los últimos años, de forma universal, la revolución sexual se ha caracterizado por el inicio de las relaciones sexuales antes de los 14 años, en uno y otro sexo. El hecho de que el mayor número de adolescentes se encuentre distribuido en el ya citado grupo de edades, guarda estrecha relación con las características de la población en cuestión.
Algunos autores como Valdés (14) encuentran en un total de 276 jóvenes encuestados, el 55% (152) fueron mujeres y el 45% (124) hombres, con un promedio de edad de 15.7 años (14 a 19 años).
Así mismo Porras Fernández (15) en su trabajo encuentra la edad predominante entre los adolescentes comprendida entre 15 y 18 años, con un total de 198 que representa el 54.6% y que el mayor número de adolescentes corresponden al sexo femenino con 278 para el 76.8% del total de la muestra otros como Ceballos y col (16) difieren de la misma.
Para muchos adultos, ofrecer información sobre la sexualidad a los adolescentes es motivo de preocupación, ya que consideran que los jóvenes son sexualmente promiscuos y que suministrarles nuevos conocimientos aumentaría dicha promiscuidad (17). Este es sin duda uno de los factores que han determinado el débil desarrollo de los programas de educación sexual en nuestro medio y, en ocasiones, la franca oposición de algunos sectores sociales a este tipo de iniciativas.
Los resultados de la presente investigación coinciden con múltiples autores que apoyan la eficacia de programas de educación sexual acerca, del rol primordial que juegan las vías de transmisión en la prevención (18).
Entre los factores de riesgo de ETS se invocan, entre otros, la promiscuidad, sobre la cual se recoge abundante información en la bibliografía consultada. Reyes Hernández plantea como hallazgo a resaltar la estrecha relación entre el antecedente de 3 parejas sexuales y el padecimiento de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Otros autores plantean en sus estudios que los adolescentes piensan en muchas ocasiones que no adquirirán una ETS en su primer contacto sexual, conocido como «el pensamiento mágico de los adolescentes» (19).
Otros estudios en los que se trabaja directamente con poblaciones jóvenes menores de 20 años, destacan el pobre conocimiento sobre los factores de exposición (de riesgo) explorados, creándose así un falso sentido de invulnerabilidad y seguridad con respecto a las enfermedades de transmisión sexual (ETS), tal como se recoge en nuestra investigación (20).
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un mal temido en estos tiempos, en los que la promiscuidad y la precocidad en las relaciones sexuales amenazan con tornar la sexualidad en un completo caos. Los adolescentes, grupo sensible y frágil, son, sin dudas, de los más expuestos; es por ello que toda labor educativa al respecto es poca la prevención de salud son las únicas armas con que se cuenta.
ESTRATEGIA EDUCATIVA
Objetivo general:
Fortalecer las acciones de promoción y prevención de salud mediante la educación en salud para lograr prácticas sexuales saludables en la población de la unidad básica, utilizando los medios de comunicación, contribuyendo; a incrementar conocimientos y comportamientos positivos relacionados con las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Objetivos específicos:
- Identificar la incidencia y prevalencia de la enfermedad bajo estudio, así como la historia de salud de la familia.
- Incrementar la participación activa de los diferentes sectores y la comunidad en la realización de las actividades educativas.
- Contribuir al incremento de la percepción del riesgo y la formación de comportamientos saludables reforzando la responsabilidad individual y colectiva en las acciones de control de las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
- Diseñar un plan de acción teniendo como base el uso de los medios de comunicación sociales y comunitarios, dirigidos a la problemática para lograr el abordaje comunicacional necesario con eficiencia y eficacia.
ACCIONES A DESARROLLAR
INFORMACIONAL: Informar a los líderes y la comunidad en general sobre la situación epidemiológica para participar de forma activa en la solución de este problema de salud.
EDUCATIVA
- Capacitar a los agentes de salud, técnicos de Enfermería y enfermero en los conocimientos relacionados con la prevención, promoción y educación en salud convirtiéndose en multiplicadores de la información.
- Identificar a los individuos con conducta sexual de riesgo y entrenarlos en la multiplicación de la comunicación.
COMUNICACIONAL
- Intensificar la relación médico – paciente – comunidad como vía más efectiva para propiciar la adopción de prácticas sexuales responsables.
- Realizar charlas, debates, dinámica grupal con los grupos de riesgo para lograr la concientización del uso del condón y exigir un sexo seguro, partiendo desde la perspectiva de que la iniciativa no solo es responsabilidad de una de las partes involucradas, sino de los dos.
- Confección de material filmográfico, educativo, murales, carteles en el cual se refleje la realidad epidemiológica de la comunidad, así como las posibles soluciones.
OBJETIVO COMUNICACIONAL
Empleando los diferentes tipos de comunicación: Interpersonal, grupal, de masas, se trabajara en la educación y formación de los agentes comunitarios de salud y los miembros del equipo de salud, permitiendo que las personas tanto sanas como de riesgo adquieran hábitos de protección saludables en su comportamiento sexual, dándole los elementos educativos, comunicacionales necesarios para comprender la importancia de la autorresponsabilidad por la salud.
EVALUACIÓN
- Material educativo producido mediante programas televisivos, radiales, actividades educativas realizadas.
- Modificación de los conocimientos, actitudes, riesgos y prácticas de la población en cuanto a ETS.
CONTROL:
- Chequeo sistemático del cumplimiento de las acciones por parte del equipo de educación.
- Monitoreo de los mensajes trasmitidos por los medios de comunicación local.
- Control sobre la producción y