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Calidad del cuidado brindado por profesional de Enfermería del Complejo Hospitalario Universitario “Ruiz y Páez”. Satisfaccion de las post-cesareadas

concepto de satisfacción y a la relación servicio usuario. Podemos considerar que la satisfacción es un indicador con un componente subjetivo, porque está enfocado más hacia las percepciones y actitudes que hacia criterios concretos y objetivos. La visión de los usuarios es determinante para el éxito o fracaso de un sistema, la opinión de los usuarios sobre la satisfacción o insatisfacción, deriva directamente de la calidad de un servicio, de sus características o de la información que le proporciona y constituye una información importante a cerca del éxito o fracaso del sistema para cubrir sus expectativas. No es suficiente que el sistema funcione, es necesario que el servicio que se presta sea satisfactorio para el usuario y que este así lo perciba (6).

De la misma manera la satisfacción del usuario que se debe considerar en la evaluación de los cuidados. El enfermo no siempre tiene conocimiento de lo que implican unos buenos cuidados pero a pesar de todo es importante conocer su apreciación y discutirla con él. Se puede hacer referencia a la situación que en ocasiones se plantea cuando un usuario, por desconocimiento o desinformación, demanda una atención que no es adecuada, bien por su estado de salud, bien por no existir los recursos precisos. En tal sentido, se plantea que la satisfacción del usuario puede ser medida de acuerdo a la opinión que este tenga de los cuidados recibidos durante su permanencia en la unidad clínica (7).

Después de una cesárea, la mujer sufre las consecuencias de una intervención quirúrgica abdominal y de un parto. Entre los cuidados postoperatorios, se encuentran los mismos que corresponden a una operación abdominal, con los cuidados adicionales del puerperio. Se examina el estado del apósito de la herida, el fondo uterino y la cantidad de loquios, así como los líquidos administrados y eliminado por la sonda de Foley. Se debe Valorar la pérdida de sangre. La hemorragia se valora de igual modo que en cualquier parto. Como las vendas abdominales no son abultadas por lo general, profesional de Enfermería puede palpar el fondo para determinar si el útero se contrajo de forma satisfactoria. Las suturas de la piel y las uterinas son firmes y puede presionarse con fuerza para valorar la consistencia del útero, lo cual ocasionara incomodidad aunque no afecta las suturas. Es común que se prescriban oxitócicos para el útero se contraiga y se controle la hemorragia (6).

Debe observarse la cantidad y el carácter de los loquios de acuerdos con las mismas pautas que en los partos vaginales. Algunas mujeres tienen menos loquios después de una cesárea por las técnicas operatorias que se usan en la extracción de la placenta y la hemostasia. La incisión cutánea debe examinarse de manera periódica para detectar indicios de hematoma, hemorragia o infección. Los signos vitales se miden cada 4 horas durante los primeros días posteriores a la operación o hasta que se estabilicen. Es en particular importante observar si se presentan signos de choques o infección (8).

Asimismo se debe mantener el balance hídrico. Si tiene sonda a permanencia se mantiene en su lugar hasta la mañana siguiente, debe permanecer anexa a drenaje constante y se observa que drene con libertad. Por lo general, se administran líquidos intravenosos durante las primeras 24 horas, aunque pueden darse pequeñas cantidades de líquidos por vía oral una vez que disminuyan las nauseas. Se lleva un registro de ingresos y egresos de la madre durante los primeros días o hasta que deje de ser necesario. Se deben utilizar analgésicos para mantener a la madre cómoda y debe procurarse que guarde reposo (9).

El tipo de anestesia que recibió determinara su posición en la cama durante las primeras horas después del parto y debe procurarse que cambie de lado cada hora. También deben fomentarse las respiraciones profundas y los tosidos para estimular la ventilación. A la mayoría de las madres se le permite caminar después de la cesárea, lo cual contribuye de manera considerable el buen funcionamiento de vejiga e intestinos (10).

Seguidamente después del periodo postoperatorio inmediato, la madre recibe atención rutinaria del puerperio y observaciones postquirúrgicas para la continuación de cuidados, entre los que se encuentran medición de los signos vitales, observación de líquidos, valoración del fondo uterino, cuidado de mamas y perineo, atención a la evaluación de vejiga e intestino, movilidad e higiene. Entre los cuidados relacionados con la intervención quirúrgica se encuentran la observación de la incisión cutánea, control del dolor, función respiratoria y mayor necesidad de reposo. La paciente puede tomar una ducha a partir del segundo día (11).

La valoración e intervención en el desarrollo de las habilidades maternas y la adaptación de la familia a la cesárea son de importancia capital. La respuesta de la paciente y su familia al proceso de nacimiento debe observarse y valorarse con atención, pues los niveles de angustia, enojo, desilusión y confusión pueden ser elevados, en particular cuando la cesárea fue imprevista. La fatiga en ocasiones es notoria en estas mujeres. Necesitan mucho cuidado y apoyo. El parto quirúrgico inesperado abruma a muchas mujeres que no se sienten preparadas para su respuesta física y emocional. Expresan angustia por su bienestar y el de el recién nacido. A menudo se presentan percepciones corporales alteradas así como preocupaciones en torno al cuidado maternal del recién nacido durante el periodo de recuperación de la intervención (12).

Cuando se habla de post-cesárea se refiere al periodo de tiempo de recuperación que sigue al finalizar la intervención quirúrgica de cesárea, y comienza cuando la paciente sale de la anestesia y se prolonga durante todo el tiempo necesario para que se repare la herida quirúrgica y retornen a la anormalidad las funciones corporales. Los cuidados de la mujer después de la cesárea combinan la Enfermería quirúrgica y la obstétrica. Una vez que ha terminado la cirugía, se traslada a la madre a una sala de recuperación y luego a su habitación (13).

La satisfacción del conjunto de necesidades le permite mantenerse en equilibrio. Las necesidades fisiológicas, durante los primeros días pueden estar dominadas por el dolor en la herida después de la cesárea la paciente se encuentra agobiada por el procedimiento operatorio abdominal y en un inicio quizás prevalezca su necesidad de recuperarse física y emocionalmente sobres sus intereses maternales. Maslow refiere que el sujeto se encuentra en un intento constante por satisfacer sus necesidades básicas. A medida que se satisfacen algunas, aparece otra de orden superior y se hacen más intensas (14).

Según la teoría de la jerarquía de las necesidades de Maslow, deben satisfacerse las del nivel más bajo (por lo menos en su mayor parte) antes que el individuo intente