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Aproximación teórico-didáctico para el desarrollo humanista en la formación del profesional en Enfermería. Capítulo I. Contextualización de la problemática

bien, dentro de las recomendaciones realizadas en proyecto principal de educación (UNESCO, séptima Reunión del comité intergubernamental; Bolivia, 2001) se destaca, en la recomendación número seis, la necesidad de dar la máxima prioridad a las competencias básicas de aprendizaje para acceder a la cultura, la información, a la tecnología y para continuar aprendiendo. El aprendizaje efectivo de estas competencias requiere la utilización de nuevos métodos y medios de enseñanza centrados en profesionales de Enfermería, según las exigencias de la carrera.

Los planteamientos anteriores fundamentan la elaboración del constructo teórico integrador para la ciencia de la salud (Enfermería), considerando una acción didáctica donde los componentes contextuales, axiológicos y las capacidades del aprendizaje ético, están moderadamente o poco desarrolladas; ya que entender cómo los profesionales de Enfermería a la hora de prestar cuidados priorizan lo más fácil y lo más rápido, que casi siempre son las actividades delegadas de la medicina, dejando en un segundo plano la parte más importante de su trabajo: el cuidado que apoya y refuerza a la persona como un ser global que es.

El constructo en referencia se ha de ubicar en un enfoque integrador sustentado en una didáctica humanista, contextualizada, integradora y desarrolladora de los componentes personales, axiológicos y cognitivos tal como lo plantea Torriccella (2004):

La didáctica en la educación superior debe ser humanista; entendida esta un enfoque personológico, orientada a sus experiencias y vivencias personales, en la que la actividad del estudiante ocupe un lugar central en la escena didáctica, tanto individual como grupal, se respecte su personalidad, se eduque en valores profesionales y universales que lo conduzcan a reforzar su identidad personal y social (p.50).

Por todo lo citado, es relevante en este contexto destacar la función primordial del profesional de Enfermería en la práctica; las atenciones son la razón de ser y constituyen el motor de su quehacer y por lo tanto su foco de atención y objeto de estudio. Tales cuidados constituyen un cuerpo propio de conocimientos, su objetivo principal y fin del enfermero o enfermera. En este sentido, teóricos seguidores de la teoría humanista en Enfermería, realizan varias interpretaciones de los deberes de la Enfermería, como la competencia relacional de la profesión, esencial para alcanzar la excelencia del cuidado y la humanización de la salud, por lo que debe formar parte de la estructura o andamiaje que sostiene los conocimientos y valores adquiridos por los profesionales de Enfermería a través de su formación.

Ahora bien, haciendo énfasis en el campo educativo venezolano, se evidencia la compleja situación que confronta el sistema de enseñanza en la formación del profesional de Enfermería involucrando todas las intervinientes del proceso aprendizaje. Acción que en la educación superior, se enfrenta hoy al reto de elevar la calidad de la instrucción y por tanto del servicio de los expertos formados en este subsistema. Para tal fin, se requiere un volumen cada vez mayor de conocimiento teórico y técnicas evolutivas, adaptadas a la civilización cognitiva actual, porque se constituyen en las bases de las competencias del futuro.

De acuerdo a lo planteado, Castro (1992) expresa que el objetivo de dicha carrera es:

Formar un profesional con una base sólida, técnico, científico, ético y moral, que ayude a mejorar el nivel de la salud de la población, proporcionando atención segura y eficaz, basada en los conocimientos de las ciencias de la salud pública y contenidos propios de Enfermerías, que contribuyan al desarrollo de la profesión, mediante la aplicación de los modelos de atención, técnicas y procedimientos, en la práctica a nivel institucional, local, regional y nacional (p.26).

En tal sentido, la carrera de Enfermería hace énfasis en la formación de un profesional integral, capaz de entender y manejar los problemas y necesidades del individuo enfermo con respecto a su salud, mediante la aplicación de modelos

teóricos llevados a la práctica. El estudiante de Enfermería en su proceso de formación debe adquirir dentro de sus principales actividades las herramientas que constituyan un fundamento importante para contribuir al logro de diferentes metas, entre ellas la participación activa en la búsqueda de los conocimientos para la práctica humanística. En el caso correspondiente los estudiantes de Enfermería podrían adquirir con mayor confianza el desarrollo de sus conocimientos llevarlos a la práctica e involucrarse en los principios humanos motivándose a satisfacer las necesidades del enfermo y en miras de mejorar la calidad de vida.

Esta situación amerita por parte del escenario universitario, específicamente las del estado Aragua y donde forman profesionales en Enfermería como lo son: Universidad Nacional Experimental Politécnica de la fuerza Armada Nacional (UNEFA), Instituto Universitario de Tecnología “Juan Pablo Pérez Alfonzo (IUTEPAL) y la Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos” (UNERG), actuar conscientemente, frente a las nuevas situaciones de la vida, integrando en su ámbito común ideales, aspiraciones y esfuerzos que de alguna manera sean compartidos en aquellos espacios donde se asume responsabilidades dentro y fuera del grupo; y esto implica ejercer funciones de orientador o guía, es decir de educación donde las instituciones y los formadores de profesionales ajusten el currículo académico de Enfermería al ámbito humanista y de ser factible el filantrópico.

En este sentido, el docente actual que forma profesionales en la Enfermería debe proyectarse como profesional con plena conciencia de lo decisivo de su función, estando dispuesto a capacitarse a la par de actualizarse continuamente, comprometido intelectual y emocionalmente con sus educandos. Siguiendo este marco de ideas y fundamentándonos en el Manual del Docente (1987), que expresa la función de enseñanza y aprendizaje como:

La función referida al trabajo educativo con los alumnos. Esta actividad predominante del docente. Para los efectos de la educación superior, este actúa como promotor de experiencia educativa, con capacidad para utilizar estrategias y recursos que produzcan en el educando el desarrollo

de la creatividad, la participación activa en su aprendizaje, la transferencia de conocimiento, habilidades y destrezas situaciones de la

vida real y en el desarrollo de actitudes y valores (p.27).

De modo que, la función docente, es formar recursos profesionales capaces de generar cambio integral de nuestra realidad, preparados adecuadamente para los retos no solo del presente, sino además del futuro, es por ello necesario que se haga una enseñanza innovadora en el contexto