidad de que las enfermeras adquieran o mejoren su competencia para atender esta realidad más eficazmente (Herdman, 2015). El diagnóstico de ansiedad es una entidad propia de enfermería que se debe abordar desde una perspectiva holística, teniendo en cuenta que afecta a las dimensiones física, emocional, social y espiritual de la persona, con todo lo que eso conlleva en su bienestar global durante cualquier tipo de ingreso o situación de enfermedad, durante su estancia en UCI o en planta.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, a través de este trabajo se pretenden analizar a través de un caso clínico y en base a la literatura científica, cuales son los sistemas de valoración más adecuados y las intervenciones de enfermería indicadas para prevenir o tratar la ansiedad durante el proceso postoperatorio de un paciente ingresado en UCI.

PRESENTACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN DEL CASO

El caso clínico en el que se basa este trabajo se centra en el caso de una mujer de 61 años, diagnosticada de valvulopatía mitral con insuficiencia severa y fibrilación auricular cardiovertida eléctricamente que ingresó en la planta de cardiología para la realización de un recambio de la válvula mitral mediante cirugía cardíaca. Sobre sus antecedentes familiares, la paciente explicó entre otros que su abuelo materno falleció debido a una cardiopatía isquémica, que su madre presentaba insuficiencia renal crónica y que su hermano mayor falleció hace 1 año por una hemorragia cerebral. En cuanto a su estado de salud actual, la paciente refería sufrir disnea de pequeños esfuerzos, razón por la cual acudió a la consulta de cardiología y se le realizó un cateterismo, observando así la necesidad de planificarle una intervención quirúrgica. Se trataba de una mujer soltera, profesora de religión y con unas fuertes creencias religiosas que le ayudaban a sobrellevar sus problemas de salud. Mantenía una estrecha relación con su hermana y sus sobrinos, quienes le acompañaron durante su ingreso en la unidad de UCI en el horario establecido de visitas.

En el día posterior a su intervención, la paciente recibió la visita de los cirujanos cardíacos que le realizaron la intervención, para explicarle como había ido el procedimiento, así como los posibles riesgos que podía sufrir tras dicha cirugía. También le presentaron los diversos consentimientos informados que debía firmar tras la intervención: la transfusión de hemoderivados, la colocación de vías centrales, junto con otros más. Durante esta visita de los médicos, la paciente se mostró muy alterada y ansiosa, situación que le llevaba a asentir a todo lo que ellos le decían, pero sin apenas comprender lo que le estaban transmitiendo. En la misma conversación, los profesionales le explicaron las posibles complicaciones, que tenía que permanecer en reposo unos días, que seguramente su estancia en UCI sería breve pero dependiente de la evolución… Era la paciente quien debía asimilar toda esta información, pero su estado de nerviosismo, miedo y ansiedad le impedía hacerlo. Dada la situación, el equipo de médicos salió de la habitación junto con el personal de enfermería y dejaron que la paciente asimilase dicha información.

La siguiente vez que la enfermera acudió a la habitación para tomar las constantes horarias (Diuresis, TA, FC, FR, temperatura…), se encontró a la paciente llorando desconsoladamente, con un ataque de ansiedad debido al miedo a la situación. La paciente recordaba que varios familiares suyos habían muerto tras cirugías similares a la suya. En ese momento, la paciente comentó cómo se sentía y empezó a relatar el estado en el que se encontraba, los miedos que tenía ante las complicaciones, etc. A continuación, preguntó sobre los cuidados que iba a tener que llevar a cabo después, como vigilar la zona de la intervención quirúrgica para detectar los signos de infección etc. La enfermera intervino para tranquilizar a la paciente y resolver todas las dudas que ésta presentaba. A la vez que hablaban de todo ello, la enfermera realizó una escucha activa y procuró una aproximación física hacia la paciente tomándole la mano para mostrarle seguridad y confianza. Por último, le explicó todos los cuidados que tenía que llevar a cabo tras la intervención y le facilitó un folleto informativo sobre los protocolos de actuación ante un recambio valvular.

Gracias a estas medidas que tomó la enfermera, se consiguió tranquilizar a la paciente y que ella aumentase su confianza hacia el personal de enfermería, logrando así disminuir en cierta medida el miedo y la ansiedad que presentaba en su estancia en UCI.

COMPETENCIAS Y OBJETIVOS

C2. Planificar y prestar cuidados de enfermería dirigidos a las personas, familia o grupos, orientados a los resultados en salud evaluando su impacto, a través de guías de práctica clínica y asistencial, que describen los procesos por los cuales se diagnostica, trata o cuida un problema de salud.

C6. Basar las intervenciones de la enfermería en la evidencia científica y en los medios disponibles.

C8. Promover y respetar el derecho de participación, información, autonomía y el consentimiento informado en la toma de decisiones de las personas atendidas, acorde con la forma en que viven su proceso de salud -enfermedad.

Objetivos:

  • Conocer las fuentes que provocan mayor ansiedad en el proceso postoperatorio de un paciente ingresado en UCI.
  • Determinar los posibles sistemas de valoración que se pueden utilizar para detectar un estado de ansiedad en el paciente.
  • Identificar las intervenciones propias del personal de enfermería para prevenir o manejar la ansiedad en el ingreso en UCI.
  • Resaltar la importancia de que la información facilitada al paciente y su toma de decisiones se den en un clima de tranquilidad y confianza.

ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA

Para alcanzar el propósito planteado se realizaron diversas búsquedas bibliográficas durante los meses de diciembre de 2018 y enero de 20169 en las bases de datos Cinhal, Pubmed y PsycInfo. Los términos de búsqueda utilizados fueron: anxiety/fear/scare/nervous, UCI/Critical care, nurse/care y intervention/plan/programme. Estas palabras clave, se combinaron entre ellas a través de los operadores booleanos OR y AND. Los pasos llevados a cabo en la estrategia de búsqueda se detallan en la Figura 1 (Anexo 1). Los criterios de inclusión utilizados para reducir el número de artículos y centrar los resultados fueron: que estuviesen publicados en los últimos 15 años, que incluyesen a personas adultas y que el idioma de publicación fuese el inglés o español. Finalmente, estos pasos llevaron a la selección de 15 artículos para su análisis. De estos 15 artículos, 8 son revisiones bibliográficas que a su vez contienen un amplio número de artículos y 7 de ellos son ensayos clínicos. En la Tabla 1 (Anexo 2) se adjunta un breve resumen de los detalles de los artículos seleccionados.

Además, al tratarse de un diagnóstico propio de enfermería, se realizó una búsqueda directa en los manuales de NANDA, NOC y NIC para determinar cuáles eran las intervenciones prioritarias que allí se sugerían.

DESARROLLO Y ANÁLISIS

A través del análisis de la literatura se han podido identificar diversas escalas de valoración e intervenciones que puede llevar a cabo la enfermera a la hora de prevenir o tratar la ansiedad postoperatoria. A continuación, se presentan las más relevantes contrastándolas con el caso clínico que ha motivado este trabajo.

Valoración del nivel de ansiedad

Durante el proceso de hospitalización, los profesionales deben ser capaces de detectar a los pacientes con un mayor riesgo de ansiedad para planificar las medidas necesarias precozmente. Se sabe que los efectos de la ansiedad en cada persona pueden ser diferentes, así, mientras que un nivel moderado de ansiedad durante el postoperatorio puede ser beneficioso para la persona, ya que le ayuda a asimilar la intervención y los cuidados que tiene que llevar a cabo, un nivel muy alto de ansiedad, por el contrario, puede hacer que el paciente no se sienta preparado para llevar a cabo estos cuidados e incluso que se produzcan más complicaciones (Pritchard, 2011). Asimismo, en los pacientes que presentan un nivel muy alto de ansiedad, resulta más complicado llevar a cabo las intervenciones propias del personal de enfermería, puesto que suelen adoptar una actitud defensiva y contraria a lo que se les dice. Teniendo en cuenta esta situación, los profesionales deben conocer el modo de identificar a los pacientes con mayor riesgo de ansiedad, así como de gestionar de forma eficaz la ansiedad.

Una manera de poder identificar a estos pacientes es mediante el uso de la escala Hospital Anxiety and Depression Scale” (HADS), que ha sido ampliamente validada mediante diversos estudios y que es un cuestionario que se usa para conocer los niveles de ansiedad (Pritchard, 2011). Ésta se puede utilizar para que el profesional sanitario identifique cómo de ansioso se encuentra un paciente (Pritchard, 2011). Se trata de una escala que se cumplimenta de manera rápida y que permite que los profesionales puedan proporcionar los cuidados que requiere el paciente a pesar incluso de que la enfermera no disponga de mucho tiempo para ello (Pritchard, 2011). Otro método para detectar esta situación es la aplicación del Visual Analogue Scale for Anxiety” (VASA), otra escala que mide el nivel de ansiedad en el preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio, junto con el nivel de ansiedad en el ingreso en UCI. Es una medición fiable, válida y muy sensible al grado de ansiedad que presenta el paciente y que se gradúa en 10 niveles según el grado de ansiedad que presenta el paciente (Price et al., 1994). Por último, existe la escala llamada “State Trait Anxiety Inventory” (STAI), que presenta otro modo de valorar el grado de ansiedad que tiene un paciente. Es un cuestionario de 40 ítems que valora los sentimientos de preocupación, tensión, nerviosismo y preocupación de una persona ante una situación de ingreso o enfermedad. En ésta se pueden identificar tres grados de ansiedad: leve, moderada y grave (Ni et al., 2012)

En el caso clínico que se ha presentado, no se utilizó ningún cuestionario o valoración para comprobar el nivel de ansiedad en el que se encontraba la paciente al inicio del ingreso en UCI ni cuando comenzó a manifestar sentimientos de ansiedad. Sin embargo, hubiese sido muy recomendable hacerlo, puesto que probablemente se hubiese comprobado prematuramente que se trataba de una paciente con un alto nivel de ansiedad en el postoperatorio y durante todo su ingreso. De este modo, se podía haber prevenido la crisis de ansiedad que presentó y que le llevó a sentir una profunda situación de malestar. Del mismo modo, hubiese sido adecuada el uso de alguna escala de las presentadas una vez comenzó a manifestar su ansiedad, para conocer cuál era el grado de ansiedad que presentaba y guiar las medidas que se deberían tomar al respecto.

Intervenciones de enfermería para prevenir o tratar la ansiedad

Dentro de las intervenciones de enfermería que propone la NANDA para abordar el diagnóstico de ansiedad, éstas son las más relevantes (Herdman, 2015):

  • Propiciar un entorno sereno que dé seguridad al paciente
  • Explicar al paciente todas las actividades que se le van a realizar, incluidas las posibles sensaciones que puede experimentar
  • Proporcionar información objetiva respecto al diagnóstico, tratamiento y pronóstico
  • Permanecer con el paciente para promover la seguridad y reducir el miedo
  • Utilizar la escucha activa, crear un ambiente que facilite la confianza y animar a que el paciente exprese sus sentimientos, percepciones y miedos
  • Identificar los cambios en el nivel de ansiedad gracias al uso de escalas
  • Facilitar que los pacientes estén acompañados por sus familiares, ya que esto les ayuda a tranquilizarse, en la medida de lo posible, ya que el régimen de visitas durante el ingreso en UCI es limitado.

Además de lo anterior, se insiste en la importancia de una adecuada información al paciente y la familia sobre duración de la operación, modo de proceder, complicaciones, ingreso posterior en UCI, régimen de visitas, cuidados postoperatorios etc. Al mismo tiempo, es necesario conocer las experiencias quirúrgicas previas del paciente y sus antecedentes, hechos que en el caso que se presenta influyeron en gran medida a esta paciente, ya que su hermano murió durante una intervención y eso contribuyó a la ansiedad que manifestaba. Igualmente, se debe dar tiempo al paciente para que haga preguntas y enseñarle cómo ha de moverse o las modificaciones que va a sufrir en el postoperatorio inmediato (Herdman, 2015).

Algunas de estas intervenciones sí que se llevaron a cabo en el caso mostrado; como explicar los procedimientos, proporcionar información objetiva y facilitar que la paciente se encontrase acompañada en el horario de visita establecido. Sin embargo, otras no fueron aplicadas, como es el caso de identificar el nivel de ansiedad, utilizar la escucha activa, explicar las intervenciones de manera comprensible y advertir sobre las sensaciones que podía experimentar la paciente.

De igual modo, en base a la literatura revisada, una de las intervenciones que se ha visto que es eficaz y que se suele realizar habitualmente en el postoperatorio es la visita por parte del personal de enfermería. La enfermera suele acudir a la habitación del paciente tras la visita del médico para explicarle los cuidados que se le van a llevar a cabo. La visita de enfermería resulta ser un gran apoyo psicológico y de educación para el paciente (Sadati et al., 2013). Estas visitas suelen conllevar una entrevista con el paciente donde es necesaria la colaboración de éste para que se muestre receptivo a la hora de comprender adecuadamente la  educación postoperatoria y mejorar la comprensión de la información (en el caso de que un paciente se encuentre sedado o conectado a ventilación mecánica durante su ingreso en UCI, no exime de explicar la información al paciente y a los familiares siempre y cuando el paciente lo haya autorizado previamente). En estas entrevistas se deberían realizar preguntas sobre las preocupaciones respecto a la situación, así como ofrecerle información sobre cómo es la sala de UCI, los distintos sonidos que se pueden escuchar y quiénes forman el equipo multidisciplinar (Sadati et al., 2013). También se recomienda que además del personal de enfermería acuda alguien del equipo multidisciplinar como el psicólogo para hablar con el paciente sobre los temas relacionados con la enfermedad y que le generan su estado de ansiedad, ya que esto favorece aún más su tranquilidad.

No obstante, resulta evidente que la atención psicológica del paciente, así como el control y manejo de la ansiedad es algo propio del personal de enfermería. Según los estudios de Erci, Sezgin, & Kacmaz (2008) y Sadati et al. (2013), la visita del personal de enfermería en la que se mantiene una relación terapéutica con el paciente, contribuye a disminuir la ansiedad de éste. Asimismo, es esencial que los pacientes reciban un modelo individualizado y personalizado de información que disminuya su ansiedad y es la enfermera quién se debe encargar de ello (Renouf, Leary, & Wiseman, 2014). En la misma línea, otro aspecto muy valorado por los pacientes es que estas intervenciones las realicen enfermeras especializadas en esa área de hospitalización concreta en este caso con amplia formación y experiencia en la UCI, puesto que son profesionales con experiencia en ese campo y que pueden evaluar más fácilmente las necesidades individuales y los diferentes estilos de afrontamiento de los pacientes (Renouf et al., 2014).

La mayoría de los aspectos hasta ahora señalados se tuvieron en cuenta en el caso que se presenta en este trabajo. El personal de enfermería acudió a la habitación de la paciente el día posterior a la cirugía para hablar con ella y mantener un diálogo donde se pretendían resolver los principales interrogantes que ella tenía acerca de la recuperación de la cirugía. A su vez, se le explicaron los cuidados postoperatorios que requería esa intervención. No obstante, a pesar de las mencionadas visitas, la paciente se mostraba muy ansiosa, por lo que en este caso, la aplicación de esta intervención no fue suficiente para manejar adecuadamente su situación. Siendo esto así, hubiese sido recomendable realizar a continuación otro tipo de intervenciones para reducir la ansiedad, tal y como se pretende mostrar seguidamente.

Tal y como se puede ir advirtiendo hasta ahora, aunque el manejo de la ansiedad sea un aspecto más trabajado en el plano teórico, parece ser que en la práctica enfermera habitualmente no se establece un plan de intervención concreto para prevenir o tratar la ansiedad durante el preoperatorio (Erci et al., 2008). Ante este hecho, el modelo de Peplau puede proporcionar un marco útil para las enfermeras, ya que guía el establecimiento de intervenciones necesarias para prevenir la ansiedad (Erci et al., 2008). Según Peplau, la relación terapéutica es el elemento central del proceso de enfermería (Peplau, 1991). Este modelo describe cuatro fases diferentes, todas ellas basadas en mantener una actitud de diálogo y escucha activa con el paciente con la intención de solucionar los problemas de un paciente que presenta ansiedad y poder disminuir su nivel. En el caso clínico que se presenta, no se siguió ningún modelo concreto que guiase la intervención para disminuir la ansiedad de la paciente, ya que la única intervención propia del personal de enfermería que se realizó fue la de acudir a su habitación para llevar a cabo la visita obligatoria que se hace de manera horaria durante la estancia en UCI, explicando los cuidados necesarios así como las técnicas que se llevan a cabo. Sin embargo, la bibliografía muestra cómo por ejemplo este modelo de relación interpersonal de Peplau, puede ser recomendable como una guía para las enfermeras, con el fin de mejorar su eficacia a la hora de aplicar los cuidados de enfermería a los pacientes que presentan ansiedad (Erci et al., 2008). De todos modos, aunque no se aplicase ningún modelo teórico específico y hubiese sido beneficioso tenerlo en cuenta con antelación, la enfermera del caso sí que hizo uso de la escucha activa y propició un clima de confianza y comprensión mediante el cual se pudo establecer una relación terapéutica con la paciente, fomentando que expresase abiertamente sus dudas y se diese cauce a sus preocupaciones.

Otras intervenciones que se pueden llevar a cabo por el personal de enfermería están relacionadas con un proceso de educación más específico. Alanazi (2014) y Guo, East, & Arthur (2012) comprobaron mediante sus estudios que dar una mayor educación en el postoperatorio mediante diversos formatos verbales, escritos o vía online era beneficioso para reducir la ansiedad en el postoperatorio de los pacientes sometidos a cualquier tipo de cirugía. Así, se ha visto que un modo de dar esta información eficazmente es mediante un folleto informativo, con un lenguaje sencillo y con imágenes que favorezcan su comprensión. Tras entregar estos folletos es necesario dar tiempo al paciente para que se los lea detenidamente y asimile la información. Posteriormente, se debe acudir a la habitación del paciente para hablar con él y realizar una educación de modo verbal, estableciendo una comunicación terapéutica con él en la que se puedan resolver los interrogantes que tiene acerca de los cuidados postoperatorios, así como las dudas que le surgen tras la lectura del folleto. Está demostrado que los pacientes que reciben educación tanto de un modo verbal como a través de folletos informativos, presentan un menor índice de ansiedad (Guo et al., 2012).

No se puede ignorar la posibilidad de que dar una educación más completa en el preoperatorio puede influir a los pacientes en el momento de decidir someterse a la cirugía o no. A pesar de ello, en los países occidentales, habitualmente, los pacientes ingresan el día previo a la cirugía de modo que el tiempo para llevar a cabo intervenciones educativas en el preoperatorio es menor, por lo que disminuye su eficacia a la hora de reducir la ansiedad (Guo et al., 2012). Sin embargo, en los países asiáticos los pacientes suelen ingresar con una semana previa a la intervención, de modo que las intervenciones preoperatorias son más efectivas (Guo et al., 2012). Los resultados de los estudios demuestran que la educación juega un papel importante para reducir la ansiedad en el preoperatorio tanto para pacientes como para familiares (Alanazi, 2014). Las vías para proporcionar la educación preoperatoria incluyen el modo verbal y el no verbal en forma de audio, audiovisual, webs o imágenes y se ha visto que todos ellos disminuyen los niveles de ansiedad (Alanazi, 2014).

En el caso planteado, se ve que únicamente se llevó a cabo una educación básica y realizada inicialmente de modo verbal, donde se le explicaron la información sobre la anestesia y la cirugía. Asimismo, la única información que se le ofreció por escrito fue la de los consentimientos informados que es necesario que la paciente firme para poder someterse a la cirugía y en los que se explican de modo general y simplificado las posibles complicaciones que pueden aparecer en el momento de la operación. No fue hasta después de manifestada la crisis de ansiedad cuando la enfermera, además de establecer el clima y la relación que ya se han mencionado, le ofreció una mayor información verbal y un folleto explicativo más adaptado a la comprensión de un paciente.

Según la literatura, otra de las intervenciones que se puede llevar a cabo para disminuir la ansiedad durante el preoperatorio es la musicoterapia (Lee et al., 2011; Ni et al., 2012; Pittman & Kridli, 2011). La teoría de la música establece que la simulación auditiva que ofrece la música es capaz de ocupar una serie de neurotransmisores en el cerebro, los cuales son los encargados de bloquear los sentimientos de ansiedad, miedo y dolor, de modo que producen una experiencia más positiva (Cooke et al. 2005). De esta manera, el paciente es capaz de centrarse en sí mismo y olvidar los riesgos que tiene la intervención a la que se va a someter (Lee et al., 2011). La musicoterapia se considera una intervención propia del personal de enfermería (Pittman & Kridli, 2011).

En cuanto a la manera de escucharla, se ha determinado que hacerlo tanto mediante auriculares como con altavoces en el ambiente proporciona unos resultados similares, aunque el hecho de usar los altavoces puede ser beneficioso para evitar el riesgo de infecciones asociadas al uso de auriculares (Lee et al., 2011). Ambos consiguen disminuir la ansiedad y que el paciente se aísle de los sonidos y olvide los ruidos que están en el ambiente, incluidos los de los aparatos que se usan en la sala previa a entrar en quirófano (Lee et al., 2011). Es recomendable que la música con uso terapéutico tenga un tiempo lento y regular, un tono bajo y sonidos armónicos, y que incluya secciones de piano o flauta (Nilsson,2008; Pelletier, 2004.). La intervención de escuchar música generalmente dura de 15 a 30 minutos y se ha demostrado que una vez pasados los primeros 20 minutos la ansiedad y los signos vitales disminuyen, ofreciendo beneficios para el paciente en el preoperatorio (Ni et al., 2012). Aunque hay varios estudios que avalan esta intervención, se recomienda que su uso vaya asociado a la aplicación de alguna escala similar a la STAI para que se valore su eficacia.

En el caso que se presenta no se hizo uso de la musicoterapia como intervención para reducir el estado de ansiedad. A esta paciente en ningún momento se le ofreció la posibilidad de escuchar música durante las horas previas a la cirugía a pesar de que su nivel de ansiedad era muy elevado. Hubiese sido recomendable hacerlo, escogiendo un tipo de música con las características nombradas anteriormente y favorecer que se encontrase más tranquila, ya que debido al estado de ansiedad que presentaba, sus signos vitales estaban alterados lo que pudo suponer un mayor riesgo de complicaciones perioperatorias.

CONCLUSIONES

A través de este trabajo se ha abordado un tema de gran relevancia para la enfermería y que en muchas ocasiones no se llega a detectar o a manejar adecuadamente en la práctica. Se han mostrado las implicaciones que tiene el estado de ansiedad en el paciente y los diferentes métodos de valoración y de intervención que existen para prevenirla o tratarla durante el proceso preoperatorio. De este modo se ha identificado que existen tres escalas específicas que se pueden utilizar en este contexto: HADS, VASA y STAI. Asimismo, se ha determinado el beneficio de aplicar intervenciones dirigidas a mejorar la relación terapéutica con el paciente, optimizar el valor de la visita preoperatoria de la enfermera, utilizar recursos educativos específicos para ese paciente y esa cirugía, y aplicar la musicoterapia en las horas previas a la cirugía.

Por otro lado, cabe señalar que este trabajo presenta algunas limitaciones. Entre ellas están que las búsquedas de la evidencia científica se han llevado a cabo únicamente en tres bases de datos y que se han incluido artículos escritos exclusivamente en inglés o español. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, los resultados obtenidos son consistentes y demuestran que hay varias valoraciones e intervenciones eficaces para prevenir o tratar la ansiedad durante el preoperatorio.

Con respecto a las intervenciones que se han propuesto, se debe tener en cuenta que para la correcta aplicación de algunas de ellas, se deben considerar otros aspectos de la práctica. Entre ellas se encuentran un aumento del tiempo de dedicación por parte del personal de enfermería a cada paciente a la hora de explicar el proceso preoperatorio y mantener una relación terapéutica con él. Al mismo tiempo, podría suponer un aumento de los costes hospitalarios, ya que se deberían tener folletos informativos de las diversas cirugías, así como tener auriculares y altavoces disponibles en las habitaciones para implantar la musicoterapia como método de relajación de los pacientes. No obstante, a pesar de ello, se debe tener en cuenta que el hecho de que el individuo afronte la cirugía con altos niveles de ansiedad puede tener influencias negativas en la recuperación físico-psíquica postquirúrgica, conllevando largas estancias hospitalarias o mayor necesidad de analgésicos, lo cual supone un perjuicio tanto para el individuo como para el sistema de salud por su elevado coste económico (Barrillero et al., 2013). Además, se ha visto que si no se lleva un control sobre el nivel de ansiedad, la frecuencia cardíaca y respiratoria y la tensión arterial de la paciente aumentan, lo que supone un aumento de la morbimortalidad asociada a esta situación, debido a las complicaciones que puede suponer (Pittman & Kridli, 2011).

Por último, se debe señalar la importancia de que las enfermeras que atienden a los pacientes en el proceso preoperatorio reciban una mayor formación sobre las diferentes escalas que pueden utilizar, las intervenciones que pueden realizar y el modo más correcto de llevarlas a cabo, así como el entrenamiento para adquirir diferentes habilidades, como la escucha activa entre otras.

Ver anexo

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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