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Principales afecciones del complejo bucomaxilofacial en niños de 5-6 años

Principales afecciones del complejo bucomaxilofacial en niños de 5-6 años

INTRODUCCIÓN

La salud no es un lujo, ha sido un derecho esencial en cada individuo, una responsabilidad de todos y por ello hay que maximizarla en el hombre y la sociedad.

La salud es un componente y propósito central de bienestar, constituyendo un elemento intrínseco del desarrollo como objetivo y actor (1).

Principales afecciones del complejo bucomaxilofacial en niños de 5-6 años

Autora: Dra. Sandra Elena Bandera Wilson.

Tutora: Dra. Carmen Roca Pequeño.

Asesora: MsC. Dra. Eugenia González Heredia.

Trabajo para optar por el Título de Especialista de primer Grado en Estomatología General Integral.

Si se llegara a estimar en toda su dimensión cual es el bien material que posee un ser humano, es sin lugar a dudas, el valioso tesoro de la salud del individuo, de la familia, de la sociedad en su conjunto el que toma este lugar.

La salud bucal es parte integrante de la salud general, pues un individuo no puede considerarse completamente sano si existe presencia activa de enfermedad bucal. Las enfermedades bucales, en particular la caries dental, las periodontopatías y las maloclusiones han sido subvaloradas por no ocasionar mortalidad directa, cuando en realidad su elevada frecuencia, molestias locales, estéticas y la repercusión que ocasionan en la salud general, justifican plenamente su atención como problema de salud pública (2).

La necesidad de prevenir la caries dental es universal por su alta prevalencia afectando a más del 90% de la población mundial, siendo su mayor incidencia en la niñez entre los 5 y 12 años y la principal causa de la pérdida de dientes en estas edades (3, 4, 5, 6).

En la dentición temporal, las caries suelen aparecer a partir de los 3-4 años debido a que el crecimiento y desarrollo de las arcadas dentarias del niño dan lugar a una progresiva separación de los dientes, lo que provoca zonas de retención de alimentos sobre todo entre los molares.

A los 5 años de edad se inicia el recambio dentario, ahora bien, si por diversos motivos descuidan su higiene bucal en la dentición temporal, pueden experimentar cambios en un intervalo más breve que en la permanente en otras edades (7).

La caries de la primera infancia, que afecta a los dientes según su cronología de erupción, involucra a varios dientes en forma rápida lo que ocasiona un significativo desarrollo de caries en la dentición temporal y posteriormente en la permanente. Se plantea que los niños con caries de la primera infancia presentan el doble de dientes cariados, obturados y perdidos a los 4 y 6 años de edad en relación con los que no las poseen (8).

Los estudios sobre caries a nivel mundial han mostrado una tendencia a la disminución en la prevalencia y severidad de la enfermedad en niños. Esta tendencia favorable ha demostrado estar relacionada con el desarrollo económico, pues se observa mayor reducción de los índices de la enfermedad en los países desarrollados, mientras que en los países en desarrollo esta disminución es menos pronunciada (9,10).

Las alteraciones de los tejidos gingivoperiodontales suelen aparecer en la infancia. Una acción preventiva va encaminada al diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad periodontal, para ello es necesario conocer las características normales de los tejidos gingivales y periodontales y sus alteraciones tempranas por la acción de la placa bacteriana (11).

Por otra parte la gingivitis afecta a más del 80% de los niños de corta edad y casi toda la población adulta la ha padecido en algún momento de su vida (12).

La mayoría de las enfermedades bucales, y en particular las maloclusiones no son de riesgo para la vida, pero por su prevalencia e incidencia, son consideradas problemas de salud pública y ocupan el tercer lugar como problemas de salud bucal (13).

A principios de siglo se decía que las maloclusiones se producían por efecto del ambiente. Hoy en día se ha descubierto que es una interacción entre los factores ambientales y la herencia; estos actúan sobre todo en el período de la infancia que está enmarcada por continuos cambios en la dentición, donde producen alteraciones manifiestas desde los primeros años de vida (14).

Los hábitos bucales deformantes son comunes en los niños de esta edad y se impone su seguimiento y control para prevenir el posible surgimiento de maloclusiones, cuya correlación suele ser posible en la infancia por medio de tratamientos ortodóncicos (15).

El estudio de la anatomía de la articulación temporomandibular y el entendimiento de los mecanismos neuromusculares que rigen su funcionamiento, son requisitos básicos para la ejecución de un adecuado examen clínico, diagnóstico y plan terapéutico de los trastornos articulares, pues aunque no constituyen una entidad nueva, si lo son a nivel de investigación y en consecuencia, existe controversia respecto a su origen y tratamiento. La gama de sus disfunciones pudiera extenderse desde un chasquido o crepitación hasta una anquilosis bilateral, pero los ruidos articulares sobresalen entre los síntomas más frecuentes en todas las edades (16).

La encuesta de salud bucodental a la población es el primer paso del proceso de planificación, donde una vez conocidas las necesidades y establecidas las prioridades se proponen intervenciones destinadas a satisfacerlas.

Esta encuesta fue efectuada en nuestro país en 1984,1989 y 1995, donde se refleja en la población de 5-6 años un índice coe-d de 2.21 y el de COP-D de 0.17. Se encontraron variaciones notables en las diferentes provincias del país. En las provincias Orientales el coe-d fue de 2,91 y el COP-D de 0,34. En 1998 el coe-d general fue de 0,07. La maloclusión constituyó menos del 50% y la opacidad del esmalte y las alteraciones de la ATM estuvieron representadas en porcientos más bajos (17).

En nuestra provincia esta encuesta fue aplicada en el año 2001 a niños de 5-6 años de edad del Centro Escolar 26 de Julio, considerándose que el estado de salud bucal era deficiente dado por el hallazgo de las caries, deformidad dentofacial y gingivitis, constituyendo la dieta cariogénica, la placa dentobacteriana y los hábitos deformantes los principales factores de riesgo (18).

No hay vida sana sin boca sana y solo podrán alcanzarse la salud para todos mediante actividades de atención primaria que se inicien desde las